Se nos ve el plumero Se nos ve el plumero

"La libertad produce monstruos, pero la falta de libertad produce infinitamente más monstruos"

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El blog «Se nos ve el plumero» en Noche H ¡Ya somos alguien!
Noticia: El País critica al PSOE.
No noticia: El Mundo sigue erre que erre con ETA en el 11-M

Me han dicho que haciendo clic en la pantalla arranca el reportaje de «Noche H» donde anoche hablaron (y hablé) de nuestro blog.

A ver qué les parece. Vamos sembrando…

(Menos mal que se ve un poquito la taza con el logo de 20 minutos.

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¡Vaya viernes! Hasta ahora no he podido mirar las portadas de los diarios de pago. Algunos días quedan tan viejas… con respecto a Internet que me olvido de pegarlas en el blog por la mañana. Lo siento.

Hoy lleva El País (lo nunca visto)cuatro columnas de corrupción urbanística del PSOE:

Dos ex alcaldes madrileños del PSOE ingresaron un millón de euros en Andorra

Y dos columnas de lo mismo pero del PP:

Grabaciones a un concejal del PP

«De los 30.000 millones yo quiuero mi 11%. Tú me das la pasta y yo me piro»

El Mundo sigue erre que erre con la presunta relación fantástica de ETA con el 11-M, a cuatro columnas:

«La superioridad le dijo a nuestro jefe que había que eliminar lo de ETA»

Naturalmente, le podría contestar el director general de la Guardia Civil (lo oí en la radio), a eso se le llama «control de calidad».

O sea, el jefe está para quitar las chorradas que ponen a veces algunos subordinados. Y no hay que darle muchas más vueltas al matacucarachas. A menos que algunos jueces trabajen para intereses contrarios o distintos a los de la Justicia.

El País está desconocido, oiga. Cuatro columnas críticas para el PSOE en primera y un artículo de opinión en su página noble para un diputado del PP. Esto se anima.

Ahí va este interesante artículo de un diputado del PP en ¡El País! que les recomiendo.

Extrema derecha

JOAQUÍN CALOMARDE

EL PAÍS – Opinión – 20-10-2006

Tras las recientes elecciones municipales belgas, el fantasma, más que real, de la extrema derecha europea cabalga de nuevo, irredento, pendenciero, analfabeto, pero contumaz y efectivo, frente al miedo a la inmigración, el cultivo exacerbado y brutal de la xenofobia y el racismo, la alarma frente a la corrupción política o económica, la inseguridad ciudadana (especialmente en las zonas más vulnerables de las grandes urbes europeas), la cuidada desafección al sistema de partidos (que es sistemáticamente presentado como perturbador y origen de desórdenes, decadencia de los valores tradicionales de la nación y fuente de todo tipo de atropellos, dejaciones y nepotismos), y el cultivo de la constante pérdida de confianza en las instituciones democráticas del Estado (a las que se acusa no sólo de no poder, ni saber, sino de no querer solucionar los graves problemas que supuestamente atenazan la libertad de los ciudadanos nacionales).

Horadar las instituciones representativas del Estado democrático, criticando cuando conviene su legitimidad, ha sido desde los tiempos del ascenso del nacionalsocialismo alemán parte de la propaganda y estilo táctica de la ultraderecha europea, y en tiempos no tan remotos, española.

El fenómeno de la ultraderecha, de la extrema derecha, en Europa, desgraciadamente no se circunscribe sólo a Bélgica. Existen partidos de extrema derecha en Austria que desgraciadamente cuentan en la vida política de ese país. En Francia, Le Pen alcanza repetidamente el l0% o el 15% de las intenciones de voto seis meses antes de las elecciones nacionales. En Dinamarca, el Partido Popular Danés representa el 13% de los electores y es parte de la mayoría parlamentaria, aunque, afortunadamente, no está en el Gobierno. En Eslovaquia, el Partido Nacional Eslovaco, fuertemente nacionalista, profundamente antihúngaro y antigitano, se ha convertido en la tercera fuerza política en las elecciones del pasado 18 de junio con el 11% de los votos. Y en Polonia, la católica y profundamente antieuropea Liga de las Familias llegó a alcanzar el 8% de los votos en las elecciones de septiembre de 2005 y, desde ese momento álgido, participa en el Gobierno polaco.

