Pocas veces hemos podido disfrutar tanto en Motel Margot leyendo una biografía. La sinceridad que emana del texto de Jorge Martí solo pude compararse con su buen gusto a la hora de poner sus vivencias por escrito. Una notable literatura en manos de un sobresaliente letrista, asunto este, el del escritor de canciones que se vuelve narrador, que no es lo más habitual. Humor, amor, pena y esfuerzo. Un artista del vuelo sin motor, un solitario corredor de fondo, un poeta enamorado. De Valencia a mitad de ninguna parte en Noruega, pasando por México, Barcelona y, una buena parte de la aventura, parando en Zaragoza. Por favor, háganos caso y lean esta maravilla.
Episodio cero: es el amor a primera vista, es el ILOVEYOU. Define la historia, el final es el principio, el círculo de la vida. De pronto estamos en Valencia, con el Matador Kempes, 1978 y los garajes al lado del estadio de Videla lleno de papelitos blancos. Pero Kempes, como Jorge, no se marchó a Madrid. Mira la voracidad de Jorge, niño de los ochenta, de música, chavalas y fútbol. Mira a otro campeón del mundo, uno de los que derrotaron a la naranja mecánica original, Rainer Bonhof. Jorge ve La Bola de Cristal, Kiko Veneno como Frankenstein, Jorge acabará siendo un electroduende más. Una generación marcada por Alaska y el socialismo. El Auserón más hipnótico.
1986: La mano de dios, todos tenemos tiempos para el Diego. La primera muesca de la vida siempre es la muerte. Pasado y futuro. El presente no existe. Butragueño marcando a la Dinamarca de Laudrup en Querétaro y Eloy fallando el penalty contra Bélgica. Un hermano con mixtapes y cariño para abrirle los ojos. Un hermano con aspecto a Coppini en solitario, chupa de cuero, imperdibles punk, pandereta, loro de doble altavoz y fotos de García-Álix. Y el cuello de la camisa cerrado hasta arriba, hasta que ya no quedan botones. Robar The Queen is dead: ladrones del mundo uníos. Ahora no sé qué pensará Morrissey, señor mayor paranoico que piensa que el universo le sisa. Pagar en pesetas por Alain Delon. Con sus vinilos pegados al pecho, contando las monedas. Como hizo Miqui Puig con A flúor. Jorge pronto conocerá a un hombre encantador, mago de los arpegios, se llama Pau, pero no nos adelantemos. Mescalina. Anfetamina con nombre de psicotrópico. No es lo mismo antes de la autovía mudéjar, claro. Dulces anfetas de 1987, Valencia tecnopop, Valencia electrónica, los Niños del Brasil con Enrique Bunbury en la guitarra. Es el fin del mundo como lo conocíamos. Un héroe en miniatura y hoy lo descubrimos.
BUP y COU: defensa en zona, 4-4-2, lo decía Sacchi. Jorge es un muchacho hermoso que crece fuerte y se resiste a la oscuridad. Como Batman, como Zinco publicando La Broma Asesina y El culto. No puede ser casualidad. Barraca eléctrica. Los Smiths, sí, los Smiths se han separado y en la Malvarrosa, los domingos, se mezcla Celentano con la amenaza nuclear. Y el sexo. Amor inseguro, delirio torpe. Buen saber hacer literario. No novelista como Truffaut o antimúsico como Brian Eno. Jorge se describe como un Doinel torpe, un Woody Allen guapo. Sus disfunciones sexuales se escriben con gracia y gusto. Es una manera de levantar un muro de inconsciencia. Pierde con ello, nunca mejor dicho, el pudor. La virginidad de la literatura. Semillas benignas: directo de Nirvana y Teenage Fanclub, ver la gira del Disintegration de The Cure. La selectividad, la enfermería, las decisiones en un chasquido.
