¿Pero no se había dicho ya todo sobre Eurovisión?

Por Mayte Mederos Mayte Mederos firma

Menuda se ha montado en Eurovisión. Cuando algunas ya pensábamos que este festival estaba más muerto que vivo, va y se arma la marimorena. No lo vi en directo (ni pensaba hacerlo, para ser sincera), pero el domingo las redes se incendiaron de tal manera que no me quedó más remedio que enterarme. Y supongo que a buena parte del público europeo le pasó lo mismo. Así que, en la playa como estábamos, empezaron a sonar en mi móvil los acordes de Rise like a Phoenix. Y mis peques se arremolinaron para ver el vídeo, y me decían, sin dar crédito: ¡pero mami, esa mujer tiene barba!

'Triunfo en Eurovisión.' Collage de @TrasTando.

‘Triunfo en Eurovisión.’ Collage de @TrasTando.

Lo primero que sentí, además de resultarme chocante como a mi prole por la falta de costumbre, fue el orgullo de que se visibilizara la diversidad. El derecho del cantante a expresarse como más le guste. Y más cuando leí que tras su barba postiza –que podría haber sido simplemente un gancho- había una lucha pública por el derecho a ser sexualmente diferente.

Pero este sentir no es unánime en la comunidad LGTBI, y las asociaciones trans se han sentido ofendidas. En palabras de la activista Mar Cambrollé, presidenta de la Asociación de Transexuales de Andalucía (ATA), ‘La vida de las personas trans dura más que una canción. El derecho a la propia imagen y libre desarrollo de la identidad para muchas personas solo cabe en un escenario. Cárceles de bambalinas llenas de aplausos y aforo completo para ver a la mujer barbuda, paradojas de libertad atadas en corto; porque en el momento en que el tacón baja del escenario… se apagan las luces y la correa ahoga el cuello’.

Como ella misma dice, ‘no juzgo al personaje, sino a la comunidad gay que aplaude el espectáculo como un paso adelante en la visibilidad, sin tener en cuenta el daño colateral del mensaje confuso que se da a la sociedad. Y juzgo a los medios, que ni en la muerte de una persona trans la nombran con su sexo real sino con el que nació, y sin embargo han tratado a Tom Neuwirth como mujer en todo momento, en un doble juego interesado’.

Desde los colectivos surgen voces divergentes con la comunidad trans. En opinión de Carlos Savoie, presidente de Algarabía Tenerife, ‘Las personas transexuales deberían dejar de ver el travestismo como enemigo, porque no ridiculiza la transexualidad sino los roles de género, precisamente para criticarlos. Y además la feminidad no es exclusiva de las mujeres. Hay que diferenciar entre transexualidad (que está relacionada con la identidad de género, lo que la persona siente que es -hombre o mujer-) y la expresión del género (mostrar masculinidad o feminidad), en donde el travestismo transita entre estas dos últimas’.

¿Y qué opina un travesti del mundo del espectáculo como Tavi Gallart, que además estuvo a punto de ir a Eurovisión en 2001 con una puesta en escena también rompedora para el momento? ‘Le estamos dando demasiada importancia. Conchita Wurst no existe, es una creación. Tom Neuwirth es un artista performántico que crea un cabaret que no tiene nada que ver con la sexualidad, sino con la expresión. Intentar catalogarlo es inútil, no creo que haya que darle más vueltas sino entenderlo como arte, como una creación en la que se juega con los géneros, dejando ver que todo es válido. Es un acto de libertad’.

Yo, por mi parte, me quedo pensando  en todo lo que ha dado de sí Eurovisión este año. Si no fuera un concurso musical, diría que ha tenido más debate político de lo que se atisba en la propia campaña electoral europea.

 

Mayte Mederos, Coordinadora del Área de Familias Diversas de Algarabía, la asociación LGBTI de Tenerife, es madre de familia numerosa y autora del blog Avatares de una amazona.

