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Casi enteros: un blog sobre los medios de comunicación, la publicidad, su papel en la financiación de los medios, la investigación y otros temas relacionados con todo esto

Archivo de noviembre, 2016

#Unoalmes Patria, de Fernando Aramburu

A principios de septiembre me llegó una invitación de la Fundación Telefónica para asistir a la presentación de Patria, la última novela de Fernando Aramburu, una presentación que tenía como maestro de ceremonias a otro vasco ilustre: Iñaki Gabilondo. Dos figuras a las que admiro: era un buen plan para una tarde de septiembre, pocos días después de volver de vacaciones.

Allí nos fuimos Maxi y Yo. Estaba hasta los topes y nos tocó verlo en una pantalla lateral. Aun así, mereció la pena.

Fernando Aramburu dedicándonos su libro

Fernando Aramburu dedicándonos su libro

Yo ya había leído en su momento dos libros de relatos de Aramburu: Los peces de la amargura y Los vigilantes del fiordo e incluso una novela: Años lentos. En todos ellos el llamado conflicto vasco tiene un papel clave pero creo que en Patria, la historia de dos familias vecinas, de un pueblo que, aunque nunca se nombra podría ser Rentería, Hernani u otro de esa zona, alcanza la categoría de obra maestra.

Las dos familias eran amigas: los padres compañeros de partidas de mus y de excursiones cicloturistas los domingos; las madres incluso estuvieron a punto, de jóvenes, de entrar juntas en un convento; los hijos compañeros de juego y, ya de adultos, de algunas cosas más.

Les separa su situación económica: el Txato ha conseguido progresar y es dueño de una empresa de transportes, con varios camiones, Joxian no ha pasado de ser un simple obrero. Con el tiempo les separa mucho más: Joxe Mari, el hijo de Joxian, entra en ETA y el Txato es asesinado. Bittori sospecha que Joxe Mari puede ser el asesino pero nunca se confirma.

La familia del Txato pasa a ser sospechosa y tiene que abandonar el pueblo e irse a vivir a San Sebastián.

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En la novela se van alternando las vivencias de las dos familias, la de Bittori, la viuda del Txato y sus hijos y la de Joxian y Miren, su mujer, que se vuelve más abertzale que nadie y sólo vive para visitar a Joxe Mari en la cárcel.

Arantxa, la hermana de Joxe Mari, condenada a vivir en silla de ruedas y expresarse por escrito, tras sufrir un ictus, es también una pieza clave en la novela.

Patria refleja los problemas que ha vivido la sociedad vasca durante cerca de cincuenta años, golpeada por la violencia y, sobre todo, por el silencio que impedía hablar de ella, especialmente en los pueblos pequeños en los que todos se conocen y donde era posible pasar a ser sospechoso simplemente porque alguien decidía que lo fueras.

Es el reflejo de una época, espero, ya superada pero que para muchos de nosotros representa prácticamente toda la duración de nuestras vidas.

Una novela impresionante que merece la pena leer.

La televisión se muere

Hay días para todo. Incluso hay días en los que coinciden dos o más dedicatorias. Hoy 21 de noviembre es el Día Mundial de la Televisión.

¿Cómo está hoy la Televisión? Llevamos años oyendo que la Televisión se muere; incluso sin remedio. Pero ¿es cierto?

Tengo muy reciente la clase que di el viernes en el ICEMD sobre El sector televisivo y que me sirvió para actualizar los principales datos respecto al medio.

Aunque hay experimentos previos, incluso en el último decenio del siglo XIX, se considera que la Televisión es un invento de los años veinte del siglo pasado; las primeras emisiones de lo que luego serían canales para el público se sitúan en 1930. En España acabamos de celebrar los 60 años de la primera emisión de TVE (el 28 de octubre de 1956) y los cincuenta del UHF, la actual La 2, en noviembre de 1966.

Desde entonces no hemos vivido un mes sin cambios en el sector, unos cambios que se han acelerado en los últimos tiempos, en muchos casos motivados por la digitalización galopante de la sociedad. La Televisión ya no se ve como antes, toda la familia alrededor de un mismo aparato concentrados para ver lo mismo que se estaba viendo en la mayor parte de los hogares del país. Ahora es muy posible que cada miembro de la familia esté viendo una cosa diferente en un dispositivo diferente mientras, con una gran probabilidad reparte su atención con otro o varios aparatos diferentes.

