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Casi enteros: un blog sobre los medios de comunicación, la publicidad, su papel en la financiación de los medios, la investigación y otros temas relacionados con todo esto

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La salida a Bolsa de Facebook

Ya han pasado dos semanas desde la salida a Bolsa de Facebook y se va generalizando la impresión de que ha sido un fracaso. En varios sitios he llegado a leer: desde la salida a Bolsa Mark Zuckerberg ha perdido cuatro mil millones de dólares (o la cantidad que correspondiera a la cotización de ese día).

Ese me parece un primer error: Zuckerberg ha ganado en todo caso un montón de dinero con la salida a Bolsa; quienes han perdido son los que, creyendo que la cotización de la acción seguiría subiendo, compraron a 41 dólares y ahora la ven por debajo de 30. Facebook tiene ahora mucho dinero para invertir en investigación, en mejoras de su producto o para comprar las aplicaciones que necesite para conseguir rentabilidad. Por ejemplo para mejorar su posibilidad de incluir publicidad en su versión para móviles, que confesó como una de sus debilidades poco antes de la salida a Bolsa.

Quienes tampoco perdieron, seguro, son los causantes del desaguisado, los bancos colocadores que calcularon un precio que se ha demostrado irreal. El siempre acertado Norberto Gallego lo contaba así en su blog.

Una red con cerca de mil millones de usuarios en todo el mundo que han declarado allí voluntariamente sus gustos y aficiones tiene sin duda un gran valor, pero lo tendrá mucho más cuando clarifique su modelo de negocio. Parece que, en plena crisis del mercado publicitario ese modelo no puede basarse sólo en publicidad. Al menos no sólo en la explotación de sus formatos iniciales, los botones de la columna de la derecha en los que casi nadie reparaba.

No suelo creer en conspiraciones, pero me llamó mucho la atención que justo la semana anterior a la salida a Bolsa, General Motors, uno de los mayores anunciantes del mundo y también uno de los mayores anunciantes en Facebook comunicara que dejaba de hacer publicidad en esa red social. Es una noticia que se ha comentado poco y, al menos hasta donde yo he podido ver, no en relación con la caída de la cotización.

Las razones de esa retirada son pueriles: no obtenía los beneficios esperados; vender más coches. La relación directa entre hacer publicidad en Facebook (o en cualquier otro sitio) y vender coches es algo que no resiste el menor análisis (o, mejor dicho, que sólo con buenos análisis se puede llegar a determinar la aportación de cada acción).

Algunos analistas piensan que el uso que estaba haciendo General Motors de su inversión en Facebook era inadecuado y lo comparan con el trabajo de compañías como Ford o Mercedes, con una utilización mucho más adecuada de la nueva comunicación más interactiva que propicia el mundo 2.0.

También se ha publicado que la razón por la que General Motors retiró su inversión de Facebook fue que la red no admitió las presiones para introducir nuevos formatos e incluso admitir el patrocinio de toda la compañía por parte del fabricante de automóviles. Podría ser, pero nadie me quita de la cabeza que la oportunidad del anuncio pudo favorecer a algunos especuladores.

No creo que Facebook vaya a desaparecer pero, como dice Enrique Dans en su blog, esa y otras redes sociales ya nos han mostrado su necesidad. Si desapareciera sería sustituida por otro producto mejor.

Redes sociales ¿para qué?

Los mil millones de dólares pagados por Facebook por Instagram han vuelto a poner de actualidad las redes sociales.

Durante los últimos meses de la que más se ha hablado es de Pinterest.

A finales de marzo el humorista Leo Harlem ponía humor en el Congreso iRedes en Burgos; lo enlazo aquí porque creo que es una visión divertida que merece la pena ver.

También en ese mismo Congreso se produjo una interesante conversación entre el publicitario Risto Meijide y el escritor Agustín Fernández Mallo. No se sabe bien cual es el modelo de negocio en torno a las redes sociales. Mi amigo Miguel del Fresno sí lo tiene claro: si te lo dan gratis es que tú eres el producto. Están consiguiendo gratis toda la información que nosotros les queramos dar (que a veces es mucha) y que luego utilizarán para venderla a quien la necesite.

Hoy he cerrado el análisis del estudio Zenthinela correspondiente al mes de abril (que enviaré mañana a los panelistas); se estima que las redes sociales conseguirán este año en España 33 millones de euros de inversión publicitaria.

