Se nos ve el plumero Se nos ve el plumero

"La libertad produce monstruos, pero la falta de libertad produce infinitamente más monstruos"

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No hay general que pueda con una mujer embarazada

En el pie de foto me aseguran que esta imagen de López Garrido (PSOE) y Martínez Pujalte (PP), bromeando y sin cuchillos en sus manos (el del PP sólo agarra un bastón o un paraguas), es de ayer y que fue tomada en España, concretamente en el Congreso de los Diputados.

No me lo puedo creer. Aquí pasa algo. O sea: Pujalte ya no muerde ni vocifera insultos. Y descubrimos que sabía sonreir. Parece otro. El titular de esta foto-noticia lo aclara todo:

SIN BIGOTE, PARA LA NUEVA ETAPA

Si el bigotito, las gafas oscuras y el peinado con raya y «arriba españa» ya no se llevan en la nueva etapa del PP de Mariano Rajoy (despegado de Aznar, ahora sí, hasta el Congreso del PP en junio) es que, sencillamente, estamos ante una revolución en la derecha española.

—-

Aún no he digerido del todo mi reciente viaje por tierras maravillosas de México (una España exagerada, a lo bestia) y por otros lugares y me encuentro con que ésta ya no es mi prensa. Me la han cambiado.

¿Habrá cambiado, quizás, la realidad y, por eso, la prensa de pago me parece tan distinta?

Como sigan así, España va a parecer Versalles (antes de la guillotina) y este blog que compara portadas y titulares perderá todo su sentido. ¡Ojalá!. Pero voy a mirar los grandes diarios nacionales unos cuantos días más no vaya a ser que se trate de un espejismo y que pronto volvamos a las andadas… y a los garrotazos, tal como nos fue en la anterior legislatura.

– Lo que digo: El Mundo y El País coinciden hoy en sus portadas dedicando el gran titular al mismo sujeto: Chacón.

El País, a cinco columnas y con gran foto familiar de la nueva ministra, embarazada y llevando de la mano a sus sobrinos:

Chacón, primera mujer al frente de Defensa

El Mundo, a cuatro columnas y con gran foto de Zapatero y Rajoy dándose la mano y (¡atención!) ambos sonriendo:

La «ecopacifista» Chacón a Defensa y Bibiana Aido, de 31 años, a Igualdad

Cuando escribí el titular de esta nota:

No hay general que pueda con una mujer embarazada

estaba pensado en el adjetivo «ecopacifista» con el que Pedro Jota (genio y figura) califica a la nueva ministra de Defensa, Carme Chacón, jefa de los ejércitos de Tierra, Mar y Aire.

Ecologista y pacifista son dos bellos adjetivos pero ese «ecopacifista«, que precede a Chacón en el gran titular de El Mundo, me parece una calificación intencionada que pretende destacar cierta blandenguería o incapacidad de esta señora para mandar a los tres ejércitos.

Inmediatamente, me vino también la imagen del Pacto del Pardo entre Cánovas y Sagasta, basado en una alternancia conservadora-liberal en el poder que duró décadas.

Hay leyendas que atribuyen al rey Alfonso XII, bisabuelo de Juan Carlos I, el diseño del Pacto de Pardo poco antes de expirar. Dicen que, en su lecho de muerte, el Rey se dirigió a su segunda esposa, la reina María Cristina (la que «me quiere gobernar») y le dijo:

«Óyeme, Cristinita, tú guarda bien el coño y, ya sabes, de Cánovas a Sagasta y de Sagasta a Cánovas».

A continuación, el rey Alfonso XII murió en El Pardo y dejó como Reina Regente a su viuda, una princesa extranjera, de apariencia frágil, que tocaba el piano… y (¡atención!) estaba (como nuestra Carme Chacón) embarazada.

Cuentan que el pobre Sagasta , líder del partido liberal, se echó las manos a la cabeza y le vino a decir a Cánovas, líder del partido conservador, algo así como que la Monarquía, en manos de esta pobre mujer, estaba perdida y que ya no tendría ningún futuro en España.

No hace falta recordar que hablamos de finales del siglo XIX y que, entre los generales y espadones de los dos ejércitos (entonces no había aún aeroplanos), estaba muy de moda el golpe de Estado, llamado finamente «pronunciamiento«. Sólo el general Prim dió siete golpes de Estado en un abrir y cerrar de ojos.

¿Cómo podría una frágil mujer viuda hacer frente a tantos generales y almirantes con ansias desmedidas de salvapatrias?

