Poner patas arriba un sistema escandaloso

Por Zinnia Quirós

Este año tiene lugar la 50ª edición del Foro Económico Mundial de Davos, esa cumbre que reúne a las élites políticas y económicas para compartir conocimiento, debatir y tomar decisiones que son clave para el conjunto de la ciudadanía global. En esta ocasión, avanzar hacia el Acuerdo de París y los Objetivos de Desarrollo Sostenible es el tema principal del que se hablará en el foro.

Aunque a priori nos parezca algo lejano, en ese paraíso de la montaña suiza se decide cómo va a ser el futuro de nuestra vida cotidiana. Pero de nada sirven estos debates si no vamos a la raíz de la urgencia global que nos oprime, y es que el sistema que impera no está colocando a las personas, a la sostenibilidad de la vida y sus cuidados, en el centro. El sistema que tenemos de hecho está expoliando nuestras vidas.

Lee el resto de la entrada »

Follar, ¿sin o con celebración?

Por María Astrid Toscano – María Maracas
Mi sobri Ale tenía seis años cuando en el karaoke de mi casa tomó el micrófono para cantar el vallenato La ventana marroncita. De repente, para avivar su canto, gritó: «¡ay hombe’!», como suele exclamarse en el canto tradicional. Y en seguida, casi sin parar, gritó: «¡ay mujer!» Yo lo miré atónita, con el pecho hinchándose de orgullo y mi cabeza y mi corazón celebrando al pensar: hemos creado un hombre no machista. 
Juan, mi último “amor de verano” (o de invierno, más bien, para corresponder con el calendario), por darle una categoría al tipo con el que más follé en las últimas vacaciones, ya pasa de sus treinta años. Quizás es uno de los tipos más libres que he conocido, crudamente honesto, lo que permite conversar y actuar en igualdad de condiciones, sin manipulaciones ni juegos emocionales innecesarios. 

¿Tenemos Gobierno feminista o no?

Por Lara ContrerasLara Contreras

Por fin y, tras meses de espera, tenemos un gobierno progresista de coalición que pone el feminismo en el centro de sus políticas. ¿Pero será de verdad un gobierno feminista o no lo será? ¿Será un gobierno que cambiará el modelo económico y social para poner a las personas en el centro?

Si valoramos los primeros pasos que van dando, hay luces y sombras. El pacto de gobierno sí incluye medidas feministas tanto en el empleo como en la lucha contra la violencia machista. Pero no define un programa donde el feminismo esté en el centro y que lo impregne todo, sino que propone medidas concretas en estos dos apartados. Desde las organizaciones sociales y de desarrollo hemos echado de menos el compromiso con una política exterior feminista, compromiso que el Presidente sí hizo el pasado septiembre en Naciones Unidas y que, por ejemplo, priorizaba la protección y la voz de las mujeres en los conflictos.

Lee el resto de la entrada »

Del abuso al cuidado. El cambio del sistema

 

Las últimas semanas pasadas del año recibimos diferentes llamadas para actuar urgentemente ante situaciones de injusticia y vulneración de derechos. Con motivo de la cumbre internacional del clima, la llamada COP 25, nos han alertado sobre la emergencia climática y sus consecuencias. A la vez, todavía resuenan en nuestros oídos las acciones en torno al 25N contra la violencia de género. Las dos causas han compartido tiempo en los medios, en las redes sociales y en las calles. Los movimientos ecologistas y feministas han elevado sus voces y nos han pedido actuar y declararnos en estado de emergencia: la situación es insostenible y no podemos esperar más.

Como ciudadanía activa y ante las múltiples demandas, en ocasiones elegimos “nuestra batalla”, la que más nos conmueve, aquella con la que empatizamos por uno u por otro motivo. Pueden ser muchas, pero no hay más que profundizar en la causa de los problemas para darnos cuenta que todas tienen mucha más conexión de lo que podría parecer. Sí, también la emergencia climática y las violencias machistas.