Ciertamente, no es un buen panorama para Europa, pero tampoco lo es para España. En nuestro país, después de treinta años de democracia -incluida la transición y aprobación de la Constitución de 1978-, la extrema derecha política, felizmente, ha ido dejando de tener representación parlamentaria. Todo lo referido a ella nos parece lejanísimo a los que tenemos hoy cincuenta o más años. Porque para nuestra generación, y todas aquellas de españoles que, como actores o espectadores, vivimos la agonía interminable del franquismo, ha pasado mucho tiempo desde que la Plaza de Oriente cortejaba la mano incorrupta de Franco al ritmo de aguiluchos, heráldicas varias y tronadoras canciones fascistas. Hoy día, la situación no es ésa.

En la actual composición de nuestro Congreso de los Diputados no hay ninguna fuerza de extrema derecha, ninguna. Por otro lado, también hay que aclarar al unísono que en nuestro Congreso de los Diputados no hay ninguna fuerza de extrema izquierda. Tampoco hay en nuestro Congreso de los Diputados fuerzas radicales. Luego en España no hay ningún problema con la extrema derecha en nuestras instituciones parlamentarias. Ni en ninguna otra institución del Estado Democrático de Derecho, felizmente. No están, ni se les espera. La democracia, nuestra democracia, nuestro régimen de libertades, ha podido más y ha ganado la dura batalla contra la intolerancia y contra los liberticidas.

Pero hay grupúsculos extraparlamentarios que pueden ser alimentados por actitudes inciviles y gravemente peligrosas para nuestra democracia.

Esas actitudes son las que consisten en horadar las instituciones del Estado por, en algunos casos equivocados, mero afán de supuesto lucro electoral, o, en otros, de insuflar aliento a grupos, personas o medios colectivos que, no presentándose a las elecciones, aspiran a controlar sectores de nuestros partidos democráticos (véase a tal efecto toda la campaña periodística-digital-radiofónica en torno a la presunta conspiración sobre el 11-M), suplantar la voluntad de sus votantes y de algunos de sus cargos electos, y distribuir cotidianamente veneno y odio entre españoles.

Son aquellos, ferozmente dogmáticos, que imparten diariamente doctrinas incendiarias según las cuales España fenece, el mundo se hunde y la política va sobrando. Son aquellos que arremeten contra demócratas por serlo. Son aquellos que pretenden ser la quintaesencia de la democracia y no representan sino el perfil, peor, de los intereses corporativos y las necesidades personales.

Ese atroz dogmatismo, que sí es propio de la extrema derecha, es hoy cultivado por algunas emisoras radiofónicas, por algunos medios escritos y por algunos altavoces y corifeos públicos que van haciendo de la intolerancia, la ceguera, la exageración y el Apocalipsis cotidiano caldo de cultivo que engorda la visceralidad de la «pequeña» extrema derecha española. En nuestra acción política democrática convendría, por parte de todos, pensar en ello, denunciarlo y evitarlo.

En España, tras la recuperación democrática de la libertad, la extrema derecha no se ha consolidado. Pero está en boca de algunos, y es un deber urgente de los partidos democráticos ir recuperando el espacio perdido atrayendo especialmente a los jóvenes españoles con ideas positivas acerca de la inmigración, la igualdad social y la libertad para todos como esencia que son de la democracia misma. Ésta es nuestra primera obligación en los albores del siglo XXI.

Joaquín Calomarde es diputado del PP al Congreso por Valencia.

No está todo perdido. Mientras hay vida hay esperanza.

¡Que viene la extrema derecha!
¿La nueva o la de toda la vida?

Tengo la impresión de que Pedro Jota Ramírez, sin atender a quienes le piden «más madera» sobre la presunta conspiración de ETA y el 11-M, está cambiando de rumbo.

Por la portada de hoy, veo que ha optado por publicar datos incluidos en el sumario instruido por el juez del Olmo, en lugar de prestar su altavoz mediático a «chorizos» («The Guardian» dixit) o presuntos criminales como Transhorras, sobre quien reace una petición de 3.000 años de cárcel por su presunta participación en el suministro de explosivos para la matanza de Atocha.

En toda la primera página de El Mundo se habla del 11-M, a 4 columnas y citando documentos incluidos en el sumario judicial. Pero hay un dato sorprendente: en la información de 11-M de Casimiro García Abadillo, en portada, no se menciona para nada a la banda terrorista ETA sino a unos individuos que «hablaban un idioma extraño identificado por un dependiente como ´búlgaro´». Vaya tomando nota, señor Aznar.

