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Casi enteros: un blog sobre los medios de comunicación, la publicidad, su papel en la financiación de los medios, la investigación y otros temas relacionados con todo esto

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Antena 3 cumple 25 añitos

Si eres joven ni siquiera te podrás imaginar que hubo una época en la que no sólo no había vídeos en Internet sino que ni siquiera había Internet. Mucho menos aún que hubo un tiempo en el que si querías ver la televisión podías elegir entre TVE 1 y el UHF (lo que ahora sería La 2).

Esa situación se había roto un poco antes, cuando aparecieron las primera televisiones autonómicas, pero cuando en realidad cambió del todo la cosa fue ahora hace 25 años. El día de Navidad de 1989 empezaron las emisiones en pruebas de Antena 3 y justo un mes después, el 25 de enero, ya pudimos ver la primera programación de una televisión privada en España.

En la campaña de lanzamiento nos habían prometido monstruos y apariciones, pero en aquellos primeros momentos la impresión que daba al ver la novedad era que nos estaban ofreciendo radio televisada. Los creadores de Antena 3 TV venían de Antena 3 Radio, una cadena que en menos de diez años se había convertido en una de las grandes y que poco después llegó a superar por su audiencia al líder, la SER (que no tardó en comprarla). Eran muy buenos haciendo radio y tenían muy poco dinero para comprar programación…y eso se notaba.

Unos meses después, a principios de abril, nacía Tele 5 de la mano de Berlusconi, un experto en hacer televisión para las masas, que seguramente aún no pensaba en llegar a Primer Ministro (ni acabar condenado en los tribunales).

Tele 5 y Antena 3, o Antena 3 y Tele 5, hicieron la revolución audiovisual en España, junto con una TVE que sabía, entonces, plantarles cara. Canal + llegó a finales de aquel verano para completar el panorama, pero aquella, la de la Televisión de Pago,  ya era otra historia y, seguramente, otra revolución.

Hace 25 años se empezó a decidir hacia dónde iría la televisión, y el negocio audiovisual, en España. Los valores de aquellas dos empresas, Tele 5 y Antena 3, han marcado lo que ha sido la televisión durante muchos años y que, yo creo, nadie podíamos imaginarnos en aquel momento.

Hubo un momento en que yo podía haber trabajado en Antena 3. Manolo Idiarte, entonces Director Comercial, me llamó para hacerme una entrevista. No debí de gustarle demasiado porque no hubo una segunda reunión. Algún tiempo después coincidimos en una comida y comentó que había pensado que yo era muy caro (pero nunca me preguntó cuánto ganaba, ni cuánto aspiraba a ganar).

Unos días después de la celebración del aniversario nos sorprendió la muerte de José Manuel Lara, Presidente del Grupo Planeta y también de Antena 3. Sus dos antecesores, Manuel Martín Ferrand y Antonio Asensio también murieron. Tres grandes profesionales, tres grandes empresarios, que han marcado la interesante trayectoria de Antena 3.

Tele 5 gana al sprint

Enero terminó el pasado sábado y ayer domingo a primera hora ya recibí el análisis de audiencia que elabora Barlovento Comunicación.

La primera noticia era que Tele 5 ganaba por quinto mes consecutivo.

Pero este mes ha sido diferente. En lugar de dominar de principio a fin, esta vez empezó muy por debajo. Su programación de Navidades no funcionó (le pasa muchas veces: en periodos vacacionales, en los que se esperan menos ingresos publicitarios, no hace un gran esfuerzo de programación). Hasta el día 5 de enero Antena 3, con un 15%, le llevaba más de tres puntos de share de diferencia; con sus 11,6% tele 5 igualaba en el segundo puesto con La 1.

A partir de ahí se iniciaba una carrera de fondo: ¿podría Antena 3 mantenerse como líder?

Para el 10 de enero la distancia se había recortado hasta los 2,5 puntos ((14,7% frente a 12,2%).

El 15 de enero ya sólo quedaban 1,1 puntos (14,3% para Antena 3, 13,2% para Tele 5).

El 20 la distancia se había reducido a 0,6 puntos (de 14,1% a 13,5%) pero aún parecía que Antena 3 podría aguantar.