Millecent Fawcett, feminista, intelectual y sufragista, pedía corage para el cambio. Crédito: Pxfuel.

¿Qué estamos haciendo mal? Nos encontramos ante un sistema fallido, un sistema que ha puesto la mirada solo en el beneficio de unas pocas personas, al que poco le ha importado el impacto que el supuesto progreso ha tenido en la mayor parte de la población.  Un sistema que ha menospreciado el cuidado de la vida en pro del crecimiento ilimitado. De personas ricas y pobres, de ganadores y vencidos. Un mundo que excluye.

Y esto es lo que necesitamos cambiar. Convencernos que los parámetros que guían las grandes decisiones tienen que poner a las personas en el centro. Personas dueñas de sus propias vidas, sin subordinación ni dominación de ninguna clase. Un mundo de nuevas relaciones, que no están marcadas por la competición y que ponen en valor las tareas hasta ahora desprestigiadas del cuidado. Nueva distribución del poder y nuevos valores como la empatía, la escucha y la interdependencia. 

Y si hablas de relaciones sin dominio, no puedes permitir que las mujeres, que son más de la mitad de la población, no tengan los mismos derechos que los hombres y una vida libre de violencias. 

Y si hablas de personas en el centro, no puedes permitir que millones de ellas tengan que salir de sus hogares por el aumento de las temperaturas globales y la creciente frecuencia de los desastres climáticos.

Pero tampoco puedes permitir que se estén vendiendo armas que perpetúan conflictos, que los beneficios de las empresas no reviertan en causas sociales o que el acceso a la salud y al agua no sea un derecho asegurado. 

Es el sistema y las relaciones que se producen entre las diferentes partes lo que tiene que cambiar y esto se hace evidente cuando vas a la causa, al origen de cada una de las situaciones o problemas que afrontamos a nuestro alrededor y que están perpetuando la pobreza y la desigualdad. Necesitamos pasar del uso y abuso, al cuidado.

Eso sí, una vez que tienes este marco global y asumes con valentía que los cambios son mucho más profundos de lo que parece, bienvenidas las causas que nos ayudan a concretar soluciones y a dar pasos para que las cosas se muevan. Por algún sitio hay que empezar. Estas semanas, los movimientos ecologistas y feministas nos han invitado a hacerlo. Yo pido que lo sigamos haciendo cada día de este recién estrenado 2020. 

Pilar Orenes es Directora General Interina de Oxfam Intermón

2020. El futuro en construcción

Por Pilar Orenes


No creo que sea evidente poner calificativos a los años. La lectura del 2019 puede ser muy diferente en función de los ojos con los que lo mires y dónde quieras centrar la atención. Encontrar una palabra que recoja todo lo vivido es difícil y si además quieres que esa palabra genere consenso, resulta tarea imposible.

El año que se va, nos ha confrontado de nuevo con realidades que nos entristecen o indignan. O las dos cosas. Millones de personas obligadas a abandonar sus hogares, asesinatos de defensores y defensoras de derechos humanos, captura del espacio político con libertades recortadas, violencias machistas, países como Siria o Yemen con conflictos que parecen interminables… Realidades ya existentes, que se han hecho presentes este año de manera más flagrante, pero que, aun así, no han provocado la respuesta política que requiere la gravedad de la situación.

Lee el resto de la entrada »

Abuelas vapuleadas

Por Lula Gómez

“La violencia de género prolongada en el tiempo en mujeres mayores provoca efectos devastadores en la autoestima, en la toma de decisiones y hasta en la pérdida de identidad de quienes la sufren”. Ana Gil Rituerto, psicóloga de la Fundación Luz Casanova, arrancaba así su ponencia hace unos días en el Colegio de Abogados de Madrid. La intención: debatir, exponer y sacar a la luz pública los terribles efectos de las violencias machistas en mujeres que han cumplido los 60. También su invisibilización. También para el Derecho.

