#MeNiegoA que los celos sean una excusa

Por Sandrine Muir

Jackline Añez tenía 21 años. Fue asesinada por su exnovio celoso de un disparo en la cabeza. Ella se negaba a retomar la relación.

Para muchos, los celos forman parte de cualquier relación. “Los celos son una prueba de que hay amor”, dijeron uno de cada tres entrevistados. “El control del celular evita la infidelidad” señalaron dos de cada cinco. Eran las respuestas de un grupo de jóvenes de Bolivia de entre 16 y 21 años a los que nos acercamos para saber hasta qué punto habían normalizado una serie de creencias y valores que justificaban la violencia. Muchos de ellos nos hablaban de “celos positivos” y lo explicaban como la única forma en que alguien que te ama te expresa su interés.

Detalle del vídeo «Los celos no son excusa», un experimento sociológico de Oxfam en Bolivia.

Sin ningún tipo de dudas rechazaban la violencia física y la identificaban como un “problema de adultos”, los celos y el control de la pareja formaba parte de cómo se relacionaban y vivían el amor. De una forma genérica, la mayoría entendían que el mandato de proteger y controlar a las mujeres justificaba sus comportamientos y la mitad de ellos estaba de acuerdo con ejercer ciertas prácticas de violencia machista porque, en muchos casos, las consideran expresiones de amor. Era algo así como que la “otra persona les pertenece”.

Muchos nos contaron que esto se debe a que los hombres en general sienten un mandato social muy fuerte por cuidar a las mujeres de su familia: sus madres, sus hermanas, sus esposas y sus novias. Y ojo, ese cuidado no es sólo físico, implica también hacerse responsables por su moral. Es decir, que ellos –por el bien de ellas- acaban dictando y juzgando cómo visten, con quienes se relacionan o a qué horas llegan como algo “natural”.

Y sí, aunque los jóvenes con los que trabajamos sabían que la violencia es mala, no terminaban de entender lo preocupantes que eran sus actitudes de control y celos. Con grupos de activistas de las tres ciudades más grandes del país, nos propusimos la tarea de desafiar esos estereotipos que justificaban la violencia que se esconde tras los celos y los justifican como amor. Durante un taller de dos días, más de 20 activistas imaginaron un experimento social que llamara la atención de sus pares en las redes sociales. La mejor idea fue elegida entre ellos, y acordamos contratar a una agencia creativa para realizarla. La lanzamos el pasado 25 de noviembre, fecha emblemática para la erradicación de la violencia hacia las mujeres.

El vídeo no puede ser más claro y rotundo: simplemente recoge el testimonio de una superviviente de un hombre violento y celoso.  Forma parte de la campaña #LosCelosNoSonExcusa, y yo la extiendo a la iniciativa que ha lanzado Oxfam España estos días contra las violencias machistas. Con este post #MeNiegoA que los celos sean una excusa.

Este post forma parte de una serie de entradas creadas específicamente por diversas expertas, en el marco de la campaña #MeNiegoA  de Oxfam Intermón.  Tienen como objetivo sensibilizar y generar debate acerca de la gravedad de las violencias machistas en nuestra sociedad durante los 16 Días de Activismo contra la violencia de género.

Sandrine Muir es periodista y trabaja en Oxfam en Bolivia.

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