El 25 ya sólo quedaban dos décimas (14,0% frente a 13,8%).

El 28 ya se produjo el empate a 14%.

En los últimos días Tele 5 confirma su victoria en el mes por cuatro décimas de diferencia (14,2% para Tele 5 frente a 13,8% para Antena 3).

La tercera en discordia, La 1, se queda a 3,5 puntos de distancia, con un 10,6%.

Curiosamente, una de las mayores fortalezas de Tele 5 son sus informativos: el de las nueve de la noche es muchos días el programa de mayor audiencia de todas las cadenas.

Eso sí, las otras fortalezas siguen siendo las que conforman la imagen de la cadena: Gran Hermano VIP, Sálvame,…

Mientras tanto los informativos de La 1, que eran hasta hace poco una de sus mejores señas de identidad, se hunden hasta una tercera posición.

2014:¿Esta vez sí? (y III)

Algunas tendencias para 2014

En este año que acaba de comenzar seguiremos hablando mucho de big data. Cada vez sabemos más de cada uno de nuestros consumidores; cantidades inmensas de información se añaden cada día. Sólo hace falta encontrar en cada caso la tecnología necesaria para hacer llegar a cada uno la mejor oferta en el momento oportuno. La clave está en no olvidar que la tecnología es un medio para conseguir que el mensaje (lo importante) llegue a la persona interesada. Si hacemos de la tecnología el centro de las campañas nos estaremos equivocando.

Seguirá ganando peso el branded content, los contenidos generados por las marcas para difundir en los medios. Según el estudio realizado por Consultores ya representa más del 7% de la inversión en publicidad de las marcas consultadas.

Volveremos a ver cómo se desarrollan nuevas Apps para cada actividad que se nos ocurra; tendremos cientos de Apps proporcionadas por numerosas marcas y desarrolladores que harán de nuestro móvil una caja de herramientas ambulante, aunque no siempre seamos capaces de encontrar la herramienta adecuada cuando la necesitamos.

El RTB (real time biding) o compra programática seguirá ganando peso y reduciendo el valor de las aportaciones humanas directas, incluso cuando los resultados no sean siempre tan buenos como se esperaba. Si la oferta para esta modalidad de compra son los restos que no se han vendido de otra manera, compraremos barato, pero no compraremos bien.

Seguiremos sin tener tiempo para pararnos a estandarizar. Así, para hacer una campaña en smart Tv (que a lo mejor supone un 1% del presupuesto total) tendremos que hacer desarrollos diferentes para cada una de las cadenas, pero también para cada una de las marcas de receptores. Claro que, cuando la inversión en estos nuevos dispositivos tarde en crecer nos llamarán retrógrados o inmovilistas.

La Televisión Social ganará peso. Empezará a haber campañas publicitarias que entre sus objetivos tengan el de conseguir una determinada repercusión en Redes Sociales.

El engagement, la emocionalidad, los sentimientos, seguirán siendo claves en las campañas de las marcas.

¿Hacia una nueva medición?

A falta del gran estudio multimedia que tardaremos aún años en tener, muchas empresas nos están ofreciendo estudios para demostrar el aporte de cobertura que un medio (Internet, las Revistas,…) o un soporte (Google, Yahoo!…) consiguen añadir a una cadena de televisión.

El EGM, el viejo EGM, sigue proporcionando buenas aproximaciones estratégicas a las coberturas conjuntas entre varios medios.

En el último trimestre Antena 3 nos sorprendió con un buen estudio realizado con Kantar Worldpanel que demostraba la importancia de la televisión, el mejor medio para ganar nuevos consumidores, el mecanismo que tienen las marcas para crecer.

Ya sabemos que cada vez es mayor la parte del consumo de televisión que Kantar Media se deja sin medir (en diferido, fuera del hogar, en dispositivos diferentes del televisor,…). Ahora está realizando una prueba, con un mini panel, para ver la posibilidad de añadir el consumo en algunos dispositivos diferentes.

