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Casi enteros: un blog sobre los medios de comunicación, la publicidad, su papel en la financiación de los medios, la investigación y otros temas relacionados con todo esto

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Cambios en la audiencia de televisión

Un día es un día y si se decía que un grano no hace granero también habrá que pensar que un día no hace calendario. Pero las audiencias de ayer, domingo 29 de agosto son muy llamativas. Yo creo que son un signo de los nuevos tiempos. Por eso voy a destacar algunos aspectos interesantes:

– El líder, en este caso Antena 3, no llega a los 12 puntos de share (se queda en 11,9%)

– Hay cuatro cadenas en menos de dos puntos: Antena 3, 11,9%; La Sexta, 11,1%; Autonómicas 10,6% y TVE 1 10,1%.

– Para encontrar a Tele 5 (8,9%), una de las que pelean por el liderato mensual (este mes va a ser segunda tras TVE 1), hay que bajar hasta el sexto puesto. Y eso pese a haber metido cinco programas entre los 25 más vistos.

– Los canales Temáticos se acercan a los 30 puntos (29,5%) de ellos corresponden a los canales Gratuitos 20,2% y a los de Pago 9,3%.

– El líder de los canales temáticos, un canal  de TVE, Clan TV (3,3%) ya supera a La 2 (2,8%).

Teledeporte consigue un 1,6% en un día especialmente deportivo. Por la tarde, a la hora de la Vuelta a España, consigue llegar al 3%.

– Los canales de deportes dominan entre los temáticos de pago. (Canal+ 1,2%; GolTV 0,8%; Canal+ Liga 0,5%).

– Existe un Resto que se lleva un preocupante 6%.

– El programa más visto, la retransmisión por La Sexta del GP de Bélgica de Fórmula 1 llegó a los 3.566.000 espectadores, pero el programa más visto de la noche, el famoso prime time, se quedó en 2.115.000 espectadores, fue la emisión posterior a la carrera de Moto GP del GP de Indianápolis en TVE1.

Hemos hecho historia

No cabe duda: el triunfo de España en un Mundial es un hecho histórico, de esa pequeña historia que constituyen las gestas deportivas, pero histórico.

Es una de esas fechas de las que, como decía el anuncio de Mahou, vamos a recordar siempre con quién las vivimos. Yo estuve en casa de mis cuñados Joaquín y Santa, rodeado de otros cuñados y sobrinos.

Cuando hace unos cuantos años explicaba en sesiones de formación a clientes o en cursos en diversas facultades, qué era eso de los GRPs y lo diferente que es conseguirlos de uno en uno o de muchos en muchos, siempre ponía el ejemplo de una hipotética final de Campeonato del Mundo de Fútbol en la que jugara España. Hay que reconocer que hace diez o quince años sonaba como una utopía inalcanzable. Sólo jugarla; ¡no digamos ganar!

Mi hipótesis entonces era que se batirían todos los récords de audiencia, que prácticamente no habría ningún español que no viera el partido.

A lo largo de este Mundial hemos ido viendo diversos hitos históricos.  La final lo vuelve a ser. Pero yo siempre me preguntaba ¿cuando empieza la historia?

Para muchos la historia comienza cuando lo hacen sus recuerdos. Yo recuerdo audiencias en los años 80 de más del 68% de la población y más de 21 millones de personas (cuando la población era mucho menor que la de ahora). Entonces había muchos menos canales de televisión (los dos de TVE y alguna autonómica). Claro que eran audiencias acumuladas de media hora y medidas con el EGM. Pero eran mucho mayores que estas.

La verdad es que las cifras que nos ofrecen los audímetros para el evento de ayer son bastante decepcionantes. Sí, claro: se trata de audiencias en el hogar principal y ayer muchos vimos el partido en casa de amigos o de familiares o en bares, o en pantallas gigantes en la calle y todo eso no lo miden los audímetros.

Supongo que alguien habrá hecho un estudio sobre la audiencia total del partido y que pronto veremos los resultados. Si no, el partido no habrá batidos récords históricos.

Y eso no hay quién se lo crea.

