Se nos ve el plumero Se nos ve el plumero

"La libertad produce monstruos, pero la falta de libertad produce infinitamente más monstruos"

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¿Valiente?, ¿embustero? o ¿valiente embustero?

El PP se ha apresurado a calificar a Díez de Miera de “valiente”. Sin embargo, el Tribunal no comparte esa opinión. Y alguien, con razón, podría pensar que simplemente está mintiendo, pues es posible que la fuente a la que trata de proteger simplemente no exista.

El jefe de la Policía de Aznar puede preferir ser condenado por desobediente que por embustero. ¿Valiente?, ¿embustero? o ¿valiente embustero?

Los grandes titulares de hoy son, por sus matices, algo antológicos. Ambos diarios coinciden en el asunto nº 1 del día y en el sujeto (el tribunal de 11-M) pero difieren en todo lo demás al informar sobre el mismo acontecimiento.

El Mundo utiliza el verbo “acusa” y el delito de “desobediencia”:

Antetítulo:

Díaz de Mera se negó a revelar quién le dijo que se había destruido un informe sobre ETA y el atentado del 11.-M

Titular a toda página:

El Tribunal acusa al director general de la Policía durante el 11-M de desobediencia

El País, a cuatro columnas, más contundente, recurre al verbo “sanciona” y al delito de “acusar sin pruebas”:

El tribunal del 11-M sanciona a un alto cargo del PP que acusó sin pruebas

Sumario:

El ex director de la Policía intentó defender el bulo de la conspiración

En los titulares de El Mundo no aparece ninguna referencia al PP y en El País se destaca con el máximo cuerpo tipográfico.

El Mundo «acusa»; El País «niega». ¿Quién lleva el marketing del PP?
Y ahora, el Papa

Perdón por las 24 horas que llevo de retraso en pegar aquí las portadas de los dos principales diarios de pago que suelo comparar cuando tengo tiempo libre.

(Les llamo «principales» no por su contenido, o su influencia internacional en las cancillerías, sino simplemente por su número de lectores, o sea por el gusto libérrimo de los lectores, según los mide el EGM, Estudio General de Medios).

Por cierto, algún comentarista mal informado me afeó anteayer que presumiera aquí mismo de que «20 minutos» era el diario nº 1 de España por su número de lectores. Lo repito: según nos mide el EGM (a todos por igual, ya sean de pago o gratuitos, con la misma metodología buena o mala), el diario que tiene más lectores de España es el «20 minutos».

Luego viene el «Marca» y detrás, El País. Este es el podium de la prensa española. En quinto lugar, está El Mundo. Sorry, Pedro Jota. (Fin del corte publicitario o de autobombo).

La verdad es que, por un lado, no pude conectarme hasta ahora y, por otro lado, una irresistible fuerza interior me inducía a olvidarme de las portadas de los diarios españoles. Y con razón.

El espectáculo periodístico/político de los últimos días no podía ser más deprimente. Así es que me tomé el día libre de Internet -un respiro- y lo dediqué a corregir exámenes de Economía y a comer gambas rojas y gallineta a la plancha en el chiringuito de la playa de El Alquián (Almería), reservado para los gourmets locales más exigentes.

Desde luego, a la vista de estas portadas de ayer, creo que hice requetebien. El Mundo y su PP (quiero decir, la rama amarillista de ambos, y que me perdonen mis amigos moderados de El Mundo y del PP) siguen erre que erre con los cuentos de Pinocho -sin ninguna prueba solvente que llevar ante el juez- sobre la eventual participación de ETA en la masacre del 11-M.

Esa película ya nos la intentó colar José María Aznar para ganar las elecciones del 14-M de 2004… y, afortunadamente, no coló. Aquel «engaño masivo» se le volvió en contra como un boomerang.

¿Quién asesora al PP en asuntos de marketing para que, al cabo de más de dos años, sigan removiendo las mismas mentiras pueriles que les causaron la derrota?

¿No hay nadie sensato por ahí que les diga que no perdieron el poder por el atentado terrorista sino por la miserable y desesperada utilización del mismo para engañar a los españoles en vísperas electorales?

¡Por favor: que algún experto en marketing asesore

al PP aunque sea cobrando!

Sin atender a lo que dicen todos los sicólogos más prestigiosos del mundo, el pobre Díaz de Mera, ex director general de la Policía cuando ocurrió la matanza de Atocha, se ha metido en otro jardín.

Miren lo que ha declarado, sin aportar ninguna prueba, sobre sus creencias:

«Yo dije en la comisión que esto lo había hecho la «Yihad». Ahora creo que lo pudo hacer por encargo».

Y lo peor es que Mariano Rajoy -¿dónde está mi Mariano que me lo han cambiado?- le sigue la corriente.

Sólo puedo replicarles como el escribiente de «Ardor guerrero» de Muñoz Molina:

«¡Te cagas!»

Y estas son las portadas de hoy, sábado:

Ambos diarios coinciden en el «botellón» pero difieren a la hora de incluir en su portada la Conferencia Política del PSOE, que «enfurece» a El Mundo o la «arremetida» del Papa -¡qué oportuno!- contra la violencia del Islam para difundir su fe.

En realidad, el verbo «enfurecer» es el que adjudica El País al Papa :

El Papa enfurece al mundo islámico por enfrentar la «razón» de Dios a la «violencia» del Islam

Estas son palabras textuales de la polémica homilía papal, refiriéndose a un emperador bizantino:

«(…) explica así las razones por las que la difusión de la fe mediante la violencia es algo irracional».

A El País se le ve un poco el plumero al enfrentar la «razón» de Dios a la «violencia» del Islam.

Y lo digo, sobretodo, -siguiendo las enseñanzas del genial y nunca bien celebrado Manuel Saco– porque «razón» y «Dios» no pueden o no deben ir juntas sino separadas por una conjunción copulativa (naturalmente, en el buen sentido de esta palabra). No se puede decir «razón de Dios» sino «Razón» y «Dios», ambas con muyúsculas o con minúsculas, lo mismo da, pero separadas por la conjunción copulativa que pone a cada uno en su sitio. Otra vez: razón y fe. ¿Qué dirían Voltaire o, incluso, Erasmo, si levantaran la cabeza?

Al unir esas dos palabras (que se llevan, con todos los respetos, como el agua y el aceite) creamos un oxímoro, una contradicción «in términis», algo tan imposible como «alférez provisional» (que duraron toda una vida), «música militar» (¡qué música!), «médico militar» (o cura o mata)o «tolerancia religiosa» (vaya usted a saber cómo se come eso).

En cambio, el verbo «arremeter» se lo atribuye Pedro Jota al PSOE contra un sujeto doble, muy de su gusto: el PP y El Mundo unidos, ahora sí, por una copulativa.

Y, ni corto ni perezoso, lo autopone en su titular de primera a tres columnas:

Lo dicho.