10 comentarios

  1. Dice ser pris

    hay que defender la libertad de expresión pero valorar el ese hecho a través de un certamen de música (Eurovisión) en lo que prima es la canción, la voz, la puesta en escena, etc y que se haya decidido un primer puesto por un «postizo de barba» de un hombre vestido de mujer, desvirtúa totalmente lo que en su día fue Eurovisión y la finalidad de que ganara la mejor canción.
    Por otra parte la canción de «Conchita» era realmente mala, ni para quedarse entre las 10 primeras. La canción de Ruth Lorenzo era mejor, la cantó muy bien y la puesta en escena con los efectos de lluvia fueron muy llamativos. Y la diferencia una con barba primera y otra con una más que buena actuación, décimo puesto compartido.
    Luego las libertades de expresión no se tienen que tomar para desvirtuar el objetivo y/o finalidad del certamen. Esto es oportunismo premeditado para tener éxito en el mundo de la canción. Claro que cuando se quite el postizo las cosas cambiarán, se olvidará su nombre y casi nadie la recordará, por que ni su voz ni su canción merecen la pena.

    14 mayo 2014 | 08:34

  2. Dice ser nuria

    Conchita wurt ya se daba a conocer en el 2011 con la barba no creo que fue una imagen para eurovision.

    14 mayo 2014 | 08:52

  3. Dice ser sergio

    joder, que no es una barba postiza! vamos, que no te has enterado de nada, qué falta de rigor, escribe cualquiera en un periódico?

    14 mayo 2014 | 09:30

  4. Dice ser Miguel

    Creo que si no lo viste, poco debes opinar, por mucho que te empaparas las redes sociales el domingo.

    14 mayo 2014 | 09:42

  5. Dice ser SurReal

    Pues efectivamente, me parece que aquí se dice algo nuevo, y que se profundiza en algo que ha sido un impacto o una revelación mediática. Lo que no podemos clasificar nos interpela. Bienvenidos los aldabonazos si nos sacan de los estereotipos.

    Sólo te ha faltado decir que muchos más europeos y europeas de hoy en día es mucho más fácil identificarse con Conchita que con las cantantes -por decir algo- de Polonia.

    14 mayo 2014 | 10:30

  6. Dice ser Daniel L.

    qué cambiado veo a pablo motos

    14 mayo 2014 | 11:48

  7. Dice ser Pedro

    Sólo una pequeña corrección, las palabras realmente no son de la presidenta Mar Cambrollé sino que vienen del artículo creado por uno de sus colaboradores «Alejandro AlmaFuerte».

    Saludos.

    14 mayo 2014 | 13:41

  8. Dice ser Blanca María Donald Buil

    No vi Eurovisión, pero llegando al final, si a este señor delgado, vestido de mujer y con barba, al principio, imagino como a la mayoría, me chocó, pero más por no saber qué era…. eso hizo que me cuestionara la importancia que tiene la imagen, y sobre todo, la cantidad de vetos que tenemos ante cualquier persona diferente…Tener que hacer distinciones, como se comenta, de transexualidad , expresión de género…. Parece que tenemos que dar nombre a todo, poner adjetivos para diferenciar… Cuando lo que de verdad importa, es que todos nos respetemos, vistamos como vistamos, nos peinemos como nos apetezca, no importa la imagen que los demás vean, sino cómo nos sentimos, siempre que respetemos a los demás, sin obligar a nadie que siga nuestras tendencias, sólo respetar y ser respetados por ser Personas, tan sólo Personas…Empezar a no catalogar a nadie, luego cuando se nos cataloga no nos hace gracia si está lleno de prejuicios mal intencionados…Cuanto más normal veamos a una persona con malformaciones, con un tipo de vestimenta, color de piel, belleza… cuando más sencilla sea la visión, mayor aceptación entre diferentes, pues lo miremos como lo miremos, siempre encontraremos una pequeña o gran diferencia con los que nos rodean, y eso no ha de ser un motivo de sorpresa, de crítica destructiva, cotilleo… tendríamos que verlo como algo natural, evitando así los prejuicios…
    Gracias por escuchar

    14 mayo 2014 | 15:57

  9. Dice ser El hábito no hace a la monja

    Yo creo que está bien comentarlo porque no está hablando de la actuación musical, sino del impacto social en un ámbito del que no nos llegan voces con frecuencia, y se ve afectado por el revuelo mediático y en las redes sociales.
    Interesante.

    14 mayo 2014 | 15:58

  10. Dice ser manuel

    Buen post. Quizá parezcan demasiadas autoras
    y a ojos extraños demasiadas cuerdas para cualquier violín
    pero lo bello no ha de ser excesivo, que venga como le de la gana,
    sin demora, y envuelto, como ahora, en chanel de jazmín,
    se llame Mayte, Sole, Belén, Margarita o Susana.

    14 mayo 2014 | 20:02

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