Casi enteros Casi enteros

Casi enteros: un blog sobre los medios de comunicación, la publicidad, su papel en la financiación de los medios, la investigación y otros temas relacionados con todo esto

Entradas etiquetadas como ‘aedemo’

No me da la vida

Hace algún tiempo oí a mi hija esa expresión: no me da la vida.

Queremos hacer tantas cosas, hay tantas posibilidades, que siempre nos quedamos a mitad de camino.

Lo pensaba esta mañana, al ver todo el tiempo que llevo sin actualizar este blog. Ahora hace doce días; pero entre los dos posts anteriores transcurrieron veinte. Y no es que no lo intente; acabo de contar veinte boradores en los que guardo material o artículos medio escritos, que acaban perdiendo actualidad y ya nunca verán la luz.

Pero, claro, hay que trabajar, que eso es lo primero y luego, en los ratos libres, escribir el blog, participar en debates en LinkedIn, mantener Twitter actualizado, a Facebook ahora le hago poco caso,…ahora Zenith también tiene un blog (Bloggin Zenith) en el que intento participar…

…y preparar charlas, escribir artículos, participar en Conferencias…

…en junio di dos charlas casi seguidas, una en la Jornada de Mkt y AEDEMO dónde hablé de cómo llegar al consumidor 3.0 (que cuando intenté contar aquí me quedé a medias) y otra en Vitoria, en CARVI, a la que sí hice referencia en mi post anterior.

En las últimas semanas he salido a viaje por semana: el ya citado de Vitoria, la boda de una sobrina en Murcia (la vuelta me impidió ver el triunfo de la Selección en la Eurocopa), la Conferencia de Patrocinios de Infinit C en Oviedo la semana pasada (que merecería también un artículo…) y esta tarde salgo hacia Palma de Mallorca, donde me han invitado a Taleny_ya, un congreso sobre innovación que promete ser muy interesante.

Estoy deseando que lleguen las vacaciones, a ver si puedo desconectar.

¡Ah! que no se me olvide tuitear que he escrito este post.

Esta semana Cádiz es Televisión

El miércoles me voy a Cádiz.

Voy en plenos carnavales, pero no voy por los carnavales.

Está a punto de comenzar la conmemoración de La Pepa, la primera Constitución española, la de 1812, de la que se celebra el segundo centenario. Pero no voy a Cádiz por la Pepa.

El miércoles comienza en Cádiz el Seminario de AEDEMO de Televisión, el evento anual en el que nos reunimos todos los que investigamos la televisión desde un lado, el propio medio, o desde el otro, las agencias y los anunciantes.

Esta vez el título del Seminario es Televisión multipantalla y, como viene ocurriendo en los últimos años se hablará menos de la televisión tradicional que de las otras opciones que cada vez tienen más repercusión.

Hay gente que va a los aedemos de tele para divertirse; mucha gente va para ver a sus colegas, es una buena ocasión para vernos muchos juntos; yo intento no perderme ningún aedemo (esta es la edición 28ª y habré asistido a unas 25) por esas razones pero sobre todo por saber qué es lo que se está haciendo en investigación, por estar al día.

También he ido muchas veces para hablar, para exponer una ponencia. La última, que yo pensaba que sería la última definitivamente, fue en Valencia, en 2005, hace ya siete años (¡Cómo pasa el tiempo! Creía que hacía mucho menos). Entonces, con José María Rubert ganamos el premio a la mejor ponencia. Tenía intención de volver ya sólo para escuchar a los demás y dejar a otras personas de mi equipo que representaran a Zenith. De hecho Mapi ya ganó hace dos años en Toledo un premio a la mejor ponencia. Pero este año vuelvo a hablar, con Mapi como compañera. Vamos a contar El Pool, la investigación sobre formatos de vídeo en Internet que hemos dirigido durante más de un año para Vivaki y en la que han participado 26 empresas (9 medios, 10 anunciantes, las 4 agencias de medios del grupo, 2 institutos de investigación y una empresa de tecnología) además de la propia Vivaki.