El mercado, en plena crisis, no está exigiendo al medidor de televisión que utilice los adelantos tecnológicos para complementar las mediciones que ya realiza. Pero Kantar se equivocará si no lo hace. Corre el riesgo de que, cuando la crisis se supere, un competidor con nuevas energías le gane todo el terreno que no se ha esforzado en conservar.

En el artículo del año pasado reconocía a Nielsen un esfuerzo para ponerse las pilas tras el concurso en el que ComScore había ganado la recomendación para ser el medidor del mercado. Pocas semanas después nos dio la sorpresa de retirarse de los mercados europeos, dejando a ComScore solo en España. No era una buena noticia. Aunque sería exagerado decir que ComScore se durmió en los laureles, sí que a lo largo del año hemos ido viendo las dificultades que el medidor tenía para adaptarse a una realidad, la digital, cada vez más compleja. A finales de año hemos visto reuniones y declaraciones de directivos de la compañía dispuestos a poner toda la carne en el asador para resolver los problemas. Esperemos que sean de verdad.

En 2013 también hemos vivido la consolidación de Rentrak como un nuevo medidor que viene a complementar uno de los huecos que tenía Kantar: la medición de Vídeo on Demand (VOD), una realidad todavía de pequeña dimensión pero con un alto potencial de crecimiento. Bienvenidas sean las nuevas ideas.

¿Qué pasará en 2014?

Nadie lo sabe. Pero creo que debemos dejar una puerta abierta a la esperanza. Por primera vez en esta larga crisis son muchos los indicadores positivos. Además en este juego de mecanismos de montaña rusa al que nos tienen sometidos nuestros políticos y las instituciones europeas, todo parece indicar que ahora toca aflojar en los recortes y dar rienda suelta a una oleada de estímulos.

Si es así, el mercado publicitario reaccionará. Siempre lo hace.

TVE: Lentamente hacia su desaparición (III)

Los lectores de este blog, que por diversas razones y contra mi voluntad tengo casi abandonado, ya saben cual es mi tesis sobre TVE. La expongo aquí en cuatro pasos:

1.- Se retira la publicidad para favorecer a los amigos de las cadenas privadas y se define un sistema de financiación complejo y, sobre todo, deficitario.

2.- Tras un inicial incremento de audiencia (al no haber publicidad no se producen las bajadas de audiencia típicas de los bloques) la audiencia cae porque la programación se deteriora al no contar con recursos para financiarla.

3.- Se declara que una audiencia tan baja no justifica el coste de la Corporación.

4.- Se pide el cierre de una institución caduca y deficitaria.

 

Ya hemos dado el segundo paso y tengo pocas dudas de que el tercero está muy próximo.

En junio la audiencia de La 1 cayó por debajo del 10% y se quedó en el 9,6%, su mínimo histórico. Podía ser un pinchazo circunstancial y el verano, cuando alguna de las privadas importantes suele levantar el pie del acelerador con la programación, era una oportunidad para salir del agujero.

Pero los datos de julio confirman el problema: a pesar de que la audiencia de Tele 5 cae, La 1 repite su mínimo del 9,6%.

Resulta curioso que la situación de TVE es peor a lo largo del día que en el prime time donde tradicionalmente se han jugado las grandes batallas y el prestigio de las cadenas. En el horario de máxima audiencia han aguantado bien en los últimos meses programas como Máster chef, Isabel o Cuéntame. Estos programas además han ganado varios premios.

Por si eso fuera poco los Telediarios, la joya de la corona, también perdieron su liderato que habían mantenido durante casi cinco años. Primero fue la segunda edición: la que presentaba Marta Jaumandreu pronto se vio superada por el Informativo de Tele 5 que presenta Pedro Piqueras, un peso pesado, ex de la casa. Durante algunos meses la distancia se fue incrementando hasta superar el medio millón de espectadores, lo que con las cifras actuales supone algo más del 20% de la audiencia. Hasta ahora la veterana Ana Blanco había conseguido mantener su baluarte de la Primera Edición, pero en los últimos tiempos incluso eso parece haberse venido abajo y muchos días se ve superada por Antena 3 Noticias 1 que, curiosamente, presenta otro ex TVE como Vicente Vallés.

