¿Quién necesita el feminismo?

Por Carme Soto

La gran convocatoria que tuvo este año la celebración del 8M, la resonancia de movimientos como #MeToo o campañas como No es No, entre otros muchos…, me hicieron recordar una original campaña que en 2012 lanzaron algun@s alumn@s de la Univerdidad de Duke en USA con el lema Who Needs Feminism. Esta iniciativa lanzaba una pregunta que nos invitaba a interrogarnos por la razón de ser del feminismo, por la utilidad que podía tener para nuestras vidas. Quizá hoy seguimos necesitando hacernos esa pregunta, pero también es muy importante mantener viva la memoria de tantas mujeres y algunos varones que hicieron posible que hoy hablemos de feminismo y nos neguemos a asumir los limites que nos marca una sociedad todavía patriarcal.

El feminismo tiene ya una larga historia de lucha, de logros, de fracasos y también de errores y silencios. Quizá el feminismo ha existido siempre, porque muchas mujeres (y también algunos varones) a lo largo de los siglos se han quejado y han sufrido por el injusto lugar que el patriarcado les obligaba a ocupar. En sus corazones y sus mentes se debatían la educación recibida y sus anhelos silenciados de libertad e igualdad que las hacia sentir “extranjeras residentes” en un mundo no pensado para ellas. Pero muchas de estas mujeres no pasaron a lo libros, ni permanecieron apenas en la memoria colectiva de los pueblos y cuando lo hicieron fueron generalmente consideradas excepcionales o tachadas de herejes o brujas.

El movimiento feminista en Occidente adquiere su carta de ciudadanía con el pensamiento ilustrado que da luz a la modernidad y en ella al sueño de “libertad, igualdad, fraternidad” que inauguraba la revolución francesa. Pero este sueño parecía seguir siendo un patrimonio de los varones, como denunciaba Olympe de Gouges en 1791 en su “Declaración de los derechos de la mujer y la ciudadana” o un año después Mary Wollstonecraft como la “vindicación de los derechos de la mujer”. Pero sus palabras fueron silenciadas nuevamente porque las sociedades modernas seguían siendo patriarcales y en ellas el lugar de las mujeres era el hogar y no la plaza.

El siglo XIX con sus ansias de progreso y utopía enmarcó el nacimiento de distintas corrientes feministas que consolidando un movimiento cada vez más reivindicativo, más organizado y con más repercusión social. El sufragismo unió en una misma lucha a mujeres de distinto estatus e ideologías (y de nuevo a algunos varones) porque eran conscientes que la consecución del voto abría la puerta a un nuevo espacio de protagonismo y emancipación para la mitad de la humanidad. La Declaración de Seneca Falls en 1848 se convierte en un símbolo del nuevo lugar que las mujeres querían ocupar en el mundo. Flora Tristán, Elizabeth Cady Stanton, Clara Campoamor, Emilia Pardo Bazán, Rosalía de Castro, Concepción Arenal y tantas otras fueron poniendo vida, palabra y esfuerzo a un camino todavía frágil como era la igualdad plena entre varones y mujeres.

El feminismo en el siglo XX se fue tejiendo como una colcha de patchwork en la que las diversas ideas, propuestas, experiencias se fueron elaborando en el vaivén de las confrontaciones bélicas, de los nuevos escenarios políticos y sociales, pero sobre todo se fueron fortaleciendo en el desarrollo de una teoría feminista cada vez más articulada y planteada desde diferentes enfoques, métodos, disciplinas y propuestas. Simone de Beauvoir en su obra “El segundo sexo” entre otras autoras… nos hizo tomar conciencia de que no se nace mujer, sino que se llega a ser. Desde aquí se hacía más evidente que ya no era solo cuestión de derechos civiles, sino había que deconstruir también creencias, sospechar de los sesgos de género, posibilitar otros modos de construir la identidad femenina y masculina.

A finales del siglo XX y comienzos del XXI, la crisis postmoderna, el desarrollo de la sociedad del bienestar, los logros conseguidos por las luchas anteriores parecían mostrar que el feminismo comenzaba no solo a ser innecesario, sino molesto. En los últimos meses, sin embargo, las mujeres y bastantes varones hemos salido a la calle, pero también transitado las redes sociales y los medios de comunicación para luchar contra una cultura patriarcal que nos cosifica, que nos educa en el miedo y nos culpabiliza, que obstaculiza nuestra emancipación y condiciona nuestros derechos.

Hoy muchas mujeres levantamos nuestra voz para decir necesitamos el feminismo, porque no queremos que nadie decida por nosotras, que nadie hable en nuestro nombre…, porque queremos una sociedad de iguales, justa y ecológica, plural y diversa.