Pero la Televisión sigue siendo el medio de mayor cobertura (más del 85% de los españoles ve la televisión un día cualquiera) y sigue siendo la actividad a la que se dedica más tiempo después de dormir. Aunque el consumo cae desde el máximo alcanzado en 2012 todavía sigue estando muy próximo a las cuatro horas diarias de promedio y es superior al de cualquier año anterior a 2010. ¿Se muere la Televisión? El muerto está muy vivo.

Mi amigo Eladio Gutiérrez hace mención hay a un documento de tres grandes asociaciones europeas en el que se recalca esta misma situación: la Televisión mantiene en toda Europa su situación de dominio, incluso entre los jóvenes, el grupo en el que puede estar más amenazada; incluso en el Reino Unido, el país en el que las alternativas digitales tienen más fuerza.

Eso sí: se trata de un medio muy diversificado, con una audiencia muy fragmentada: ya nunca encotraremos a más del 60% de la población viendo el mismo contenido como ocurría a veces a mediados de los ochenta; ya es muy raro que un programa alcance los diez millones de espectadores, incluso si es uno de los partidos del siglo que el fútbol nos ofrece en varias ocasiones cada año.

Las campanadas de año nuevo en TVE siguen siendo uno de los programas de mayor audiencia del año (FOTO: TVE)

Las campanadas de año nuevo en TVE siguen siendo uno de los programas de mayor audiencia del año (FOTO: TVE)

Puede parecer contradictorio pero ese medio de audiencia fragmentada está muy concentrado desde el punto de vista empresarial. De las más de 280 emisoras medidas por Kantar en octubre dos grupos (Mediaset y Atres) concentran el 58,5% de la audiencia, casi el 81% de la publicidad emitida y más del 87% de los ingresos publicitarios.

No nos debería sorprende si tenemos en cuenta que, en el ámbito digital a nivel mundial, dos empresas Google y Facebook concentran el 85% de los ingresos y dejan el restante 15% para varios millones de otras empresas (algunas tan grandes como Apple, Amazon, Twitter o Baidu).

También está muy concentrado el sector de la producción: según datos proporcionados por Barlovento Comunicación sólo cuatro de las cincuenta y tres productoras de las que se ha emitido algún programa entre enero y octubre han producido más de quinientas horas de programas; entre las cuatro suponen más del 54% de la producción; en el otro extremo cada una de las 33 con menor producción ha producido menos del 1%; entre todas suman menos del 10% de la producción emitida.

La Televisión de Pago ha experimentado un fuerte crecimiento estos últimos años, empujada por las operadoras de telecomunicaciones pero sigue siendo la hermana pequeña: aproximadamente un 35% de los hogares pagan ahora por disponer de esa oferta más amplia.

La Televisión vive tiempos interesantes: cada vez más contenidos se ven en dispositivos diferentes del televisor; cada vez más contenidos provienen de personas o empresas que no estaban en el circuto tradicional. Pero con todos los cambios, innegables, creo que el medio sigue gozando de una salud envidiable.

El EGM medirá los podcast (¿o son audios?)

Los amantes de la Radio hemos recibido esta semana una buena noticia: el EGM medirá la audiencia de los podcast a partir de 2017. La noticia es tanto mejor para quienes amamos a la Radio también en buena medida desde el análisis de sus datos. Yo crecí profesionalmente analizando los datos de Radio.

Gorka Zumeta en una conferencia

Gorka Zumeta en una conferencia

Pero ¿qué son los podcast y por qué los nombramos en inglés? He acudido al blog de Gorka Zumeta, la biblia de la Radio y, nada más entrar me he encontrado con la reproducción de un artículo de Álex Grijelmo en el que defiende con pasión el término audio para esas piezas de sonido grabado que podemos escuchar en cualquier momento porque, como tantas otras cosas, están almacenadas en Internet.

Justo estos días se están celebrando en Valencia unas jornadas sobre podcasting, la Radio que viene.