Con un sistema de financiación deficitario, pese a que en principio TVE ya no puede incurrir en déficits, no es extraño que se busquen fórmulas que bordean la ilegalidad, incluyendo en el capítulo de patrocinios culturales algunos contenidos, cuando menos, dudosos. Tampoco es extraño que sus competidores, los más interesados en que se llegue al paso 4, lo denuncien.

Quienes creemos que la desaparición de TVE sería un error histórico de grandes proporciones debemos apoyar que se ponga en marcha un sistema de financiación sostenible, que incluya la vuelta de la publicidad de una manera controlada, como propone la AEA (Asociación Española de Anunciantes).

El lobby de las cadenas privadas es muy fuerte, así que no puede extrañar demasiado que el PP no esté dispuesto a rectificar un error que cometió otro partido cuando ellos eran oposición: nos dice que no está dispuesto en absoluto a la vuelta de la publicidad a TVE.

Pero rectificar es de sabios. Si el Gobierno se diera cuenta de que por contentar a dos grupos de comunicación está perjudicando a la mayor parte de las empresas que generan el empleo y la riqueza de este país, quizá cambiar de opinión.

Hay que asfixiar a TVE

Mi admirada Chica de la Tele comentaba ayer la protesta de UTECA por los patrocinios de programas cada vez más frecuentes en TVE. Algunas marcas han acudido a la fórmula legal de los patrocinios culturales para estar presentes en una cadena sin la cual les resulta muy difícil alcanzar a sus públicos objetivos.

Cuando a mediados de 2009 el Gobierno de Rodríguez Zapatero cedió a las presiones del lobby de las cadenas privadas y suprimió totalmente la publicidad en TVE saltándose su propia norma anterior que hablaba de reducción progresiva, Tele 5 y Antena 3 se las prometieron muy felices. En contra de lo que creíamos algunos, los directivos de estas dos cadenas se sabían capaces de captar la casi totalidad del dinero que salía de TVE.

Y así fue.

En 2010, en el ligero paréntesis en la crisis económica que trajo un crecimiento de la inversión publicitaria, el dinero que salía de TVE se dirigió dócilmente hacia unas cadenas que se sabían capaces de imponer sus condiciones comerciales a los anunciantes. Volvieron a ser dos de las compañías más rentables de Europa y dejaron en paz a la pobre cadena pública.

Pero las cosas ya no fueron igual en 2011, con la fuerte caída de las inversiones publicitarias. Sus ingresos se redujeron; siguieron ganando mucho más que la mayor parte de las empresas españolas, pero mucho menos que el año anterior. Los directivos italianos se volvieron a poner nerviosos: hay que evitar que TVE tenga programas comerciales, que nos quitan audiencia. TVE pierde las carreras de Moto GP y tiene que aplazar, por la crisis y los recortes, la emisión de series de éxito.

Así no es extraño que algunos meses La 1 pierda el liderato de audiencia que ha mantenido casi continuamente a lo largo de algo más de dos años. Como ejemplo Tele 5, a base de programas de gran calidad, como Gran Hermano, Sálvame y otros del mismo estilo, ha ganado (por una décima) el mes de mayo de mayor consumo de televisión de la historia. Fue líder a lo largo de casi todo el mes, le superó La 1, a base de fútbol y festival de Eurovisión el pasado fin de semana y ha recuperado con doble dosis de Gran Hermano en la recta final.

El caso es que las cadenas privadas siguen ganando dinero en un entorno en el que el resto de los medios se ven abocados a prescindir de buena parte de sus plantillas. La solución: impedir a TVE el más mínimo atisbo de financiación, hasta llegar a asfixiarla.

Los anunciantes, por medio de su asociación, la AEA, han denunciado la postura de abuso de las cadenas privadas; los cambios legislativos de la última etapa socialista han propiciado un mercado sumamente concentrado en el que tan sólo dos grupos tienen una posición dominante tan fuerte que sitúan a los anunciantes (de los que viven) en una posición de sometimiento extremo.

La financiación de TVE es muy difícil en las actuales condiciones. Por la puerta de los patrocinios culturales puede entrar una pequeña cantidad de dinero que podría ayudar a salvar un buen número de puestos de trabajo.

