Una adolescente entra en un baño colectivo, en algún lugar de Guatemala. Ante el espejo, con sus propias tijeras, se corta el pelo mechón a mechón. Después, se quita la camiseta y se envuelve el pecho con una venda, bien apretado. Se pone una gorra, se coloca la mochila, y abre la puerta. Quien sale de ese lugar podría ser perfectamente un chico. Querría serlo. Todavía no sabemos por qué.
Es una de las primeras escenas de La jaula de oro, una magnífica e impresionante película de Diego Quemada-Díez. Cuenta el viaje de tres jóvenes, una pareja de guatemaltecos y un joven indígena chiapaneco, hacia Eldorado de América del Norte. Una ruta alrededor de la vía del tren, cuando no directamente sobre ella.
No quisiera hacer un spoiler, pero difícilmente una película como ésta puede tener un final feliz. Lo que sí se ve claramente a medida que se desarrolla la historia es por qué Sara trata de pasar por un hombre en esta travesía. Además de los riesgos que sufren todos los migrantes, las mujeres pueden ser, y son, víctimas de violencia, y de trata de personas, con mucha más frecuencia. El peligro para ellas se multiplica en el camino.
‘La jaula de oro’ es una de esas películas que merece la pena ver, ahora o cuando se pueda. Porque igual que en uno de sus cortometrajes más premiados, I want to be a pilot, Diego Quemada-Díez pone el centro en los valores, los sueños y las capacidades de las personas que se enfrentan a la ruta. En su deseo, que es su derecho, a tener una vida digna. Que es el mismo deseo, el mismo derecho, que todos tenemos.
Belén de la Banda es periodista y trabaja en Oxfam Intermón
No quiero ni pensar que uno que tien un cuerpo masculino como soy yo se encontrase a disgusto en élEso debe ser un suplicio , no lo puedo comprender y doy gracias a Dios por sentirme tan bien en mi cuerpo, el único suplicio que me reprime el instinto varonil , es que tal como me hago viejo más me gustan las mujeres, y eso es terrible, angustioso pero me conformo cuando pienso que soy un ser normal.
Clica sobre mi nombre
21 abril 2014 | 15:45
Antonio Larrosa veo que sigue teniendo la sagaz percepción habitual. La protagonista de la película, una chica que va a emprender un viaje peligroso en un mundo de hombres para intentar pasar la frontera de EEUU, se hace pasar por chico porque no está a gusto con su cuerpo. Obvio.
21 abril 2014 | 16:16
Pues sí, los comentarios tantas veces no casan con el texto. Interesante peli. Intentaré verla. Aunque me da que será de mucho sufrir, precisamente porque es un caso real…
21 abril 2014 | 16:47
¿Como es que esa chica se esconde las tetas si las tetas son un arma poderosa?
21 abril 2014 | 17:07
Otro que tal baila… Por favor, las del blog, borrad los comentarios de todos estos descerebrados que no aportan nada. Sicoloco, si no sabes leer, mejor cómprate un tebeo.
¡¡¡Qué falta de respeto y de mínima sensibilidad!!!
21 abril 2014 | 17:25
Espero que a la protagonista no le suceda lo que a un personaje de una novela que leí hace muchos años, tantos que ya ni me acuerdo del título pero la escena se me quedó grabada, la chica era lesbiana y se hacía pasar por un chico, cuando unos energúmenos se dieron cuenta……
21 abril 2014 | 17:48
Es curioso Antonio Larrosa la percepción que tienes de lo que significa ser normal, yo en cambio leyendo tus comentarios creo que el calificativo que te asignas es equivocado, más bien lo que vemos los demás es que eres un ser muy , pero que muy simple y con un nivel de reflexión muy que muy bajo, quizás por eso te gustas tanto a ti mismo.
21 abril 2014 | 17:54
tiene pinta de ser un tostón considerable
21 abril 2014 | 18:10
Ese inicio de película, es menos original que el abc… Pero sui hasta disney hizo una peli con éste tema.
21 abril 2014 | 18:55