Entradas etiquetadas como ‘residencias geriátricas’

En la piel de las personas mayores

Por Flor de Torres Porras Flor de Torres + nueva

El maltrato a las personas mayores es un delito invisible. Goza de absoluta impunidad. Sus autores se prevalen de la extrema vulnerabilidad de la víctima.

No hay cifras, ni recuentos oficiales. Es invisible hasta en su percepción. Se maquilla en estadísticas comunes de violencia a la familia. Pero esta ahí: invisible, ocultado por sus cuidadores, sus hijos, sus familiares, en residencias no homologadas donde son depositados. Ellos, sus maltratadores, son a su vez cuidadores y responsables de su dignidad y seguridad. Son los que ejercen el maltrato físico, el psíquico, el abuso económico, la sobre sedación, la no asistencia, el aislamiento, el acoso, la falta de cuidados, los atentados a un integridad moral, la institucionalización sin garantías, la tiranía emotiva, las agresiones sexuales. Si, ahí están también ellos, los ancianos: callados, vulnerables y enfermos. Sin protección.

Según el Centro Reina Sofía para el Estudio de la Violencia, las cifras del Ministerio del Interior arrojan un escaso porcentaje de tres de cada 10.000 ancianos maltratados. Pero según estudios de organizaciones nacionales e internacionales, la cifra real de ancianos que sufren malos tratos se sitúa entre el 4% y el 5% de la totalidad de la población mayor de 65 años.

Y es la incidencia de la dependencia lo más preocupante relacionado con el universo de los malos tratos. Más de un millón de personas mayores padecen situaciones de dependencia grave o muy grave.

Los recursos, cada vez más limitados, y la dependencia familiar no cualificada incide en la medida que puede provocar reiteración además de conductas de violencia ya aprendidas o desplegadas ante personas extremadamente vulnerables. Es un hecho que el maltrato a ancianos tiene también componente de género y que en su mayoría se proyecta sobre nuestros mayores pero en el universo femenino, sea hombre o mujer el maltratador. Conductas enquistadas en la educación y en la familia se transmiten de padres a hijos e incluso se proyectan sobre la misma victima con varios maltratadores simultáneos y que conviven en la impunidad de un domicilio, del silencio y la extrema dependencia de la víctima.

Los ancianos son a la vez cuidadores de hijos esquizofrénicos, con problemas de alcohol, de drogas. Es el sustento último de personas que el que han excluido social, laboral e institucionalmente. Y ahí están siempre ellos: nuestros mayores. Cuidando en vez de ser cuidados. Sufriendo patologías ajenas cuyas agresividades les revierten. Y esto no es reflejo de un estado social, es muestra de la crueldad y la falta de valores del ser humano. No hay mayor injusticia que agredir y maltratar a una persona aprovechándose de su extrema vulnerabilidad.

Esta es una bolsa oculta de absoluta impunidad: la que se enconde en el maltrato a los mayores al concurrir la ventaja añadida que el trinomio ‘mayor-maltratado-vulnerable’ nunca denuncia el hecho, provocando que el oscurantismo de esta conducta permanezca, se mantenga y enquiste en la dependencia física y emocional con su agresor o agresores.

Pongámonos en su piel y denunciemos lo que ellos no pueden. No seas cómplice de sus maltratadores.

 

Flor de Torres Porras es Fiscal Delegada de Andalucía de violencia a la mujer y contra la discriminacion sexual.