Facebook tendrá pronto mil millones de usuarios en todo el mundo; a nadie se le escapa el potencial que se esconde ahí, aunque la salida a Bolsa se esté retrasando más de lo esperado debido a la coyuntura económica y podemos tardar en saber cual es el valor que la compañía tiene para el mercado.

Twitter podría tener más de 500 millones de usuarios en el mundo, de ellos casi cinco en España. En este caso tampoco está claro cual será su modelo de negocio. Hace pocas semanas veíamos la primera campaña publicitaria inserta en un tuit; lo hizo la marca Mercedes en Argentina. Poco tiempo antes nos ofrecían la recopilación de tuits por temáticas para realizar estudios sociológicos y de mercado. Todos los que nos dedicamos a la investigación de mercados ya lo estábamos haciendo, pero no disponíamos de la información retroactiva. Ese podría ser un valor, pero parece escaso.

El uso publicitario, en el que todavía tenemos todos mucho que aprender, parece uno de los más evidentes, sobre todo si tenemos en cuenta que según algunos estudios hasta un 83% de la gente está dispuesta a seguir a marcas en las redes.

Un uso marginal, pero curioso, de Twitter es considerarlo como un indicador de audiencia (o al menos de interés) entre un determinado tipo de público. Hace unos días se publicaba que durante el partido de fútbol Barcelona-Chelsea se batió el récord de tuits por segundo, con una media de 13.684. Ese partido fue, en España, el evento más visto de lo que llevamos de temporada.

Las redes, como internet en general, son una extraordinaria fuente de información si se sabe separar el grano de la paja.

Para Reid Hoffman, el fundador de LinkedIn, en las redes reflejamos toda nuestra personalidad. Cada red representa su propio pecado capital. Asi LinkedIn, una red básicamente profesional, es codicia, mientras Facebook es ego. LinkedIn se relaciona con el trabajo, Facebook con las emociones, Twitter con el contenido. Entre todas estamos reflejando cómo somos. Y esa información está ahí para quien la pueda aprovechar; es mucho más que un curriculum vitae.

El mundo de las redes es casi infinito y tiende a crecer; en la Web de la empresa 2.0 podemos encontrar un ranking de las 40 más populares

Hay que saber usar las redes, porque igual que pueden resultarnos muy útiles, pueden hacernos mucho daño. El caso es que todos vamos aprendiendo a medida que las usamos. Todo lo que publicamos sin restricciones en una red está accesible para mucha gente, para los amigos y para los que no lo son tanto, incluso para personas que podrían utilizar esa información para perjudicarnos.

Cuando empezó este fenómeno 2.0 hicimos muy pronto un estudio sobre blogs y otro sobre redes sociales. Yo me apunté a todas las que iba conociendo, para saber lo que estábamos estudiando. En algunas no he persistido; ese es el caso de Xing (que cuando me apunté era Neurona), de Plaxo y de algunas otras. Tampoco hice mucho caso de Twitter al principio, pero en el verano pasado me reactivé y confieso que estoy bastante enganchado; he publicado mas de 1100 tuits y tengo 453 seguidores. Esos tuits se publican automáticamente en Facebook (supongo que inicialmente lo configuré así) donde tengo 505 amigos con los que tengo relaciones en muy distinto grado (de la mayoría casi nunca sé nada tras los últimos cambios hechos en la red; con otros hablo con frecuencia, incluido alguno a quien hace mucho tiempo que no veo); ese número se mueve ya muy poco. Supongo que todo el que pensó que podía tener algún interés mantener esa relación, ya la buscó hace años. En cambio en LinkedIn no para de crecer mi número de contactos, que en este momento son ya 1005 y eso que no acepto a cualquiera: me molesta mucho cuando alguien a quien no conozco de nada dice que es mi amigo. Pero sí suelo aceptar a personas que trabajan en el mismo sector que yo. Supongo que esa es la regla: algún día nos podemos ayudar, en una dirección o en la otra. Utilizo LinkedIn sobre todo para ver lo que se comenta en los grupos que tratan temas de mi interés. A veces también comento en ellos.

Cada día aprendemos sobre redes sociales, un mundo en continua evolución.

El precio justo

No voy a hablar de uno de los programas de televisión de mayor audiencia de la historia de España, aunque no está mal recordar de vez en cuando que a finales de los ochenta dos tercios de la población española se sentaban frente al televisor para ver un mismo programa: El precio justo, que producía Jorge Arqué con su Videomedia, una de las grandes en la producción española.

Esta es otra historia.