Pero, para las insaciables cadenas privadas, incluso ese poco dinero es demasiado.

Se diría que sólo ven una solución: asfixiar a TVE.

No deberíamos permitirlo si no queremos que el panorama televisivo español se reduzca a un yermo en el que sólo florezcan programas de muy dudosa calidad.

Por el bien de todos, pidamos que vuelva la publicidad, en pequeñas cantidades, a TVE.

¿Conseguirá Antena 3 ganar el mes de abril?

La voladura controlada de TVE está teniendo consecuencias inesperadas.

Después de muchos meses en los que la primera cadena de la televisión pública se situaba como líder de audiencia, Tele 5 se hizo con el mes de marzo. No fue una sorpresa. Durante varios meses se situaba cada vez más cerca y Gran Hermano sigue siendo (creo que España es el único país en el que ocurre) un valor seguro.

Esta mañana, a la vuelta del fin de semana, me he encontrado con que los datos de los 15 primeros días de abril sitúan a Antena 3 como líder del mes. Todavía quedan otros 15 días y la diferencia sobre La 1 es de sólo una décima (seis décimas sobre Tele 5). Todavía puede cambiar todo radicalmente;  pero si finalmente Antena 3 ganara el mes sí sería una sorpresa. Hace varios años que Antena 3 no consigue ser líder de audiencia al finalizar un mes. Si lo fuera este mes marcaría un hito.

Seguro que nos queda mucho que ver en estos próximos 15 días.

 

Lo que sé de La Noria

Algun@s amig@s que están lejos de este mundo de la publicidad y las audiencias me han preguntado qué está ocurriendo con La Noria y con Tele 5 en estas últimas semanas. Por qué los anunciantes se han retirado de ese programa y qué trascendencia puede tener una historia como ésta.

Supongo que los hechos ya se conocen, pero los resumo de todos modos:

La Noria, un programa que mezcla cotilleo con debate político, es una de las estrellas de la actual programación de Tele 5. Consigue buenas audiencias y eso atrae a un buen número de anunciantes que no se plantean dudas sobre la idoneidad de ligar sus productos a ese tipo de contenidos.

Hace algunas semanas Jordi González, el conductor del programa, entrevistó a la madre de El Cuco, un personaje condenado como encubridor en un asesinato muy conocido. El programa pagó una importante cantidad de dinero a la entrevistada.

Pablo Herreros publica en su blog una crítica de estos hechos y plantea el posible boicot a los anunciantes que, con su dinero, están financiando a la madre de un cómplice de asesinato (y posiblementa ayudándole a pagar la fianza).

El post de Pablo tiene una importante repercusión en Twitter.

Algunos anunciantes, encabezados por Campofrío, escuchan la protesta de sus consumidores y se retiran de La Noria. Otros dicen, al menos en privado, que nunca han estado ahí.

Jordi González reacciona apelando a la libertad de información e insultando a los anunciantes que se han retirado del programa.

Las protestas contra el programa y la prepotencia de su presentador arrecian en la red; el número de anunciantes que se retiran del programa se incrementa.

La Noria se emite una semana más con el apoyo de sólo cuatro anunciantes.

Se pide el boicot a esos cuatro anunciantes, entre ellos Pato WC, lo que propicia numerosas bromas sobre asociación entre el producto y los contenidos del programa. Los últimos anunciantes que quedaban abandonan el programa.

El pasado sábado La Noria se emite sin publicidad. Jordi González insulta a los anunciantes diciendo que sus espectadores sólo les echan de menos porque no pueden «ir a hacer pipí«. Él, convencido de que está haciendo un programa de servicio público, achaca sus problemas a una conspiración de la competencia. No le preocupa que la cadena que le paga no ingrese el dinero con el que le debería pagar.

Hoy Tele 5 anuncia cambios en su programación y retira dos programas (se contemplan como chivos expiatorios); ninguno de ellos es La Noria.

Hasta ahí los hechos. Ahora una posible interpretación: Mediaset, la empresa de Berlusconi, es la propietaria de Tele 5, una cadena que comercializa su publicidad a través de Publiespaña, otra empresa del grupo Mediaset. Paolo Vasile dirige Tele 5; Giusseppe Tringali (Pipo) dirige Publiespaña. Los dos son italianos, como su patrón.

