La gran preocupación de todos los días

Por Dori Fernández Hernando

Empiezo el día echando un vistazo a Twitter, mi lista de prensa resume en unos cuantos tuits la actualidad y me sitúa. Después miro por encima el correo, la alerta diaria creada en Google sobre mujeres asesinadas no falla ninguna mañana. Es un recuento amargo, pero necesario.

No sirve de nada decir que hemos cerrado el año con 60 víctimas mortales por violencia de género; eso no muestra la magnitud del problema que tenemos como sociedad, aunque deja tranquilos a quienes han de proporcionar los medios para erradicarlo. Total, solo son media docena cada mes… y afortunadamente –para ellos- solo hay datos oficiales desde el año 99.

Mujer. Imagen de Issara Willenskomer.

Mujer. Imagen de Issara Willenskomer.

Por eso, hace ya cuatro Navidades que me entretuve en rastrear y contrastar las cifras sobre mujeres asesinadas por violencia machista en el ámbito de la pareja o expareja con el objetivo de añadirlas a las oficiales y dar mayor magnitud al problema, si cabe.

Para alguien como yo, nacida y criada en el revuelto Bilbao de los años sesenta, la comparación fue inevitable: las víctimas mortales por terrorismo en los últimos 45 años ascendían a 1.222 (fuente: Fundación Víctimas del Terrorismo); las del otro terrorismo, el machista, ascendían a 1.202 sólo desde enero de 1995 hasta el 26 de diciembre de 2012. Desde entonces, cada nuevo asesinato se suma a esa cifra.

Con motivo de este nuevo 25 de noviembre (Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres) tengo previstos talleres con adolescentes en unos cuantos institutos de la provincia, charlas con profesionales de ayuntamientos, con asociaciones de mujeres, hasta en una Escuela de Madres y Padres el mismo día 25 en Sanlucar La Mayor (Sevilla).

Todo el trabajo que se acumula en este mes tiene que ver con explicar qué es la violencia de género, cómo se detecta, cómo se transmite y cómo se erradica. Elaboro la información adaptándome a cada público objetivo, pero lo que persigo en todos los casos es lo mismo: que sean capaces de reconocer la violencia de género en las múltiples manifestaciones que se presenta, sobre todo en las más cotidianas. En el caso de la gente joven, en ese virus que los medios de comunicación nos inoculan con tanto esmero: el del amor romántico y sus letales mitos (en esos sin ti me muero, quien te quiere te hará llorar, el amor todo lo puede, eres mi media naranja…); mi compañera Coral Herrera lo explica de maravilla.

Y es que no es baladí –aunque políticamente parece serlo– el número de ciudadanas españolas asesinadas por culpa de la educación y los valores machistas. Sólo en mi recuento personal, que arranca como digo en enero de 1995, y hasta la fecha, son 1.447 (!!!) las  mujeres obligadas a abandonar este mundo por sus parejas o exparejas. Hombres que no han sido capaces de percibirlas como sus equivalentes humanos, personas iguales a ellos en derechos y obligaciones, como el de tomar decisiones sobre su propia vida, o como el principal, el derecho a vivirla. En este sentido, me parece acertadísima la definición que hace la Ley Integral 1/2004 de la violencia sexista en su Exposición de Motivos, les invito a leerla.

Y aquí seguimos, desgañitándonos para que este tipo de terrorismo suba a la agenda política y obtenga la misma atención que el otro (o más a la vista de las cifras), una #cuestióndeEstado que no se vea sometida al interés o desinterés del gobierno de turno, un pacto entre toda la representación ciudadana que coloque la erradicación de esta lacra social entre los dos objetivos fundamentales que debería perseguir cualquier Estado Social de Derecho que se precie: una vida digna para toda la población y, sobre todo, una vida libre de violencia.

25 de noviembre es una vez al año, pero para quienes apostamos por ese #otromodelodesociedad libre de violencia, en igualdad de derechos, obligaciones y oportunidades; libre de miedo a caminar por las calles a cualquier hora; con salarios  como el de nuestros compañeros; con el trabajo gratuito de los cuidados y el doméstico de los hogares compartido; para nosotras, #25n es todos los días del año.

Dori Fernández Hernando es Graduada en Igualdad de Género por la URJC. Formadora y consultora en igualdad de género, nuevas tecnologías y Prevención de Riesgos Laborales, colabora entre otras iniciativas con SinGENEROdeDUDAS, CB., Comunidad de Conocimiento Profesional con Enfoque de Género, y con la Asociación de Mujeres Páginas Violeta. Pertenece a la PPIINA y a la Asamblea de Mujeres de Córdoba Yerbabuena.  

2 comentarios

  1. Dice ser Dori Fernández

    Actualización de cifras.
    1.449 mujeres asesinadas por la cultura y valores machistas sólo en últimos 21 años
    Las últimasltimas en: PalmaDeMallorca y León

    21 noviembre 2016 | 20:50

  2. Dice ser Lorena Moncholi

    Dori, un artículo fantástico. Estamos en una semana muy dura, pero el enfoque debe ser el tuyo, visibilizar para erradicar. Siempre lloramos a nuestras muertas, los Días «de» me chirrían, acotan demasiado, pero el 25N es insoportablemente necesario.
    Un abrazo y GRACIAS

    22 noviembre 2016 | 10:27

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