Claro que Pedro Jota hace una pequeña concesión al respetable de su «nueva extrema derecha». Solapadamente -como diría Zapatero– mete la cuchara bajo la información del 11-M y coloca justo debajo del gran titular una foto central del terrorismo callejero en Baracaldo. Pero no menciona a ETA para nada. A eso lo llamamos aquí asociación subliminal por yuxtaposición.

Contra su costumbre, El País también habla hoy del 11-M en su portada. Desde que le descubrieron el cartón a Pedro Jota (Trashorras: «Si me pagan, cuento la Guerra Civil»), los colegas de El País han tomado carrerilla y están lanzados. Pero lo hacen tímidamente a 1 columnita con este jugoso titular:

Un informe de la cúpula policial de Aznar desmiente a Trashorras

La valoración que ambos diarios hacen de la bronca que se ha montado en torno a las palabras del Papa sobre el Islam y la violencia y su rectificación también es muy distinta. Si con el 11-M la relacion es de 4 a 1 columnas, con el Papa es al revés, o sea de 1 a 3 columnas y con foto.

Lo que no se muy bien es si el Papa era infalible cuando habló del Islam en Alemania o ha sido infalible ahora al rectificar y pedir perdón en el Vaticano.

Nada me sorpende que Zapatero sea hoy el sujeto principal de la primera noticia de El País (arriba, a dos) y de la última noticia de El Mundo (abajo, a tres).

Los verbos de ambos («acusa» y «reparte…, alude y arremete») son deliciosos:

El País:

Zapatero acusa al PP de actuar como «la nueva extrema derecha»

Sumario:

El presidente del Gobierno pide apoyo y paciencia para el proceso de paz

El Mundo:

Zapatero reparte credenciales democráticas y alude al PP como «nueva extrema derecha»

Sumarios:

Acusa a la actual oposición de «deslegitimar las instituciones y poner en custrión el resultado electoral»/ La contrapone a la «derecha democrática» de la Transición

Arremete también contra quienes «pretenden solapadamente hacer una nueva valoración de la dictadura»

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A 3 columnas da El País la victoria electoral histórica de la derecha en Suecia, el paraíso de la socialdemocracia. El Mundo no da ni una línea en primera. ¿Se les habrá pasado?

Interesante artículo de E.Gil Calvo en El País:

Perdón: me he comido una línea, justo debajo del pie de foto del dúo Zaplana-Acebes. Arreglaré el mal corte en el photoshop en cuanto pueda. Entre tanto, esta es la línea que le falta al artículo de Enrique Gil Calvo:

«como un ataque preventivo contra dicho veredicto futu-«

Que les aproveche.

P.S. Me gustaría hacer in libro de estilo para este blog y sus comentarios. Estoy un poco cansado de los comentarios de mal gusto y me voy a comprar unas tijeras como las del New York Times, por lo menos.

Se agradecen todas las sugerencias, incluso las constructivas.

Gracias.

JAMS

El Papa también se equivoca…de siglo
¿Actúa «solapadamente» la nueva extrema derecha?

La verdad es que algunos domingos necesitamos no sólo un libro de instrucciones, para seguir los diarios y suplementos -como nos dice hoy Forges en El País-, sino una carretilla para llevar a casa toda la chamarilería que nos venden. Yo suelo comprar los dos primeros ejemplares, por el precio de uno, y ahí se acaba mi colección.

La explotación del canal de distribución de dvd´s, enciclopedias, patinetes, cubertería, etc, a través del casi-monopolio del quiosco, es una creciente línea de negocio que puede compensar a los viejos diarios de pago por la caída en su tasa de reposición de lectores. Los lectores mayores se van (por razones biológicas obvias) y los lectores jóvenes no se acercan a los de pago.

Los tiempos cambian y la innovaciones (internet, TV-IP, prensa gratuita, móviles, etc.) son imparables. Además, los jóvenes de hoy, en general algo más cultos que los de antes, prefieren una prensa menos ideologizada, que separe mejor los hechos de las opiniones, o simplemente menos aburrida.

¿Quién ha dicho que un periódico serio tiene que ser aburrido?

Quizás deberían vendernos también unos calmantes o unos sobrecitos de tila acompañando a según qué diarios. O tapones para la nariz, porque hay que ver cómo está el patio.

