En busca del famoso ego
Método: Al subir cualquier «famoso» a mi taxi, actuar como si no le reconociera.
Intención sociológica: Comprobar la reacción del «famoso» ante alguien que no repara en su «fama».
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Ejemplo: En Gran Vía esquina Montera, me hace señas el actor Carmelo Gómez con camisa roja bien planchada, gafas de sol y, sobre ellas, otras gafas graduadas (esto último no lo había visto en mi vida).
Me indica una calle cercana a mi propia casa.
– ¿La conoces? – me pregunta.
– Sí… vivo muy cerca.
– Entonces… somos vecinos, ¿no?.
– Eso parece – contesto muy serio.
El trayecto es largo, con muchas calles y muchos giros (Alcalá, Velázquez, túnel de María de Molina, M-30, López de Hoyos, Arturo Soria…).
Tras cientos de giros, al cruzar José Silva, el coche que me precede frena de súbito. A golpe de muñeca le adelanto, sin inmutarme (pese al susto de mi insigne usuario):
– Vaya… has estado muy atento ahí… – me dice con su mano en el pecho, sobresaltado.
El actor parece un tipo atento, con ganas de hablar. De hecho, en todo momento y a partir de cualquier detalle, trata de iniciar una nueva conversación tras otra:
– Precisamente este es el camino que yo hago siempre. Creo que es el mejor, el más rápido…
– ¿Entramos por Arturo Soria? – pregunto entonces.
– No… la calle es de bajada. Mejor entramos por detrás…
Luego hablamos de un pub cercano a su casa.
– Es mi bar de copas de cabecera – le digo.
– Sí, lo conozco…
Y entonces aproveché para reafirmar el sentido de este experimento, ninguneando su cualidad de «famoso»:
– Todas las semanas me encuentro con Wyoming, Antonio Vega o Pepe Navarro por ahí…. les encanta la música que ponen. También son vecinos…
– ¿Ah, sí?. Yo hace tiempo que no voy…
Al llegar a su casa me paga con una suculenta propina.
– Me has traído muy bien. A ver… como esto me lo pagan… haz una nota por… 13 €.
Entonces, tras no hacer referencia alguna a su persona en todo el trayecto, le digo:
– Claro, hombre… el cine español maneja mucha pasta…
Se queda pensativo, como si no se esperara mi comentario.
– No te creas… se quejan mucho – me dice.
– Bueno… ¡esto es España!. La queja se ha convertido en el deporte nacional por antonomasia…
– Tienes razón – me dice. – Nos vemos, vecino…
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Conclusión final: La conducta humilde de Carmelo Gómez me impide crear un juicio aparte que distinga al «famoso» del resto. En lo sucesivo, ampliaré el experimento con nuevos «famosos» para así poder sacar conclusiones más exactas.
Foto: Carmelo Gómez a través del espejo tras salir de mi taxi.
Pregunta simpulso: ¿Por qué nos decepcionan los «famosos» que se comportan de un modo normal?. ¿Por qué esperamos que los «famosos» sean tipos excéntricos, egocéntricos y «especiales»?
Bueno, yo creo que como me decepcionaría sería si actuase de manera extraña.
30 noviembre -0001 | 00:00
No entiendo muy bien el interés de la finalidad del supuesto experimento.¿Que un famoso se enfade o inquiete porque no le reconozcan?. Pues vale.La forma de contarlo: decente, el final: de topicazo de ascensor. Muy de taxista.Un saludo.
30 noviembre -0001 | 00:00
pero si es el ezcritor vestido de mujer……CRETINA!!!http://hijaidiota.blogspot.com
30 noviembre -0001 | 00:00
Me ha parecido super gracioso leer esto, al final Carmelo con el comentario sobre el cine se habrá imaginado que le habias reconocido pero que te estabas haciendo el loco..quizas por no incomodarle y de ahi su generosa propinabessos
30 noviembre -0001 | 00:00
jajajajaja,mi pareja es taxista y siempre cuando llega a casa me comenta las jugadas del dia,mas que nada para desahogarse del mal o buen dia,siempre me comenta que si se sube un famoso jamas intenta que se le note que es famoso,pero si que se ha dado cuenta,que si los reconoces,se ofenden y si no les reconoces tb se ofenden,caso reciente….el miercoles,le para un sr,era Angel Nieto un mito de la carreras de motos,bien se sube y dice al tal sitio,lo lleva sin mediar palabra,Angel lo miraba para ver si mi pareja le decia algo y mi pareja,callado,Angel,intenta romper el hielo,mi pareja lo sigue,hasta que Angel calla y mi pareja hace lo propio,cuando llegan al destino,angel paga y le dice(un señor que esta forraoo de pasta) quedese con la vuelta,cuanto era la vuelta como propina 5 centimos jejejej,mi pareja hizo lo correcto,le dio los 5 centimos de su super propina.En fin que los famosos nunca sabes si van o bien y son una especie bastante rarita en segun que ocasiones,lo mejor es ignorarles,es lo que mas coraje le dan
30 noviembre -0001 | 00:00
Cabe destacar la voz profunda y eterna del actor Carmelo Gómez. Su eco, un par de días después, continúa pululando cual psicofonía por todo el habitáculo de mi taxi.