Internet lo ha cambiado todo. Antes, para ver o escuchar algo que se había emitido anteriormente, teníamos que habernos tomado previamente la molestia de grabarlo (algo que pocas veces era posible: si no lo podíamos disfrutar en directo era porque estábamos haciendo otra cosa, lo que, muy probablemente, nos impedía también iniciar la grabación).

Ahora no. Ahora todo está en Internet. También piezas grabadas específicamente para que se escuchen en cualquier momento y que, en muchos casos, no se han emitido nunca, al menos por una emisora convencional.

En la nota de prensa en la que AIMC comunica esta novedad se especifica que actualmente hay 31 empresas de Radio (que representan a 61 emisoras) asociadas a AIMC.

En seguida han surgido algunas voces que se preguntan qué pasará con todos esos podcast de éxito que no pertenecen a ninguna de esas 61 cadenas. Supongo que, siguiendo las normas de la asociación, esas audiencias se investigarán pero no se harán públicas. Quizá eso sirva de estímulo para que otras empresas, otros comunicadores por la vía del podcast, se asocien a AIMC. Eso sí, desde la asociación debería hacerse un esfuerzo de generosidad, mediante el establecimiento de tarifas asequibles, para que esos otros comunicadores, que en la mayor parte de los casos tendrán unas posiblidades económicas limitadas, puedan asociarse.

Y otro mensaje para la AIMC: aprovechando que la nueva medición va a poner de actualidad esta realidad ¿por qué no se intenta castellanizar el término, en la línea de la propuesta de Álex Grijelmo?

La noticia sería entonces: el EGM va a comenzar a medir los audios.

No suena mal.

Los medios no toman vacaciones

A finales de los años setenta y principios de los ochenta el EGM analizaba el consumo de medios en verano. Era un estudio complejo: había que captar a los entrevistados antes de irse de vacaciones y entrevistarlos después. La mayor complicación era conseguir que la muestra fuera representativa de una realidad (dónde y cuándo se iban de vacaciones los españoles) para la que no había datos poblacionales.

Pronto se dejó de hacer.

A principios de los noventa, cuando la audimetría sufrió el peor ataque de su historia, desde el Comité de Usuarios de Ecotel se pusieron en marcha una serie de estudios, entre ellos uno de consumo de televisión entre los desplazados. Se encontraron algunas conclusiones curiosas: los españoles seguían viendo la televisión cuando estaban de vacaciones. En algunos casos incluso más que quienes estaban trabajando y seguían en sus residencias habituales. Eran los años de Indurain y las audiencias en la sobremesa se disparaban entre quienes estaban de vacaciones; mucho más que entre quienes seguían trabajando y a esa hora no podían conectar con las hazañas de su ídolo.

Ahora, veinticinco años después (o casi cuarenta si nos referimos a aquellos primeros EGMs de verano) la AIMC vuelve a hacer estudios de consumo de medios en vacaciones, utilizando su propio panel de internautas. Se han presentado los resultados de la cuarta edición del estudio.

En vacaciones no dejamos el móvil FOTO: GTRES

En vacaciones no dejamos el móvil FOTO: GTRES

Por la propia metodología (se trata de un estudio sobre personas que tienen acceso a Internet y no sobre total población) el estudio sesga a favor de Internet, lo que no le quita valor.

Más del 90% de quienes salen de vacaciones (el 92% si es al extranjero; el 94% si se quedan en España) conectan con Internet durante ese periodo. En la mayor parte de los casos mediante un smartphone. Estos datos crecen respecto años anteriores.

Una buena parte de quienes están de vacaciones no pierde contacto con los Diarios: un 25% los sigue a través de Internet y otro 20% indistintamente  por Internet y en papel. Para el resto de los medios, si las vacaciones son en España, el contacto predominante es con la versión convencional.

Aunque el consumo de medios se reduce algo en verano, incluso entre quienes se quedan en su domicilio durante las vacaciones, sigue siendo importante, mucho más que lo que se da por hecho cuando no se estudia el dato.

La campaña de Trump

Me he dado cuenta de que soy muy osado.

En el programa Millennium sobre el legado de Obama en el que participé estábamos hablando sobre campañas políticas de referencia. Yo dije que las campañas de Obama (las dos) habían sido muy innovadoras, utilizando las últimas novedades digitales en cada momento y que de las de este año la que parecía mejor era la de Bernie Sanders, Ramón Colom me preguntó si la de Trump se tomaría a partir de ahora como referencia.

