Archivo de agosto, 2021

Estampas del valle de Rolando Hinojosa-Smith.

Explotar a los cuarenta años de su edición, así hacemos las cosas en mi familia, viviendo la vida en el tianguis, arqueólogos de la literatura fronteriza, del corrido y de la jota, folklore y mezcolanza. Estampas del valle de Rolando Hinojosa-Smith. Gracias a Xordica aparece por primera vez en las estanterías españolas esta obra magna de la literatura en español, del castellano fronterizo, fragmentario, de arena y caliza, de durazno y maíz. Aprovechamos que esto es Motel Margot y siempre hay música y alcohol de graduación variable para elaborar una mixtape de bandas en la línea discontinua que une/separa México y Estados Unidos.

Escuchar la mixtape fronteriza Estampasdelvalle

El autor avisa de la necesidad de notas y preliminares para abonar el terreno: la primera parte del libro, Estampas del valle, que da título al volumen, que muestra una galería de instantes, capturas de personajes, polaroids de árboles genealógicos anclados en la tierra, una tierra que mezcla lo conocido con lo ajeno, lo propio con lo migrante. En Otra vez la muerte la narrativa adquiere tono de telegrama y Al pozo con Bruno Cano utiliza el monólogo exterior, como si fuera el pueblo, la gente, la que escribiera la historia. Los personajes, como un río subterráneo, buscan con sus raíces enrevesadas la capa freática de los motes familiares, los recuerdos de antiguas deudas y un futuro que nunca es como se promete. Un lector español encuentra la conexión universal del que disfruta tomando la fresca en el porche de una casa en una noche de estío, porque en la frontera también se sacan las sillas bajo la luna en los pueblos. Aztecas o gringos, castellanos o aragoneses, les dicen.

«La sociedad como un personaje más, de mil miembros y voces, del Valle del Río Grande en Texas al encuentro del Manubles y el Jalón, todos contemplan el movimiento rítmico de las salamanquesas mientras buscan el exorcismo del muerto reciente, del muerto lejano, en la mesa redonda, en las voces del barrio».

Complejo ramal de grafos con vértices engarzados entre uniones familiares, rencillas del pasado y antiguas moradas. Don Manuel Guzmán, la Tía Panchita, la Güera Fira…todo tiene algo de Miguel Delibes pasado de polvo, del Cela menos experimental y más revoltoso, del maestro Rodrigo Fresán desenmarañando la estirpe maldita de la familia de Martín Mantra. La novela de personajes, una novela donde la historia ya está escrita y la traen en el corazón sus protagonistas. Lee el resto de la entrada »

2020 EP de IXEYA

De vez en cuando uno vuelve a encontrar en los pequeños proyectos musicales la ilusión, la sencillez preciosista, la simplicidad armoniosa de la canción pop… no es necesario más que un juego de voces, unas cuerdas y alguna percusión. 2020 son cuatro temas, un por estación y un cuarto, una coda que resume la distopía con la dulzura de las lenguas romances. Lee el resto de la entrada »

Cronovinilo: Abre de Fito Páez (1999)

Antes de Abre, antes de todo, hay una historia. Pero antes del éxito masivo, antes de dejar de ser el pibe de Rosario, el fiel escudero de Juan Carlos Baglietto, ya había compuesto el rabioso disco conceptual Ciudad de pobres corazones, había amado y escrito a Fabiana Cantilo con todo su corazón, había sido parte de la banda soporte de Charly García, haciendo la gira de Clics Modernos y grabando Piano Bar cuando la música se convertía en una mujer imponente devorando la noche de Buenos Aires. Las canciones parecían acercarse con deseo al piano de Fito, las canciones de Ey o de Tercer mundo maravillosas y compitiendo con Abre estaría su disco ‘Giros’, el segundo de su trayectoria solista, después de ‘Del 63’, que apareció en 1985. Ya no era solo el pibe. Era Fito y tenía lentes redondas, diamantes, una mujer actriz y cigarrillos de importación. ¿Qué hacer después de ser más grande que la vida? Puedes morir o puedes imitar a Dios. En 1992 alcanzó la divinidad con El amor después del amor. Millones de de copias vendidas y toda América latina rendida a sus pies. Antes de Abre y después… hay una historia. Lee el resto de la entrada »

Viaje al centro del cerebro de Eric Jiménez

He conocido a músicos, algunos de una división parecida a la de Eric y es todo cierto. Músicos de pop, miembros de bandas que viven al límite, es la electricidad, el sonido del monitor, tratar con técnicos de sonido con pantalones cortos en el más frío invierno que sonorizan mirando al tendido, como los buenos toreros. Músicos que viven al límite, al límite castizo y regional de un país de cuarenta millones de habitantes, con cedes que se utilizan para el lanzamiento contra palomas o para cortar la blanca, la marrón o el gelocatil. Vida en streaming, vida gratis, copas gratis. Son una raza distinta, desde el grupo maquetero más tirado a la banda con más hits desde Los Brincos… gente que está en un pueblo perdido de Extremadura o en el centro de Berlín, son las cuatro de la mañana, no tienen batería en el móvil ni dinero en el bolsillo… y en la encrucijada demoníaca de volver al hotel ─se ven las luces cálidas a unos pocos pasos─ o subirse al coche de un desconocido porque alguien que ha conocido después del concierto les dice que hay una fiesta en casa de alguien en las afueras no lo dudan ni un segundo y saltan al asiento trasero mientras preguntan si alguien lleva algo. Los que acabamos opositando para profesores de secundaria nos fumábamos el último pitillo antes de subir a la habitación, mandar un whatsapp a nuestra novia y buscar entre los canales de la tele del hotel algún canal erótico. Seguimos vivos. Ellos también. Eric está vivo. Como Elvis. Lee el resto de la entrada »