Barcelona: Barcelona mutante, de Sideral y Los Sencillos, un boqueante barrio chino, la sala Sidecar, la Zeleste, Sonic Youth sonando como un disparo, los pisos de estudiantes como casas pateras al lado de Discos Revolver y la habitación pintada de rojo. Rojo chillón, manchas de destilados y fluidos. Un año en Barcelona, un capítulo, un ladrillo, un nombre para la historia.
El último guitar-hero: Pau Roca, la pared más sólida de La Habitación Roja. This Charming Man. Suena la demo. Brett Anderson le guiña un ojo y te dice que todo está bien si besas a otro hombre. Le da de comer a su gato, enciende un cigarrillo. ¿Provocación mediterránea? Comienza el arranque del grupo En Zaragoza alguien habla de ellos. Pero, de pronto, el parón. Uno de los movimientos que más ha alimentado la cultura y la importancia de la salida, el Erasmus. No piden más que escapar, hablar inglés, sentirse vivo. Destino. Molde en Noruega. Todos tenemos que mirarlo en un atlas.
Les Arcs: verano de 1996 el final de la inocencia, pero estamos en febrero e Ingrid ya es una presencia en su vida. Sensualidad de oro y así ha comenzado y así terminará. La belleza de lo absoluto. Durante un tiempo Jorge tuvo el mismo número de hits potenciales que de hijas. Eso para un tipo en plena efervescencia creativa es un verdadero reto.
«Más que salir por la noche y pillar un cacharro y dejarse invitar por niñas con piruletas y coletas o fanzineros con sobrepeso que querrían cantar en una banda. Eso le hace atractivo. Le hace madurar. Está para ser producido por Rick Rubin antes de los cuarenta. Y lo que está por llegar».
Con la perspectiva de los acontecimientos futuros todo suena extraño. Buscar cómo se sienten los que viven en la eterna treintena. El cambio de siglo convirtió la veintena en la treintena. Práctica con pacientes que entiende tu inglés, pacientes de los que necesitan más cariño y orden que medicinas. Una sociedad, el mito inconfundible de la perfección socialdemócrata. ¿Es todo una farsa? No es todo tan perfecto como nos prometieron. El amor avanza, la vida de adolescente termina.
Pedro Vizcaíno: Uno de los grandes. No sé cómo no ha escrito alguien su biografía. Parecería una novela fantástica. El hombre de Plasticland, el que fue Mr.Camping, armas y joyas, discos en el punto limpio, cedés y más cedés. Pedro de Grabaciones en el Mar, el hombre generoso, el irónico desclasado, irremediablemente cómico, mediananente cenizo, pero eso le da un punto de autenticidad. Sincero. Curtido en mil ballatas. Enciclopedia del saber estar, del buen ojo, del saber parar. Llega el EP de debut, Popanrol, la revista Rockdelux. Ser parte del catálogo de GELMAR. De pronto todo es Zaragoza: Fiesta anual del sello en la sala En Bruto, Biscuits, los Magnéticos, Muy poca Gente. El Fantasma de los Ojos Azules, ofertas de rabas de calamar. Concursos de parchís. Vinadé&Perruca. Zaragoza en el track 10.
¿Y?: Con un montón de cd-singles por los bares de todo Valencia. Mano a mano, el primer FIB. Sí un FIB y los conciertos de Radio 3, un videoclip, problemas legales, como en la canción de Kiko Veneno. No te fíes de los mánagers, por San José de Arimatea. Y llega el segundo LP en unos pocos meses, Largometraje. ¿Qué sucede? Jorge lleva componiendo temas desde que es un chaval con acné y la vida se lo lleva por delante, todo lo que no puede esquivar acaba convertido en canciones. Se suceden las canciones, todos teníamos fuerza al final de los noventa. Unos usábamos el katovit y otros el talento. El Doctor Music, la vaca que ríe. Ver a Muse, conocer, en realidad a Muse. Todo vendido en Madrid. Hace falta un nuevo bajista y Jaime Urrutia, en éxtasis etílico (por aquella época empieza a ir mucho por Valencia, pero esa es otra historia) recuerda una de sus primeras portadas, cuando todo eran Cipreses y abrazos con Benavente después de echar un futbolín y ver que Marc Greenwood es un sosía de Brian Jones.
