África en la mente para seguir luchando

Por Hibaaq Osman

Como activista que soy, trabajo firmemente por aumentar la participación de las mujeres en la vida pública. Porque somos parte del movimiento y percibimos que existe una necesitad constante de él. Cuando queda tanto por cambiar para conseguir un mundo más justo y más equitativo, ¿cómo podemos tomar en consideración desacelerar? No obstante, en este contexto resulta fundamental pararse a reflexionar, reconsiderar y consultar con expertos, con influencers y con nuestras hermanas del movimiento global para la igualdad el rumbo a tomar.

Quizás no haya mejor sitio para esta reflexión que las aulas de la Universidad y pocos o ningún centro de estudio con más prestigio y belleza que Yale, donde un grupo de líderes africanas -convocadas por la Fundación Mujeres por África- nos reunimos en el IV “Forum para el Liderazgo Estratégico”. Para las activistas que tienen que afrontar las raíces de la injusticia y de la desigualdad, es muy refrescante estar en una institución como Yale, el hogar de mentes brillantes para la exploración intelectual, el debate y la curiosidad. Es también una oportunidad fantástica para compartir experiencias con mujeres increíbles de toda África, conectar, intercambiar experiencias y ampliar nuestras fortalezas y conocimiento. Fue muy enriquecedor compartir con ministras, alcaldesas, políticas, embajadoras e influencers – mujeres que han aportado el punto de vista de las activistas y su pasión a la escena política.

Para asegurar el cambio social- allá dónde os encontréis- debéis construir un punto de referencia sólido, de apoyo. Por ello valoré la oportunidad de escuchar y comprender cómo las mujeres allí presentes habían hecho frente a este reto, un reto que requiere tanto de la reflexión como de conformar actitudes dentro de la comunidad. Me fascinó especialmente hablar con las alcaldesas de Goundam en Mali y Uagadugu en Burkina Faso. De alguna manera, las alcaldesas son en gran medida las activistas de la comunidad. Los cargos locales no son simplemente nombramientos del gobierno sino que tienen que ganarse la aceptación y recibir la aprobación de sus distritos electorales. Toman decisiones enormemente importantes, de las que son directos responsables. Fue muy instructivo escuchar cómo habían conseguido el apoyo a sus programas.

A pesar de las muchas mejoras que las mujeres activistas han conseguido a lo largo de los años, que se traduce en que hay alcaldesas, ministras, etcétera, quedan muchos obstáculos para las mujeres que desean competir en política. Entender cómo lo habían conseguido ya tuvo enorme valor y en particular el intercambio entre líderes de África del Norte y del África subsahariana. Como somalí, siempre he sido consciente de las diferencias y de las relaciones complejas entre la región árabe y del Norte de África y del África subsahariana, África del Sur y del centro. Las oportunidades de conectar las distintas regiones del continente son de enorme importancia.

Fue muy útil comprobar por boca de los funcionarios y expertos de EEUU lo que ya sabíamos respecto de la política exterior de EEUU hacia África. Por un lado, tenemos los ataques sin fin de los drones y la actividad de las fuerzas especiales de EEUU en todo del continente, demostrando con ello que es cierto que existe una política de seguridad y militar. Por otra parte, no existe una política exterior seria de EEUU hacia África. ¿Por qué no ha habido subsecretario para África durante tanto tiempo? Solo existe la política de seguridad y política militar.

Aunque estas discusiones no revelaron nada nuevo, el ambiente de honestidad y franqueza en el que tuvieron lugar, sí lo fue. Hablamos de que el año que viene puede haber unas 18 elecciones en África, pero ¿qué significa esto en realidad para el continente? Para las delegadas, funcionarias y participantes en la discusión, no hay escondite detrás de la retórica, las activistas de base conocemos muy bien la realidad. La única forma de tener un diálogo adecuado sobre la verdad, que a veces es brutal, es ser brutalmente honesto en la discusión.

No hay paso atrás en los retos a los que nos enfrentamos, ni pretensión ni deseo de hacerlo. Este foro permitió que increíbles mujeres líderes reflexionaran sobre los desafíos a los que se enfrentan y nos dieran la oportunidad de elevar nuestras serias preocupaciones sobre la ausencia de una política exterior de EEUU hacia África junto a los que reconocen el problema y pueden ejercer su influencia. He apreciado y aprendido tanto de mis colegas participantes en el foro y de esta experiencia en Yale y Washington, que sería una pena que nuestros anfitriones americanos no escucharan y aprendieran también de ellas.

Hibaaq Osman es un activista somalí con una larga trayectoria en la lucha por los derechos de las mujeres, contra la violencia de género y a favor de los derechos humanos. Ha sido y es una importante movilizadora de la sociedad civil en la zona de Oriente Medio y África. Es la fundadora y presidenta de KARAMA, una organización con sede en El Cairo, presente en más de trece países de la zona. Uno de sus objetivos como activista, para lo que trabaja en red con otras organizaciones de mujeres es poner fin a la violencia contra las mujeres, y promover acciones de paz y democracia sostenibles en el mundo árabe. Escribe regularmente para la prensa internacional, incluidos Huffington Post y The Guardian y parte del Grupo Asesor Global de ONU Mujeres. 

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