Este año el Seminario tiene muy buena pinta, con dos mesas redondas además de las 13 ponencias. Como viene ocurriendo en los últimos años, una buena parte de las ponencias las impartiremos personas que trabajamos en agencias de medios, pero esta vez también hay cadenas de televisión, consultores e institutos de investigación

Si la oferta te parece interesante seguro que todavía estás a tiempo de asistir. Si lees este blog por motivos profesionales, seguro que ya sabes que el seminario es interesante.

Y si asistes y te parece que nuestra ponencia es interesante ¡vótanos! Esta sí que va a ser seguro mi última participación como ponente.

Publicidad, Sí

El próximo jueves se entregan los Premios EFI, los que premian la eficacia de la publicidad. El año pasado fui miembro del Jurado de esos premios; una experiencia muy interesante.

El jueves va a ser un día intenso. Como tantas veces ocurre, coinciden varios actos que se dirigen, más o menos, al mismo público. Yo estaré por la mañana impartiendo una ponencia en el Encuentro Internacional de Investigación de AIMC. Esta vez se trata de la investigación de Internet; vienen ponentes muy importantes de otros países y la nuestra, hablaré con Mapi, es la única ponencia española. Ya hablé en el primer encuentro, allá por 1994 y en el de hace seis años.

Este año los organizadores de los Premios EFI han decidido que no sólo se celebre la Gala de entrega de los premios sino también una jornada de conferencias sobre eficacia que, claro, coincide en el tiempo con el encuentro de AIMC. ¿Casualidad?¿Alguien piensa que se dirigen a públicos radicalmente distintos? Yo reconozco que no lo entiendo; estas coincidencias no benefician a nadie. Quizá es que se convocan demasiados actos en nuestro mercado.

El caso es que en mis paseos de fin de semana he visto varios muppis anunciando los Premios EFI y en ellos se hacía referencia al movimiento Publicidad, Sí que las asociaciones publicitarias pusieron en marcha hace algunos meses.

Hace unas semanas, en una de esas en las que se me acumularon demasiados eventos, participé en una reunión de trabajo sobre este tema, la aportación de AEDEMO (la asociación de profesionales de la Investigación de Mercados) y de Aneimo (la asociación de empresas de la misma actividad) al movimiento en apoyo de la publicidad. A lo largo de mi vida he encargado muchos estudios cualitativos basados en grupos de discusión; también he participado en alguno (más en entrevistas en profundidad que en grupos, pero también en algún grupo). La experiencia es curiosa, sobre todo cuando, como en este caso, se supone que todos éramos expertos (e interesados) en el tema.

Hoy me ha llegado un resumen de lo que hablamos ese día.

La actitud ante la publicidad está polarizada. Quienes la apoyan piensan en su aportación para que los medios masivos sean gratuitos (o al menos más baratos en algunos casos); reconocen el valor de la publicidad creativa o que informa sobre productos nuevos (que muchas veces se llega a viralizar a través de Internet); la publicidad creíble y relevante beneficia a las marcas y estimula a la economía, tan necesitada en estos tiempos. Además facilita la adopción de nuevos valores.

En el polo opuesto se rechaza la publicidad intrusiva y sobre todo el abuso en forma de saturación. Cada uno rechaza la publicidad que no le aporta nada. Todavía hay mucha gente para la que la publicidad es manipulación.

Estamos atravesando un momento de grandes cambios en la relación entre los ciudadanos y la publicidad (y las marcas). La llegada de Internet ha propiciado un nuevo tipo de comunicación, con la posibilidad de que los consumidores interactúen y respondan a las marcas. La publicidad (o como se acabe llamando; en el grupo se habló de la inadecuación de la palabra para la nueva situación) ha de adaptarse al nuevo paradigma.

Vivimos tiempos de cambios y la publicidad no es ajena a ellos. En muchos casos ha ayudado a provocarlos, pero ahora puede verse desbordada.

Todo un reto para los profesionales.

Estoy en Twitter como MadinaED. Sígueme si crees que digo algo interesante.

El concurso para la medición visto por sus convocantes

Hace unos días hablaba aquí de la convocatoria del Concurso para la Medición Digital.

En el boletín Al Día, que edita AEDEMO, la Asociación que nos agrupa a los investigadores de mercados y de opinión, veo que se publica una entrevista a Antonio Traugott, Director General de IAB España y a Carlos Lozano, Presidente de AIMC, o sea las dos asociaciones convocantes.