Claro que si la historia comienza cuando cada uno llega al mundo…

… el otro día, viendo en Teledeporte la retransimisión de una etapa del Tour, los comentaristas (Perico Delgado y Carlos de Andrés) se preguntaban si el triunfo de Ocaña en el 73 se habría visto en directo por televisión. Bueno, como yo soy muy viejo y siempre me gustó el ciclismo, yo recuerdo haber visto, en balnco y negro, eso sí, los últimos Tours de Bahamontes, allá por los primeros sesenta, en directo por TVE.

El deporte español lleva muchos años haciendo historia, pero lo de ayer, con la repercusión que tiene ahora el fútbol en los medios, es todo un hito.

Juan Manuel Gozalo: se nos ha ido otro grande

El pasado fin de semana murió Juan Manuel Gozalo, uno de los grandes del periodismo deportivo en la radio española.

No soy un gran seguidor de los deportes por la radio, menos aún del fútbol, pero Gozalo era una de esas voces inconfundibles que marcaron un estilo en la radio española.

Un estilo sereno y reposado, con una capacidad de análisis y de crítica constructiva que ha escaseado en la radio española y que ahora costará seguramente encontrar.

Parece que tenía muchos amigos y estos días se está demostrando en otros medios y en los estadios donde se le rinde homenaje.

Como un signo de estos tiempos que corren, una persona como Gozalo había salido de RNE, su casa de toda la vida, como consecuencia del ERE que se ha llevado por delante a tantos buenos profesionales.

En los últimos años se refugió en Radio Marca.

Vaya desde aquí, este mi pequeño homenaje.

Óscar Freire: ¡qué grande!

Me ha costado encontrar la retransmisión de la Milán-San Remo, pero al fin he llegado a ver en Eurosport los últimos siete u ocho kilómetros, lo suficiente para ver un nuevo y magnífico triunfo de Óscar Freire.

Óscar ha ganado con esta su tercera Milán-San Remo, lleva también tres Campeonatos del Mundo y muchas otras carreras de un día. Sólo con eso sería un héroe nacional en Bélgica, en Italia o en Francia.

Pero en España parece que no sabemos valorarlo.

El ciclismo español post Induráin ha perdido el apoyo de las empresas españolas y en gran medida también de los medios.

Parece que nunca va a terminar de pagar problemas como el de la operación Puerto.

Y sin embargo, casi sin equipos, y los pocos que hay en una profunda crisis, podemos contemplar la generación de ciclistas españoles más brillante de la historia.

Los ganadores de los cuatro últimos Tours son españoles (Óscar Pereiro, Carlos Sastre y los dos de Contador), Óscar Freire y José Antonio Flecha hacen grandes papeles desde hace años en las mejores clásicas, hemos visto el pódium de la reciente París-Niza copado por españoles, Samuel Sánchez es el actual campeón olímpico…

Nunca había habido un plantel de figuras tan importante.

El ciclismo español no se acabó con Induráin.

Todo lo contrario, tenemos una generación muy brillante, con Freire y Contador como grandes figuras.

¡Qué pena que tengan que correr en equipos extranjeros!

Esto sólo lo arreglamos entre todos

Hace unos meses participé en el equipo que preparó en mi agencia la propuesta para la campaña de la Fundación Confianza que se ha resuelto en la idea que da título a este post.

Finalmente la agencia de medios ganadora fue, algunos pensarán que estaba cantado, Arena. Allí tengo muy buenos amigos: ¡enhorabuena!

La campaña está siendo polémica, lo que a lo mejor se pretendía, y muy contestada.

Estoy viendo muchas más críticas negativas que positivas.

No sé si la resolución es la mejor posible, pero creo que la idea inicial, tratar de incrementar la confianza en nosotros mismos era buena.

Nuestro enfoque era diferente: tratábamos de elevar la autoestima destacando la cantidad de campos en los que hemos sido capaces de triunfar los españoles.

Por supuesto en deportes (Fútbol, Baloncesto, Fórmula 1, Tenis, Balonmano, Motociclismo, Ciclismo… y tantos y tantos otros) pero también en muchas otras actividades (Cocina, Energías renovables, Transporte, Pesca, Animación…y tantas y tantas otras).

