Cómo rescatar a una poeta maldita

Por Elena Cianca Elena Cianca

Una mujer se desploma en una calle de Harlem en 1953. Muere mientras una ambulancia la traslada a un hospital. No tiene identificación, y la entierran como anónima. Es el triste y desgraciado fin de Julia de Burgos, una de las poetas más grandes de América.

Julia ha nacido en Puerto Rico, en una familia numerosa, pobre y campesina, con un padre alcohólico. Superando todos estos obstáculos y con la única ayuda de su esfuerzo y su talento, consigue licenciarse en la universidad y codearse con la élite cultural y política de su país. Trabaja en un proyecto de alimentación y como maestra. Muy pronto llega a ser una líder independentista, con cargos en su partido, en una época en que esto era virtualmente imposible para una mujer mulata y pobre, como era su caso. Con  24 años publica uno de los dos únicos libros que da a luz en vida, Poema en veinte surcos.  Ya en él, como hará en toda su poesía,  Julia de Burgos muestra todas sus facetas: compromiso político, rebeldía ante una sociedad que priva de libertad a las mujeres, y sus sentimientos más profundos. La política la  lleva al exilio, primero a Cuba y finalmente a Nueva York.

Imagen de la poeta puertorriqueña Julia de Burgos en la página de Editorial La Discreta

Imagen de la poeta puertorriqueña Julia de Burgos en la página de Editorial La Discreta

Su vida amorosa, que quedará reflejada en su poesía como una de sus constantes, siempre será conflictiva y desdichada. Duele pensar que esta mujer luchadora, reivindicativa, feminista, acaba sus días en Harlem sumida en una angustia vital, olvidada, alcoholizada, y fracasada como poeta, ya que no consigue encontrar editor para su último libro.

Sin embargo, el paso a la muerte la convierte con toda justicia en la poeta nacional de Puerto Rico. Los niños recitarán y cantarán sus poemas en las escuelas. Poemas intimistas que caminan a la par de su pueblo, como leemos en estos versos:

¡Río Grande de Loíza!… Río grande. Llanto grande

 El más grande de todos nuestros llantos isleños,

 si no fuera más grande el que de mí se sale

por los ojos del alma para mi pueblo esclavo.

Aunque es un mito y un símbolo en Puerto Rico y entre las comunidades hispanas de Estados Unidos, todavía hoy es difícil atribuir, datar y fijar con claridad los textos de sus poemas. Su vida turbulenta hace que se pierdan o dispersen sus textos originales, manuscritos o escritos a máquina.

Desde hace unos años, un grupo de amantes de la literatura nos propusimo rescatar, estudiar y  dar a conocer en España la poesía de Julia de Burgos, con tanto valor humano y literario, tan conocida en América y tan poco conocida aquí. Hemos editado dos volúmenes con su obra poética: el primero contiene los libros, que ella misma preparó, aunque no llegaran a editarse durante su tiempo de vida. Pero para el segundo, el profesor de la Universidad Complutense Juan Varela-Portas de Orduña ha tenido que realizar un gran trabajo de edición con muchos poemas dispersos o que no estaban bien datados o estudiados. El grupo Troupe de Trapo, ya ha recitado y puesto música a varios poemas de Julia de Burgos.

Por el centenario de su nacimiento, en 2014, queremos ofrecerle un homenaje: un disco doble con grabaciones de calidad y artistas de reconocido prestigio como la soprano Pilar Jurado, el crooner Toni Zenet o la gran figura de la música puertorriqueña Zoraida Santiago, entre otros. Pero un disco doble de 22 temas, grabado en un buen estudio y con gran calidad técnica, es un proyecto muy ambicioso para una pequeña editorial como la nuestra  y necesitamos la colaboración de muchas más personas interesadas en rescatar y homenajear la figura de Julia de Burgos. Por eso hemos creado un proyecto en la plataforma Verkami abierto a quien quiera participar en esta historia de amor a la poesía. Para que Julia de Burgos sea por fin una poeta reconocida y querida en nuestro país, en lugar de una poeta maldita.

 

Elena Cianca es filóloga y forma parte de Ediciones de La Discreta, colectivo cultural sin ánimo de lucro.