Ayer recibí un tuit (uno de esos mensajes cortos en la red Twitter) de Sam Júdez, una publicitaria catalana a la que no conozco personalmente, lo que no impide que goce de una gran admiración por mi parte; hace poco le voté como la mejor publicitaria joven. El tuit linkaba a un artículo de la contra de La Vanguardia y Sam comentaba:

¿Y si abogáramos por el fair cost? Made in Europe: producimos donde no todo vale.

El artículo, una entrevista de LLuis AmiguetNancy Fraser, a quién tampoco conocía (es tremendo, con los años mi incultura crece en lugar de disminuir) está lleno de ideas sugerentes. Lo mejor es que lo lean entero pero voy a entresacar alguna de esas ideas para quienes, como nos pasa a todos habitualmente, no tengan tiempo de acercarse al artículo completo.

el hambre de trabajo de millones de inmigrantes chinos del campo a la ciudad permite milagros productivos globales.

a medida que los trabajadores de países emergentes vayan adquiriendo más derechos –ojalá los logren pronto– nosotros, los empleados de países anteriormente ricos, los iremos cediendo… con nuestros salarios.

Cada vez que un trabajador norteamericano entra en Wal-Mart y compra productos chinos baratos está rebajando su salario.

Usted compra barato lo que antes fabricaban en su país o en otro país europeo que respetaba los derechos laborales y, de ese modo, contribuye a liquidar su empleo y a rebajar su propio salario.

Pero seamos realistas: no podemos bajarnos del tren de la globalización, porque aislarse sería peor que la peor de sus consecuencias.

Cada Estado protegía a sus ciudadanos y, mediante sus impuestos, redistribuía la riqueza que creaba su economía en forma de servicios del Estado de bienestar. Pero para poder redistribuir la riqueza, primero hay que crearla, y lo que Europa fabricaba y vendía para mantener sus servicios hoy lo fabrican y venden mucho más barato los países emergentes.

…los occidentales ya hemos cedido bienestar sin darnos cuenta…Recuerde que sus padres podían vivir relativamente bien sólo con el salario del cabeza de familia. Hoy son imprescindibles dos sueldos para mantener el mismo nivel de vida en un hogar.

la vida low cost: usted paga menos y así le acaban pagando menos a usted.

Y en el otro extremo está el high tech: Google, Facebook, Apple… Son sectores californianos donde los sueldos se han disparado.

¡Aquí (en Europa) evaden sus impuestos!

Porque sus estados nacionales europeos ya son impotentes para hacerles pagar. Pueden confiscar las rentas del trabajo de sus clases medias, pero son incapaces de hacer pagar a grandes fortunas o multinacionales.

Se gravan más las rentas del trabajo que las del capital, precisamente por la misma lógica anticuada: si se molesta al gran capital, se irá a otra parte y perderemos inversiones. Si evitáramos los paraísos fiscales –algo perfectamente factible con la suficiente presión ciudadana–, se frenaría ese proceso.

Y concluye:

Necesitamos un nuevo cosmopolitismo que sepa ver que nuestros grandes problemas globales ya no tienen soluciones nacionales. Así podremos crear instituciones globales para solucionarlos.

La idea de fair cost, que propone Sam Júdez, me parece excelente; utópica, pero excelente. Si nos negáramos a comprar productos que son muy baratos porque proceden de la explotación de personas, si frenáramos el poder del capital financiero especulativo y los paraísos fiscales, estaríamos defendiendo a los trabajadores chinos…y nuestros propios puestos de trabajo. Puede ser la última línea de defensa del Estado del Bienestar.

Merece la pena pensarlo.

Seniors, tuits y estudio Net Radar

Ayer Mapi y yo presentamos en la UIC (Universitat Internacional de Catalunya) el estudio Net Radar. Se trata de un estudio sobre la eficacia de la publicidad en Internet que utiliza una metodología que, aunque ya va por su segunda edición, sigue siendo innovadora.

Javier Piedrahita, de marketingdirecto.com, grabó integramente la presentación y el vídeo ya se puede ver en YouTube.

Durante la presentación se podían ver en la sala tres grandes pantallas: en una se proyectaban las diapositivas que estábamos utilizando, en otra se nos podía ver a nosotros mismos en versión muy ampliada y en una tercera los comentarios que los asistentes  iban realizando a través de Twitter. Utilizamos el hastag #netradar en el que se pueden seguir viendo los comentarios que se fueron produciendo (muchas gracias, por cierto, a las personas que comentaron). Al finalizar la presentación se podían contar ya más de 150 tuits (comentarios); casi todos elogiosos para el estudio, los presentadores y Zenith Media como empresa que acpta y financia el estudio (gracias de nuevo).