Me parece que es un tema de sumo interés para los profesionales y por eso la he enlazado.

Yo he prestado especial atención a las explicaciones de Carlos Lozano referidas a por qué no se ha constituido un JIC (Comité Conjunto de la Industria) una fórmula que ha tenido éxito en muchos países (y a la que se acoge la propia AIMC para la investigación de medios en general).

Yo creo que habría merecido la pena hacer un mayor esfueerzo en esa dirección.

Matemáticos en publicidad

Hace ya más de dos meses, a raíz de un comentario de Atenea 1989, prometí que iba a escribir sobre los matemáticos en publicidad. Yo he conocido a muchos y sólo voy a citarles a ellos, pero seguro que a partir de aquí se podría hacer un listado más amplio, en los comentarios o incluso un grupo en LinkedIn. Seguro que tendríamos muchas experiencias que compartir.

Voy con mi catálogo de amigos.

El primero, por supuesto, Carlos Lamas, de quien ya he hablado aquí varias veces. Carlos trabajó muchos años en Nielsen (muchos de los que voy a citar aquí pasaron por Nielsen, una buena cantera) pero cuando llegó a su cenit profesional fue tras su paso por Ecotel, la primera audimetría, y su llegada a AIMC. Para mí es la persona que más ha hecho para que en España la audiencia de los medios se mida con rigor y criterio.

Macarena Estévez es otra de las grandes (bueno, por su tamaño no del todo). Había sido profesora en la universidad cuando yo la conocí, a su llegada a Sofres. Luego estuvo varios años en TMP y Mindshare, a la sombra de Jesús Muñoz, hasta que prefirió salir al sol y montar su propia empresa, Conento. En unos pocos años la ha convertido en una empresa importante , con más de 30 empleados ya, creciendo a buen ritmo en plena crisis. Construye modelos matemáticos para la mayor parte de las grandes empresas que hace publicidad en España (y en unos cuantos países más). Además Maca sigue siendo muy joven y, como no le asustan los retos, estoy seguro de que aún llegará mucho más lejos.

Yo ya había oído hablar de Pablo Alonso cuando llegó a RTVE como becario de la Fundación Empresa Pública (otra gran cantera, por cierto). Pablo era compañero de clase de mi hermana Ana en la Facultad de Matemáticas de la UPV. Lo hizo bien como becario; ya se veía venir que iba a ser un gran profesional, y le contrataron. Cuando yo ya había salido de RTVE él se fue a Universal Media, a trabajar en el departamento de Investigación con Lourdes Zambrano. En Universal estuvo muchos años, llegó a ser el Director General Técnico. De allí salió para poner en marcha la oficina española de OMD, de la que sigue siendo Director General.

Haciendo este recuento me estoy dando cuenta de que ser matemático es una buena condición para ganar premios en el Seminario de AEDEMO de Televisión. Los tres que llevo citados han ganado en más de una ocasión el premio a la Mejor Ponencia.

Antes hablaba de Lourdes Zambrano; fue compañera mía en la facultad y al cabo de los años me la encontré como Directora Técnica en AIMC. De allí pasó a Universal Media como Directora de Investigación (fue la Jefa de Pablo hasta que éste le sustituyó). Pero creo que acabó harta de la publicidad y se fue a la Universidad a dar clases.

Otro compañero nuestro de clase es José Luis García Fuentes. He coincidido poco con él, pero ha hecho una gran carrera, incluso internacional, en Nielsen, donde ahora sigue siendo el Director General.

Muy cerca del mundo de la publicidad está otro compañero nuestro de clase, Roberto Güil, mi mejor amigo. Nos conocemos desde el año 1968, cuando coincidimos en el Colegio Mayor Aquinas. Los dos hicimos Matemáticas y él ha trabajado siempre en empresas anunciantes. Ahora es el Presidente europeo de Combe, una multinacional americana de productos farmaceúticos.

También pasó por Nielsen Marta Sampedro, que llegó muy joven a la Dirección General de Carat Expert. Sigue siendo muy joven y ocupando ese puesto.

