Casi enteros Casi enteros

Casi enteros: un blog sobre los medios de comunicación, la publicidad, su papel en la financiación de los medios, la investigación y otros temas relacionados con todo esto

Entradas etiquetadas como ‘spam’

3 años. 700.000 visitas

Hoy hace tres años escribí mi primer post en este blog.

Esta mañana, cuando he recibido el informe de visitas de la semana pasada, he visto que en total pasaba de las 699.000 visitas, más de la mitad conseguidas durante el último año. Seguramente hoy habré pasado ya de las 700.000.

Ya sé que estos números no son muy impresionantes; cualquiera de los grandes blogueros españoles consiguen tanto o más que eso en un solo mes.

Pero este es un blog modesto, dedicado a un tema muy específico, como son los medios de comunicación y a mí me impresiona que nada menos que 700.000 veces alguien se haya dirigido hasta Casi Enteros para ver a qué dedicaba mis reflexiones.

Han sido algo más de 500 post en aproximadamente mil días. Eso dice varias cosas: que he sido bastante constante: más o menos un post cada dos días; o que cada día visitan el blog por término medio unas 700 personas; o que cada post lo han leído aproximadamente (y también por término medio) unas 1.400 personas.

También ha habido cerca de 6.000 comentarios, descontando aquellos que he rechazado como spam; como en esto he sido generoso, no siempre he eliminado comentarios que no tenían nada que ver con el tema que yo trataba y que, en rigor, sí eran spam. Pero con estas reglas tan laxas, cada artículo ha tenido como media algo más de 11 comentarios; aunque muchos no han cosechado ninguno y algunos han pasado de cien (no siempre, he de reconocerlo, los más técnicos).

Lo mejor es que, lejos de disminuir, el ritmo de visitas y el de comentarios, ha ido aumentando cada año.

Me dicen que el fenómeno blog está en decadencia. Yo no lo creo.

En todo caso: Gracias. 700.000 veces gracias. 700.000 millones de veces gracias.

La herencia nigeriana también en Facebook

Un familiar mío multimillonario ha muerto sin descendencia y una firma de abogados, curiosamente nigeriana, está encargada de localizar a sus posibles herederos a todo lo largo y ancho del mundo.

Hace quince años, en los inicios del correo electrónico era muy habitual recibir este tipo de mensajes. Luego, supongo que eran fáciles de detectar por los cortafuegos y antivirus, se hicieron muy raros o casi desaparecieron.

Pero se ve que ya han encontrado nuevas vías de acceso. Hace unos días me llegó el primer mensaje de este tipo a través de Facebook: los abogados de mi multimillonario pariente también me han encontrado en la red social.

Ya no recuerdo si este tipo de acciones pretendían captar direcciones para sus campañas de spam (supongo que no: ya tenían las direcciones a las que enviaban sus mensajes) o esperaban que uno enviara una cantidad de dinero para que los abogados empezaran las gestiones para recuperar la herencia. En cualquier caso no termino de ver la esencia de este curioso negocio.

¿Alguien en algún sitio, que incluso podría ser Nigeria, se estará haciendo rico a base de captar a incautos como, supongo que ellos lo piensan, yo?

Curioso mundo este, el del viejo timo de la estampita, también en internet.

Superando problemas

Me enseñaron de pequeño que no está bien echar la culpa a los demás cuando se tiene un problema.

Bueno; esta semana yo he tenido un problema con el blog. No es que no haya tenido nada que contar; lo que no he tenido es tiempo para hacerlo.

Además, el único día que conseguí encontrar unos minutos la tecnología se puso en mi contra y no conseguí entrar en el área desde la que se escriben los contenidos del blog.

Así que no le voy a echar la culpa a la tecnología; si hubiera podido entrar en ese momento llevaría un artículo escrito esta semana, en lugar de ninguno. No es el ritmo al que estaba escribiendo, ni el que quiero mantener.

Además, seguramente si mis conocimientos de internet fueran mayores habría podido entrar de alguna manera y tampoco estaría escribiendo esto.

Un problema añadido: si hasta ahora el blog se había mantenido libre de malas formas y de spams en forma de comentario, justo ayer se rompió esa buena racha y entró un spam paranoico y lleno de faltas de ortografía nada menos que en mis cinco últimas entradas.

Habrá que pensar que tres meses de respeto habían sido una suerte estupenda. Pero esperemos que vuelva.