Pero varios comentarios se referían a algo que debimos de contar mal, o que al menos no se entendió. El estudio Net Radar se realizó, por razones de eficiencia, entre personas de edades que iban desde los 14 a los 45 años y así lo puse de manifiesto al resumir la metodología utilizada; con un punto de ironía dije que las personas de mi edad no usamos internet.

Luego, a la hora de presentar los resultados enriquecimos la presentación de lo que es propiamente Net Radar con unas cuantas aportaciones de un estudio cualitativo que hemos realizado casi en las mismas fechas. Ahí, entre otros grupos de población, Mapi hablaba de cómo navegan los seniors. Creo que muchos de los asistentes pensaron que hablábamos de seniors menores de 45 años y probablemente se ofendieron. Evidentemente no era nuestra intención. Cuando hablamos de seniors hablamos de gente mayor, como yo.

Pero a lo mejor, para sucesivas olas del estudio, deberíamos cambiar el criterio y ampliar el rango de edades. Los seniors cada vez navegamos más por internet y pronto seremos uno de los grupos más atractivos para los anunciantes. Mientras un porcentaje muy elevado de jóvenes no tienen empleo y por tanto su poder adquisitivo no es muy alto, el grupo de personas que se acercan a la jubilación y participan en planes de pensiones va creciendo. Lamentablemente, como se viene diciendo, hemos construido una sociedad en la que la generación de nuestros hijos vivirá con más estrecheces que la nuestra.

Cuando decía en la presentación que la gente de mi edad no tenemos blog (este blog va a cumplir cuatro años y ha superado ya el millón de visitas lo que no está nada mal para un blog de contenido, más o menos, técnico), no estamos en redes sociales (tengo cerca de 900 contactos en LinkedIn, donde soy bastante activo, más de 400 «amigos» en Facebook y estoy en varias redes más en las que entré para curiosear aunque luego casi no las use) ni en Twitter (aquí llevo menos tiempo activo, como @MadinaED, pero ya me siguen más de 150 personas) está claro que lo decía como una ironía. Muchas personas más jóvenes de mi entorno no podrían decir lo mismo.

Seniors sí, pero no inactivos ni anticuados, aunque a veces no quieran contar con nosotros para no dar una mala imagen de nuestra empresas.

Internet y las revoluciones

Ahora le ha tocado el turno a Libia; la pelota está en el tejado y no sabemos de qué lado va a caer.

Todo empezó a mediados de diciembre, cuando el joven ingeniero informático Mohamed Bouazizi se quemó a lo bonzo ante la falta de oportunidades. Eso llevó a la revolución de los jazmines en Túnez, que derrocó a Ben Alí.

El siguiente paso se produjo en Egipto y acabó cayendo el sátrapa Mubarak.

Bahrein, Yemen, Argelia, han pasado a un segundo plano ante la violencia que ha llegado a adquirir la crisis libia. Gadafi, más de cuarenta años en el poder, se resiste a abandonarlo y no vacila en mandar disparar contra los manifestantes.

Pero ¿todo empezó a mediados de diciembre o había empezado mucho antes?

Hay quién dice, y tiene razón, que las revoluciones las hace el pueblo y no la tecnología. Pero ¿se habrían producido esas revoluciones si los pueblos no hubieran conocido otras maneras de vivir gracias a la televisión por satélite? ¿Se habría movilizado el pueblo a la misma velocidad sin la ayuda de redes spciales como Facebook o Twitter?

Seguramente no es casualidad que una niña egipcia se llame Facebook desde hace unos días. No sé si le gustará cuando sea mayor. No sé lo que será Facebook, la red social, cuando Facebook, la niña, sea mayor.

Este tema da para un análisis mucho más profundo que este simple post en un blog, pero parece que las nuevas tecnologías juegan un importante papel en la cohesión de los pueblos. De hecho los dictadores tratan de limitar el acceso y consideran a internet un enemigo más.

Los medios tradicionales en general jugaron un triste papel en los cambios recientes, ya que estaban muy unidos a los regímenes corruptos. ¿Les suena?

¿Cómo terminará la crisis libia? ¿Habrá cambios en Bahrein; en Argelia; en Yemen?