Cánovas fue clarividente cuando dicen que le dijo a Sagasta:

«No se preocupe usted, don Práxedes, que no hay trono más fuerte y sólido en el mundo que aquel que está sostenido por una mujer embarazada o con un niño en sus brazos».

Y así fue. Aquella Reina Regente embarazada cuidó hábilmente del trono que debía heredar el feto que llevaba en sus entrañas. Parió a un bebé que reinaría más de tres décadas con el nombre de Alfonso XIII.

Sorpresas te da la vida. Por eso, creo que se van enterar nuestros generales y almirantes de la fuerza interior y la decisión que tiene una mujer embarazada. Como diría el poeta. «Quien lo probó lo sabe».

No conozco de nada a la nueva ministra de Defensa, pese a que veranea en Almería, cerca de mi casa, pero estoy seguro de que, hoy por hoy, es el personaje más fuerte del nuevo Gobierno de Zapatero. Y, si no, al tiempo.

Estoy con el líder conservador malagueño: «No hay general que pueda con una mujer embarazada».

¡Enhorabuena por ese nombramiento, presidente!

Vaya por Dios. Los dos grandes diarios coinciden con el sujeto principal de sus portada. Sin embargo, en páginas interiores vuelven a disentir y además, (en lo peor) en el uso del verbo.

Pasen y vean el caso de la alcadesa de ANV en Mondragón

En El Mundo:

Los partidos no acuerdan…

En El País:

Los partidos encargan…

No voy a tener más remedio que mantener vivo este blog, para seguir comparando titulares que nos alerten de que cada uno arrima el ascua a su sardina. Ni siquiera en esta nueva etapa de «pax marianista» (provisional mientras duren las divertidas puñaladas entre los aspirantes Aguirre y Gallardón) podemos bajar la guardia.

En cuanto te descuidas, te cuelan un titular que dice lo contrario que la letra pequeña. Como en las hipotecas.

¿Prevaricación en la campaña contra el aborto? Felipe avisa

Esta mañana he oído al ex presidente Felipe González en la Ser, en una entrevista muy hábil e inteligente que le ha hecho Monserrat Domínguez. Me pareció que Felipe estaba en forma, incluso simpático, como en sus buenos tiempos antes de estropearse. Dijo muy claramente que, en la actual campaña forzada contra la ley del aborto, podría haber «prevaricación«. Y se mostró también partidario de una ley de plazos para el aborto.

Por su parte, el ministro de Sanidad, Bernat Soria, nos ha advertido de que la polémica sobre el aborto se plantea «con virulencia a dos meses de las elecciones».

Seguiré el caso con atención porque, cuando hay jueces y elecciones por medio, hay que usar la lupa. Hoy mismo, podemos ver con qué desproporción se informa sobre la campaña contra la ley del aborto (y el papel de los obispos) en los principales diarios de pago.

A veces, basta con cambiar el sujeto principal de la portada de un diario por el del otro para saber con quien nos jugamos los cuartos.

Encendido por la hipocresía de cierto clero asilvestrado, últimamente me he vuelto casi monotemático por lo que, desde hace algún tiempo, no hago analisis comparativo de los titulares de prensa, tal como prometí hace un par de años.

Me conviene, sin embargo, no perder aquellas buenas costumbres ya que la observación del uso y abuso de ciertos sujetos y verbos, hábilmente aderezados por sus complementos, siempre interesados, nos ofrecen ciertas claves de interpretación útiles para mantenernos en posición de alerta preventiva o, al menos, para provocarnos alguna sonrisa. Voy a ver las portadas de los diarios de pago.

Es sábado, antes de comer. Media familia está pintando. Mi hijo mayor se ha vuelto a Hollywood, después de pasar con nosostros las vacaciones más tristes de nuestra vida. Mi hija aún duerme y yo he dormido hoy, por primera vez, sin ansolíticos. Sólo con la ayuda de la melatonina, un inductor del sueño para vencer no el duelo sino los cambios horarios. Ya casi no me duele el pecho, aunque aún me cuesta respirar con normalidad, sin resoplidos ni suspiros inesperados.

La vuelta al trabajo, a ritmo normal, y la convivencia con los colegas y amigos me han venido muy bien. Casi me siento culpable por haber sobrevivido, tan ricamente, como si nada, a nuestra tragedia familiar prenavideña. Algún día (si es que me atrevo a desahogarme por escrito), trataré de compartir con los lectores del blog la experiencia tan dolorosa que estoy pasando en estos días, desde la muerte en accidente de mi hermana, mi cuñado y mi sobrina. Aún no tengo palabras. Quien lo sufrió, lo sabe.