La Búsqueda y la Granja: en la frontera, ambas bandas graban su canto de cisne en GELMAR, todo es bugalú y Etoo, su jugador favorito. Aparecen Antípodas Producciones, otros tipos legales, muy profesionales. Chema Fernández y Jose Lapuente al frente. Ellos serán los que busquen y acompañen a la banda que se está profesionalizando a marchas forzada. Astro+GELMAR, vamos a por el tercer LP, Radio. La grabación en Galicia, con el magnetismo del Vigo poético y extremo, Piratas, Golpes Bajos, Killer Barbies y Estereocéano. Y, claro, Josele Santiago escribiendo Septiembre.
«Dos mares, un mar y un océano… en el escenario principal del FIB tocan con Luna (coinciden con el Shaman Festival de Zaragoza, que se acabará convirtiendo en la Lata de Bombillas) y allí conocen a unos jovenzuelos pasados de nowave y resinas, The Strokes. Están viviendo la historia y no lo saben. A todos nos ha pasado alguna vez».
Cash, sin Johnny: el trabajo llama a tu puerta, enfermero en verano para sacar unas perras, en limpio más que toda una gira de bolos. En la banda comienzas las fisuras, quiero y no puedo y Jorge, día a día, mes tras mes, va a tener que llevar, además de púas en la caja de la guitarra, una buena cantidad de salitre para ir tapando las fugas en las siguientes décadas. Gracias a Pau y su compromiso, gracias a su fuerza creadora., gracias, claro a los fans de la banda. Pero la salida del trapecista ha llegado. En 2002 hay enfermería y festivales, hay enfermos y conciertos. Graban su último disco con GELMAR, es mi favorito. Se llama 4. Ya no son cinco en la banda. Con la producción de Dani Cardona es un disco de sonido y letras magnífico, de canciones evocadoras. Bello, emotivo, auténtico. Me enganché a él con una copia promo que me pasó Vizcaíno en un piso que parecía que se nos iba a comer. Otro FIB en 2003. Empezamos a perder la cuenta. Paso a Mushroom Pillows. Marcos con el dinero del ¡Que no! de Deluxe se lleva a La Costa Brava, Señor Chinarro y Triángulo de Amor Bizarro. Su primera entrega para la nueva discográfica es un disco de versiones, en la segunda Para Ti Vol II incluye una versión superlativa de Quiromántico de Chinarro. Mejor que la original. Sí, MEJOR.
Chicago: sueños sónicos cumplidos, es momento de viajar a la patria de Steve Albini, practicar la mitomanía. También encuentro en Latinoamérica, la nueva movida en Argentina se mueve entre la distorsión y el low fi, Jaime Sin Tierra, Babasónicos o la escuela de Melero. En tierra de nadie, en tierra de todos, como la Habitación Roja. Albini los recibe y no se corta con los chascarrillos. Todos queremos saber cómo es la ropa interior de Frank Black -o de Polly Jean, aunque se la hemos visto en el escenario-, ¿roncaba Kurt Cobain? Jorge, como otros muchos de sus amigos, sueña con Wilco, cuando la música americana no tenía guitarras acústicas. Ver a Morrissey, al Morrissey de los chilangos y los rockers chilangos en la banda. El Morrissey pata negra.
Un paellero en la parte de atrás: Grabación de Nuevos Tiempos. ¿Qué es mejor que ser joven y padre? En el abismo de los cuarenta aprobé una oposición y tuve un hijo. Jorge llevaba varias guitarras españolas desafinadas e instrumentos para cocinar un buen arroz. Jorge había tocado en varios FIB y yo había dejado de hacer fanzines unas semanas después de ver a los Cramps en Portugal. Jorge tenía una mujer que hubiera provocado la envidia de Alfredo Landa, pero no el salido, no, el de Garci, el Landa aka Germán Areta.