Vasile siempre ha alardeado de que su trabajo consiste en producir audiencias (no buenos programas; no entretenimiento; ni mucho menos cultura). Según se mire, no le falta razón.

Es cierto que en una televisión comercial es fundamental generar audiencias. Su negocio es vendérnoslas para los anunciantes.

Estoy seguro de que hasta hace muy poco tiempo Tringali estaría de acuerdo con su compatriota: tú produces las audiencias y yo me encargo de venderlas. Si además eres líder de audiencia (al menos entre las cadenas comerciales; y la UTECA y el Gobierno ya se encargaron de que otros líderes no puedan competir) juegas con una buena ventaja.

El problema surge cuando la audiencia que se produce (o al menos una parte) no es vendible; o cuando para venderla hay que rebajarla mucho de precio.

Esto ya estaba pasando este año antes del incidente de La Noria: Antena 3, con menor audiencia pero con un nivel de calidad algo mayor, conseguía vender más caro. No sé si el hecho de que esta cadena competidora esté dirigida por otro italiano, Carlotti, ex directivo de Tele 5, añade morbo al asunto. Me temo que sí.

El paso siguiente se da cuando los anunciantes, escuchando a la sociedad, sus clientes, se retiran en masa de un programa. La audiencia no se resiente: no es el tipo de audiencia que siga mucho Twitter (aunque muchas veces asuntos tratados en La Noria llegaban a ser trending topics, los temas más comentados en España). Incluso en algún momento la audiencia parece aumentar.

Pero un programa sin publicidad no tiene sentido en una emisora comercial; por mucha audiencia que tenga. Es más, tendrá tanto menos sentido cuanta más audiencia tenga; se podrá ver como un verdadero despilfarro.

Ahora parece que se está viviendo un duro enfrentamiento entre los dos italianos, Vasile y Tringali. El primero, muy convencido de que hace bien su trabajo produciendo audiencias a muy bajo coste; el segundo, víctima de la imagen de basura que se ha impuesto, diciendo que las audiencias invendibles no le sirven para nada (y para muy poco las que tiene que vender a bajo precio).

La semana próxima se presenta la programación de Tele 5 para la nueva temporada, en un acto multitudinario en el Palacio Municipal de Congresos de Madrid. ¿Vuelven las presentaciones glamourosas de las programaciones? ¿Estamos ante una medida desesperada?¿Se tratará de un último episodio de la guerra Vasile-Tringali?

Se admiten apuestas. Sólo si la programación da un giro radical podremos pensar que Vasile ha dado su brazo a torcer.

Audiencia sí, pero, en una televisión comercial, audiencia vendible.

Si no, no sirve de nada.

Estoy en Twitter @MadinaED

La Noria y la publicidad

Estos días he visto en Twitter una iniciativa para tratar de boicotear La Noria, un programa de Tele 5 que, al parecer, pagó una buena cantidad de dinero a la madre de El Cuco, condenado como encubridor en el caso de Marta del Castillo.

Si no me equivoco (he llegado tarde al debate y puedo haber entendido mal el orden) la idea inicial del boicot era: dejemos de ver La Noria; si pierde audiencia, perderá publicidad y finalmente desaparecerá de la programación. Alguno de los promotores de la iniciativa ha ido más allá y ha publicado la lista de los anunciantes que tuvieron presencia en el programa del pasado fin de semana. Supongo que la idea es un primer paso para luego pedir el boicot a los productos que apoyan ese tipo de programación.

Cuando uno ve esa lista no puede dejar de pensar, en muchos de los casos, ¿qué pinta esa marca en un programa como ése? (Incluyo aquí a algunas marcas para las que trabaja mi empresa).

El siguiente paso es pensar en cómo se ha ido deteriorando no sólo la televisión en abierto sino también el propio mercado publicitario (y probablemente la sociedad en la que ambos se insertan). Desaparecida la publicidad de TVE las opciones para anunciarse en un medio que sigue reuniendo las grandes audiencias que buscamos los anunciantes y sus agentes, se han reducido considerablemente.

