Olga transita hacia la libertad

Por Andrea DiezAndrea Díez 70px

Yo las veía pasar‘ cuenta Olga, 47 años, mamá de un hijo y alguna vez residente en El Carmen de Bolívar, uno de los tantos territorios castigados por el conflicto armado colombiano. “Traían consigo a sus hijos pequeños, yo las miraba pasar y veía su agonía”. Pero Olga intuía, por aquellos años, que un hilo invisible la unía con esas mujeres que bajaban de la montaña: “ellas, víctimas del conflicto colombiano, y yo, de la violencia de pareja…”, recuerda, y también que en aquellos años no podía reconocerse como víctima “pese a que guardo cicatrices de tantos golpes en mi cabeza”.

Un día la violencia política también golpeó su puerta. Al igual que esas otras mujeres, huyó de su casa a la medianoche, cargando a su hijo, y se convirtió en una desplazada más. O no. Porque mientras corría en la oscuridad Olga se repetía: “soy libre, soy libre, hasta hoy me hiciste daño”.

Las escuelas de formación política ayudan a miles de mujeres como Olga a ser lideresas capaces de luchar por sus derechos (c) Funsarep

Las escuelas de formación feministas acompañan a miles de mujeres como Olga para que exijan sus  derechos (c) Funsarep

Fue Arjona el pueblo que la recibió, a ella y a otras mujeres, y FUNSAREP la organización que le abrió sus puertas para que su cuerpo y su corazón pudieran, por fin, iniciar un camino nuevo. Olga fue una de las participantes de la Escuela de formación que acompaña a las mujeres en la exigibilidad de sus derechos a Verdad, Justicia y Reparación, aprende de ellas y les da herramientas para que sean sujetas de derechos, ya no más víctimas.

Hoy Olga es lideresa de una organización vecinal de mujeres. Da conferencias. Creó una casa de acogida para mujeres víctimas de violencia. Por eso, cuando los organismos internacionales se preguntan: ¿vale la pena seguir invirtiendo en las escuelas de formación para mujeres? me sale responderles: pregúntenle a Olga. Ella es una de las 16.000 mujeres que en los últimos cuatro años ha participado de procesos de formación de organizaciones feministas y del movimiento de mujeres en el marco del convenio “Formación y Empoderamiento de mujeres populares y diversas para la construcción de Nuevas Ciudadanías en Colombia, Perú, Ecuador y Brasil”. Ella es una de las miles que se convirtió en líder, dirigente, activista política, militante, mujer política para transformar las injusticias. Una de las miles que hoy, gracias a la oportunidad de romper el aislamiento que les ofrecen las Escuelas de Formación feministas, puede decir: “me duelen las mujeres abusadas. Porque yo soy mujer. Por eso trabajo con las mujeres en mi barrio. Por eso ellas se sienten libres”.

 

Andrea Diez es Responsable Regional de Programas de Derechos de las Mujeres para América del Sur en Oxfam Intermon, feminista y licenciada en Comunicación Social.

3 comentarios

  1. Dice ser albitaguapa2

    lideresa???? hace daño a la vista. Sigo esperando hablar de las mujeres que se inventan violaciones

    23 septiembre 2014 | 09:47

  2. Dice ser Almudena Fer

    Real Academia Española , Diccionario usual:

    lideresa.
    1. f. Directora, jefa o conductora de un partido político, de un grupo social o de otra colectividad. U. m. en América.

    Parece que a los académicos de la lengua no les hace daño a la vista, o a lo mejor es que usan gafas de sol

    Un saludo

    23 septiembre 2014 | 13:30

  3. Dice ser Andrea Diez

    Las mujeres que denuncian violaciones ante la justicia en la mayoria de los paises en America Latina son hostigadas, insultadas, descalificadas y perseguidas. Asi ninguna mas se atreve a denunciar a un hombre, sobre todo si es poderoso. He escuchado muchos relatos de mujeres violadas, y a muchas sobrevivientes de violencia sexual, hasta casos en que las mujeres fueron violadas en el servicio forense o por los fiscales y policías. He escrito libros sobre ellos, y nunca, la verdad, me ha hecho daño a la vista. Yo sigo esperando que alguien me explique, pero diciendo su nombre y apellido y sin esconderse, cuando y donde escucho a una mujer inventar una violación, visto que denunciar en nuestros países trae tantos beneficios…. Y por último, la palabra lideresa a la señora no alcanza a nombrar su grandeza.

    30 septiembre 2014 | 18:15

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