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Casi enteros: un blog sobre los medios de comunicación, la publicidad, su papel en la financiación de los medios, la investigación y otros temas relacionados con todo esto

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Un caso de crowdfunding de hace 85 años

Los libros del tío Herminio siempre habían andado por casa de mis padres. No se trataba del tío Herminio Foronda, el hermano de mi madre, al que conocí personalmente y con el que fui al campo durante muchos años; no, era el tío Herminio Madinaveitia, tío de mi padre, o sea tio-abuelo mío, que ya había muerto cuando yo nací.

Herminio Madinaveitia tenía en mi familia un cierto aire legendario: había sido Alcalde de Vitoria, era Catedrático de Literatura en el Instituto (donde fue profesor de mi madre cuando ella terminaba el bachillerato) y, se decía, un tanto misógino, algo que no debía de ser muy raro en esa época.

El caso es que yo, que lo leo todo, nunca había leído esos libros que siempre andaban por casa y que mi madre, que aún leía más que yo, nunca me los recomendaba (seguro que el hecho de que su profesor opinara que las mujeres debían quedarse en casa y no estudiar, no le resultaba especialmente simpático). Pero en una de las visitas para ordenar/vaciar la casa de mis padres, cogí algunos ejemplares.

Hace poco he terminado de leer Mañana de Pascua, una recopilación de cuentos. Los cuentos son tristes y el lenguaje que utiliza el tío Herminio es excesivamente rebuscado, lo que hace que hoy parezca anticuado.

Pero lo más sorprendente, lo que me ha parecido más curioso, es que el libro se editó por suscripción popular. En las últimas 19 páginas se recogen los nombres de las personas e instituciones que han contribuído a editar popularmente las obras inéditas de Herminio Madinaveitia. 19 páginas con unos 32 nombres por página, hacen más de 600 contribuyentes (encabezados por el Obispo de la Diócesis) para una tirada de 1000 ejemplares.

En estos tiempos de economía colaborativa nos creemos que estamos inventando cosas (sobre todo si utilizamos sus nombres en inglés) que llevan muchos años funcionando.

¿Qué es esta historia sino un caso de crowdfunding de 1930 (no de 1830 como se me ha deslizado en el tuit), muchos años antes de que esa palabra nos llegara y se pusiera de moda.

La pena es que mi madre no esté aquí para comentarme quién era cada una de esas seicientas y pico personas, esos apellidos de Vitoria de toda la vida, que componen la lista de mecenas que hicieron posible esa edición. Sería algo así como reconstruir la historia del Vitoria de aquella época.

7 cosas que puedes hacer en Twitter sin meterte en líos

Llegué a mis primeros 10.000 tuits practicamente en los mismos días en que estalló el Caso Zapata. Reconozco que me preocupé. No tengo la sensación de escribir sin pensar; de hecho, casi nunca lo hago. Pero en 10.000 veces ¿seguro que no escribí nunca nada que, sacado de contexto, pudiera ofender a alguien? Y en Twitter el contexto no existe, o está en otro tuit, que alguien con mala intención no encontrará.

Así que me puse a hacer un repaso de los temas que he tratado a lo largo de los últimos cuatro años. (Sí; como tanta gente entré en Twitter hace más tiempo, en mayo de 2008, pero me costó empezar a tuitear con asiduidad y fue en 2011 cuando me lancé). Seguro que me dejo más de una idea pero estas son las que recuerdo haber hecho en más ocasiones:

1.- Retuitear temas que me interesan (casi siempre de temas profesionales que tienen que ver con la publicidad, su investigación o el marketing).

2.- Tuitear cuando asisto a algún evento.

3.- Utilizar Twitter como altavoz de los estudios (Vigía, Zenthinela,…) que elaboro y retuitear cuando algún medio los cita.

4.- Servir de altavoz a las iniciativas de Usúe, mi hija (#mamiconcilia; #~papiconcilia; #salpuntual;…).

5.- Reproducir los temas de interés que se publican en Bloggin Zenith, el blog de la empresa en la que trabajo, o en blogs de amigos (Createch 540;…).

6.- Dar a conocer a mis seguidores que he escrito un nuevo post en este blog o algún artículo en las revistas con las que colaboro esporádicamente.

7.- Publicar series de fotos de ciudades o localidades por las que paseo (desde hace año y medio doy largos paseos por prescripción facultativa:

7.1.- #mispaseosporMadrid Con esto empezó todo. A partir de la idea de hacer fotos durante mis recorridos y publicarlas en Twitter (y en Facebook, que tengo ligados) mis paseos fueron mucho menos aburridos.