Y si hemos sido capaces de destacar en tantas cosas ¿no vamos a ser capaces de salir de ésta?

Ya sé que la mayoría de los que estamos inmersos en la crisis no somos los causantes, pero está claro que si sólo nos dedicamos a buscar a los culpables y esperar a que nos lo solucionen ellos no vamos a conseguir nada.

Cuando trabajábamos en nuestra propuesta yo siempre tenía en mi cabeza aquella idea kennedyana de hace ya medio siglo:

no pienses en lo que tu país puede hacer por tí, piensa en lo que tú puedes hacer por tu país.

Creo que es una buena manera de enfocar el asunto.

No es muy diferente del

Yes, we can

o el

Juntos podemos

que propuso Obama.

No nos sentemos a esperar que nos resuelvan los problemas; si luchamos contra ellos estaremos en el camino de solucionarlos.

Publicidad efímera

Esta tarde, viendo por La 2 la subida a Sierra Nevada en la Vuelta a España me ha llamado la atención un espectador que ha salido corriendo detrás de Moncoutie, el ciclista que encabezaba,y finalmente ha ganado, la etapa.

En las etapas de montaña no es raro que algún espectador vaya durante un rato a la par de los ciclistas.

Lo curioso en este caso era que, cual sota de bastos, llevaba apoyado en el hombro un jamón.

Su camiseta y las de los dos espectadores que le flanqueaban lo aclaraban todo: La flor de Sierra Nevada.

Supongo que es una marca de jamones que ha tenido así sus veinte segundos de gloria televisiva y por un coste mucho menor que el de un spot.

Ayer en las noticias sobre la Diada, un hombre de cierto volumen se empeñaba en ocupar, de espaldas, parte de la pantalla al lado de la locutora. La razón: mostrar su camiseta amarilla con propaganda del referendum de Arenys de Munt.

Hace unos días me llegó por mail la historia de Joaquín Mir, un hombre mítico de las carreras ciclistas. Ha llevado las más clásicas camisetas: de Kas, Ferrys, Bic y tantos equipos ciclistas. Ahora, con casi ochenta años lleva la de Cajasur.

Su misión: chupar cámara cerca del ganador en los finales de etapa.

¿Hay alguna manera de medir la eficacia de estas acciones?

¿Alguien más que yo se fija en estas cosas?

¿Quién ganará el mes de julio?

Después de siete meses de dominio claro de La 1, el mes de julio está siendo muy disputado.

Hasta el jueves, a falta de sólo ocho días para el final, Antena 3 era líder con una décima de ventaja sobre La 1.

Últimamente Antena 3 viene dominando los fines de semana. Lo normal era que el lunes, a falta de sólo cuatro días nos encontráramos a una Antena 3 destacada y con todas las papeletas para dominar el mes.

Pero me parece que no va a estar tan claro.

La 1 está dispuesta a vender cara su derrota.

Este fin de semana hay motos, una baza siempre importante para la cadena pública, más en un año de grandes actuaciones de los motoristas españoles.

Además acaba el Tour, uno de los más españoles de la historia, con triunfo de Contador y cuatro etapas (Luis León Sánchez, Mikel Astarloza, el propio Contador y la de hoy de Gárate). El Tour, relegado hasta ahora a La 2 pasa a La 1 quizá un poco tarde para obtener resultados claros de audiencia.

Ayer la serie de éxito de la sobremesa Amar en tiempos revueltos se alargó y se alargó hasta entrar de lleno en la tarde.

Por la noche La roca, película de acción americana cuajada de estrellas.

¿Quién ganará el mes de julio?

Una interesante pregunta.

Pero gane quien gane, el que lo haga tendrá menos de 16 puntos de share, una cifra que hace un año no daba para mucho más que un cuarto puesto.

Por un julio sin concursos

Me dan miedo los meses de julio.

En julio tenemos jornada continua. Eso quiere decir que se entra a las ocho y se sale…

Lo de entrar a las ocho no es un problema; lo hago casi todos los días del año. Aún no me he resignado a que nunca sabré inglés. Lo malo es no saber cuando se sale; comer de mala manera y trabajar sin parar.

Todos los años me digo: esta vez lo voy a respetar. Y al menos el primer día me voy a las tres…más o menos.