11 septiembre 2007 | 02:07
Ni idea. Yo es que paso de ellos. Me aburren mortalmente y si son esos programas petardos que hablan horas y horas sobre ellos, pufff.En fin que no veo apenas tv, ni programas relacionados con el tema.Dato curioso: puede que tú, un blogger premiado por el 20 minutos ese, o yo, un simple blogger, seamos más famosos para ciertos organismos. Acabo de verficar que el Ministerio de Defensa de Aragón, una vez más, me sigue visitando de vez en cuando. Esta vez, creo que fue por el último párrafo de mi hermana en su contrapost a Rafael Fernández xDDD.Así que la fama depende del punto de vista que se mire 😉
11 septiembre 2007 | 02:55
Pero haras distincion entre famosos???… o igualaras en el mismo saco a Frikis con sesudos escritores???… actrices porno con virtuosas de «Yerma»???… Comentaristas rosas con tertulianos de «redes»???… o mejor patearlos a todos con la fuerza de la indiferencia…!!!.. o no!!!halaaaaa…ta lueguitooooooooooooo!
11 septiembre 2007 | 05:42
Aclaración: léase entre líneas el mensaje a muchos bloggers. Palabra que no les cuadre, control que te hacen 😉 Esa fue la intención de mi comentario. A buen entendedor…
11 septiembre 2007 | 06:09
Gran post. Enorme foto. Enhorabuena.
11 septiembre 2007 | 06:32
Carmelo Gómez encaja perfectamente en el perfil de famoso «campechano».
11 septiembre 2007 | 06:49
Por referencias de buena tinta, sé que con Carmelo Gómez has dado con el famoso «anti-famoso», pero mantén este experimento que puede dar sabrosos frutos.Yo´tenía un amigo que siempre que reconocía a algún famoso se le acercaba y le decía:-Oye, perdona, yo te conozco a ti de algo.Como la vanidad es un mal muy extendido y más en ciertos ambientes, el famoso de turno solía responder diciendo» si, bueno, soy actor, o soy cantante o soy….» Entonces mi amigo, con un rictus de desilusión en la cara se alejaba diciendo: «oh, lo siento…crei que te reconocia del colegio».
11 septiembre 2007 | 07:41
Jodo simpulso.Yo, en tu lugar lo habría pasado tremendamente mal haciendo ese experimento de ningunear a C.G. porque Carmelo Gómez es de los pocos actores patrios que admiro como persona y como actor. Y, por lo que comentas se confirma mi teoría de que es un tipo agradable y nada prepotente.Me ha encantado la despedida final de «Claro, hombre… el cine español maneja mucha pasta…», sublime, insuperable, poble Carmelo se le habrán saltado puesto los ojos como platos debajo del par de pares de gafas. Juajua aún me estoy riendo.
11 septiembre 2007 | 07:44
EN EL BLOG DE CARMELO GOMEZ:Experimental actor club.Hoy me he montado en el taxi de Daniel Diaz, he jugado a no reconocerlo. Sobradamente conozco que este monstruo mediático es mi vecino, además me lo han contado Wyoming y Antonio Vega. Ha sido divertido, reconozco que su profesionalidad y educación han sido ejemplares y el trayecto impecable. ¡ qué jodio es igual que en las fotos de su blog!¿ por qué todos cuando nos subimos al taxi más famoso de España , lo contamos en un post?