7.2.- #SantiagodelaRibera El pueblo a orillas del Mar Menor en el que paso la mayor parte de mis ratos de ocio. A veces son flores del jardín; a veces paisajes de lugares cercanos.

7.3.- #Parispromenade Un viaje a París hace unos meses dió mucho de sí.

7.4.- #Undiaenelzoo En el zoo también se pueden encontrar imágenes interesantes.

7.5.- #Madridportodoloalto Empezó el día en que me di cuenta de todo lo que nos perdemos por mirar hacia el suelo (para no pisar minas) al pasear. Es muy reciente, pero promete ser interesante.

A veces me preguntan el por qué de las fotos en Twitter y no en Instagram o en Pinterest, redes que parecen más indicadas para la publicación de imágenes. No tengo respuesta: simplemente empecé ahí y ahí sigo.

Volviendo al principio: no estoy seguro de no haber ofendido a nadie (10.000 son muchos tuits) pero espero que si me llevan a los tribunales me toque un juez razonable como Pedraz.

¡Maldito Twitter! Bienvenida a una nueva profesión

Hasta el sábado no conocía de nada a Guillermo Zapata, ahora mundialmente conocido, al que varios medios internacionales (y casi todos los nacionales) han dedicado sus portadas de ayer o de hoy.

En general no me gusta el humor negro; me suele hacer muy poca gracia. Los chistes que se han publicado, sacados del timeline del ya exconcejal de cultura del Ayuntamiento de Madrid, me parecen de pésimo gusto (además de crueles, como casi todo el humor negro).

Todos conocemos, o deberíamos conocer, el peligro que entrañan las redes sociales, con su eterna huella imborrable (incluso tras la legislación del Derecho al Olvido), algo en lo que se insiste mucho al hablar de adolescentes.

Pero reconozco que el caso Zapata me tiene muy asustado. No sé si ha dimitido o le ha cesado la alcaldesa (en la última media hora he leído varias veces cada una de las dos versiones) pero creo que eso es lo de menos. Lo que me preocupa es esta nueva caza de brujas que parece haber sustituído al y tú más de los últimos años.

Me imagino empezando dentro de poco en mi nuevo cargo (seguramente será el de jubilado, pero imaginemos cualquier otra cosa) y que alguien encargue a su becario que se revise mis casi diez mil tuits, mis cerca de mil posts, o mis cientos de artículos y conferencias para ver cuándo y dónde metí la pata para así poderme atacar.

Yo soy bastante moderado y pienso que no ofendo mucho, pero aun así recuerdo un par de post que ofendieron a asociaciones profesionales y ¿quién me dice a mí que en algún momento de cabreo no se me escapara un tuit malinterpretable? o, esto es mucho más probable porque muchas veces manejo la ironía, ¿cuántas frases sacadas fuera de contexto me podrían poner ante el pelotón de fusilamiento (mediático)?

Eso sí; estoy contento porque veo, en la de revisador de tuits, una profesión cargada de futuro, que creará cientos (¡qué digo cientos, miles!) de puestos de trabajo mal remunerados (o sea, de los habituales).

Pero, de nuevo en serio, ¿cuando prescriben los delitos tuitéricos?

Un año de #mamiconcilia. La lucha por la conciliación es ya un movimiento social

Si al terminar la baja maternal, los directivos de la empresa donde tenías un puesto de responsabilidad te invitan a irte tienes varias opciones:

Pelear por tus derechos y pleitear (con la seguridad de que ganarás esa batalla) para mantener un puesto para el que ya te han dicho que no te quieren.

Hundirte en el fango y quejarte de lo mal que funciona esta sociedad.

Venirte arriba, organizarte y empezar una nueva vida, complicada, difícil, pero muy estimulante.

A principios de abril de 2014, hace ahora poco más de un año, a mi hija Usúe, que había tenido un niño precioso, le invitaron a abandonar su empresa. En menos de un mes organizó #mamiconcilia que en pricipio fue un e.book que se publicó para el Día de la Madre. El mismo día de su lanzamiento, el 30 de abril, fue trending topic (uno de los temas más tratados en Twitter) en Madrid. Ese Día de la Madre  fue objeto de un reportaje en La Sexta y en los días siguientes muchos medios se hicieron eco de su iniciativa.