Su batalla es enorme. Por un lado se enfrentan a los estereotipos, a la necesidad de cuidar impuestas y hasta autoimpuestas y a las 1.001 incoherencias que toda víctima sufre en un sistema que las enseñó a callar, soportar y ser «buena mujer», señalaron las expertas convocadas, especialistas en tratar a mujeres mayores desde distintas disciplinas. Pero por el otro, jurídicamente hablando, deben resolver las dificultades para demostrar una violencia ocurrida, callada y sufrida durante años, unos hechos no tan sencillos de probar. “Viven la violencia de forma solitaria. No se atreven ni a contar. En ese sentido, el grupo terapéutico donde trabajamos con ellas, se plantea como un espacio para compartir y trata de romper la culpa”, afirmaba Gil Rituerto.

Imagen del proyecto Hazte visible, hazme visible © Fundación Luz Casanova.

María Ángeles Jaime de Palo, presidenta de la Asociación de Juristas Themis, subrayaba la necesidad que tienen muchas de las víctimas de una atención doble: jurídica y psicológica, porque más allá de la denuncia, deben poder resolver asuntos tan vitales como la dependencia económica, la carga de los hijos, las discapacidades o los cuidados no remunerados. Jaime de Pablo destacaba cómo, mientras que las mujeres mayores no suponen la mayoría del porcentaje de víctimas mortales que lamentablemente nos «desayunamos cada año», sí lo son los perpetradores de esas violencias, casi siempre hombres de edades avanzadas. Un punto que lanzó a la sala para estudiar las masculinidades y destacar la importancia de la educación.

Para la antropóloga y especialista en gerontología Mónica Ramos Toro, lo primero que debemos hacer es “romper con la sensación –también entre profesionales- de que esas violencias ocurren porque son mayores y, que por lo tanto, son normales. Para resolver esa barbarie, la especialista sugiere pegarse a sus biologías y no biografías y a los muchos años de dolor. No es fácil, ya que hace falta sacarlas de unos relatos de sus vidas escritos por sus maridos y enmarcados en un sistema patriarcal, advertía. “Son mujeres que no han elegido. Antes de la denuncia, tenemos que decirlas que decirles que la vejez es una gran oportunidad y que tienen la posibilidad de hacer lo que quieran”.

Según explicó Isabel Fernández Pérez, psiquiatra, para atender a estas mujeres es necesario “despatologizar” a las mujeres que llegan a sus consultas. No son ansiosas. No están deprimidas. No están enfermas ni sufren psicosis: son mujeres maltratadas y violentadas y hay que tratarlas como tal. Para la experta, los profesionales deben perder miedos para entender el problema y si no temen preguntar si sus pacientes beben o tienen cualquier otra adicción, también deben saber indagar sobre si sufren violencia de género, señaló. La geriatra Ainhoa Esteve incidíó en las familias como una de las dificultades para visibilizar el problema. “Cuanto más dependientes son, más riesgo tienen de sufrir malos tratos”, señalaba.

“Como no se avance en igualdad, se retrocede”, afirmó contundente la fiscal Teresa Peramato en su turno de palabra, que aprovechó para afirmar la necesidad de revisar las normas jurídicas en relación a la violencia de género, donde lógicamente hay que aplicar perspectiva de género y una mirada especializada a la realidad que sufren esas mayores. Un doble enfoque que es responsabilidad del Estado, puntualizó.

Para cerrar, dos de las máximas escuchadas en el foro del Colegio de Abogados de Madrid para estar y apoyar a estas «abuelas vapuleadas»: información, formación y prevención. Y contra su invisibilización en medios de comunicación y publicidad: empezar a contar sus historias y ponerles cara. «Porque, ¿cómo se van a sentir interpeladas si en los carteles, anuncios y spots solo aparecen jóvenes hablando por whatsup», preguntaba Ramos Toro.

Lula Gómezescritora y periodista. Dirige su propia agencia de comunicación desde la que propone contenidos, edita, crea y ejecuta ideas de comunicación. Colabora también con la Fundación Luz Casanova.