Este año también lo hice, pero me arrepentí en seguida.

Se ha puesto de moda que los grandes concursos de agencias de medios se convoquen en verano. Cuando no es una gran compañía de automoción, es una de telecomunicaciones, o un refresco, o…varias de ellas a la vez.

Este año también.

Casi todos los que trabajamos en agencias de medios tenemos estos días jornadas extralargas.

Este año también.

Algunos ganarán el concurso y lo darán todo por bien empleado.

Los demás…los demás habrán aprendido mucho.

Pero seguro que piensan que no estaría mal un mes de julio en el que se pudiera salir a las tres de la tarde.

Ver el Tour, echar una siesta, ir a la piscina, todas esas cosas que seguro que existen y seguro que hay gente que disfruta.

Ya sé que no vamos a luchar por un mes de julio sin concursos, pero al menos nos queda el recurso del pataleo.

Navegando por aguas turbulentas

Me acaba de llegar el número 1254 de la revista Anuncios, el correspondiente a esta semana. Como en él se publica el artículo que les había prometido, lo reproduzco ya.

Este número de la revista está muy interesante para los lectores habituales de Casi Enteros. Contiene un artículo de Carlos Lamas sobre la compra de TNS por WPP, los resultados de Zenith Vigía y muchos artículos más relacionados con nuestra área de interés. Se lo recomiendo.

Y aquí va el artículo, tal como lo escribí a finales de julio. Algunos de los indicadores a los que se hace referencia han evolucionado a peor, otro, el precio del petróleo, nos ha dado un respiro, pero se ha perdido entre el paisaje general.

Crisis, desaceleración, recesión, contracción del mercado…

Llevamos unos cuantos meses en los que estas o parecidas palabras resuenan una y otra vez en nuestros oídos.

Después de más de diez años de crecimientos, la economía española ha entrado en la fase negativa del ciclo. ¿Recuerdan que hace unos años hubo un momento en que nos dijeron que ya no iba a haber ciclos? Creceríamos siempre; no me acuerdo bien del razonamiento, pero tenía algo que ver con la digitalización.

El mercado de medios ya vivió una pequeña crisis entre 2001 y 2003, debida sobre todo al desmesurado crecimiento de los años anteriores. Fueron los años de la liberalización de las telecomunicaciones, las grandes ofertas públicas de acciones y el lanzamiento de las empresas puntocom, cuando parecía que los perros se ataban con longanizas. La vuelta a la realidad fue dura, pero los problemas se superaron pronto. En aquel caso se trató más bien de un ajuste y no afectó al conjunto de la economía.

Ahora parece que las cosas son diferentes. Estamos viviendo un profundo cambio estructural que afecta a toda la sociedad y también, de forma muy especial, al mercado publicitario.

El detonante se produjo en el verano de 2007 y venía de Estados Unidos. La crisis de las subprime morgage, lo que algunos medios llamaron el tsunami financiero, fue la primera señal de alarma. Pero tras unos momentos en los que cundió el pánico, también en nuestro mercado, pareció que las aguas volvían a su cauce.

El año 2007 terminó bien, casi con la misma fuerza con la que había empezado y los dos primeros meses de 2008 tampoco fueron malos: se redujo un poco el optimismo, pero aún se hablaba de crecimientos y de cumplir los presupuestos.

Ahora ya no.

Ya casi nadie se acuerda de que cuando iba a empezar la guerra de Irak una de las cosas que nos prometieron fue petróleo barato. Ya hemos visto el barril de brent a más de 145 $ y nos dicen que no es descabellado pensar en un coste de 180 $, que multiplica por más de 7 el coste de 2001.

Con este precio del petróleo, el aumento de coste de las hipotecas y la sensación permanente de crisis económica, no es de extrañar que las ventas de automóviles hayan caído en España un 17,5% en los seis primeros meses del año (casi un 31% en junio). (Gráfico 3)

El cambio es estructural, profundo y afecta a todas las economías avanzadas, pero tiene una incidencia especial y unas características propias en España.

