Se nos ve el plumero Se nos ve el plumero

"La libertad produce monstruos, pero la falta de libertad produce infinitamente más monstruos"

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¿El Mundo cuadruplicó a El País o al revés?

Sin comentarios.

Alierta, en el banquillo (grande en El Mundo, pequeño en El País)

El sujeto es «El Supremo» para El País y a una columna. Para El Mundo, en cambio, el sujeto de la misma noticia es «Alierta» y lo lleva a cuatro columnas, con foto a tres y recuadro documental. La palabra «banquillo«, tan temida para cualquiera que se precie de honrado o de parecerlo, sólo aparece unida a Alierta en el titular de El Mundo.

¿No fue, acaso, José María Aznar, amigo de Pedro Jota Ramírez, quien nombró a César Alierta, presidente de Tabacalera, como presidente de Telefónica?

¿No fue, acaso, José María Aznar , amigo y protector de César Alierta, quien persiguió y trató de meter en la cárcel al presidente de El País, Jesús de Polanco? (Véase, si lo encuentran, «Jaque a Polanco»)

¿Es El País o El Mundo al revés?

¿Qué está pasando aquí?

Dirán ustedes, y no les faltará razón, que en las noticias políticas es donde más se les ve (se nos ve) el plumero a los diarios. Tiene uno la impresión de que las páginas de Economía, sometidas a la dictadura y al rigor de los números, permiten menos sesgos interesados a la hora de elegir el titular (sujeto, verbo, etc.) para una noticia o de asignarle cuerpo tipográfico, ilustración gráfica o tamaño en la página.

Sin embargo, pese a que se hila más fino en Economía que en Política -por si las moscas-, el análisis comparativo de las noticias de negocios tiene mucha más miga y nos ofrece claves mucho más relevantes sobre la cultura corporativa y los intereses reales del medio de comunicación en cuestión que cualquier otra sección.

El cuidado exquisito o la dureza con que se decide el sujeto de una noticia económica nos permite descifrar alianzas pasadas o futuras, expectativas de negocio, venganzas soterradas, eventuales cambios de propiedad o de empleo…

Nunca me canso de recomendar a mis alumnos, apasionados por la búsqueda de la verdad, aquel sabio consejo de Marlon Brando en el inigualable papel de El Padrino:

«Sigue al dinero»

OJD «rectifica» (en El Mundo) pero sólo «aclara» (en El País)

Mientras los cristianos bizantinos -según cuentan- discutían en el siglo XV sobre el sexo de los ángeles, los musulmanes tomaron el imperio oriental e instalaron sus palacios y mezquitas en la vieja Constantinopla que convirtieron en Estambul.

En su lento declinar, los diarios mal autollamados «de pago» siguen hoy enzarzados en sus viejas disputas sobre el sexo del confuso témino «difusión«: venta en quiosco, suscripciones individuales o colectivas, reparto promocional, distribución gratuita, etc.

Mientras cae persistentemente la tasa de reposición de lectores de diarios tradicionales «de pago» (mueren los viejos y no entran jóvenes), un nuevo imperio emergente de diarios gratuitos de calidad y de legiones enteras de internautas están escalando sus frágiles murallas y ganando la atención y el cariño de los nuevos jóvenes lectores.

En lugar de evolucionar y mejorar para adaptarse a la realidad cambiante, o sea, al gusto del nuevo consumidor, como una vía segura para sobrevivir, los diarios antiguos del siglo pasado (me refiero a los que se aferran al estilo, hoy anacrónico, del siglo XIX) no hacen más que enredarse en polémicas estériles y ridículas sobre el sexo de la «difusión«, medida por la OJD (Oficina para la Justificación de la Difusión).

No le hacen caso al viejo Charles Darwin, cuyas lecturas suele recomendarnos el CEO de Schibsted).

Esta frase resume buena parte del pensamiento darwiniano:

«No es la más fuerte de las especies la que sobrevive, tampoco la más inteligente, sino la que mejor se adapta a los cambios»

Si los viejos dinosaurios de pago no evolucionan, perecerán. De nada les vale seguir discutiendo del sexo de la difusión y de la OJD, mientras pierden la atención de los nuevos jóvenes lectores.

El tratamiento tan desigual que El Mundo y El País dan, el jueves 31 de mayo, a la misma nota de la OJD es una buena muestra de ello. Como los bizantinos, siguen discutiendo sobre el sexo de los ángeles.

Para uno, OJD «rectifica» mientras que para el otro OJD únicamente «aclara«. Así les va a ambos.

¿A quién pretenden informar y/o confundir con estas intrepretaciones tan sesgadas de una misma nota oficial de OJD?

Desde luego, efecto económico tiene poco. A la hora de planificar eficazmente las campañas, los profesionales del mercado publicitario se guían más por la «audiencia» (el número de lectores de un diario, medido por el Estudio General de Medios, EGM) que por la «difusión» (el número de ejemplares vendidos o distribuidos y medidos por OJD y que pueden haber sido leídos o no).

