Portadas que no ven ni sienten

Por Lidia Fernández Montes

Que los medios de comunicación se comprometan a hacer tratamiento adecuado de las diferentes de violencias machistas, visibilizándolas, evitando el sensacionalismo morboso en su tratamiento y utilizando un lenguaje y unas imágenes no sexistas, Manifiesto Plataforma 7N, 2015.

Tres mujeres, una en el madrileño distrito de Tetuán, otra en Langreo y una última en Lepe fueron asesinadas este mes de julio en menos de 72 horas. Fueron víctimas de la violencia machista. Sin embargo, la prensa de papel no encontró ni un mínimo espacio para destacar este hecho en sus portadas. ¿Qué hubiese pasado si en lugar de haber asesinado a tres mujeres hubieran asesinado a tres futbolistas? ¿o tres banqueros? ¿o tres abogados? ¿Qué pasaría si en 15 años hubiesen asesinado a 945 hombres? No dudo ni por un minuto que habría sido portada, no de un día sino de una semana entera. Pero son mujeres, son invisibles.

Aunque, a veces, una no sabe si es mejor que nos ignoren a ver titulares del tipo: Martha, la coqueta empleada de hogar estrangulada con un cable por ‘El Cubano’, caricaturizando a una víctima de un modo tan grosero, atentando contra su dignidad. O el que nos informa de La brutal reacción de una camarera a la que un cliente tocó el culo, como si lo violento fuese la reacción de ella y no el manoseo del cliente.

No solo son las portadas o los titulares. Además, hay que recordar, día sí y día también, que no “mueren” sino que son asesinadas, que no se puede entrevistar al vecindario para que cuente lo maravillosa persona que es un asesino o que el material gráfico que acompaña a este tipo de informaciones debe respetar la dignidad de la víctima y no producir mayor sufrimiento.

Sin duda, los medios de comunicación han ayudado a visibilizar el problema de la violencia de género oculto durante tanto tiempo, pero deben mejorar su tratamiento. Su compromiso debe ir más allá de reportajes con declaraciones de buenas intenciones cada 25 de noviembre, porque si el resto del año transmiten valores y estereotipos sexistas o frivolizan en el tratamiento de los casos, estarán contribuyendo a perpetuar las causas de esta violencia.

Falta perspectiva de género y sensibilidad en la dirección y en los mandos intermedios (redactores/as jefe, personal de edición, etctéra.) de los medios de comunicación. Sin embargo, a veces, con ponerle un poco de interés bastaría para mejorar -y mucho- la ‘información’ que se publica.

El Convenio de Estambul anima a los medios de comunicación a ‘participar en la elaboración y aplicación de políticas, así como a establecer líneas directrices y normas de autorregulación para prevenir la violencia contra las mujeres y reforzar el respeto de su dignidad’. Es el momento de que recojan ese guante y se conviertan en agente activo a la hora de permitir comprender la complejidad del problema, sensibilizando y formando a la ciudadanía. Invisibilizarla es naturalizarla. No se puede ser neutral ante la violación de los Derechos Humanos más extendida del mundo.

Lidia Fernández Montes es Miembro del Observatorio de Igualdad de Género de la URJC. Participa en la Plataforma 7N contra las Violencias Machistas. 

2 comentarios

  1. Dice ser jojojo

    Si, se atrevieron 20 años después de esos abusos, con sus carreras ya consolidadas…

    01 agosto 2018 | 11:16

Los comentarios están cerrados.