Durante los últimos años hemos vivido en España un modelo de desarrollo basado en la construcción y la especulación que llevaba aparejada. Cuando el sector entra en crisis (Llanera, Astroc, SEOP, muchas más y últimamente la mayor: Martinsa Fadesa) arrastra a otros muchos: todos los de materiales de construcción, muebles y decoración, electrodomésticos, seguros de hogar, la propia banca…y el mercado se contrae.

Con un número creciente de empresas en dificultades aumenta el paro, disminuye la ocupación (en el primer trimestre el paro aumentó un punto, pero aún crecía la población ocupada; en el segundo ya no ha sido así), disminuye la capacidad de consumo privado (muy afectada también por el alza de los tipos de interés) y los problemas se van extendiendo a otros sectores. La última es una caída en el sector de las telecomunicaciones.

En un claro efecto dominó, los problemas han terminado afectando al mercado publicitario. Y mira que esta vez nos hemos resistido.

Los dos primeros meses de 2008 fueron relativamente buenos. Marzo fue raro: hubo elecciones y Semana Santa temprana. Abril era el mes de la esperanza. Todo debería haber resurgido, pero no fue así. Con todo comparábamos con un abril anterior con Semana Santa y eso enmascaraba un poco los problemas. Pero llegó mayo y ya no se podía mirar para otro lado. Y junio…y julio…

Sólo las victorias deportivas de los españoles parecen animar algo el panorama: la selección en la Eurocopa de fútbol, Nadal en tenis (Roland Garros y Wimbledon), Contador en ciclismo (Giro) fortalecen la Marca España, como muy pronto se encargó de destacar la Universidad de Navarra. En Fórmula 1 aunque Alonso no está viviendo su mejor año, sigue cosechando grandes audiencias.

Pero de éxitos deportivos no se come.

Así que, podemos llamarle como queramos, pero el caso es que estamos en crisis.

El seguimiento que hago con Zenith Vigía, consultando a directivos de los principales medios españoles, ya lo venía advirtiendo: en febrero el mercado crecerá menos que el año pasado; en abril el mercado casi no crecerá; en junio el mensaje era ya claro este año el mercado publicitario se retraerá. Y las percepciones sobre la economía y sobre el mercado publicitario, que desde el comienzo del año eran negativas, empeoraban a cada ola.

Arce Media publicó en mayo un primer avance de su estudio i2p de inversiones publicitarias y ya hablaba de una caída en el primer trimestre, pero pronosticaba una recuperación a lo largo del año. Pero sus datos sobre el primer semestre, publicados en julio acentúan el descenso (hasta un 11,7% en total medios y un 7,5% en televisión) y descartan esa posible recuperación. La previsión para total año es una caída del 13%.

Infoadex también ha hecho público un avance sobre el primer semestre que recoge una caída importante de la inversión publicitaria: un 6,5 en total medios y un 4,1% en televisión.

Lo de menos es la diferencia entre las cifras, que seguro que se justifica por los métodos de estimación; lo importante es la unanimidad de la tendencia: estamos en crisis.

Y a juzgar no sólo por los datos sino por el desconcierto generalizado, estamos ante la crisis más grave en muchos años. Tantos que la mayoría de los encargados de gestionar ésta no han vivido anteriormente ninguna crisis seria.

¿Y ahora qué?

Cómo decía al principio se trata de una crisis estructural. Cuando haya pasado, ya nada volverá a ser como antes. Estamos en plena mutación. En nuestra economía, porque hay que encontrar una nueva locomotora que sustituya al mercado inmobiliario. En el mercado de los medios porque cuando salgamos estaremos en un nuevo panorama, mucho más digital, en el que el papel de la publicidad habrá cambiado. Cada vez se buscará más el contacto personal, proporcionar experiencias de marca a los consumidores. En el nuevo panorama tras el apagón analógico las grandes audiencias serán más excepcionales, pero seguirán siendo necesarias para la creación de grandes marcas; eso aumentará su valor.

Los estudios Touch Points, que ZenithOptimedia viene realizando a lo largo de todo el mundo muestran la importancia creciente de otros tipos de comunicación (el boca-oreja, la recomendación personal, el punto de venta…) que ya rebasan a los medios masivos. Pero incluso ahí los medios de masas, con la televisión a la cabeza, van a tener un papel clave como activadores o catalizadores de esos medios alternativos. De lo que no cabe duda es de que el tratamiento habrá de ser diferente.