Desde entonces no ha parado. Como la conciliación del trabajo y la vidad familiar no es sólo cosa de mujeres, publicó en noviembre #papiconcilia, primero como e.book con 24 testimonios de padres que peleaban para compaginar el tiempo que querían dedicar a sus hijos con una vida laboral tan absorbente como nos exigen ahora las empresas. Para el reciente Día del Padre ese libro, ampliado ya hasta los 46 testimonios, se podía adquirir en papel.

Para implicar a las empresas, en septiembre importó a España el movimiento #SalPuntual que ya existía en algunos países anglosajones.

El movimiento se mantiene y crece en la red y tendrá pronto, estoy seguro, nuevas ramificaciones.

En este nuevo Día de la Madre quieren ampliar los 83 testimonios que ya tienen hasta superar los 100. Es un buen regalo para este día ¿no crees?

¿Te animas a enviar tu propio testimonio?

 

 

 

El Gran Hermano ya está aquí

Y somos nosotros mismos los que le damos la información.

Ya hay otra nueva edición de Gran Hermano, en esta ocasión VIP (a cualquier cosa se le llama ahora VIP, por cierto). Pero no me voy a referir al programa sino al Big Brother de Orwell, el de la novela 1984 que todo lo veía y tenía un control absoluto sobre los súbditos.

Resulta que las universidades de Stanford y Cambridge han realizado un estudio sobre las características personales que se pueden deducir a partir de la información que cada usuario, cada uno de nosotros, publica en Facebook y ha comparado sus deducciones con las opiniones de  personas allegadas a los estudiados.

Parece un estudio serio, en el que la muestra utilizada es muy grande, más de 86.000 personas.

Los investigadores deducen que los algoritmos utilizados para analizar los me gusta y la información publicada en la red social retratan mejor a una persona de lo que lo hacen sus mejores amigos o incluso familiares tan próximos como la madre.

Esto en principio tiene implicaciones publicitarias (se trata de enviarnos a cada uno la publicidad más adecuada a nuestra manera de ser y a nuestros gustos). En teoría nos molestarán lo menos posible…y nos venderán más.

¡Claro que también podría tener otro tipo de usos más perversos! Sobre todo en sociedades no democráticas o con gobiernos que tienen la tentación de no serlo del todo.

Lo que no imaginó Orwell es que toda esa información no se iba a obtener a partir de las omnipresentes cámaras de su novela (que también: pase lo que pase, donde sea, siempre tenemos las imágenes de las cámaras de seguridad correspondientes). No; en este caso es la propia persona la que ha ido depositando voluntariamente esa información en Internet y dejándola a disposición de quién pueda estar interesado en ella.

¿No es mucho más sofisticado?

El mejor resumen del año está en Twitter

Cuando se acerca el final de cada año parece llegado el momento de hacer balance. ¿Cuáles han sido los acontecimientos más relevantes de 2014?

Hasta hace pocos años habríamos tenido que echar mano de la hemeroteca o de aquel amigo que tiene una memoria de elefante (y que, a pesar de todo, siempre olvidaba alguno de los acontecimientos clave).

Ahora no. Ahora Twitter nos lo da hecho: basta mirar qué temas han sido los más citados, los que han sido objeto de más tuits o los más retuiteados. Es más: hay quién dice que nos ofrece su tradicional resumen del año. Ahora ya no se necesitan ni diez años para crear tradiciones.

Si hacemos caso de Twitter, el evento que ha generado más conversación (no ya este año, ¡en toda la historia!) es el Campeonato Mundial de Fútbol de Brasil. Nada menos que 672 millones de tuits. No quiero ni pensar lo que sería esto si el fútbol llegara algún día a interesar en Estados Unidos, el país más tuitero.

En España también han sido eventos relacionados con el fútbol los que han generado más conversaciones en Twitter. ¡Y eso que se perdió la oportunidad de que la Roja fuera avanzando fases en el Mundial!

Después de seis acontecimientos futbolísticos, el evento más importante en España fue la proclamación del Rey Felipe VI. A continuación la entrega de los Premios Goya.

Ni la crisis, ni la eclosión de Podemos, ni las dimisiones del Rey Juan Carlos, Rubalcaba, Gallardón o Mato, ni las elecciones europeas…nada de esto tiene la suficiente fuerza para meterse entre los diez acontecimientos más importantes. El fútbol copa ocho de los diez primeros lugares.

En televisión, además del fútbol, los programas que tienen más repercusión en Twitter son los realities: Mujeres y hombres y viceversa, Tu cara me suena, La Voz Kids, Gran Hermano o Top Chefs.

El tuit más retuiteado, con casi tres millones y medio de retuits, fue el selfie (patrocinado por Samsung) de Ellen Degeneres rodeada de famosos en la entrega de los Oscars.