¿Discutirán sobre la «rectificación» o la «aclaración» de OJD por pura vanidad?

En el puente aéreo Barcelona-Madrid tomé El Mundo y El País de un expositor antes de entrar en el avión. Ambos, totalmente gratis.

Si nos dan gratis estos diarios «ex-de-pago» en el avión ¿por qué no nos los dan gratis también en el metro, en el tren o en el autobús?

Cuando llegué a la Universidad, a formar parte de un Tribunal de Doctorado, volví a encontrarme con otros expositores que ofrecían, totalmente gratis, esos mismos diarios de pago. Había montones sobrantes y ya era un poco tarde. Me dio la impresión de que muchos universitarios no los querían ni regalados.

En cambio -aunque está feo que yo lo diga-, el expositor azul de 20 minutos estaba ya vacío y plegado.

Me dijeron que se agotaba muy pronto. En el hall de esa Universidad, todos los diarios (tuvieran precio o no) eran gratuitos. Sin embargo, ¡qué paradoja!, no querían ni regalados aquellos mal llamados «de pago». En cambio, se peleaban por llevarse el «20 minutos«, «el primer diario que no se vende».

Uno me dijo:

«Algunos pagarían por él»

Era, sin duda, un amigo.

(Perdón y fin del corte publicitario por hoy)

El mundo.es ya no es.
Pedro Jota pone toda la carne en el asador

El 11-M y Zapatero, con el pañuelo palestino, mandan en el 80% de la portada de papel de El Mundo y, por primera vez que yo sepa, durante buena parte de la mañana de hoy (cambió a las 13:30), ambos temas (cargados de intención editorial) también madaron en la portada de la edición digital de elmundo.es.

Nunca me había pasado.

Creo que es una novedad intencionada (Pedro Jota ha decidido poner toda su carne el asador) o bien una casualidad nunca vista hasta ahora, al menos por mi.

Reconozco que soy lector asiduo de El Mundo en papel (dirigido por Pedro Jota Ramírez) y de su versión digital elmundo.es (dirigido con gran autonomía, hasta hoy, por Gumersindo Lafuente, «Sindo» para los amigos, dependiente de Pedro Jota Ramírez).

Cada mañana me maravillaba la pericia, habilidad y profesionalidad de Sindo para mantener cierta separación entre hechos sagrados y opiniones libres.

El contenido informativo (y el sesgo editorial) de elmundo.es no se parecía en casi nada al contenido informativo (y al sesgo editorial) de El Mundo en papel.

Me parecían diarios distintos, de empresas distintas, para públicos distintos.

La versión digital elmundo.es estaba a menudo tan exquisita y delicadamente equilibrada que violentaba muy poco a los ex lectores de elpaís.es.

Conozco muchos casos de lectores fieles de El País en papel que, a la vez, se habían acostumbrado a ponerse al día a través de elmundo.es pero que, en cambio, se sentían muy violentados por el sesgo editorial e informativo/opinativo de El Mundo en papel.

Nunca he dudado de la gran capacidad profesional y alto nivel de ética periodística de Sindo, demostrados en su paso por distintos medios y distintas culturas corporativas. Tampoco dudo la gran capacidad de manipulación informativa e inteligencia práctica de Pedro Jota Ramírez.

Cada mañana me hacía la misma pregunta: ¿Es tan listo Pedro Jota como para fichar a Sindo (ex Pais) con la intención de hacer un diario digital de calidad, capaz de captar a los lectores expulsados por elpais.es cuando éste cometió el error de cerrar su web a todos excepto a lectores de pago?

Tenía yo pocas razones para admirar y/o envidiar profesionalmente a Pedro Jota. Pues bien, una de ellas era la habilidad que estaba demostrando para servir a públicos tan distintos desde el diario en papel y desde el diario digital, ambos pertenecientes a la misma empresa editora.

Ahora hay rumores circulando por Internet que anuncian el final de este desdoblamiento de personalidad editorial entre El Mundo en papel y elmundo.es.

Me enteré por 20minutos.es y, en especial, por el blog de mi vecino Arsenio Escolar, que suele tener la buena costumbre de adelantarse a muchos colegas en dar la noticia antes que nadie.

Hasta ahora sólo he comparado en este blog, quizas por pereza y falta de tiempo, los titulares de El País y El Mundo en papel. Desde hoy tendré que mirar con más atención las diferencias y semejanzas entre sus repectivas versiones digitales.

Claro que el mes de agosto no es un buen momento para extremar el análisis sobre estos presuntos cambios que se avecinan en las webs. Y no solo porque Sindo ya esté de vacaciones (y no sabemos si se confirmarán los rumores sobre su eventual sustitución por un periodista de la línea dura de Pedro Jota) sino porque yo mismo quiero darme un repiro en Almería.

En agosto hay menos noticias para comparar. Por eso, intentaré hablar en este blog de mi tema favorito (que soy yo mismo y el siglo XII).

Felices vacaciones.