#MeNiegoA revictimizar a las víctimas

Por María Reglero

Para informar sobre violencias machistas se requieren conocimientos y habilidades especiales, incluido un conocimiento de la ley y una conciencia sobre el impacto psicológico del trauma en las supervivientes.

Desafortunadamente, la cobertura mediática de estas violencias es, en general, sensacionalista y explotadora, carente de todo análisis sobre la prevalencia de la problemática como un tema estructural.  Estos días –con motivo del juicio de La Manada- estamos presenciando cómo la falta de ética, sensibilidad y empatía a la hora de cubrir las agresiones sexuales hacia las mujeres contribuye a su re-victimización, así como a una re-victimización de sus personas allegadas, e incluso de las personas que pudieran ser testigo en el contexto de los hechos, y que son clave en procesos judiciales. Para las supervivientes, la cobertura mediática de las agresiones sexuales, les obliga, en cierto modo, a revivirlas de nuevo, dado el uso insensible de fotografías, lenguaje, además de otros aspectos de su privacidad. Teniendo en cuenta que las agresiones sexuales están dirigidas a anular el control y poder de las mujeres sobre su voluntad, los medios cumplen un rol clave en contribuir a crear un ‘entorno seguro’ para que las mismas puedan recuperar cierta ‘normalidad’ tras una de las experiencias más traumáticas que puede sufrir un ser humano.

En el tratamiento mediático de estos casos, el uso del lenguaje es particularmente sensible, sin embargo, falta rigurosidad a la hora de nombrar las agresiones sexuales que nunca pueden ser confundidas con ‘relaciones sexuales’ ya que estas implican consentimiento por parte de ambas partes. Lamentablemente, los medios, haciéndose eco de procesos judiciales estructuralmente discriminatorios, alimentan la cultura de las violencias machistas, donde se juzga el comportamiento de las supervivientes, culpabilizándoles por las agresiones por sus acciones antes, durante y tras los hechos denunciados. Por otro lado, los agresores, inclusive ante la más contundente evidencia de culpabilidad son tratados como presuntos, todo bajo el paraguas de salvaguardar la presunción de inocencia. Asimismo, cuando se les trata como perpetradores, sus casos son representados a través de los medios como casos excepcionales y no como producto de una sociedad donde estas violencias son estructurales, fomentadas por normas sociales nocivas en lo cotidiano.

Detalle de la portada de la web www.informarsobreviolenciamachista.com   Copyright: La Marea y Oxfam Intermón

Por estos motivos es absolutamente necesario que los equipos de personas que cubren estas informaciones se formen y documenten sobre las causas y consecuencias de las violencias machistas. Hay mucho conocimiento plasmado en estudios científicos sobre esta problemática y es necesario tomar estas evidencias como referencia a la hora de abordar cualquier agresión sexual desde un punto de vista ético y riguroso, desde un punto de vista humano y profesional. En ese sentido, hace apenas un mes en Oxfam Intermón, dentro de nuestro programa Periodismo comprometido, lanzamos la plataforma www.informarsobreviolenciamachista.com , una web pensada a modo de taller para que la prensa encuentre en el site cómo aplicar perspectiva de género y reflexionar sobre la relación que existe entre las violencias contra las mujeres y el modo en que aparecen representadas en los medios de comunicación y publicidad.

Porque los medios son cruciales no solo a la hora de visibilizar la problemática sino de hacerlo de una forma responsable para contribuir a ponerle fin.

Este post forma parte de una serie de entradas creadas específicamente por diversas expertas, en el marco de la campaña #MeNiegoA de Oxfam Intermón. Tienen como objetivo sensibilizar y generar debate acerca de la gravedad de las violencias machistas en nuestra sociedad durante los 16 Días de Activismo contra la violencia de género.

María Reglero es la responsable en Derechos de las Mujeres de Oxfam Intermón

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