5 comentarios

  1. Dice ser Chon

    ‘Tú te rizas el pelo y te pintas; yo no; a mí me riza el viento, a mí me pinta el sol’ Así era Julia de Burgos. Gracias por ayudarnos a conocerla, yo no tenía ni idea…
    http://nochaosdamnit.tumblr.com/post/22537750649/tu-te-rizas-el-pelo-y-te-pintas-yo-no-a-mi-me

    21 junio 2013 | 09:04

  2. Dice ser Davidlasmatas

    Una gran inciativa. Leí el primer volumen de las obras completas publicado por La Discreta y quedé maravillado de su intensidad emocional y transparencia. Una gran poeta que hay que dar a conocer en España y fuera de Puerto Rico. Estoy deseando que aparezca el disco y animo a todos a contribuir a que sea posible. Gracias

    21 junio 2013 | 09:36

  3. Dice ser Profeflauta

    Julia es una de esas poetas que pasan a la tradición del pueblo. En Puerto Rico, en Nueva York y en otros lugares de América Latina sus poemas se recitan y se cantan en fiestas y encuentro populares. Es una de las grandes poetas de América Latina. Qu en España no sea conocida solo demuestra que vivimos de espaldas a esa enorme riqueza cultural en nuestra propia lengua que está al otro lado del océano. Ojalá el crowdfunding de La Discreta resulte (yo ya he contribuido, modestamente) y podamos disfrutar de sus poemas hechos canción. Porque además, como buena poesía popular, la poesía de Julia está hecha para recitar en voz alta y para cantar.

    21 junio 2013 | 17:30

  4. Dice ser Profeflauta

    Julia es una de esas poetas que pasan a la tradición del pueblo. En Puerto Rico, en Nueva York y en otros lugares de América Latina sus poemas se recitan y se cantan en fiestas y encuentros populares. Es una de las grandes poetas de América Latina. Que en España no sea conocida solo demuestra que vivimos de espaldas a esa enorme riqueza cultural en nuestra propia lengua que está al otro lado del océano. Ojalá el crowdfunding de La Discreta resulte (yo ya he contribuido, modestamente) y podamos disfrutar de sus poemas hechos canción. Porque además, como buena poesía popular, la poesía de Julia está hecha para recitar en voz alta y para cantar.

    21 junio 2013 | 17:36

  5. Del libro inedito: Los Geranios y la Huerta: poema, » MI NOMBRE ES JULIA DE BURGOS»

    Habia cruzado del todo/guiada por el contraviento Norte/ que me impedia centralizar el ojo/hacia el punto medio de oeste,/en busca de la Calle 105 y Quinta Avenida./II/ Horas antes, en el atardecer/ resaque mi temblor desnudo/ y un poco de mi forzada voz/ sobre la insaciable sombra/ que me atormentaba./ Y dijele, mi nombre es Julia de Burgos/ Hoy he de cortar por siempre/ el quicio con que matas./(Me ajotaba perros cancerados/ me colgaba de las chimeneas/me sondeaba con tubos de cristal/ me arrastraba por los rios helados,/me halaba con cañamos el pelo.) /III/ Tu me hiciste presa del terror,/Me lanzaste/ a las muchedumbres empedernidas y estrafalarias./ Y tuve que salir fletada/ hacia el final de mi ultima senda/sin otra vibracion/ que la del recuerdo grato/ de unas lunas anteriores/ al pie de los abriles tiernos de Juan Bautista./( El me habia dejado/ en busca de consuelo y otras horas.)/ IV/ Entonces tome aquel rumbo/ hacia la Calle 105 y Quinta Avenida./ Queria llegar/ hasta donde me lo permitiera/ el juego de las posibilidades./Y alli caer para concluir a prisa/la mas anegada intuicion/de mis infelicidades./ Tenia que llegar/para sonreir un solo instante/a esa totalidad repudiada/de los desposeidos./Buscaba localizar el musculo infantil de mis soleados dias,/ y apretar desde lo poco que quedaba/ el reproducido sueño,/ aquella gota dulce en mi cancion amada…/ la mano mineral que recorrio mi pecho/ y mi secreta boca./Porque yo quise caer como un reloj callado,/ y que llorase el tiempo/ lejos de la sicologia que mata/ y la soledad que altera./ V / Mi rota mirada iba cerrando./ Tenia que llegar a la Calle 105 y Quinta Avenida./ Mi paso fue sumandose a los temblores./ Cai desparramada./Me asalto la pena y el destierro,pero pude llegar/ a la nebulosa sala donde ruge la medicina./De alli me echaron/ porque mi corazon hablo/ contra el rugir de la medicina,/ sus enigmaticas pasiones, mi pueblo deshollado;/el vertigo… los asesinos de la hora./ Me echaron a empellones./Porque apestaba a densidad menstrual/porque descifre las gradaciones de mis apaleados arcoirs./ Y asi cai/ sin implorar mas tierra/para que la sueñen otros en la injusticia pura/ para morir ausente/ sobre los sueños grises/ de algun lenguaje solos.

    24 junio 2013 | 21:37

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