Ni libre ni ocupado Ni libre ni ocupado

Elegido Mejor Blog 2006.Ya lo dijo Descartes: ¡Taxi!, luego existo...

Envidia vicevérsica

Me mira. Le miro. Me mira. Le miro. Se empaña el espejo retrovisor. Le miro. Freno. El semáforo me tiñe la cara de rojo, pero luego pasa al verde y sin embargo mi cara continúa del mismo color: roja (jodido semáforo chivato). Cruzamos el Paseo del Prado, y llueve pero no me mojo (porque me cubre el techo del taxi). El que me mira a través del espejo tampoco se moja (porque le cubre el techo del taxi). Ahora pienso que quiero ser como él, mientras su gesto demuestra que él piensa lo mismo de mí: que quiere ser como yo. Y en esa batalla de miradas, de yoísmos y tuísmos acelero, movido por una rabia que no alcanzo a comprender. Quiero ser como él y él quiere ser como yo. Y ahora yo acelero por fuera mientras él lo hace por dentro, y frunzo el ceño, y él más. Y encoje la nariz, y yo más. Vestimos igual y ambos llevamos el pelo rapado (él más que yo) y aun con esas nos tenemos una envidia que te cagas.

No sabría explicarlo, pero llegué a odiar a aquel usuario. Y no hablamos en todo el trayecto, porque no hizo falta: Los dos sabíamos lo que estaba pasando. Ambos éramos tan iguales que queríamos pelearnos el puesto. Frenar en seco y sacarle del pescuezo para darle una buena paliza. O él a mí.

Quiero ser como él porque no le conozco de nada.

Quiere ser como yo porque no me conoce de nada.

Creo que ambos necesitamos unas buenas vacaciones.

51 comentarios

  1. Dice ser El chat

    Muy buena la imagen, es realemnte buena!

    21 febrero 2008 | 15:13

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