Yo afirmé rotundamente (minuto 5,35) que no, que solamente se tomaría como referencia de lo que no se debe hacer: una campaña a base de exabruptos y barbaridades sólo puede crear enemigos.

¡Vaya error! Una vez vistos los resultados está claro que el equivocado, de medio a medio, era yo.

Leo ahora en más de un sitio que con Trump ha triunfado la autenticidad: el presidente electo dice las cosas como las siente y así llega más directamente al corazón de sus electores.

Donald Trump en su discurso como Presidente electo

Donald Trump en su discurso como Presidente electo

Me parece tremendo, a la vez de todo un signo de la sociedad en la que ya vivimos y, peor aún, en lo que se puede llegar a convertir.

Si para triunfar en un mundo de patanes hay que hablar como el más patán de todos y decir las barbaridades mayores que las que diría cualquiera de los otros patanes, ¡aviados estamos!

Siempre se dice que Hitler llegó al poder gracias a los votos; ahora vemos que un político que ha presumido de machista, xenófobo e ignorante llega al poder con el apoyo de más de sesenta millones de personas. ¿Todos patanes? Supongo que no, pero sí personas que admiten ese tipo de lenguaje y de «razonamientos«.

Dicen que a estas desviaciones conducen las redes sociales. Yo soy un gran admirador de Twitter; de mi Twitter, ¡claro! Cada uno tiene el Twitter que se va construyendo a partir de la gente que considera próxima, o al menos interesante.

Supongo que el Twitter de los seguidores de Trump tiene poco que ver con el mío.

Y volviendo al tema inicial: ¿tendrán las marcas que dirigirse a sus potenciales clientes utilizando un lenguaje soez porque vamos hacia un mundo cada vez más soez?

Me resisto a apoyar esa idea.

¡Trump! Y otra vez fallaron las encuestas

Mi primera reacción esta mañana al enterarme ha sido pensar: ¡qué desastre!

Luego he recordado mi incursión en el tema americano, mi participación en el programa Millennium de hace unas semanas. Aunque todos los participantes estábamos convencidos de que ganaría Hillary, en varios momentos del coloquio Elvira Lindo insistió en que Estados Unidos no es Nueva York, ni California y en la América profunda el discurso de Donald Trump había calado a fondo en los ciudadanos. También Álvaro Longoria nos decía que el americano medio es machista y racista y por tanto Trump estaba acertando con su discurso.

Donald Trump ¿sorprendente? ganador de las elecciones.

Donald Trump ¿sorprendente? ganador de las elecciones.

Me quedó la sensación de que es muy difícil juzgar lo que puede pasar en un país desde la mentalidad de otro muy diferente.

Hoy esa sensación se ha confirmado: Trump gana en electores y en voto popular. Además no habrá contrapoder en las cámaras: los republicanos ganan también el Senado y la Cámara de Representantes.

Aquí se habían mezclado nuestras percepciones (Trump es un maleducado, xenófobo, machista, racista,…) con la imagen que nos han dado los medios (destacando siempre sus exabruptos) y lo que nos decían las encuestas (en todas ganaba Clinton aunque casi nunca por mucha ventaja).

Otra vez han fallado las encuestas: en el Reino Unido no acertaron que ganarían los partidarios del Brexit; en Colombia no acertaron que ganarían los contrarios al tratado de paz y en Estados Unidos no vieron que Trump iba a ser el ganador. Por no hablar de los fallos en España respecto a la magnitud de las victorias del PP y sobre el posible sorpasso de Podemos sobre el PSOE.

Los que de alguna manera nos dedicamos a actividades que dependen de encuestas o estudios que utilizan procedimientos de muestreo tenemos un problema y debemos analizarlo a fondo.

AEDEMO y las asociaciones profesionales del sector son conscientes de ello. La revista Investigación y Marketing dedicó su último número, casi monográfico a analizar este tema.

Hoy he oído que en las encuestas privadas sí salía ganador Trump y sólo en las que se hacían para los medios y se acababan publicando (en unos medios casi unánimemente favorables a Clinton) el resultado era el contrario. Si esto fuera verdad el problema lo compartiríamos con los medios: los profesionales de la investigación sociológica no deberían prestarse a manipular los resultados de los sondeos con el fin de influir en los resultados.