Si lo que se compra son GRPs (audiencia) en frío, corremos el riesgo de estar apoyando con nuestro dinero (el de los anunciantes) la emisión de unos contenidos con los que, muy probablemente, no estaremos de acuerdo. Supongo que un anunciante puede pedir que se excluyan determinados programas de su planificación; pero supongo también que eso llevaría consigo un extracoste por el que luego los auditores pedirían cuentas.

Hace unos días se publicaron los resultados económicos de las dos principales cadenas, las que cotizan en Bolsa. Se daba la paradoja de que la cadena con mayores ingresos (Antena 3) no era la que consigue mayor audiencia. No sé si este hecho tiene que ver con la proporción de contenidos basura en cada cadena (es más, desgraciadamente, creo que no) pero sería una buena señal.

No es la primera vez que se plantea un boicot a la televisión basura. Nunca han tenido éxito, pero vivimos unos nuevos tiempos, en los que es más fácil orquestar movimientos sociales. ¡Quién sabe! A lo mejor estamos a tiempo de dignificar la televisión.

El 90% de los españoles preferirían televisiones privadas sin publicidad

Alejandro Echevarría, Presidente de UTECA, presentó ayer un ingeniosos estudio elaborado por el instituto Random que demuestra que una inmensa mayoría de los españoles (un 86,7%) están muy satisfechos con la supresión de la publicidad en TVE. Yo estoy seguro de que algún italiano también.

He tenido acceso a la presentación del estudio (gracias Luispe),  un estudio muy correctamente realizado (Random es un instituto de prestigio) y así he podido ver algunos datos más. Por ejemplo que el 56% de los españoles creen que la supresión de la publicidad en TVE ha perjudicado a las demás cadenas. Está claro que no conocen las cuentas de resultados de Tele 5 y Antena 3.

Si yo fuera asesor de TVE (cosa que, evidentemente, no voy a ser nunca) encargaría un estudio a otro instituto igualmente prestigioso (Ipsos, Millward Brown,…) para preguntar a los españoles si les gustaría que las televisiones privadas no emitieran publicidad. Seguro que más del 90% diría que sí.

No les preguntaría de qué creen que deben vivir las televisiones privadas, claro: ¡a lo mejor no lo sabían!

La 1 ganó septiembre

Como viene siendo habitual a lo largo de este año, La 1 volvió a ser líder en septiembre. Sólo se le han escapado los meses del Mundial de fútbol. Con 15,6% de share sacó dos puntos de ventaja a Tele 5 (13,6%) y casi cinco a Antena 3 (11%).

El fenómeno de la fragmentación aumenta sin parar; entre las tres grandes ya sólo superan los 40 puntos por unas pocas décimas.

Pero aún es másimportante si lo miramos desde el punto de vista comercial: Casi una cuarta parte de la audiencia, la que ve cadenas de TVE, es inaccesible para la publicidad. Bastante más de esa cantidad, un 28,5% corresponde a cadenas temáticas, muy diseminadas, en las que hay que utilizar un número muy elevado de pases para conseguir las coberturas deseadas en una campaña. Son lo que una compañera mía llama chuches. El problema con las chuches es que son complicadas de gestionar y en general los anunciantes no las valoran suficientemente.

Entre las cuatro grandes cadenas comerciales y las autonómicas no llegan ya ni a la mitad de la audiencia (13,6% Tele 5, 11% Antena 3, 10,4% Autonómicas, 7,4% Cuatro y 7% La Sexta: en total 49,4%). La construcción rápida de coberturas se ha complicado ya mucho, pero se seguirá complicando.

Mientras tanto Clan TV (3,6%) se consolida como el segundo canal de TVE, bastante por encima de La 2, que en su nueva faceta cultural se tiene que conformar con un 2,9%. Además supera de largo a los otros canales infantiles: Disney Channel, el más próximo se tiene que conformar con un 2,3%. De los nuevos canales tertuliano/informativos Intereconomía se confirma como el más visto con un 1,3%.

Los canales pequeños del grupo Antena 3 ya suponen más de la mitad de la audiencia de su progenitor.