Antes que Marta dirigió Carat Expert Maite Rodríguez, que también había pasado por Nielsen. Cuando dejó Carat se fue a TNS, luego hizo una labor impresionante en Conect, la asociación de los canales temáticos de pago y ahora está en Cimec, con Pilar Granados (que también fue compañera mía en RTVE, aunque en este caso no es matemática). Maite además fue Presidenta de AEDEMO.

Otro buen amigo matemático es Luisfer (Luis Fernando Ruiz Bedoya), que en su momento comentaba mucho, con pseudónimo, en este blog. Ahora está en el BBVA, pero también ha trabajado en ODEC, en Cuende, en G+J y en varios sitios más que no estoy seguro de recordar.

Cuando conocí a María José Pérez yo todavía estaba en RTVE y ella acababa de llegar a Publiespaña, la exclusivista de Tele 5. O sea que éramos competidores. Pero siempre nos hemos llevado bien. Luego pasó, poco tiempo, por Equmedia, una agencia de medios, cuando yo ya estaba en Central Media (otra vez competidores). Ahora lleva mucho tiempo en el mundo de las revistas, en Interdeco, que comercializa los títulos del Grupo Hachette.

En Zenith, mi actual empresa, he tenido la suerte de trabajar con Jose Antonio Miranda, que hace unos meses me dejó para irse a trabajar, precisamente, con Macarena. Antes había trabajado en Carat Expert donde, si no me equivoco, coincidión con Marta.

Pero cuando se marchó Jose entró María Rodríguez, que también venía de Carat Expert (es casualidad, lo puedo asegurar) y lo está haciendo fenomenal. Así que sigo teniendo matemáticos cerca.

También empezó en Zenith Media Ángel López Barrado, que había sido ciclista casi profesional. Después de estar un par de años en mi equipo decidió cambiar hacia el mundo de la informática y trabajó en Oracle, para volver luego al mundo de la publicidad en el Grupo Media Planning, en el que ha estado hasta que, hace poco, ha decidido dar el salto hacia Accenture.

No es publicitario precisamente, pero en el mundo de las audiencias y de la programación de televisión (que está bastante próximo) se mueve Jordi Hidalgo, que ha ocupado varios cargos directivos en Canal 9 y ahora es el Vicepresidente de AEDEMO.

Como decía este es sólo un primer intento, hecho todo de memoria, pero seguro que hay muchos más matemáticos en esta profesión.

En defensa de RTVE

La supresión de la publicidad de TVE fue una buena noticia para algunos, especialmente para los miembros de la UTECA. Ya he dicho muchas veces, seguramente aquí también, que si hay alguien en España que se gane bien su sueldo ese es Jorge del Corral.

Para los espectadores puede ser una noticia buena: ¡qué gusto ver una televisión sin publicidad; saber a qué hora termina la película! Claro que si el espectador se acuerda de su faceta de contribuyente, a lo mejor ya no le gusta tanto. Y a pocos les gustará saber que una parte importante de los impuestos que pagan para financiar la televisión pública, van a los bolsillos del Primer Ministro italiano, un personaje a punto de ser procesado por pederastia.

El otro día, al salir del seminario de AEDEMO discutía con Pedro, un amigo, sobre la existencia de las televisiones públicas y la conveniencia, o no, de que tuvieran publicidad. Yo estoy convencido de que el hecho de tener publicidad es bueno para las televisiones públicas: supone una garantía de supervivencia, y es bueno también para los ciudadanos, que no tienen que pagar tanto para mantener una televisión de calidad. Pedro piensa que las televisiones autonómicas son un despilfarro y que TVE podrá mantener una programación de calidad sin necesidad de ingresos publicitarios.

Ayer se celebró en Madrid un debate sobre la televisión pública, al que no pude asistir ¡y bien que lo siento! A cambio estuve en una de las reuniones más largas de mi vida: diez horas ininterrumpidas.