Las Reinas Pepiadas

Por Eloísa Molina

Son las 12 del mediodía. En las transitadas calles de Quito, Ecuador, llama la atención un letrero con la cara de una mujer que parece un anuncio de los años 20.  Junto a él, un rótulo con el nombre  “Las Reinas Pepiadas”. Al entrar al lugar hay una pizarra que describe las especialidades de la casa. Atravesamos un garaje que tiene unas mesas y sillas muy sencillas que, junto a la decoración con objetos originales, fotografías y plantas te invitan a un espacio acogedor, de esos que te inspiran a sacar tu móvil y comenzar una sesión de fotos. Al fondo hay una barra de madera donde se distingue una sonrisa amplia y una voz ronca que con un acento peculiar nos dice: “¡Bien pueda!, ¿qué se van a servir?”. Ella es Maye, una de las tres socias de la arepera Las Reinas Pepiadas. El negocio toma su nombre de uno de los rellenos más populares de las arepas o tortitas más populares venezolanas. Su receta es una mezcla de pollo o gallina, aguacate y mayonesa que te deja enamorado para siempre.

Las Reinas Pepiadas, un emprendimiento social que arrancó en marzo del 2019, lo forman un grupo de mujeres migrantes venezolanas que cocinan y brindan servicios de catering para, entre otros clientes, los Espacios Seguros para Niños que ha puesto en marcha World Vision en diferentes partes de Quito. Las Reinas Pepiadas es, en pocas palabras, un proyecto social de empoderamiento femenino enfocado a generar oportunidades laborales e ingresos económicos para apoyar a familias migrantes. Pero también son un grupo de amigas, un espacio de escucha y apoyo; en definitiva, una familia.

El negocio Las Reinas Pepiadas es también un proyecto de empoderamiento femenino. @World Vision

Lee el resto de la entrada »

Zoila, una jefa indígena que quiere romper techos

Por Charo Zapata Vásquez

Esta es la historia de Zoila Samaniego, una mujer de 35 años empoderada, madre de dos hijos, esposa, profesora de primaria, regidora y jefa de la comunidad nativa de San Miguel Centro Marankiari. Ella es una mujer indígena asháninka, de la selva central  del Perú.

Zoila se siente muy orgullosa de ser asháninka, conserva su lengua, sus cantos, sus costumbres, su forma de vestir. Los asháninka son un pueblo indígena amazónico con principios básicos del cuidado de la naturaleza. Sin embargo, no podemos negar que hubo una ancestral discriminación, desigualdad, inequidad entre las mujeres y varones en sus culturas, y lo que es peor aún, una desigualdad que llega hasta la modernidad de nuestros tiempos. 

 

Para Zoila Samaniego, dirigente indígena: “En la vida hay que atreverse, es posible fallar, pero no hay que dejar de intentarlo, no hay límites por ser mujer”© Charo Zapata.

Lee el resto de la entrada »

Sueños de algodón, sueños de muchas mujeres

Por Leo García

Si te pregunto: «¿Has oído hablar del comercio justo?», muy probablemente vendrá a tu mente la imagen de un productor de café, o azúcar, o algún otro producto agrícola, cultivando en su parcela… y que ese productor recibirá un precio mayor por su cosecha, y por tanto mayores ingresos que permitirá a su familia una vida más desahogada.

Y si te pregunto… «¿y qué hay acerca de las mujeres?» Entonces tal vez lo que viene a tu mente es una fábrica textil, y una mujer delante de una máquina de coser confeccionando una camiseta… y que esa mujer recibirá un salario digno, tendrá un horario de trabajo razonable y dispondrá de descansos durante su jornada laboral.

Irani Sen, Directora y Fundadora de CRC. Foto: Pablo Tosco.

