San Valentín como oportunidad

Por Bethan Cansfield y Lourdes Montero

Hoy, en numerosos países, muchas parejas celebrarán el día de San Valentín, también conocido como ‘El día de los enamorados’ en algunos países de América Latina. Aunque supone una gran oportunidad para promover las relaciones sentimentales saludables, también es un momento importante para llamar la atención sobre la crisis que afecta a mujeres y niñas de todo el mundo. El 30% de las mujeres experimentará en algún momento de su vida violencia física o sexual a manos de su pareja, ex pareja o esposo.

Un grupo de jóvenes de Bolivia muestra el mural que acaba de pintar en una calle de La Paz (Bolivia): Busca tu final feliz. Imagen de Sandrine Muir-Bouchard, 2017.

En este 30% no se incluye el control coercitivo. Una forma de dominación que se consigue a través de la intimidación, el aislamiento, la degradación y la privación, así como el control psicológico y económico. Así que, aunque esta cifra pueda resultar sorprendente, no es más que la punta del iceberg.

Las violencias contra la pareja no tienen una única causa, sin embargo está demostrado que uno de los factores que ayuda a predecir este tipo de violencias es el hecho de compartir creencias discriminatorias (convenciones sociales) sobre lo que se considera normal y adecuado en una relación. Ejemplos de estas creencias son la idea de que un hombre tiene derecho a ejercer poder sobre una mujer o que puede disciplinarla. En algunas sociedades del mundo se defiende que los celos y el control por parte de los hombres son una forma de mostrar afecto. Y las películas, la música y las telenovelas fomentan esta imagen, al igual que la familia y las amistades.

Las relaciones enfermizas suelen comenzar pronto. La gente joven piensa que comportamientos como gastar bromas o insultar son algo normal en las relaciones. El Gobierno de Australia ha difundido un impactante anuncio que demuestra cómo estas primeras ideas sobre las relaciones entre chicos y chicas pueden degenerar en formas más graves de violencia. En una de las escenas, un joven le cierra la puerta en la cara a una chica haciendo que esta tropiece. ’Lo hizo porque le gustas’, le explica su madre.

Existen otros factores indirectamente relacionados con el género que influyen decisivamente a la hora de dictaminar qué es normal y adecuado en una relación. Por ejemplo, en las culturas latinoamericanas, ‘las ideas machistas defienden que los chicos y los hombres deberían ser fuertes, dominantes y gustarles el sexo, mientras que el marianismo promueve la imagen de que en las relaciones las mujeres deberían ser sumisas y tener un comportamiento pasivo’.

Para abordar este problema el Colectivo Rebeldía, de Oxfam Bolivia y la red Coordinadora de la Mujer lanzan hoy una nueva campaña ‘ACTÚA, detén la violencia’ para combatir las violencias en las relaciones entre la gente joven.

Bolivia tiene la tasa más alta de violencia física contra las mujeres de toda América Latina y el Caribe. El 53,3% de las bolivianas ha sufrido violencia física o sexual a manos de su pareja y cada tres días una mujer muere víctima de un feminicidio.

Una investigación realizada por Oxfam Bolivia muestra que casi la mitad de los jóvenes que residen en las ciudades, tanto hombres como mujeres, promueve actitudes sexistas que hacen que estas violencias sean vistas como algo normal. Ejemplos de estas actitudes son ‘si vistes de manera provocativa es culpa tuya si te violan’, ‘si está celoso es porque te quiere’ o ‘cuando se quiere a una persona de verdad, se perdona hasta la violencia’. Este estudio también muestra que 9 de cada 10 adolescentes conoce a alguna amiga maltratada por su pareja y la mayoría afirma que es mejor no intervenir. De hecho, el 33% declaró que si sus amigos pegaban a sus parejas, no se podían meter porque era su vida privada.

A pesar de esta aparente indiferencia, el 43% de los adolescentes considera que este tipo de violencias podrían disminuir si toda la sociedad se implicase; el 54% cree que la lucha contra las violencias es una de las prioridades para lograr el desarrollo del país; y el 85% estaría dispuesto a actuar para detener estas violencias.

En esta primera fase, la campaña ACTÚA pretende acabar con la indiferencia de las amistades de una persona que sufre una relación de maltrato o de la persona que ejerce dichas violencias. El objetivo es conseguir que las amistades de la pareja condenen socialmente los comportamientos violentos y desarrollar redes de apoyo para las jóvenes que se enfrenten a situaciones de violencia. Gracias a la presión social y de grupo, esta campaña espera disminuir las violencias en las relaciones entre la gente joven.

Tenemos que adoptar una posición firme contra estas ideas de amor nocivas, no solo en Bolivia sino también en el resto del mundo. Debemos sustituir estas actitudes por relaciones positivas y saludables con nuestra familia y nuestras amistades tanto dentro como fuera del trabajo.

Bethan Cansfield es directora de la campaña ¡Basta!, de Oxfam Internacional, y Lourdes Montero es coordinadora de Economía y Equidad en Oxfam Bolivia.

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