Televisión Española podría desaparecer; la Ley de Financiación con la que se suprimió la publicidad define un sistema que ya en su primer año de vida se ha mostrado insostenible: las operadoras de telefonía (que deberían pagar un 0,9% de sus ingresos) han recurrido la ley; las cadenas privadas de televisión (que habrían de pagar un 3% si son en abierto y un 1,5% si son de pago) no ven con buenos ojos financiar a quien está siendo un mes tras otro líder de audiencia y por tanto está reduciendo la cantidad de GRPs (la mercancía en el mercado publicitario) que pueden vender. Harán todo lo posible porque su programación se deteriore.

Los partidos políticos, que han tratado siempre de manipular a las televisiónes públicas, no parecen muy interesados en mantenerla ahora que es algo más neutral y que, en cualquier caso, es mucho menos influyente que antes. Ya hemos visto lo que ha hecho el PSOE durante estos últimos años. Ahora nos dicen que si, como es más que probable, el PP llega al Gobierno, la televisión pública peligra. Con unos mal; con los otros peor.

Por eso en la reunión de ayer se puso en marcha un manifiesto en defensa de la televisión pública. Trata de buscar el apoyo de cuanta más gente mejor. Quien esté de acuerdo con esta idea, puede apoyarla aquí.

Yo creo que hay que dar un paso más, porque si no, no será realista: hay que luchar en favor de la televisión pública y para que vuelva a tener publicidad.

¡Apoyemos una televisión pública con poca publicidad y bien tratada!

El triunfo de la superficialidad

El pasado miércoles comenzó en Valladolid el Seminario de televisión de AEDEMO.

Durante tres días, cerca de trescientos profesionales de empresas relacionadas con la televisión y la publicidad nos reunimos para comentar el estado de un medio que sigue siendo el rey por minutos de consumo, por captación de inversión publicitaria y por generación de notoriedad, de recuerdo para las marcas.

AEDEMO es la asociación de los investigadores de mercados. La investigación debería tener mucho peso en este seminario. Y a veces lo tiene.

Esta vez el protagonista ha sido el cambio. Empezamos con un coloquio sobre la ubicuidad de la televisión en el que, por cierto, participó Mapi. Mapi Merchante lleva ya once años en mi equipo y acaba de ser nombrada (ese mismo día lo publicaban las revistas del sector) Directora de Investigación de Zenith Media. Mapi lo hizo muy bien, como siempre. Así se ha ganado este ascenso y el cariño de todos los que trabajamos con ella.

La primera sesión, muy completa, con cuatro ponentes muy diferentes, pero todos grandes oradores, se centró en los cambios que está viviendo el mundo de la televisión.

En la segunda el protagonismo lo tuvieron la supresión de la publicidad en TVE y una acción publicitaria, la creación de la marca paraguas Tierra de sabor, que nos acompañó (para deleite de nuestros paladares) a lo largo de los tres días.

La tercera sesión estuvo protagonizada por las marcas: Cruzcampo y Danone nos enseñaron casos de éxito, en el Mundial de fútbol y con el vídeo en internet, respectivamente.

La mañana del viernes fue la más propiamente de investigación. Conocimos las bondades y defectos de la audimetría en los diferentes países de la mano de Fernando Santiago, de AIMC, una ponencia muy trabajada; la cualimetría, un nuevo sistema de investigación, con novedades tecnológicas como la utilización del móvil como mando a distancia y terminal para responder a encuestas. Aquí fueron Ángeles Bacete y Anibal García de  Insights for TV quienes nos lo contaron. Kantar Media, el operador de audimetría nos contó las posibilidades de medición de la audiencia en diferido, lo que en inglés llaman time shift.

El seminario terminó con una mesa redonda sobre lo que llamaron el viaje de la tele: un productor, varios directivos de cadenas de televisión, el director general de la asociación de anunciantes y el de una agencia de medios parecieron estar de acuerdo por momentos en que estamos en el mejor de los mundos posibles.

Nuestra medición, que se deja fuera la audiencia fuera del hogar, la de las segundas residencias, que mide pero no considera la audiencia de invitados, que está en condiciones de medir, pero no lo hace, la audiencia en diferido, que ve sin aparente preocupación cómo una parte cada vez mayor de las audiencias medidas tienen valores absolutos menores que el error de muestreo de la medición… no tiene ninguna necesidad de cambio.