Bueno, a lo que iba. Ahí están las portadas, nada inocentes, de El Mundo y El País.

¿Qué nos sugieren estos dos grandes titulares?

En principio, por la propia selección de temas, cada oveja con su pareja.

El Mundo sigue erre que erre con la presión del PP al Gobierno a favor de la ilegalización de ANV y El País se escandaliza con la «campaña» antiabortista, próxima al PP, contra el Gobierno.

Hasta ahí, nada sorprendente. Curiosamente, lo que merece cuatro columnas en primera página para El Mundo (la ilegalización de ANV) apenas merece un titular a una columnas en El País y, naturalmente con otro sujeto. El mérito, para El Mundo, lo tiene «La Justicia». En cambio, ese mismo honor corresponde en El País a «El fiscal«, más próximo al Gobierno de turno.

Y viceversa. Lo que merece cuatro columnas en El País La ofensiva antiabortista lleva…» ) ha ido a la papelera de la portada de El Mundo. Ni una línea en su primera página.

Nunca me ha gustado poner en la portada de los diarios que he dirigido el verbo «ultima», tan socorrido como engañoso.

¿Dónde está la noticia del día?

Ese titular «La Justicia ultima…» (o «está a punto de…») puede valer para hoy, para hace un mes o para dentro de otro mes.

Pero el experimento más constructivo que propongo hoy consiste en cambiar los sujetos de una portada a la otra. Por ejemplo:

«La Justicia lleva a decenas de mujeres…»

«La ofensiva del Gobierno ultima la ilegalización…»

Ha sonado la hora de comer.

Hasta luego.

Ya he comido. Y mucho: un cocido madrileño con todos sus tropezones.

Ahora, voy a ver las páginas interiores.

El Mundo:

El País:

Aunque no lleve ni una línea en portada, El Mundo sí se ha enterado de la persecución del aborto.

¿Quién tiene el honor de ocupar el puesto de sujeto?

Pues «un juez». Lo lleva, casi escondido, en página par con titular a dos columnas:

Un juez de Madrid llama a declarar a 27 mujeres que abortaron en Isadora

En su interior, El País amplía su información de portada a cuatro columnas con casi dos páginas más y tres grandes titulares.

¿Quién es en este diario el sujeto de la misma noticia?

Pues «La persecución del aborto…» y «Los obispos…»

Página 31:

La persecución del aborto lleva a 25 mujeres ante el juez

Sumario:

La campaña contra las clínicas abortistas se recrudece en Madrid

Página 32:

Los obispos desempolvan la batalla del aborto

Sumario:

El debate resurge a sólo dos meses de las elecciones

En el otro caso de la previsible ilegalización (también preelectoral, ¡qué pena!) de ANV , la información de portada sobre «La Justicia ultima…» de El Mundo, la lleva El Pais en su interior pero con otro sujeto. El mérito va aquí para la Guardia Civil, que depende directamente del Gobierno, y para la fiscalía, que casi también:

La Guardia Civil entrega a la fiscalía los últimos datos para ilegalizar a AVN y PCTV

Por un debate en internet

Hay otra noticia curiosa que ha ido a parar a la papelera de El País (no hay ni una linea, ni un verso, en todo el diario) y que, en cambio, El Mundo la lleva en su portada a tres columnas y con foto y, dentro, la amplía con dos hermosas páginas bajo este antetítulo:

Los símbolos del Estado

Se trata de la letra del himno nacional.

El diario Público también lleva esta noticia en su portada, pero lo hace a una columna y bajo este otro antetítulo:

Patrioterismo

Vivir para ver.

Super Supremo y mini Supremo, según se mire
Cada cura, con su diario

No busquen al Tribunal Supremo por la portada de El Mundo si no es con lupa. La decisión de Supremo sobre las listas de AS y de ANV para las elecciones del 27 de mayo manda en la portada de El País. El Supremo es el sujeto de ese titular para dos verbos: «anula» y «mantiene«.

En cambio, para El Mundo el sujeto no es el Supremo sino «Un sector de la Sala del 6!» y el verbo es: «planteó proponer…»

Lo dicho: Hay que leer con lupa.

Esta es la página deEl Mundo dedicada a la «megabeatificación de 498 asesinados durante la Guerra Civil». A los que mataron en el bando republicano El Mundo les llama «asesinados«.

Y ésta que viene ahora es la página de El País dedicada «Otros ´mártires´ de la Guerra Civil». A los curas que mataron en el bando franquista El País les llama «fusilados» o «ejecutados«.

No se a qué vienen ahora tantos matices… Al cabo de 70 años, hoy vemos que cada cura va con su diario.