A veces, tengo la extraña sensación de que el nivel de virulencia de los ataques troleros, que recibimos en éste y en otros blogs de 20 minutos, es directamente proporcional al acierto en los comentarios. Cuando, rara vez, damos en clavo, saltan todos los troles a la vez.

Don Quijote era más fino cuando advertía:

«Ladran, Sancho, luego cabalgamos».

También me entran dudas sobre si es bueno que salga la pus de las viejas heridas históricas, infectadas y transmitidas de generación en generación, para que puedan curarse… o si, acaso, es mejor dejarlas enquistadas en las entrañas por los siglos de los siglos. No se. Hay un tiento que dice:

«Tiempo dale tiempo al tiempo que el tiempo lo cura to…»

Y luego hemos visto como se mataban vivos los vecinos de piso en Sarajevo por lo que dicen que pasó allí hace más de mil años.

Hablando de mil años, nuestros principales diarios de pago coinciden hoy en dos temas de portada. Uno es el Papa que, aunque dogmáticamente es infalible para los suyos en cuestiones de «fe», suele equivocarse a menudo en cuestiones de «razón». Tengo la impresión de que el Papa se ha equivocado de siglo y de cruzada.

Antes de volver a hablar de fe, razón y violencia, le recomiendo al Papa que lea una crónica-ficción sorprendente de Amin Malouf:

«Las cruzadas vistas por los árabes»

Y -¡cómo no!- que lea también a nuestro Manuel Saco. La lectura de su comentario de ayer («Perro no muerde a perro») podría serle más provechosa, para él y para la paz mundial, que la del BOE o el Observatore Romano.

El Mundo titula lo del Papa con en verbo «lamentar«:

El Papa lamenta «haber ofendido» a los musulmanes mientras siguen las protestas

El País va un poco más allá («pide perdón«)en su interpretación:

El Papa pide perdón por su discurso sobre el Islam

Acabo de oír al Papa en la tele y ha ido más lejos aún que nuestros dos diarios. Ha dicho públicamente que está «profundamente afligido»… . «Siento profundamente», ha dicho textualmente. No es para menos. Y las protestas de sus competidores musulmanes siguen con incendios de iglesias y el asesinato de una monja en Somalia.

El segundo acontecimiento con el que ambos diarios coinciden en portada está relacionado con la conferencia política del PSOE y, especialmente, con la visita de la candidata socialista a la presidencia de la República francesa.

EL País apuesta por una gran foto de Ségolène Royal y por una frase suya muy contundente, como gran titular, procedente de una excelente entrevista que le hace Soledad Gallego:

«Para muchos hombres es incompatible ser mujer y mandar»

El Mundo va más en su línea de captar lectores conservadores y titula la foto de tres mujeres, muy activas en la política, de manera un poco ambigua, cursi y, si me apuran, un pelín machista:

Ségolène, el «glamour» del feminismo elegante

El gran titular de primera de El Mundo, sobre esa foto, va dedicado a la presunta «autocrítica» que atribuye al PSOE:

El PSOE hace «autocrítica» y propone endurecer la política de inmigración

El País manda con un Gobierno antinuclear que «decide«:

El Gobierno decide cerrar la central nuclear de Garoña

También titula El País, a una columna, con las próximas conversaciones del Gobierno con ETA («antes de un mes»).

En cambio, no he encontrado en toda la primera de El Mundo ninguna alusión a ETA ni al 11-M y menos aún -¡qué raro!- a la banda y a la matanza de Atocha juntas y revueltas, como viene siendo habitual desde que el PP, por su mala cabeza, perdió legítimamente el Poder.

Desde el patinazo de El Mundo con el ex minero Trashorras, acusado de entregar los explosivos a los terroristas islamistas del 11-M, Pedro Jota anda buscando otro norte y otros feligreses, girando un poco más a mano derecha y a cualquier precio.