«Jorge recorre los fiordos, el infierno helado, con su coche, sin miedo, amante y padre, músico y pasión. Yo que me asusto por bajar al Mercadona de Calatayud. Escuchando 69 love songs, las miniaturas de Magnetic Fields. Otros nos escondíamos en casa de nuestros padres dándole fuerte al Salmón de Andrés Calamaro, encerrados en los baños. Yendo de la cama al living».
Thor: 2005 en mitad de Noruega. Ir a ver un concierto antes de nacer tu primera hija. Recuerdo el tebeo de Thor que leí la noche antes de que naciera Román. ¿Un cierto paralelismo? Quizá si lo forzamos mucho. Subir el volumen de la vida cuando escuchas los primeros llantos de tu bebé. Cuando ella nace todo es felicidad y miedo. La noche en vela, el limbo de la duermevela tiene algo de narcótico, pero se puede convertir en un provechoso tiempo creativo. Escribir de noche, escribir por escribir, porque quieres atrapar el tiempo y regalárselo a tu vástago. Hablar de éxito cuando ya lo has visto. Por el rabillo del ojo. La virgen del fuego, el calor bajo tus pies mientras fuera solamente hay hielo. Cuando ya no quede nada es el título del disco que se enfrentará a la crisis económica más salvaje del siglo. Vivir con sueño no es lo mismo que vivir con sueños. Eso sí que es bohemia salvaje. Viajes sobre el hielo, deslizándose, mirando cómo se acostumbra el paisaje a la forma de la nieve. No hay hits en la radio del coche.
Amor y sexo: el amor en la pareja acaba cubierto de pereza cuando llegan los hijos, parece que todo es una excusa eterna, una disculpa que no convence a nadie; es como tener la sal en un estante de la cocina y no levantarse por pereza, acabar comiéndote la cena sosa. Escribir letras que avisan de que todo puede estar terminando. Contarle tus problemas al mundo, esperando que su empatía sea mejor que los ansiolíticos. Sustancias para tocar en una banda, para ser camarero, para dar clase a los adolescentes… esas manos firmes que sostenían la copa ahora no dejan de temblar.
Austin: Recuerdo el día que me enteré que La habitación roja iba a tocar en Austin, en Tejas. Marzo de 2009. Lo leería unas semanas más tarde en una reseña en el Mondo Sonoro, en la edición nacional. Ahora en el libro comenta que nadie dijo nada de ellos. Mezclo recuerdos. De Tejas a México, bandas de chilangos, contrabajos truchos, mordidas, algún disparo y distancias imposibles. Jorge demuestra en este libro que es capaz de mirar a los ojos del horizonte más alejado, desde los desiertos de los fiordos hasta el monstruoso caminar en las bulbosidades que le crecen al DF. Es 2009 y tocan Nunca ganaremos el mundial. El día del gol de Iniesta en Zaragoza llovía y yo no iba aprobar esa oposición. Entre el 86 y 2010 habrá tiempo para dejar de ser un grupo revelación, para consolidarse y desconsolidarse, para que muera Sergio Algora y comience la festividad eterna de Vetusta Morla. Maquetas y Universal. Universal es nylon, es la mandolina de Losing my religion, las pulsaciones urgentes de Fascination Street y los acordes en bucle de Some girls are bigger than others. Jorge escribe Voy a hacerte recordar. Sigues leyendo y te encuentras el punto de inflexión, la vida que deja de respirar un minuto y al momento siguiente resulta irreconocible.