Lee el resto de la entrada »

Relaciones entre las mujeres: un antídoto al machismo

Por Asociación Mujeres para la Salud

Las relaciones entre las mujeres es uno de esos temas que debe abordar, con prontitud, el feminismo, dada su importancia en la salud mental e integral para las mujeres y las grandes contradicciones que encierran. Por un lado, son un antídoto al machismo, un factor de bienestar para todas, que construyen, en muchas ocasiones, redes de solidaridad y comprensión. Sin embargo, y al mismo tiempo son relaciones condicionadas por mandatos patriarcales y rodeadas de mitos como el de la competencia, la crítica, la manipulación, las envidias…

© Vonecia Carslwell/ Unsplash

Pese a la importancia de estas relaciones para la salud mental e integral de las mujeres, poco se ha hablado de ellas. Es imperante abordar este tema desde una perspectiva integral, de género y feminista que abarque todos los ámbitos en los que se desarrollan las vidas de las mujeres. Es hora de poner sobre la mesa cómo son estas relaciones y en qué sentido, o hasta qué punto, están impregnadas por los mandatos patriarcales. Debemos emprender un análisis que aborde en qué medida el movimiento feminista ha sido capaz de modificar los efectos negativos de este modelo viciado de relación por un modelo de solidaridad y sororidad entre las mujeres. Sororidad. Qué palabra tan bonita, ¿verdad?

Y estas cuestiones deben responderse desde todos los ámbitos: desde la relación más primigenia, aquella que marcará todo el devenir de cada una de las mujeres, que es la relación entre madres e hijas, pasando por relaciones de afectividad como las amorosas o las de amistad, hasta llegar a las organizacionales, el poder, la cultura, los medios de comunicación, la política… 

Es lo que ha estado haciendo la Asociación Mujeres para la Salud durante este año, en un análisis que además le ha volcado la visión de la que son expertas, esto es, el impacto que las relaciones entre las mujeres producen en la salud mental. Como colectivo parte de ese trabajo se vio en la jornada que realizamos el pasado 28 de mayo con motivo del Día Internacional de Acción por la Salud de las Mujeres en la que se presentó la investigación que han liderado en la que han querido dar voz a más de 2.000 mujeres encuestadas, o la publicación de su revista monográfica anual La Boletina https://www.mujeresparalasalud.org/publicaciones/la-boletina/

El próximo miércoles 11 de diciembre el equipo de Mujeres para la Salud va a presentar el número XXXIV de su revista La Boletina https://www.mujeresparalasalud.org/presentamos-el-nuevo-numero-de-nuestra-revista-anual-la-boletina-dedicado-a-las-relaciones-entre-las-mujeres/, dedicado a Las relaciones entre las mujeres. En el acto de presentación intervendrán Soledad Muruaga, presidenta de Mujeres para la Salud, y Pilar Pascual, codirectora de la revista, que la presentarán junto a Cristina Narbona, senadora y vicepresidenta primera del Senado, y presidenta del Partido Socialista Obrero Español. A continuación, habrá un debate que moderará Soledad Muruaga y en el que participarán Kika Fumero, directora del Instituto Canario de Igualdad, Silvia Buabent, exdirectora del Instituto de la Mujer y para la Igualdad de Oportunidades de España, Pilar Aguilar, escritora y crítica de cine y televisión, e Irene Zugasti, politóloga y coordinadora de la investigación que Mujeres para la Salud ha realizado sobre las relaciones entre las mujeres durante este año 2019, todas ellas autoras de artículos publicados en este número de La Boletina.

La cita será el próximo miércoles 11 de diciembre de 18:00 a 20:00 en el Centro Cultural Casa de Vacas, en el madrileño parque de El Retiro, de 18:00 a 20:00. La entrada es gratuita y libre hasta completar aforo. Si estás interesada en acudir, tienes toda la información aquí: https://www.mujeresparalasalud.org/presentamos-el-nuevo-numero-de-nuestra-revista-anual-la-boletina-dedicado-a-las-relaciones-entre-las-mujeres/

La Asociación Mujeres para la Salud es una entidad sin ánimo de lucro que trabaja desde hace más de 30 años en defensa de la salud y los derechos de las mujeres.