El ébola, el rapto de las niñas nigerianas, el Nobel a la joven Malala, el reto del cubo de agua helada, el 25 aniversario de la caída del Muro de Berlín, la desaparición del vuelo  MH17 de Malaysian Airlines son también temas que han sido tratados con asiduidad en la red social de las conversaciones.

Si yo tuviera que hacer mi propio resumen, o si echara mano de mi amigo de memoria de elefante, creo que destacaría algunos acontecimientos muy diferentes. Pero esto es, dicen lo más importante porque es de lo que más se ha hablado en el mundo, o en España en su caso.

Quizá otro día.

No más datos

En los últimos años a la investigación tradicional (de medios o de lo que sea) se ha unido el big data (macrodatos en castellano). Cada día se generan en Internet más datos que los que había producido toda la humanidad desde su origen hasta mediados del siglo XX.

Muchos de estos datos son absolutamente irrelevantes, o redundantes, pero de otros se puede extraer información, conocimiento útil para los negocios y para la vida.

Así que nos dicen que hay que dejar la investigación y dedicarse a los datos.

¡Craso error!

Por más datos que tengamos, incluso de los que son relevantes, no conseguiremos extraer conocimiento si no somos capaces de hacernos, de hacerles a los datos, las preguntas pertinentes y de tratar a esos datos con las herramientas adecuadas para convertirlos en conocimiento.

Por supuesto que hay empresas que han hecho del manejo de sus datos una extraordinaria fuente de negocio y algunas son ya las más prósperas del mundo, pero también hay otras muchas (seguramente muchas más) que no son capaces de extraer el menor conocimiento de las montañas de datos que manejan cada día.

Datos sí; por supuesto. Pero inteligencia para manejarlos y para extraer de ellos información útil.

La inteligencia que ha habido siempre en los departamentos de Investigación y en las empresas que se dedican a esa actividad.

Este artículo se publicó en papel en la revista IPMark correspondiente al mes de noviembre de 2014.

Sin publicidad

Últimamente se habla mucho de Ello, la red social que se define como alternativa a Facebook. Sus ventajas: no va a vender los datos de sus miembros y…no va a tener publicidad. Nadie sabe aún de qué van a vivir; cómo van a financiar sus desarrollos, pagar los costosos servidores y los sueldos de sus empleados.

Tras casi tres años de calvario, Leopoldo González Echenique ha dimitido como Presidente de RTVE. La fórmula de financiación que propuso el PSOE para eliminar la publicidad de la televisión pública y que el PP ha mantenido, se ha demostrado inviable. Su sucesor tendrá que reducir la plantilla, cerrar canales, vender edificios…o negociar la vuelta de la publicidad.

Pero ningún gobierno se atreverá a decretar la vuelta de la publicidad. Mucho menos ahora, cuando por la falta de medios de TVE y por otros errores, los informativos de la televisión pública tienen menos audiencia que los de las privadas. ¿Quién se va a atrever a quitarles el caramelo cuando la creencia de que la televisión decide las elecciones está todavía muy asentada?

La publicidad no molesta; molesta su abuso. Pero la insistencia en conseguirla a precios cada vez más reducidos nos ha llevado a una saturación excesiva. Ahora a los publicitarios nos miran mal. Nos lo hemos ganado.

No hemos sabido transmitir el valor que aporta la publicidad a una sociedad que quiere tenerlo todo gratis.

Y el camino de vuelta, si existe, será muy escabroso.

 

(*) Este artículo se ha publicado este mes en la revista IPMark. Lo escribí hace algo más de un mes. Hoy, que ya tenemos nuevo Presidente de RTVE, ya sabemos que uno de los objetivos de José Antonio Sánchez es conseguir que se acepte alguna fórmula para que los ingresos por publicidad vuelvan a la Corporación. Sería bueno para todos.

Sal puntual

Dicen que en España la productividad es baja.

Pero también es verdad que, al menos en algunas profesiones, pasamos muchas, muchas horas en el puesto de trabajo. A veces la disculpa es la larga pausa del mediodía para comer. Pero no siempre.

Los que trabajamos en grupos multinacionales sabemos que es inútil llamar a nuestros colegas europeos después de las cinco y media o seis de la tarde. Nadie responderá a la llamada.