Enfermedad y accidentes: La enfermedad no avanza, la enfermedad permanece, la tristeza es terrible, arrastra y muerde, es una esquirla de hielo en el alma de la familia. El disco se llama Universal. El público se alimenta de la radiación emocional de Jorge. Amor y amistad, fallos en la conexión eléctrica . Estirar las piernas como si fueras un muñeco de los ochenta, plástico y cajas. Padre y estrella del pop. La historia del pop español aún recuerda aquel terrible accidente de Tachenko en la furgoneta de la Habitación Roja. Olvida el canto de sirena anglosajón y se acerca al salvajismo y la intensidad, la distorsión de Santi García, cuando Cataluña y los BCORE hicieron rugir a un país en forma de arrebato. Una canción bailable. Ha pasado una década. Aquel año Alberto Contador ganaba el giro. Fumaba. Veía morir. (Un día perfecto, el eje del mal, voy a hacerte recordar). Las demos y la grabación. La Costa Brava, donde había restos del veneno de las medusas, amoníaco eléctrico. La discográfica, la historia de aquella discográfica, la que quiso reinar y fue abandonando a sus príncipes. BBK y FIB. Estar sentado junto a Robert Smith, Stone Roses , Low Cost o Contemporánea. Diez años ya. En 2012, junto a los estantes de libros de segunda mano se presenta en la Joy Eslava. Moloko, premios, y México los escucha.
Albion: Pasamos de la electricidad y los pedales a comprar y vender casas. Volver a Inglaterra. Un documentalista. Un productor. Pixies, Stone Roses, Oasis. El teclista de Spiritualized. Bruma y un par de pintas. Historias y leyendas. Gira en México. Rock por la vida. La discográfica piensa en devorar el rock latino. A veces uno duda que estos responsables sepan quién es Cafe Tacvba y Babasónicos. La moneda en el aire cae de canto. Tú dices que es cruz. Si tú te vas (magnífica desolación). El noruego, el idioma nacional, Jorge celebra el día nacional de Noruega. Es curioso cómo uno es capaz de celebrar ese día de otro país y no hacerlo en el tuyo. Invalidez permanente. Cinco años de baja. La socialdemocracia que tiene su rostro quebrado y monstruoso.
Dependencia: Jorge decide residir, hablar, trabajar en Noruega. No se me ocurre más distancia entre un mundo como el mexicano y el noruego. Comenzar a trabajar con ancianos dependientes. Medicaciones y olvidos. Personas mayores que se olvidan de quién son y quién les ama. Quién le sostiene. Antes del verano de 2014 Jorge sube a cantar con Loquillo y con Pau se hace una fotografía con Pedro Sánchez. Ya os dije que la Bola de Cristal era Alaska y Socialismo. Unos nos quedamos en Yukón. Otros siguen con fe.
20 años y un encadenado: Voy a hacerte recordar/febrero/indestructibles/Ayer/La moneda en el aire/De cine. Rock sin subtítulos. Ermua, Barajas, Londres (Sala Scala). London calling. La compra del catálogo de la banda por MUSHROOM PILLOW (Astro y Gelmar en realidad liberan a la banda) Sensación de tobogán emocional, multiplicación, guardias de noche, la banda, Ingrid, las niñas y el grupo. Orden de los productos emocionales no es baladía, el orden altera el final, el resultado. Mientras seguimos buscando salir del agujero interior. 2015
La moneda en el aire: Dicen que cuando uno se casa todo cambia. Cuando uno se casa con dos décadas de una banda de rock, dos hijas y dos países entre los que estirar las piernas, poco puede cambiar de manera cualitativa. No tienes siempre lo que quieres, tienes lo que no puedes esquivar. Es la vida quien elije tu vestido de boda. Casado acaba el verano en el Contemporánea, con los Pet Shop Boys dando el bombo a negras como ancianos pasados de redbull. Neil Tennant y el recuerdo de Jorge y su colega con un loro de doble pletina fantaseando con las West end girls en el patio del instituto. Badajoz y Valencia, 10000 personas, juegas en casa, de local, en la Ciudad de las artes y las ciencias. Fin de curso y viajar a España en verano.