Cuando el conservadurismo más extremo nos invade, el virgencita que me quede como estoy, no es extaño que los asistentes votaran como mejor ponencia la que presentó Ramón Campos, Director General de Bambú producciones: Las claves del éxito en la ficción televisiva. La ponencia de Ramón, muy entretenida y meritoria, sin ningún apoyo visual, podría haber ganado en cualquier otro sitio, pero llama la atención que lo hiciera en un foro de, teóricamente, investigadores. Ramón Campos no cree en la investigación: su método se basa en  determinar qué pensará su madre: esto es bueno, se traduce por no lo he entendido y será un fracaso; es bonita quiere decir me gusta y llevará a la producción al éxito.

Un poco superficial ¿no creen?

La ponencia más innovadora fue la de Ángeles y Aníbal que ya he comentado antes. Yo creo que en este caso el premio fue merecido y espero que tengan un gran éxito a partir de ahora.

Decía Kiko Guirao, Director General de DNX en la primera ponencia, que los contenidos generados por los usuarios tienen cada vez más calidad a la par que los que generan las grandes compañías profesionales bajan de nivel al ajustar los presupuestos. Vamos así, en mi opinión, hacia una uniformización en la mediocridad, que quizá no sea lo más deseable.

El seminario, en el que se mezclan muchas cosas buenas y otras no tanto, ha sido uno de los mejores de los últimos años.

En lo próximos días intentaré contar algunas cosas más.

¿Más o menos?

A punto de entrar ya en el cuarto año de la crisis (ya casi ni nos acordamos de aquel asunto de las subprime en agosto de 2007) seguimos teniendo todas las preguntas, pero cada vez menos respuestas; o, al menos, respuestas menos claras.

¿Debemos trabajar más años y jubilarnos a los 67, o a los 70, o por el contrario tenemos que jubilarnos cuanto antes para dejar paso a otros más jóvenes y, como decíamos en aquel anuncio de Renault, sobradamente preparados?

¿Debemos consumir más y así ayudar al crecimiento de la economía o hemos vivido por encima de nuestras posibilidades y lo que tenemos que hacer es lo que estamos haciendo ahora, ajustarnos el cinturón y ahorrar como si todos nos fuéramos a quedar sin trabajo la semana que viene?

¿Debemos aumentar las inversiones en infraestructuras y así crear empleo o invertir menos para reducir la deuda y que no nos maltraten los mercados? (Aunque sepamos que, si no somos anglosajones, los mercados nos seguirán maltratando).

¿Debemos tener menos funcionarios (así, en frío) y renunciar a la sanidad pública, a una educación pública de calidad, a tener las ciudades limpias y en orden y a tantas y tantas cosa, o tener los necesarios, bien pagados y exigirles un trabajo de calidad?

¿Debemos recibir más inmigrantes, que hacen los trabajos más duros, que han hecho remontar la tasa de natalidad y que parecen la garantía de las pensiones del futuro o debemos expulsarlos porque ya hicieron su papel y ahora ocupan puestos de trabajo que necesitan los españoles en paro?

¿Debemos producir más y consumir así más energía o menos e ir así hacia una sociedad más sostenible?

¿Debemos hacer más publicidad para estimular el consumo o menos para reducir los gastos?

En concreto ¿las marcas deben hacer más publicidad y así salir reforzadas de la crisis o hacer menos y llevarse la cifra ahorrada a la línea de resultados a corto plazo?

En una situación más confusa, en la que todo cambia muy rápidamente, en especial los consumidores ¿debemos hacer más investigación para conocer mejor la evolución de la realidad y cómo cambian los gustos y las necesidades de nuestros consumidores o menos porque así ahorramos y salvamos algún puesto de trabajo?

Cada uno tendrá sus propias respuestas a esas preguntas, pero me da la impresión de que la crisis, y sobre todo la psicosis de crisis, nos está empujando en una espiral que se realimenta: menos investigación, menos publicidad, menos consumo, medios más empobrecidos, comunicación de menor calidad, menos actividad económica, más paro, menos consumo, menos producción…

Si no somos capaces de romper esa espiral, si seguimos el dictado de esos mercados cada vez más especulativos y más desconectados de las necesidades de la gente real, estamos condenados a vivir en una sociedad peor.

