No ha pasado mucho tiempo desde que se decía aquello de que el cliente siempre tiene razón.
En nuestro negocio publicitario estamos acostumbrados a poner al cliente, al consumidor de nuestros productos, en el centro de todo el proceso.
Hablamos de que el consumidor es quien tiene ahora el poder.
Pero en el mundo de la televisión parece que no es así.
Todos sabemos, o eso pensaba yo, que el cliente de las televisiones en abierto, quien paga para que se mantengan esas empresas, es el anunciante.
Pues bien, José Miguel Contreras, máximo ejecutivo de La Sexta se ha descolgado esta semana con unas declaraciones a El Programa de la Publicidad, en las que, en una ataque de esdrujulismo, califica de ridículo, patético y estúpido, el informe en el que la AEA, la asociación de los anunciantes, sus principales clientes, critica y valora la supresión de publicidad en TVE.
Conozco a José Miguel Contreras hace muchos años, sé que no es tonto; por eso me sorprenden más este tipo de declaraciones en pleno fragor de la batalla por las fusiones.
Así no me extraña que Gabriel González Andrío titule su artículo editorial en El Periódico de la Publicidad con una frase lapidaria: Contreras, no te enteras.
Seguramente se entera demasiado y ya sabe, como casi todos los que nos dedicamos a esto, que la memoria es algo inexistente en nuestro mercado publicitario. La historia comienza con cada nueva negociación.
Seguramente esa mano que acaba de morder le acariciará dentro de poco si necesita que se emita una campaña.
¡Qué triste!