Pero mucho más allá ¿las nuevas tecnologías podrían contribuir a un cambio en Cuba?¿Puede cambiar la situación en Corea del Norte, el país más cerrado del mundo?¿Una China cada vez más rica, pero con tremendas diferencias sociales, mantendrá durante mucho tiempo esa extraña situación, con un partido comunista en el poder rigiendo una economía escandalosamente capitalista?

¿Seguirá internet propiciando importantes cambios políticos después de haber cambiado radicalmente nuestras sociedades?

Sólo tenemos que esperar.

Lo veremos.

¡Cómo pasan los años!

Ayer fue mi cumpleaños: ¡61!

Uno puede decir que se siente joven; puede sentirse joven y con mucho camino, incluso profesional, por delante. Pero el carnet de identidad no engaña: esta es la edad en la que te empiezan a llamar anciano en los periódicos.

Ayer fue un día fantástico: regalos, buena compañía, comida en restaurante, cine, picoteo y copas por la noche…una cantidad inmensa de felicitaciones (ahora con Facebook hay mucha más gente que se acuerda).

Siguen pasando los días…y los años. Dentro de muy poco, el 1 de febrero, cumpliré 20 años en mi actual empresa. Está claro que en estos tiempos, en los que el cambio se valora tanto, eso es demasiado. Mi hija ha trabajado ya, en siete u ocho años de vida profesional, en el doble de empresas que yo en treinta y cinco años. Claro que ella no ha tenido ni la cuarta parte de jefes que yo.

Ahora siento que se cierra un ciclo.

El día 1 se incorporará a mi equipo María Rodríguez; otra María, porque en 1991 la primera persona con la que pude contar en el departamento de Investigación fue María Fernández. Parece que se cierra un círculo. En medio (sin contar con el paréntesis en que también fui responsable de Planificación) he contado con veinte personas (nunca más de seis a la vez) a pesar de que parecía que era un departamento muy estable.

Entre todos creo que hemos hecho un buen trabajo.

Mi agradecimiento a María, Jaime, Álvaro, Oti, Mercedes, Ángel, Alicia, Rubén, Mapi, Marga, Mario, Eva, Menchi, Elena, Cristina, Johana, Irene, Jose, Elsa, Pedro y pronto María (bienvenida, por cierto).

Algunos siguen todavía conmigo; otros han triunfado en su trayectoria en otras empresas.

Gracias a todos ellos.

Gracias a ellos Zenith Media ha tenido siempre una buena nota en Investigación; el último estudio del Grupo Consultores lo vuelve a destacar.

El año de las Redes Sociales

Se puede decir que 2010, el año que acaba de terminar, ha sido el año de las Redes Sociales. En especial de Facebook, sin duda, pero de las redes sociales en general.

Por muchas razones.

Porque una película que narra la fundación de Facebook (novelada, claro) figura como una de las más importantes del año, candidata a casi todos los premios.

Porque la revista Time ha elegido como personaje del año a Mark Zuckerberg, fundador de Facebook.

Porque el citado Mark Zuckerberg a sus veintipocos años de edad es ya una de las personas más ricas del mundo y es la que ha entrado más joven en esa lista, superando a Bill Gates, otro genio de las patentes y la informática.

Porque las redes sociales parecen haber encontrado una vía para transformar en dinero su éxito. La inversión publicitaria en Redes Sociales se duplicará en el Reino Unido en los próximos tres años; las previsiones de inversión en España medidas por los paneles Zenith Vigía y Zenthinela, que yo coordino, casi se duplicaron a lo largo del año 2010.

Porque, en esa misma línea, Facebook habría ingresado 2000 millones de dólares en 2010.

Porque Facebook se ha convertido en una buena manera de analizar tendencias; aunque en este aspecto creo que Twitter le aventaja claramente.

Porque Facebook es un entorno en el que las aplicaciones (otro de los temas recurrentes de 2010, aunque en este caso más las del iPhone) crecen sin parar y hasta se pueden establecer rankings de las más adictivas.

Porque incluso podemos hacer mapas mundiales en los que situemos a nuestros amigos.

Porque Facebook se acerca ya a los 600 millones de usuarios, si no los ha superado ya.

Porque en diciembre Facebook sustituyó a Google como el sitio más visitado en Estados Unidos.

Porque ha pasado a formar parte del lenguaje popular: eres más falso que un amigo en Facebook. A día de hoy tengo 450 amigos en Facebook (evidentemente no todos son amigos del alma, aunque he recuperado a varios antiguos amigos y varios de mis mejores amigos no lo son en Facebook. Son mundos paralelos, pero claramente no coincidentes). Claro que aún tengo más amigos, que aquí se llaman de forma más realista contactos, en Linkedin (ahora mismo 596) red a la que por el momento le veo más utilidad en su enfoque profesional. Conozco gente que ha encontrado trabajo gracias a recomendaciones en esa red.