No sé si ha sido así; sería muy grave.

También puede ser que las encuestas no estén bien diseñadas y se dirijan sólo a la parte de la población más fácil de entrevistar y que esos fueran partidarios de Clinton. Pero ¿todas las encuestas?¿todas las empresas de investigación que en este tipo de estudios se juegan una buena parte de su prestigio lo han hecho mal?

La otra posibilidad es que los encuestados mientan. Por saturación o por hartazgo.

Tampoco debería extrañarnos demasiado: si, una vez tras otra estamos dispuestos a votar a políticos que nos mienten ¿por qué no mentir también aquí?

Eso es lo que puede hacer aún más grave el problema.

Nos llevaría a creer sólo los resultados de estudios basados en mediciones mediante aparatos y no en aquéllos en los que lo que se mide sean opiniones, intenciones o recuerdos.

El legado de Obama

Conozco a Ramón Colom hace muchos años. Coincidimos, muy poco, cuando los dos trabajábamos en RTVE. En los últimos años hemos recuperado una relación, esporádica pero cordial.

A finales de septiembre me llamaron de su parte para proponerme participar en el programa Millennium que él dirige, en una emisión dedicada al legado de Obama.

¿Por qué yo? Conozco a Obama, como todo el mundo, pero no soy, ni de lejos, un especialista.

-No te preocupes. Ramón sabe lo que hace. Ya verás como todo sale bien.

Y allí que fui, el 7 de octubre, a los estudios donde se graba el programa, en Villaviciosa de Odón.

El programa se ha emitido esta semana, en la noche del lunes al martes. Según los datos de Kantar lo vieron en directo un total de 59.000 espectadores. Confío en que alguien más lo haya visto en diferido, como unas cuantas personas de mi entorno.

Como me esperaba, los otros contertulios tenían mucho más concocimiento que yo: Carlos Westendorp había sido embajador en Washington durante cuatro años y había vivido allí la primera campaña de Obama; Elvira Lindo ha pasado en Nueva York nada menos que once semestres, desde antes de la llegada de Obama y durante todo su mandato; Álvaro Longoria se ha formado en Estados Unidos y ha realizado allí parte de su trabajo cinematográfico.

Y luego estaba yo. Que he visto mucho cine, he leído mucho sobre Estados Unidos…pero he estado allí poco menos de una semana…y justo en Nueva York, que quizá no sea lo más representativo.

Creo que no quedé tan mal. Lo puedes ver aquí.

Obama puede estar satisfecho de su legado

Obama puede estar satisfecho de su legado

Intenté centrarme en las campañas de Obama hacia la presidencia, un modelo desde todos los puntos de vista y en los aspectos de su presidencia más relacionados con la comunicación. Al fin y al cabo es a lo que yo me he dedicado. Pero una vez comenzado el coloquio hay que hablar de todo lo que se plantee.

Hay que distinguir entre la época de Obama y su legado. Obama llegó al poder en un momento muy complejo, al poco tiempo de iniciarse la mayor crisis económica de los últimos noventa años, con una situación internacional compleja y en un momento de transformación tecnológica acelerada. Muchos de estos aspectos estaban muy relacionados con la actuación de su antecesor.

La situación económica es ahora mucho mejor que cuando Obama llegó. En el plano internacional hay luces y sombras: los acuerdos con Cuba (rompiendo una política que había fracasado durante cincuenta años) y con Irán (tras más de venticinco años de ruptura) son avances hacia un mundo mejor; la situación en Oriente Medio, con las crisis de Siria, Libia o el Yemen y la aparición y desarrollo del Daesh son puntos negativos. Todos fuimos muy ingenuos con las primaveras árabes, sin pensar que lo que venía después podía ser peor. El fundamentalismo islámico ha crecido durante sus mandatos. ¿Habría sido diferente con otro tipo de políticas?

Durante el mandato de Obama se produjo la acción contra Bin Laden y se ha intensificado la utilización de drones y las acciones bélicas sin presencia humana. Dos tipos de actuaciones discutibles pero que, casi desde cualquier punto de vista son mejores que sus alternativas (larga guerra en Afganistán, conflictos con participación masiva pero sin finalización).