11 septiembre 2007 | 09:17
Muy bueno el post de hoy, Dani. Cumples a la perfección las dos reglas de oro de la escritura : tener algo que decir y decirlo sin aburrir. Carmelo Gómez parece ser alguien que no ha perdido el cordón umbilical con la sencillez y la realidad, y con la educaciòn y el trato amable. Debe ser difícil no creerse el dios Narciso tras probar el narcótico de la fama. Es una montaña nevada, la fama, muy alta, muy alta, donde te llevan en funicular, a veces sin esfuerzo alguno, y cuando llegas a su cumbre, tomas tierra, resbalas, caes, y el morrazo que te pegas es de los que forman una creciente bola de nieve , un avalancha que pretende arrasar a los arbolitos que le rodean. Nosotros, la gente común, somos los arbolitos.Mi único encuentro reseñable con un famoso lo fue con uno de segunda división, un actor secundario llamado Michael Lonsdale ( el malo de Moonraker, de la saga de James Bond, el coleccionista de samurias de plomo en la película Ronin) Un actor muy alto, encorvado, con melena blanca, de inconfundible físico. Bueno, pues el encuentro se produjo en el museo Thyssen, ni corto ni perezoso me acerqué a él, iniciamos una pequeña charla con mi inglés macarrónico delante de un cuadro de Canaletto y después nos fuimos a comer calamares cerca del Congreso. Era un tipo muy ameno y me agradeció el haber sido su lazarillo regalándome un buen día con su sencillez y su humanidad.Tampoco debe ser tan difícil comportarte como has sido siempre si te llega la fama. A no ser que seas tonto, porque un tonto nunca se repone del éxito.
11 septiembre 2007 | 09:19
Raúl, tu respuesta es lo que se llama tener buenos reflejos, amigo.Un saludo.
11 septiembre 2007 | 09:22
Yo a los famosos los trato como a cualquiera, por que al fin y al cabo son personas, y yo trato a personas. Todos tendrán su fama, en su casa, en su barrio, en su ciudad, en el pueblo del que vengan, o en su imaginación. Pero yo veo personas y así las trato.Me ha gustado mucho este experimento, menos sádico que el anterior, jjajajajaja
11 septiembre 2007 | 09:27
Hombre… es que hay famosos y «famosos» y Carmelo Gómez es mucho Carmelo, me alegro de que no nos haya decepcionado!Sigue con este experimento que puede dar mucho que hablar…
11 septiembre 2007 | 09:42
Es más, prueba a hacerlo al revés: trata como si fuera un famoso a alguien anónimo…
11 septiembre 2007 | 10:16
Supongo que la razón por la que nos «decepcionan» es porque les bajamos del «pedestal» y les vemos como a un@ más, a alguien «cercano».De todas formas, se agradece «muy mucho» que gente como Carmelo sea tan campechano y tan agradable como cuentas en tu post.PD: Sigue con el experimento, que más de uno te soltara con genio: «Es que no sabes quien soy yo??????!!!!!!!!!!!»Besos Daniel
11 septiembre 2007 | 10:30
Pues no entiendo que tiene de «experimental» el post de hoy :Hacerte el loco cuando ves a alguien «famoso», y ver como reacciona..?¿ Interesante….
11 septiembre 2007 | 10:31
vaya para uno q no se las da de interesante,todo lo contrario va de majete y todo,q es lo raroyo trabajo en una tienda de ropa conocida,y la verdad q son egocentricos como ellos solos,bueno exceptuando alguno(pero mu pocos)
11 septiembre 2007 | 10:53
yo lo siento mucho pero el carmelo este no se .. no me gusta mucho…http://mrtonidiamond.blogspot.com/
11 septiembre 2007 | 10:53
Estoy con MJ, estaría muy chulo a alguien no famoso hacer como si lo fuera; a mi por lo menos me interesa más la gente»normal» (entendiendo por ello personas no dedicadas a lo que es el famoseo)jaja.Pero muy interesante el experimento.Por cierto, nuestros amigos del puzzle pieza numero 4, salieron el otro día en «mi cámara y yo» de telemadrid, estaban haciendo un reportaje sobre la Gran Vía.Les preguntaron que qué hacían allí y dijeron que había surgido a raíz de lo del Madrid Rock y que se pasaban allí, creo recordar de 5 a 9(su horario laboral).Vacilaron con el tema del trabajo, que si reciclaban pero no dejaron claro si realizaban un trabajo, estaban en contra de trabajar para el capitalismo.Me acordé y por eso lo escribo ahora sin que venga a cuento…un besito
11 septiembre 2007 | 11:16
¿Carmelo Gomez? Pero si ese es el Ezcritor vestido de mujer.http://madreidiota.blogspot.com
11 septiembre 2007 | 11:28