Este artículo se publicó en el último número de Investigación y Marketing, la revista de AEDEMO.

Los gestores del corto plazo

No han pasado mucho más de diez años desde que nos hablaron del fin de la historia y de los ciclos, algo así como que el crecimiento sería ya continuo, cuando nos hemos visto sumidos en la crisis más profunda en casi cien años.

¿Qué ha pasado para que todo cambie de una manera tan radical?

En una sociedad que ya tendía hacia el corto plazo (el directivo sólo piensa en su bonus de este año; lo que le pase a su empresa a medio plazo no le importa porque muy probablemente dentro de dos años trabaje en la competencia) la globalización y la digitalización han hecho posible acortar aún más ese plazo. Las decisiones se toman ahora pensando en la evolución de la cotización de Bolsa hoy mismo y sabiendo que esa cotización puede verse influida por lo que ahora mismo esté decidiendo alguien en Tokio, en Sidney o en San Francisco.

La Bolsa, además, penaliza la contratación de personas y premia la reducción del equipo humano, sin ningún tipo de matices. Expulsar capital humano, sea del tipo que sea, incluso cuando se trata del talento que hace progresar a la empresa, tiene una prima en la cotización bursátil.

Todo esto ha traído una generación de directivos que no piensan en el futuro, mucho más allá de fin de mes, justo en un momento en el que las transformaciones que se están produciendo, debidas precisamente a las mismas causas, exigirían una mirada mucho más estratégica y a largo plazo. ¿Qué debería ser mi empresa dentro de diez años en el nuevo panorama que nos abre un mundo interconectado, digitalizado, globalizado?

Tenemos un buen ejemplo en nuestro pequeño mundo de publicidad y medios de comunicación en España en los últimos años. Sólo hay que remontarse dos años, hasta 2007, para encontrarse a las dos empresas más rentables entre todas las cotizadas en Bolsa en Europa. Por supuesto, esos beneficios se repartieron entre los accionistas. ¿El futuro? ¿Eso qué es? ¿Alguien conoce el significado de la palabra invertir?

Dos años después, en plena crisis económica, la rentabilidad ha bajado mucho, aunque sigue siendo positiva, no como en otros sectores. Hay que poner en marcha el lobby, presionar al Gobierno y conseguir que suprima la publicidad de la televisión pública. Sorprendentemente, la cosa funciona. Sería la ocasión de reducir el tamaño de los bloques y vender a los anunciantes mayor eficacia y a los espectadores respeto (ya llegará el momento de volver a venderlo todo cuando vuelva a haber dinero), pero ¿para qué? Sigamos vendiendo bloques largos a cualquier precio, aunque ingresemos menos. El accionista estará contento, sobre todo si volvemos a repartir todos los beneficios en forma de dividendos. Invertir ¿para qué?

Cuando llegue el momento, ya sin televisión pública, subiremos los precios, con la misma saturación, con menor eficacia, pero a los anunciantes no les quedará más remedio que venir a nosotros. Tenemos la sartén por el mango y, si hace falta, volveremos a presionar a papá Gobierno, que está débil y seguro que se deja.

No están los tiempos para bromas. Haría falta conseguir nuevos consensos en medición, como los que hace más de cuarenta años dieron origen a un EGM aún vigente, o los que hace veinte hicieron posible una audimetría de televisión que hasta ahora nos ha servido para regular un mercado complejo.

Pero ahora hay una nueva televisión, cada vez es mayor la parte de televisión mal medida por la audimetría y tenemos internet, con múltiples medidas pero ninguna consensuada, ninguna que se adapte a las necesidades de los anunciantes. Necesitaríamos líderes del mercado con amplitud de miras, capaces de pensar en las necesidades comunes y en mirar hacia los próximos ¿diez? ¿quince? años. Capaces de poner en marcha la medición consensuada de internet y de la nueva televisión que el mercado necesita. Pero yo no los veo por ninguna parte. Todo lo contrario, si algún técnico se atreve a pedir que se tomen decisiones en la dirección adecuada, seguro que veremos a su jefe llamando a la Reina de Corazones: “¡que le corten la cabeza!”.