Nacho, un compañero que trabajó unos años en Suecia, nos contaba que en su empresa si alguien tenía que quedarse a trabajar después de la hora oficial de salida tenía que pelearse con la persona encargada de apagar las luces. Consideraban que, no sólo no hacía bien su trabajo si tenía que dedicarle más horas de las establecidas sino que, además, estaba consumiendo de manera injustificada una energía que aumentaba los gastos de la empresa.

Pero no todo debe de ser tan bonito como lo contaba Nacho cuando en el Reino Unido pusieron en marcha en el año 2000 la iniciativa Go Home on Time Day (#GHOTD). Este año se va a celebrar el día 24 de septiembre. La plataforma Mujeres directivas y la iniciativa #mamiconcilia (de la que ya hemos hablado aquí) la apoyan desde España. Van a utilizar el hastag #salpuntual y están proponiendo a las empresas (y a las personas) diversas formas de colaboración. Una de ellas es la participación en un carnaval de blogs en el que se cuente cómo se va a apoyar la iniciativa (y después del día 24, cómo se cumplió).

Yo tuve un pequeño problema de salud hace unos meses, del que ya hablé aquí. Eso me hizo plantearme una nueva opción de vida. Ahora hago todo el año jornada de verano (de 8 a 3) algo que sólo rompo para reuniones verdaderamente importantes. Eso me permite andar todos los días hora y media. Mis paseos por Madrid, además de muchas fotos colgadas en Twitter, han hecho que me encuentre mucho mejor y no creo que mi productividad haya bajado. Es verdad que muchos días tengo que hacer algún trabajo desde casa, pero lo hago a gusto porque sé que lo compenso por otro lado.

El día 24 saldré a las 3 y no trabajaré desde casa. Al menos lo intentaré.

Perfil en LinkedIn

El mundo de las redes sociales es sumamente complejo y curioso en sus múltiples facetas. Además cambia continuamente.

En Facebook se trata de tener amigos; la amistad es una cuestión recíproca, así que uno acepta a amigos que, a su vez le aceptan a uno. Claro que el concepto de amistad es muy laxo: veo que ahora mismo tengo 579 amigos en Facebook; a muchos de ellos no les he visto nunca y con la mayor parte nunca he cruzado una palabra.

En Twitter se trata de seguir y de que te sigan. Conseguir que te sigan por lo que dices en frases de menos de 140 caracteres tiene su aquel. Además no tienes por qué interesar a las personas que te interesan a ti. Puedes tener muchos más seguidores que el número de personas que te siguen a ti (algo que se puede ver nada más entrar a un perfil). De hecho si el número de seguidores y el de seguidos es muy similar causa mala impresión; especialmente si ese número es muy alto suena a una especie de coleccionismo: te sigo para que me sigas y si no me sigues, dejo de seguirte. Veo que en este momento tengo 1381 seguidores y sigo a 678 perfiles (no sé si me siento capaz de saber qué me interesa desde 678 puntos de vista, pero al menos no parezco un coleccionista de seguidores).

LinkedIn es otra cosa. Dicen que es la red de los contactos profesionales, la que se utiliza para buscar trabajo o para conocer mejor a los candidatos al puesto que ofreces. Los contactos también son recíprocos: si estás en contacto con alguien, él está en contacto contigo. A veces se nota que alguien se ha quedado sin trabajo cuando, tras mucho tiempo sin dar señales de vida, contacta contigo en LinkedIn o te pide una recomendación.

En los últimos tiempos LinkedIn ofrece la posibilidad de validar las aptitudes de las personas con las que estás en contacto. Un buen día te llega un mensaje: fulano ha validado dos de tus aptitudes. Así se va enriqueciendo tu perfil. O no.

Si alguien mira hoy en mi perfil las aptitudes que han valorado mis contactos sabrá que soy un especialista en Marketing Digital y en Publicidad On line, en Planificación de Medios y en Estrategia Digital. No digo que no lo sea: durante varios años dirigí un departamento de Planificación y las primeras campañas digitales en las que participé se remontan a hace diecisiete años (cuando muchos de los actuales gurús digitales aún no habían empezado a trabajar).

Pero mirando ese mismo perfil nadie pensaría que a lo que más tiempo he dedicado, de lo que más sé, es de Investigación de Medios, o que llevo casi catorce años haciendo previsiones sobre Inversión Publicitaria, en lo que creo que soy una referencia en el mercado, o que, con mucha frecuencia, escribo artículos o doy charlas y cursos sobre los temas en los que he trabajado toda mi vida.

Seguro que hay algo que estoy haciendo mal. Menos mal que a estas alturas no tengo que buscar trabajo. Si no, debería dedicar más atención a mi perfil en LinkedIn.