Entre las miles de previsiones para el año que comienza  que se han publicado estos días una de las que he leído pronosticaba la pérdida de importancia de las redes. Yo no lo creo.

La herencia nigeriana también en Facebook

Un familiar mío multimillonario ha muerto sin descendencia y una firma de abogados, curiosamente nigeriana, está encargada de localizar a sus posibles herederos a todo lo largo y ancho del mundo.

Hace quince años, en los inicios del correo electrónico era muy habitual recibir este tipo de mensajes. Luego, supongo que eran fáciles de detectar por los cortafuegos y antivirus, se hicieron muy raros o casi desaparecieron.

Pero se ve que ya han encontrado nuevas vías de acceso. Hace unos días me llegó el primer mensaje de este tipo a través de Facebook: los abogados de mi multimillonario pariente también me han encontrado en la red social.

Ya no recuerdo si este tipo de acciones pretendían captar direcciones para sus campañas de spam (supongo que no: ya tenían las direcciones a las que enviaban sus mensajes) o esperaban que uno enviara una cantidad de dinero para que los abogados empezaran las gestiones para recuperar la herencia. En cualquier caso no termino de ver la esencia de este curioso negocio.

¿Alguien en algún sitio, que incluso podría ser Nigeria, se estará haciendo rico a base de captar a incautos como, supongo que ellos lo piensan, yo?

Curioso mundo este, el del viejo timo de la estampita, también en internet.

La mejor publicidad en Medios Sociales

En el transcurso de pocos días han llegado a mis manos varias recopilaciones de campañas de calidad que han utilizado los medios sociales.

Son una buena muestra de por dónde se está dirigiendo la nueva comunicación publicitaria, que trata de apoyarse en los usuarios para alcanzar una repercusión cada vez mayor.

Merece la pena verlas con detenimiento.

Marketingdirecto.com recogía la selección hecha por la revista Forbes de las mejores campañas de la historia en Social Media. La primera, ya bastante antigua, el vídeo que sirvió para el lanzamiento de la película El proyecto de la bruja de Blair, todo un hito en la nueva comunicación. También figuran la de la batidora de Blendtec, los patinadores de Evian, el pollo de Burger King y otros muchos ejemplos clave de esta nueva forma de comunicar.

Nethunter, uno de los blogs de la revista Anuncios, el que escribe Gema Requena, nos ofrecía la selección hecha por la revista Social Media Examiner de los mejores ejemplos en Facebook. Tenemos casos de Red Bull, Oreo, Coca Cola y muchas marcas más. Gema además trata de extraer las reglas que llevan al éxito comercial en Facebook.

De nuevo Marketingdirecto.com nos ofrecía la lista elaborada por W&V de los mejores virales interactivos. Vemos el del oso y el cazador de TippEx, del que hablé aquí hace algunos días, el de Old Spice, que ha sido protagonista en los festivales este año, el de Nokia y varios más.

Si pueden dedicar un rato a disfrutar de todos estos ejemplos, no se arrepentirán.

Mi tocayo de Zacatecas

Hace un par de semanas recibí un curioso mensaje:

Eduardo Madinaveitia quiere ser tu amigo en Facebook.

Lo primero que pensé es que se trataba de un virus que estaba utilizando mis datos para crear problemas a otra gente. Pero no lo borré y seguí adelante.

Supongo que si uno se llama Juan Pérez o Luis Fernández (o incluso David Martín) no debe de ser muy raro encontrarse con alguien que se llama igual.

Pero Eduardo Madinaveitia no es tan común. Aunque ya sé que al menos somos cuatro: mi tío (el hijo predilecto de Vitoria, de quién ya hablé aquí), su hijo (mi primo) y esta nueva adquisición.

Eduardo es

de Zacatecas, Mexico. Yo soy liniero electricista en líneas energisadas en trasmicion trabajo para la comisión federal de electricidad.

No sé muy bien en qué consiste ser liniero electricista, pero suena importante, sobre todo si se trabaja para la comisión federal.

Son algunas de las maravillas de Facebook y de las redes sociales en general. Hoy mismo he recuperado a una amiga, viuda de uno de mis mejores amigos. No es que hubiera perdido del todo la relación, pero seguro que ahora vamos a saber más a menudo el uno del otro.