Yo me crucé un día con Saramago por el centro de Sevilla, paseando con esa pausa levítica con que lo hace todo una de las calles más populosas de la ciudad. Me coloqué a su lado, a sabiendas de que la presencia de un indigente le podría incomodar, incluso obligarle a cambiar de rumbo, pero no fue así. El tipo comenzó a indagar sobre mi modo de vida, si dormía a cielo abierto, si comía caliente, si tenía amigos, si vivía en los libros y muchas otras cosas. Yo me limité a describirle mi vida simplona en cuatro palabras, como si estuviera escribiendo un post para el blog. Él escuchaba conatención todo cuanto yo contaba, como si le fuera la vida en ello, y profundizaba con ahinco en aquello que más le llamaba la atención. Al final de paseo conjunto intentó invitarme en una cafetería céntrica a lo que yo quisiera. Me negué, aduciendo que qué iban a pensar de él, un escritor famoso, un célebre nobel, entrando en un local de postín con un sin nadie. El tipo se rió mucho, casi a carcajadas.-Sólo a alguien que goza del talento de la vida se le puede ocurrir una excuxsa así.- dijo -La fama no es el espejo que refleja mi rostro.Me pagó una botella de Jack Daniel’s para ahorrarme el trabajo del día.-¿Porqué impera el prejuicio de que una cosa tan efímera como la fama ha de cambiar el comportamiento y la forma de ser de una persona?.- me preguntó.No supe qué contestarle y él se alejó despacio, observando cuanto le rodeaba, a lomos de ese andar pausado con el que ha recorrido las dos caras de la vida. Desde esa charla, Saramago visita mi blog a diario, no comenta, no deja consejos sabios, pero yo percibo el latir acompasado de sus ojos recorriendo los textos que voy subiendo.Excelente post, Dani.http://elblogsejackdaniels.blogspot.com
11 septiembre 2007 | 11:30
el problema de los famosos no esta en los famosos: esta en quien los observa y en las babas de los «fans» que no dejan de hacer gilipolleces. Y por supuesto en los medios de comunicación que magnifican, cual microscopio, a muchos parásitos. Y como consecuencia de esto algunos/as de estos «famosos/as» se lo creen y se enamoran de si mismos. Que asco.
11 septiembre 2007 | 11:40
Pues a mí, lo reconozco, me encanta ver famosos. Como en Málaga no hay…
11 septiembre 2007 | 11:45
Jack Daniel’s, me descubro ante tí. Si eres realmente como pareces ser, no es de extrañar que un famoso modesto como Saramago se sienta en buena compañía.Ahora bien, lo de que d. José te pagó una botella de Jack Daniel’s es una licencia literaria, macho.Descuida. Si alguna vez me tropiezo contigo yo sí te la pagaré mientras planeamos la forma de dejar de ser unos donnadies.
11 septiembre 2007 | 13:33
Pues además d Carmelo Gómez está Candela Peña que es una chavala majísma y sencilla.La diferenca entre esta gente y ls demás es qu la palabra famoso está sobrevalorada.Carmelo es famoso, Saramago es famoso incluso tú Simpulso, en cierta manera lo eres, el resto, los que salen en esos programas vomitivos de la mañana, medio dia y tarde, no son famosos, por favor seamos serios, a lo sumo, son conocidos…
11 septiembre 2007 | 15:20
Si se entiende fama por popularidad… los personajes de los que hablas lo son. Otra cosa es que no te guste.A la gente le gusta más Nuria Bermudez que el taxista.
11 septiembre 2007 | 15:28
Yo una vez tuve que ir a poner una inyección a un famoso de la tele catalana (por si alguien lo conoce, Josep Mª Bachs). Y era tan normal que me impactó 😀 Tengo que reconocer que me alegra que haya famosos campechanos y sencillos, que simplemente hacen su trabajo cuando lo tienen que hacer, pero que luego hacen lo mismo que nosotros, el resto de los mortales.
11 septiembre 2007 | 15:54
Una vez P Almodovar, en un concurrido local de supermoda que se inauguraba ese día y al que, por causas que no vienen al caso, yo me presente con una bata/camiseta larga de estar por casa, mientras todo el resto era un delirio de glamour, pues eso que no dejaba de mirarme y de guiñarme un ojo entre la multitud. No llegue a hablar con él por causas que tampoco vienen al caso. Tendría mas anecdotas con famosos como los Chunguitos, Luis Pastor y más, en las que demostraron lo sencillos y buena gente que son. Y no como otros.
11 septiembre 2007 | 16:07
Pues yo tengo algo muy importante que decir pero no viene al caso.Así que me voy por razones que no vienen al caso.