No podemos limitarnos a sobrevivir. Tenemos que reinventar nuestro propio trabajo. De esta crisis no se va a salir recortando plantillas, aunque en algunos casos haya que hacerlo; se saldrá generando valor. Eso quiere decir inversión en innovación, en talento, en mejoras en los procesos, en dotar de valor a las marcas.

Y eso quiere decir publicidad. No, seguro, publicidad convencional en bloques de sesenta spots. Eso seguramente no volverá; quedará muerto y, si se me permite, bien enterrado. Hay que seguir inventando nuevas fórmulas, hay que seguir innovando. Hay que buscar esas fórmulas que establezcan el diálogo con el consumidor, que le proporcionen experiencias, que le impliquen con nuestras marcas.

En la nueva sociedad hacia la que nos dirigimos las marcas seguirán teniendo mucha importancia y el camino más corto para crear marcas es la buena publicidad. Pero además la sociedad necesitará, seguirá necesitando, medios potentes y los medios, para ser potentes necesitan publicidad.

Publicidad y medios, marcas y medios, son mundos condenados a entenderse. Se necesitan mutuamente.

Pero el modo de relacionarse entre sí y con el consumidor, que ambos mundos necesitan, está cambiando rápidamente y nada volverá a ser como antes.

Un gran reto. Una gran oportunidad para quienes mejor sepan leer los cambios.

Tour: amarillo y verde

Hace ya unos cuantos años, el el 95, leí L’Alpe D’Huez, una obsesiva novela del navarro Javier García Sánchez, que relataba una etapa del Tour de Francia en la que un veterano corredor, escapado desde la salida, luchaba por ganar esa mítica etapa, en lo alto del monte de las 21 curvas, numeradas en sentido descendente.

Luego, unas Navidades se lo regalé (otro ejemplar, claro) a Ángel López, entonces un chaval que había trabajado conmigo (también matemático, por cierto), gran ciclista, que de aficionado había corrido con Óscar Freire y que ahora dirige la investigación en Media Contacts.

Si les gusta el ciclismo, se lo recomiendo, aunque supongo que ahora será difícil de encontrar.

Disfruté mucho el miércoles con la ascensión a L’Alpe D’Huez. La subida que realizó Carlos Sastre fue espléndida; puso un ritmo magnífico tras demarrar en la primera rampa y fue ampliando poco a poco la distancia. Su equipo,

el CSC, que ha demostrado ser el mejor del Tour, había hecho antes un gran trabajo.

Yo creo que Carlos Sastre cae bien a todo el mundo. Año tras año se ha clasificado entre los primeros del Tour, sin llegar a completar nunca una gran hazaña, pero siempre cerca de los mejores. Hasta ahora sólo había ganado una etapa.

Ahora ya ha ganado otra, la más simbólica de todas y viste de amarillo.

Sólo falta, y no es poco, confirmar en la contra-reloj de mañana que este año ha sido el mejor.

Para eso tiene que conservar la ventaja, poco más de un minuto, que lleva al australiano Cadel Evans, mucho mejor que él

en esa especialidad, pero que se hace menos simpático: ha corrido todo este Tour a la defensiva.

Mañana no nos lo podemos perder.

Pero este Tour, en el que de nuevo ha fallado Valverde, tiene otro protagonista español. Óscar Freire ganó una etapa, pero además ha ido sumando puntos poco a

poco, como una hormiguita, para hacerse con el maillot verde de la clasificación por puntos. Hasta ahora nunca lo había conseguido un español. Tenía que ser él. Un gran sprinter, el mejor español de todos los tiempos, y con el aguante suficiente para llegar a París.

Es muy difícil, pero hoy todavía podemos soñar con ese domingo en los Campos Elíseos, con Sastre de amarillo como ganador del Tour y Freire de verde con el maillot de los puntos.

Además, puestos a soñar, ya no está Cavendish, ¿por qué no una victoria de Óscar en la última etapa?

No nos lo podemos perder: el domingo hay que ver la tele.