Nunca olvidaré esta frase pecaminosa de un obispo español (creo que era el de Cartagena) echando leña al fuego de la Guerra Civil:

«Benditos sean los cañones si en las brechas que ellos abren florece el Evangelio».

¡Fariseos!.

Remover los cadáveres…¿Bebe El Mundo en fuentes o en charcos?


Peritos del 11-M pedirán la exhumación de cadáveres para analizar el explosivo

Este es el gran titular de portada que lleva hoy El Mundo, arriba, a cuato columnas.

He aquí las fuentes, o charcos sin identificar, de donde El Mundo dice extraer su información de primera página:

«Peritos…»

«…asegura uno de los expertos»

«Los peritos que representan a parte de las acusaciones y defensas…» (¿A qué acusaciones y defensas representan?)

«… uno de los técnicos…»

«…según los peritos…»

(¿Todos los peritos? ¿Qué peritos?)

En página 8 el gran titular, a cinco columnas, es algo más sesgado e inexacto:

Los peritos de las acusaciones y las defensas se plantean pedir la exhumación de los cadáveres

Como se ve, en páginas interiores ya no son «los peritos de una parte de las acusaciones y defensas» (como en la portada) sino todos los peritos del juicio del 11-M.

Las fuentes siguen siendo las mismas, sin identificar:

«… ese mismo grupo de peritos…»

«… los peritos propuestos por las partes…»

(¿Por todas las partes?)

«…los técnicos civiles… están dedicidos…»

«…todos los peritos…»

«…los ocho peritos (cuatro independientes designados por las partes que intervienen en el juicio y cuatro oficiales)…»

«…enfrentamiento entre las partes técnicas…»

«… los dos peritos de la Guardia Civil consideran que ellos no…»

«…según diversos expertos consultados por El Mundo…»

«…otras fuentes consultadas en el ámbito de la ciencia forense…»

«… los técnicos de la Guardia Civil…»

«esos peritos y los de la Guardia Civil también quieren que se investigue la cadena de custodia».

El Mundo lleva también un recuadro destacado a tres columnas y en negrita, bajo una enorme foto de cadáveres del 11-M, con este titular:

Una recogida de pruebas poco rigurosa

En el texto se plantean «dudas sobre la recogida y custodia de los restos de explosivos y la llamada mochila de Vallecas»

Tengo la impresión de que toda esta dudosa y embrollada información de El Mundo trata de generar expectación y dudas ante la declaración que el ex comisario de Vallecas, Rodolfo Ruiz, citado a última hora como testigo por la AVT de Alcaraz, hará mañana, jueves, en el juicio del 11-M.

Habrá que ver la portada de El Mundo del viernes.

Naturalmente, de las tres páginas (portada y pags. 8 y 9) que El Mundo dedica hoy a la pretendida exhumación de cadáveres del 11-M, El País no da ni una sóla línea.

Ya estamos acostumbrados a que la viciosa teoría conspirativa de El Mundo sea seguida unicamente por la pecaminosa radio de los obispos (COPE) y por algún programa de humor nocturno de Radio Intereconomía.

Ningun otro medio de comunicación de España ni del extranjero se hace eco de la teoría conspirativa, que trata de sembrar dudas sobre el proceso del 11-M para relacionar, hasta ahora sin éxito, a la ETA con la matanza terrorista de Atocha.

Para mayor gloria de Aznar.

El viernes por la tarde me voy a Segovia, con los colegas blogueros de «lasideas», a unas jornadas sobre Blogs y Ciudadanía.

Voy a pegar aquí el enlace. Espero que me salga bien a la primera. Ahí va:

eSeg 07, jornadas sobre blogs y ciudadanía

Se admiten sugerencias para dar doctrina sobre esto de los blogs, aunque sean a favor.

Gracias.

JAMS

La desprogramación del limbo

JUAN GOYTISOLO en El País

02/05/2007

Pese al hábito creado por el incesante goteo de malas nuevas que nos depara la lectura matinal de la prensa, la de las últimas innovaciones doctrinales -«fundadas en bases serias»- de Benedicto XVI me anonadó: ¡El limbo no existe! Cuanto cifraba mis anhelos en un Más Allá nebuloso pero sereno, en compañía de algunos patriarcas barbudos y de trillones de niños inocentes privados de la visión beatífica por no haber sido redimidos del pecado original mediante el bautismo, se vino abajo. ¡Y yo, que me veía ya in mente en la galaxia de aquellas criaturas seráficas, libre de la contemplación tediosa del Hacedor, en un estado de indiferencia coriácea forjado por mi experiencia del Más Acá, descubro de pronto que todo se esfuma por culpa de un puñado de teólogos resueltos a enmendar la plana al mismísimo san Agustín! Pensé en el sabio obispo de Hipona y me solidaricé con él, con sus creencias ultrajadas por los consejeros áulicos de Ratzinger.