Aranda de Duero: en 2015 Homenaje a La Habitación Roja en el Contemporánea. Cooper, Nosotrash, Supersubmarina cantando sus canciones en Aranda de Duero. La capacidad y creatividad en la composición de Jorge resultan abrumantes. Tras una extensa gira es capaz de ponerse y grabar maquetar nuevas temas. Santi García se ha convertido en un aliado fiel. Entre Zonas Bucólicas y terminar en Ultramarinos Costa Brava.
«Volver a la realidad, ¿o es un sueño? Turnos de noche, ancianos que sufren, que se evaporan entre las manos de Jorge y, mientras, las canciones, manos, hermanos en la L´Eliana».
Homenaje a los 20 años. Estas bandas que han hecho carrera, esas bandas que llevan en la carretera más que los Brincos o Los Héroes del Silencio. ¿Y su padre? Esa generación silenciosa que no acabaron de entender las veleidades artísticas de sus hijos pero que construyen un viaje orgullosos dejando vacías las cajas que una vez contuvieron ejemplares del primer disco de su hijo.
Butragueño: Contra Laudrup, contra los daneses, octavos de final. Monstruo que devora y provoca una digestión lentísima. Los cuartos de final como una pared existencial. John Carpenter vs Steven Spielberg. Carlos Ann, Dorian, las bandas que aman México. Cuando pase el temblor, como cantar la tercera María, la estrella en el cielo… las balaceas de de las salas llenas de punk, sudor, chelas y violencia. Texcoco es un averno. La tensión se lleva por delante a Marc. Seguimos con el Trankimacim como el heraldo de la paz.
«Secciones rítmicas, profesores de instituto, profesiones de riesgo enganchados a los ansiolíticos con elegancia. Navidad en Noruega. La enfermedad es perenne. Los gritos despiertan a la noche.Cada madrugada es una aventura que raya lo angustioso. En el pasillo, los enfermos son fantasmas, uno no sabe si los ancianos te convierten en un fantasma al no reconocerte, angustia y descontrol, asustado, el noruego ininteligible, Jorge, no se calma, Jorge no existes, en su laberinto puedes quedar atrapado dentro. Solo quieres volver con tu familia».
Tres veces en una vida: El disco de 2016 es Sagrado Corazón. Ingrig se ahoga en la Moloko. Verano en el FIB otra vez y el Low Cost Festival. Imagina tres citas en un año. Como si tienes una doble vida y las dos son falsas y verdaderas a la vez. Misterio cuántico. En el escenario empieza a notar que le falta el aire, es un aviso. Los que conocemos la historia vemos el primer warning en el libro. Mareos, calor húmedo, Festival de Medusa en Cullera, aquel accidente de Supersubmarina. El recuerdo de Tachenko. Los grupos indies, Tino Casal, Edudardo Benavente, Nino Bravo. Volver a México, la carretera como un laberinto, dura y brumosa, un lugar entre el ciego y el infierno.
Solos de mandolina: En la Navidad de 2016 y 2017 Jorge vuelve a REM, las noches cubiertas por un tela oscura que no transpira, esos discos como UP o New Adventures o Reveal. Ahora toca el Puerto de Santa María, Paco Loco, la persona que ha definido el sonido de las bandas en nuestro país. Allí las canciones fluyen. Todos se hacen mayores, lo que antes era ingenuidad ya no puede confundirse más con valentía. La gira por México vuelve a provocar fricciones. La grabación de Memoria está a punto de convertirse en un terremoto. Pero el terremoto es en México. Como unos meses antes del Mundial del 86. Memoria, otra vez memoria. Noruega y la España de autovías, tan lejos México como Galicia. El sol entrando en la esquina de un aeropuerto, la soledad del corredor de fondo, como una de las canciones de aquel maravilloso disco 4. Jordi se baja. Es el año 2017. Ya no volveremos a ganar el mundial.