Mientras tanto seguimos viendo como el mercado publicitario reduce su tamaño cada año: ¡un 11%!, ¡un 21%! Se multiplica por 5 o por 6 la caída de la economía. Y se vuelve a las cifras de 1999.

Vemos cómo van cerrando unos medios detrás de otros, cómo desfilan multitud de personas hacia el exterior de sus agencias.

Pero quienes tomaron las decisiones que han llevado a este caos cobrarán su bonus este año.

¡Y todos tan contentos!

Ayer hablaba de AEDEMO y de mis colaboraciones con esa asociación. Justo me acaba de llegar el último número de Investigación y Marketing, para el que hace algo más de un mes escribí el artículo que he reproducido aquí.

Creo que refleja un aspecto de la crisis del mercado publicitario y de la crisis general de valores.

Yo soy de AEDEMO

El pasado 24 de marzo se celebró la Asamblea de AEDEMO, la Asociación que nos agrupa a los profesionales de los estudios de mercado y de opinión.

Son tiempos difíciles para casi todos; también para las asociaciones, y AEDEMO no es una excepción. En el aspecto económico el año pasado fue malo, tuvo déficit.

En la Asamblea, el actual Presidente, José Carlos Gutiérrez, nos pidió, entre otras cosas, que manifestemos nuestro orgullo por pertenecer a esta asociación.

José Carlos ha sido mi jefe durante cerca de quince años y sigue siendo buen amigo mío. A quien le interese conocer sus puntos de vista sobre la investigación y sobre AEDEMO puede verlos en esta entrevista.

Yo llevo veinte años perteneciendo a AEDEMO; en esta asamblea me impusieron la insignia conmemorativa.

Nunca he pertenecido a ninguno de los órganos directivos de la asociación, pero he tratado de colaborar en todo lo que he podido; no me cuesta nada sentirme orgulloso de decir : yo soy de AEDEMO.

AEDEMO organiza numerosas actividades muy interesantes; en muchas de ellas he tomado parte.

He participado como ponente en numerosos Seminarios de Televisión, desde el del año 89 en San Sebastián, hasta el de 2007 en Valencia; a partir de ahí he preferido que otras personas de mi equipo sean quienes expongan.

Hasta he ganado el Premio a la mejor ponencia un par de veces, la primera en Granada, con Jaime Agulló, la segunda en Valencia, con Pepe Rubert.

Participé con ponencia también en el primer Seminario de Eficacia, de los que organiza con la AEA, el que se celebró en mi Vitoria natal. Ahí no he repetido muchas veces, creo que sólo una en Barcelona en una mesa redonda. He presentado sinopsis alguna vez más pero no fueron aceptadas por el comité de selección.

También he participado varias veces en el Seminario de Medios; una de ellas, en Marbella, gané con Marga Ollero, el Premio a la mejor ponencia.

Marga Ollero fue también mi compañera de ponencia en el primer Seminario de Tendencias: hace ya siete u ocho años hablamos sobre inmigración.

Como puede verse, casi siempre he tenido excelentes compañeros que me han ayudado a hacer un trabajo mejor. Hace ya muchos años, José María Moix y yo ganamos el Premio de Investigación AEDEMO Metraseis, que patrocinaba este instituto, hoy absorbido por Synovate. El trabajo versaba sobre la investigación de la nueva televisión que nos llegaba. Me gustaría recuperarlo ahora, para ver si acertamos en algo, pero me temo que se ha extraviado.

También he escito muchas veces en Investigación y Marketing, la revista de AEDEMO. Juanjo Ibáñez, su Director, sabe que siempre puede contar conmigo. Hace tres años me invitaron a Barcelona para recibir el Premio al mejor artículo del año.

Durante varios años fui profesor en el Curso de Investigación de Mercados.

Haciendo este repaso veo que la mayor parte de los premios que he ganado en mi vida profesional han tenido que ver con AEDEMO.

Sí; me siento orgulloso de decir: yo soy de AEDEMO.

Seguro que mucha más gente también está ogullosa.

Seguro que seremos capaces de hacer una asociación todavía mucho mejor, con muchas más actividades y que consiga ampliar el número de personas que exclamen con orgullo: Sí, yo soy de AEDEMO.