Obama no ha cerrado Guantánamo, una de sus promesas electorales y eso pese a que ya quedan allí muy pocos presos. Este hecho tuvo cierto peso en el programa. Aún podría hacerlo y se apuntaría un buen tanto final.

En política interior la Ley de Cuidados Accesibles (Obamacare) contó con una fuerte oposición pero ha conseguido reducir de 50 a 32 millones el número de personas si ningún tipo de seguro médico. Un avance que podría haber sido mayor.

Los tiroteos masivos, las tensiones raciales y los incidentes entre policías y personas de raza negra han sido abundantes durante su mandato. Aunque lo ha intentado no ha sido capaz de racionalizar la venta de armas. La segunda enmienda y los partidarios de que todo el mundo tenga acceso a armas para defenderse hacen muy complicado solucionar este problema. Una verdadera lacra para su país.

La explosión tecnológica ha dado muchas más capacidades a los ciudadanos (en Estados Unidos y en todo el mundo) pero también a las corporaciones y a las administraciones. Ahora todos estamos más vigilados, al menos potencialmente. Pero habría ocurrido igual, o parecido, con cualquier otro presidente.

Cuando llegó Obama al poder las expectativas fueron tan altas que era casi imposible cumplirlas, pero creo que el balance ha sido bueno, casi en cualquier sentido mejor que la época de su predecesor Bush junior.

¿Un Gobierno poco digital?

Acaba de saberse la composición del Gobierno. Veo que Álvaro Nadal, uno de los monclovitas hasta ahora en la segunda fila, como decía ayer Arsenio Escolar, es el nuevo Ministro de Energía, Turismo y Agenda Digital. A primera vista parecen tres conceptos que tienen poco que ver, que el Presidente está mezclando el agua con el aceite…y con el mercurio, que supongo que es otro elemento que no combina bien.

Álvaro Nadal, el nuevo Ministro de Energía, Turismo y Agenda Digital

Álvaro Nadal, el nuevo Ministro de Energía, Turismo y Agenda Digital

Pero al menos, creo que por primera vez, se incluye la palabra Digital en el nombre de un Ministerio.

Precisamente esta mañana leía/veía en Mediatics una entrevista que Miguel Ormaetxea hace a Nacho de Pinedo, Presidente del ISDI (Instituto Superior para el Desarrollo de Internet) una institución que, si ya tenía un gran prestigio, ha ganado notoriedad últimamente tras fichar a Javier Rodríguez Zapatero, hasta hace poco Presidente de Google España. En esa entrevista Nacho dice, entre otras muchas cosas:

No creo que el nuevo Gobierno apoye la apertura digital sino a los poderes tradicionales.

Ninguno de los cuatro principales partidos tiene una hoja de ruta digital.

La Tasa Google es una mentira desde el principio, que la gente se intentó creer.

El consumidor español es más digital que la media europea. La penetración de Móviles es la más alta. En cambio en temas de negocio estamos al nivel de Polonia en e.commerce, muy lejos del Reino Unido.

En España hay fuerzas que conspiran para frenar la digitalización.

A nivel de Administración Pública nuestro país es uno de los más avanzados del mundo.

El futuro se reparte de manera desigual.

Si el emprendimiento, y en especial el digital, se cuidara de la misma manera que se ha cuidado la construcción, probablemente seríamos una gran potencia digital. Lo tenemos todo: un idioma que es el segundo del mundo en Internet y en Internet no hay fronteras, los mercados son los idiomas. Tenemos una gran calidad de vida que nos permitiría atraer talento y una seguridad como país que nos podría convertir en una especie de Silicon Valley de Europa.

Las profesiones del año 2020 no van a ser las mismas que tenemos ahora.

España tiene que apoyar la Agenda Digital Europea y montar la economía del español.

Si estás en una posición de liderazgo tienes que tener la capacidad y la visión para capitalizarte a ti mismo.

Los medios tradicionales están sufriendo la muerte de las cien mil cuchillas: cada nuevo actor que entra no te mata pero te hiere un poquito y entre todos…

Vivimos un momento apasionante. Como en cada revolución, con luces y sombras.