Venganza de Moctezuma: En el Puerto de Santa María Paco Loco y John Agnello mezclan con Pau y Jorge el disco. Jordi deja la banda. En la nieve de Noruega el sol rebota como una radiación ahogante y la inocencia no es capaz de llenar de aire los pulmones del artista. El aire, el aire, que se lo arrebata, la vida es una mantis hambrienta que se lleva los humores, una aspiradora del alma. Las pruebas se suceden, el dolor, un hombre sano, que se cuida, nada puede pasarnos. Nada debería pasarnos. Encuentra algo de luz en un cartel de ancianos. Entre España y Noruega, entre los distintos lugares, la carretera se repite tanto que uno ya no sabe ni dónde está. Recuerdo aquel concierto en la Terraza del Pablo Serrano, estaba estudiando mis oposiciones y no pude ir a ver ninguno. Allí arriba se mezcla la belleza con la memoria de la muerte.
Un TAC, una sentencia larga: Tromboembolismo pulmonar bilateral masivo. Estaba en la sala de profesores de un instituto a más de 100 kilómetros de Zaragoza. Estudiaba y mi mujer estaba embarazado. Leí la nota de prensa. Me acordé de Pedro Vizcaíno y de aquel disco que escuchaba con frecuencia, 4, de una mujer de pelo muy negro que me contó que había hecho guardias como enfermera junto a Jorge. Su mujer y su grupo reciben mensajes. Meses y años de viajes, de mal dormir, de guardias a destiempo, de horas interminables en transportes públicos, todo acumulado en una noche donde no hay más burbujas que las del oxígeno tratando de aumentar su saturación dentro de él.
Una pequeña victoria: una vida es una vida. En Noruega el estado ha cedido y su mujer recibe la respuesta a su petición. No todo es un infierno. El cansancio se reparte, como la tristeza. En verano de 2018, recorre junto a Pau (la viga de esta historia, la cuarta pata, junto a sus hijas e Ingrid) el camino de vuelta a Noruega. Se estrena el documental In the middle of Norway, los conciertos vuelven, pero las secuelas impiden el porcentaje total de acción, es imposible. Las cosas se van, ya no hay buen rollo con el sello. El estreno del documental en IN EDIT es el final. Ingrid habla, Jorge se derrumba. Pero nadie acude. El último disco está en un limbo. Una llamada, dos llamadas, el final.
Intromúsica: Un nuevo mánager, una nueva compañía, Intromusica que ha empezado con Dorian y ha grabado a Ricardo Vicente. Máximo Lario es su responsable. Todo se resuelve a base de arroz. En octubre de 2019 entran a grabar en el Puerto de Santa María su duodécimo LP. Qué lejos quedan las camionetas que dejaban los amplificadores en la entrada de la Lata de Bombillas y Pedro Vizcaíno había bromas mientras se quejaba de algo, siempre de algo.
Llega el 25 aniversario de la banda, llega el 2020, llega el virus de China. La odisea distópica hasta volver a Noruega, el verano oscuro, la soledad, las pistas por ordenador, los aplausos, los amigos que ven morir a sus familias. Mi padre encerrado en un hospital, esperando que lo operen. La guitarra, el padre de Ingrid, los dolores de espalda que acaban llevando a la peor noticia, los dos suegros enfermos de cáncer, otra embolia pulmonar, dolor y paranoia, una máquina para dormir.
¿El final? De dónde sale la fuerza de Jorge… de las canciones, como la electricidad de los cables. Graban su decimotercer disco, Años Luz II. La normalidad es anormal. Cada frase, cada acorde, es un pedazo de su vida que ha compartido con nosotros y nosotros compartimos con otros, como un puzzle que se extiende infinito en estos casi treinta años.
Gracias Jorge, gracias por la compañía. No sé si algún día nos veremos, pero te deseo lo mejor.
Gracias a Rosina Abós por las fotos (de Pedro Hernández&Colectivo Anguila) y a Eva por la paciencia.