Carmen Soto es religiosa y pertenece a la Congregación Siervas de San José.  Realiza también trabajos de voluntariado para Taller de Solidaridad

9 comentarios

  1. Dice ser Poochie

    «Carmen Soto es religiosa y pertenece a la Congregación Siervas de San José.»

    «Siervas de San José». Sublime. Qué brutal ironía. XD

    22 mayo 2018 | 09:04

  2. Dice ser Lico

    » luchar contra una cultura patriarcal que nos cosifica, que nos educa en el miedo y nos culpabiliza, que obstaculiza nuestra emancipación y condiciona nuestros derechos. » Vaya así que lo que nos educa en el miedo de acercarnos a cualquier mujer, nos culpabiliza de alzar la voz en una discusión contra una mujer, obstaculiza la emancipación que pueda tener despues de una ruptura con hijos, y que condiciona mis derechos con respecto a los derechos de las mujeres en su beneficio eran cosa del patriarcado, curioso. Quizás debería crear un grupo masculino para luchar contra esa lacra del «patriarcado» y pedir lo que he expuesto antes ya que el patriarcado me lo quita y el feminismo no lo reclama.
    O igual es que es un montón de chorradas como una casa. Quien sabe si si si.

    22 mayo 2018 | 09:11

  3. Dice ser AZULMARINOCASINEGRO

    El feminismo actual (tercera generación) necesita desaparecer del mapa.
    En vez de una lucha por la igualdad se ha convertido en una misandría absoluta y lo que es peor, el victimismo en vez de lucha.

    22 mayo 2018 | 09:22

  4. Dice ser AZULMARINOCASINEGRO

    Se necesita la no-censura. Sectarismo absoluto

    22 mayo 2018 | 09:25

  5. Dice ser Una que pasaba por aqui

    ¿Asi que necesitamos que el nuevo feminismo decida por nosotras para que nadie decida por nosotras en nuestro lugar?

    Nótese el «nuevo». Esas señoras que se rebanan los sesos por todas nosotras para que yo no tenga que hacerlo, levantando consignas de esa naturaleza.

    Ojala recuperáramos un poco la cordura, y nos diésemos cuenta que unos grilletes no dejan de ser grilletes si en lugar de poseerlos un hombre, los posee una mujer.

    22 mayo 2018 | 10:16

  6. Dice ser Idolop

    «Hoy muchas mujeres levantamos nuestra voz para decir necesitamos el feminismo, porque no queremos que nadie decida por nosotras, que nadie hable en nuestro nombre…, porque queremos una sociedad de iguales, justa y ecológica, plural y diversa.»

    Es curioso que esto lo siga alguien que pertenece a una de las estructuras heteropatriarcales y machistas mas grandes que existen.

    22 mayo 2018 | 13:20

  7. Dice ser lamborghinidiablo

    Me habeis borrado el comentario dos veces, ¿qué pasa, qué como no estoy de acuerdo no os gusta o qué?

    22 mayo 2018 | 16:06

  8. Dice ser lamborghinidiablo

    Pues ahí a otra vez

    Hoy en día no hay feminismo, ni igualdad, hoy en día existe el odio a todo lo que huela a hombre, sí hombre, da igual que estén a favor o no.

    Lo mismo pasa con las mujeres, si no estás con lo que ellas comulgan, ya eres sumisa, te pisan el cuello y estás a favor del patriarcado.

    Pues no, una puede estar a favor del feminismo, (yo soy feminista, pero en esa igualdad real), y ser sexy, femenina y poder ser azafata de F1, dejar de trabajar porque tengo hijos y querer cuidar de ellos y a mi marido/pareja, si económicamente se puede, etc., una cosa no quita la otra.

    Estas feministas, se meten mucho con la iglesia católica, pero para nada con otras religiones, y sabemos todos cuales digo, y esas mujeres si que estan oprimidas.

    Por que eso sí, me hace mucha gracia que se manifiestes en países desarrollado, donde el 90% (y creo que me quedo corta), las mujeres opinamos y hacemos lo que nos dá la gana

    22 mayo 2018 | 16:07

  9. Dice ser Poochie

    Ojo, que Carmen Soto es religiosa de la Congregación «Siervas de San José». Casualmente, de una religión híper machista que predica que la mujer es un ser pecador subproducto del hombre, a la que se condena a una vida de servidumbre hacia el varón. La coherencia ya tal. XD Supongo que se pasará todo el día protestando para que haya mujeres sacerdotisas, obispas, y «mamas». XD

    22 mayo 2018 | 20:02

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