Nacho se define como un optimista digital y está convencido de que estamos viviendo un cambio de época, comparable al Renacimiento o a los comienzos de la industrialización.

La entrevista dura 28 minutos pero merece la pena verla entera: está llena de ideas y datos interesantes.

Y respecto al Gobierno y su aspecto digital habrá que darle ese margen de los cien días de cortesía. Como en este terreno queda tanto por hacer es muy fácil empezar a dar pasos por el buen camino.

Al menos en el nombre tenemos un tercio de Ministerio digital, que es mucho más de lo que había hasta ahora.

La fiesta del Cine triunfó de nuevo

La semana pasada se ha vuelto a celebrar la Fiesta del Cine. A lo largo de los tres días de que se compone acudieron a las salas de cine españolas un total de más de dos millones y medio de espectadores.

El Cine y su Fiesta siguen trinfando

El Cine y su Fiesta siguen trinfando

Este año la protagonista ha sido, de nuevo, una película española: Un monstruo viene a verme. De nuevo la película de Tele 5, como ya ocurriera hace dos años con Ocho apellidos vascos. La chica del tren e Inferno han sido las otras dos películas que la han acompañado en el podium de las más vistas de esos tres días mágicos.

Desde 2009 no había habido un año con tanta asistencia al Cine como éste en los diez primeros meses del año. Así lo refleja Amalia Blanco en este tuit.

Además hemos vivido el mejor mes de octubre desde 2005; también podemos verlo en un tuit de la misma autora:

El Cine lleva unos cuantos años recuperando un papel que había perdido. Las Fiestas del Cine ayudan a mostrar que el precio es una variable importante en la asistencia a las salas. Es posible que también le estén sirviendo a la industria para recopilar datos, tan valorados ahora, de asistentes al Cine, unas bases de datos que, sin duda, tendrán mucho valor en estos tiempos.

El Cine ha vivido también unos años de recuperación como vehículo publicitario. Parece que este año la retirada de uno de los mayores anunciantes está perjudicando al medio. Seguro que sólo es un fenómeno circunstancial: en un medio pequeño cualquier incidencia se nota, especialmente si la protagoniza un gran anunciante.

Pero el Cine, como medio publicitario, es el medio del recuerdo. La cobertura es pequeña, pero quien ve publicidad en Cine no la olvida.

Ya lo demostramos hace veinte años con el estudio Lumière.

Buen año para la investigación

Las asociaciones del sector de la Investigación de Mercados (Aneimo, la de las empresas, AEDEMO, la de los profesionales y ESOMAR, la internacional) celebran cada año un encuentro en el que se presentan los datos más importantes y se plantean los temas de interés que afectan a los profesionales de un sector, como casi todos, en profunda transformación.

Pronto hará un mes que se celebró la de este año en la que se presentaron muchas buenas noticias.

A nivel internacional el año 2015 fue el sexto consecutivo de crecimiento de la inversión en investigación, tras la crisis de 2009. Pero, así como en años anteriores ese crecimiento se basaba sobre todo en países emergentes, ahora los buenos resultados han llegado también a Europa y al resto de países avanzados.

En España se produjo un crecimiento del 8%, el mayor desde el año 2007. Para 2016 se espera un crecimiento algo menor, entre el 3,5% y el 4%.

España es el quinto país de Europa por volumen de inversión y el tercero que más creció en 2015.

La investigación on line se impone cada vez con más fuerza en perjuicio de las entrevistas telefónicas y, más aún, de las cara a cara en el hogar.

Estamos en un momento en el que la investigación, que siempre proporcionaba grandes cantidades de datos, se diluye entre las montañas de datos desectructurados que se obtienen por otras vías, en muchos casos proporcionados por los mismos usuarios. La clave es no perderse en esa maraña de datos y saber convertirlos en información útil para la acción. Que dispongamos de muchos datos no quiere decir que todos sean igual de buenos. Además la investigación tradicional nos ayuda a conocer cómo es el cliente fuera del entorno de la propia empresa.

La investigación vive un momento apasionante pero con profundos cambios que se pueden interpretar como oportunidades. El encuentro con la investigación ayuda a mejorar nuestra perspectiva y a intercambiar puntos de vista entre los diferentes actores de un negocio en plena transformación.