11 septiembre 2007 | 16:15
«gafas de sol y, sobre ellas, otras gafas graduadas» —– JAJAJAJAJA, por finnnnnn, no soy la única persona que hace esto. Aunque al resto de la humanidad le parezca ridiculo.
11 septiembre 2007 | 16:35
por cierto, yo no he conocido nunca a ningún famoso, y ni ganas, porque por muy sencillos y amables que sean ganan más dinero que yo y viven mejor que yo, la mayor parte de las veces trabajando la mitad que yo, asi que les odio, a todos
11 septiembre 2007 | 16:38
Con motivo del estreno de «La carta esférica» me he topado con Carmelo y Aitana en cuantas revistas y diarios cayeron en mis manos.Ahora también en este famoso blog. A perro gordo, todo son huesos.raul rodriguez : Algo parecido pensaba escribir yo. Excelente adelantamiento el tuyo.Y pilotaje.Dani, pregunta sincontestación: ¿serías capaz de mostrarte tan flemático si quien te hiciese señas fuese la Aitana?Otra casualidad: ayer te hablé de las consecuencias de la «fama»,y hoy… tu post sobre ella. Muy bueno, por cierto.(Ya sé que no necesitas ideas, colega).
11 septiembre 2007 | 17:02
Hay famosos y famosos…..como hay personas y personas…A mi no me decepcionaria, si me sorprenderia.PABLITO
11 septiembre 2007 | 20:02
simpulso dice: ¿Por qué nos decepcionan los «famosos» que se comportan de un modo normal?.Para nada. Eso será a tí. Yo admiro a los famosos que son humildes y coherentes….Me estan entrando ganas de sacarme la lincencia de taxi… Piénsalo: igual que cuando hicieron Jurasic park subió mucho la demanda de la carrera de antropología, tú vas a crear una generación de taxistas compulsivos…
11 septiembre 2007 | 20:06
A mí me han reconocido miles de veces por la calle. ¡Y es que hay que ver cómo se fijan estos malditos acreedores, oiga!
11 septiembre 2007 | 20:37
Luís, sólo entro para agradecete tan hermosas palabras.Una botella de Jack, licencia literaria o no, siempre será una botella de Jack, amigo.Un saludo.http://elblogdejackdaniels.blogspot.com
11 septiembre 2007 | 21:57
Oye! ¿y que pub con buena música es ese?… es que soy nuevo por los madriles y aún no he encontrado ninguno…
11 septiembre 2007 | 23:00
pues yo le estoy hasta cogiendo cariño a beta…..(siguiendo con el experimento….)
11 septiembre 2007 | 23:37
Jack Daniel’s: normalmente paso de todos los blogs (exceptuando este y otro más) pero me ha gustado tanto tu comentario (¡y encima con Saramago!) que puede ser que pinche en el enlace… ojalá sea verdad.Supongo que la gente espera que se comporten de modo excéntrico porque todos tenemos pequeñas manías, lo que pasa es que los medios de comunicación los amplían (tal como alguien dijo lo de la lupa)y como ellos están en el centro de atención… Pues da la sensación de que sean «grandes excéntricos».Buen post.
12 septiembre 2007 | 12:28
Un poema de Jaime Sabines que no tiene desperdicio…EL PEATÓNSe dice, se rumora, afirman en los salones, en las fiestas, alguien o algunos enterados, que Jaime Sabines es un gran poeta. O cuando menos un buen poeta. O un poeta decente, valioso. O simplemente, pero realmente, un poeta.Le llega la noticia a Jaime y éste se alegra: ¡qué maravilla! ¡Soy un poeta! ¡Soy un poeta importante! ¡Soy un gran poeta!Convencido, sale a la calle, o llega a la casa, convencido. Pero en la calle nadie, y en la casa menos: nadie se da cuenta de que es un poeta. ¿Por qué los poetas no tienen una estrella en la frente, o un resplandor visible, o un rayo que les salga de las orejas?¡Dios mío!, dice Jaime. Tengo que ser papá o marido, o trabajar en la fábrica como otro cualquiera, o andar, como cualquiera, de peatón.¡Eso es!, dice Jaime. No soy un poeta: soy un peatón.Y esta vez se queda echado en la cama con una alegría dulce y tranquila.
12 septiembre 2007 | 16:29
joder como disecciona ranas el taxisto este.
13 septiembre 2007 | 01:13
Martín Santomé, sospecho que se refieren a un sitio de rocanrol de la calle Palermo. Está bastante retirado, así que hay que ir en coche o en taxi.
13 septiembre 2007 | 18:47