Sobre ETA y el 11-M hay un breve artículo de Ernesto Ekaizer en El País que reproduzco a continuación:

Indigestión de conspiradores

ERNESTO EKAIZER

EL PAÍS – España – 17-09-2006

Tras dos años de fiesta conspirativa, el diario El Mundo y el PP tuvieron un miércoles negro el pasado 13 de septiembre, al conocerse cómo su principal testigo de cargo, el ex minero asturiano José Emilio Suárez Trashorras, se las gasta a sus espaldas. Acusado por el juez de aportar los explosivos utilizados por la banda islamista en el 11-M, Suárez Trashorras se enfrenta a una pena de 3.000 años de cárcel. Y cuando se aproxima un momento procesal importante (el desenlace de su recurso contra el auto de procesamiento esta misma semana, base del juicio oral, el próximo año), el acusado daba una larga entrevista al citado periódico, a partir del 4 de septiembre.

La entrevista, según la información aportada por éste diario el miércoles 13, comenzó a gestarse en febrero de 2005. En esas fechas, un delincuente que será juzgado en breve por tráfico de drogas en Asturias (José Ignacio Fernández Díaz, Nayo) acusaba en las páginas del mismo diario a su ex secuaz Suárez Trashorras de vender explosivos a ETA. Suárez Trashorras, en una conversación con sus padres en la prisión de Alcalá-Meco, rumiaba: «Mientras el periódico El Mundo pague, si yo estoy fuera, les cuento la Guerra Civil española. Desde que nací. Desde la Guerra Civil hasta ahora. Si te vienen con un chequecito cada… ¿Por qué piensas que lo hizo Nayo?»

Éste es el testigo de cargo del periódico citado y del primer partido de la oposición. No debía de ser una sorpresa. Suárez Trashorras había declarado ante el juez cuatro veces, y no había vacilado, siguiendo los consejos de su letrado, en cambiar su testimonio. Su disposición en la conversación con sus padres a contar lo que fuese, si le venían «con un chequecito», según la grabación, era normal. Por dos razones: según decía él mismo, por dinero y, también, para mejorar su situación penal. Si un abogado necesita crear dudas razonables ante el desenlace del recurso contra su procesamiento y, más a largo plazo, cuando su cliente se siente en el banquillo, ¿por qué no utilizar los servicios de un diario?

La información publicada por EL PAÍS, pues, permitía completar el verdadero perfil del hombre que, presuntamente, hizo llegar el explosivo del 11-M. Aquel lado oscuro y sórdido que la presentación comprensiva y magnánima del personaje por El Mundo y el PP trataba de mitigar.

Si, entre marzo de 2005 y septiembre de 2006, el citado diario pagó o no eso es un secreto entre las dos partes contratantes, un secreto que éste periódico no presume de conocer. En cambio, el secreto que sí reveló fue de gran importancia: la falta absoluta de escrúpulos del entrevistado.

La transacción de las dos partes se rigió por la estricta lógica comercial. El Mundo necesitaba más madera (como Buster Keaton en El maquinista de La General) y Suárez Trashorras confesaba unas apetencias de dinero y tenía necesidad de distorsionar la realidad ante la justicia. Las revelaciones de este periódico provocaron la indigestión del «autor intelectual» de la teoría conspirativa, el diario El Mundo. En cuanto a su director, Pedro J. Ramírez, si es capaz de desfigurar en sus páginas un programa donde tuvo sobrado tiempo para explicarse, ¿qué no será capaz de manipular y distorsionar para hacer buena la intoxicación de José María Aznar, Ángel Acebes, Eduardo Zaplana y Mariano Rajoy (que expresaba en El Mundo el 13 de marzo de 2004, jornada de reflexión mediante, la «convicción de que ETA» era responsable de la masacre)? Eso sí: ¡el director del diario que publica la novela de la conspiración por entregas «nunca ha dicho que ETA interviniese en el 11-M ni que el PSOE participase» en la citada conspiración! Faltaba más.» FIN.

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Atentos mañana a los titulares sobre el discurso que acaba de dar Zapatero en la Conferencia Política del PSOE. Ha celebrado y ha tendido la mano a la derecha democrática pero ha alertado sobre la «nueva extrema derecha» que trata de deslegitimar las instituciones y el resultado electoral así como revisar la Historia para («solapadamente«, ha dicho») hacer una revisión de la Dictadura.

¿»Solapadamente»? Un poco ingenuo me parece a veces este Zapatero. O será que es muy joven.

Se ve que el presidente del Gobierno no lee este blog. Yo diría que, a la vista de los titulares que comentamos aquí, la nueva extrema derecha españolista está deslegitimando las instituciones democráticas, y no «solapadamente», como dice Zapatero, sino descaradamente y sin disimulo.

¡Ay, Sarajevo! No aprendemos…