Entre las alternativas ultraterrenas del monoteísmo, la del ámbito abolido por el actual Pontífice me parece sin duda la más amable. Mi rechazo instintivo del cielo, purgatorio e infierno me aconsejaba acogerme a un limbo, no judicial ni legal, como el de los presos de Guantánamo, sino leve y etéreo, en el seno de un vacío sin límites semejante al que precedió la Creación cuando el Señor tampoco existía o se aburría cruzado de brazos. Soñaba en divagar allí, entre distraído y absorto, sin enterarme de cuanto acaecía a mi alrededor. «¿Estás en el limbo o qué?», me decían a menudo, desde que frecuenté la escuela, amigos y próximos. Pues levitaba ya en una vacuidad irreal, repitiendo sin cesar la pregunta de Leibnitz: «¿Por qué hay algo y no nada?». ¡Confiaba al fin en que mi algo se transmutaría en nonada! ¡Un verdadero alivio después de tanto ruido y furor!

Tras la fatal noticia, verdugo de mis expectativas, el desmentido abrupto por Benedicto XVI de las elucubraciones, no sé si científicas, tocante al infierno de sus antecesores en la silla de Pedro apenas me afectó. El cese de la nueva concepción de éste como el estado psíquico de quien no disfruta de la contemplación divina y el retorno a la antigua -la del fuego real en el que los precitos arden para toda la eternidad- revela sobre todo los vaivenes de la infalibilidad papal establecida como dogma de fe por Pío IX. Confieso que la vuelta al binomio pecado / terror en el que la Iglesia funda su dominación, y a Dante, al divino Dante, con su descripción sublime y espeluznante de los círculos concéntricos del infierno, de las calderas de Pedro Botero, me embebió de nostalgia y secreta satisfacción. Mi memoria retrocedió seis décadas, a los ejercicios espirituales de los Padres de Sarriá y Manresa, tan similares en su escenografía y crescendo patético a los descritos por Blanco White de la Cueva del Padre Vega y por Joyce en su primera e inolvidable novela. Lo que ahora soy lo debo en gran parte a ellos. ¿Cómo mostrarme desagradecido con quienes me enseñaron de una vez para siempre a dudar y a pensar por mi cuenta?

Así y todo, la rutina mental y alicorta inspiración de Ratzinger me llenaron de decepción. En su obsesión por preservar la raíz cristiana de Europa, combatir el supuesto totalitarismo laico y atrincherarnos en nuestra identidad irreductible, el sucesor de Juan Pablo II perdió la magnífica ocasión de recurrir a la visión escatológica de Ibn Arabi, mucho más próxima a la sensibilidad del creyente civilizado de nuestro tiempo. Para el místico de Murcia -convencido de que Dios es misericordioso y de que la reiteración del sufrimiento nos habitúa inevitablemente a él- existirían, junto a los seres terrestres, acuáticos y aéreos, una cuarta especie, la de los ígneos, que viven en el fuego su felicidad natural. Pero nuestro actual Pontífice carece de imaginación y se empeña en darnos más de lo mismo. Ante el creciente descreimiento de su grey, truena con sus cardenales y obispos contra el mortífero relativismo moral, la disolución de las costumbres, la quiebra de la familia, el divorcio, el aborto, los anticonceptivos, el matrimonio gayo, etcétera, con acentos dramáticos, casi apocalípticos. Los benditos gemelos polacos no le consuelan de las desventuras denunciadas por Cañizares y Rouco. Muy significativamente, la ostentación de riqueza y el tren de vida de las altas jerarquías de la Iglesia, para no hablar ahora de su propia exquisitez de gurmé -champán francés y trufas después de su lección magistral de Ratisbona, según nos reveló la prensa-, exquisitez en los antípodas de la pobreza de Jesús de Nazaret y de la miseria reinante en la mayoría del planeta, no parece preocuparle en exceso. Como los salafistas resueltos a imponer el modelo primordial de los «cuatro califas justos», Benedicto XVI vuelve la vista a san Pablo, a Constantino, y al polvo acumulado por los dogmas de los viejos Concilios. Tras el fallido aggiornamento de Juan XXIII, retornamos al latín, al fuego eterno, al anatema de la Ilustración y sus doctrinas impías, a los buenos tiempos del Syllabus y de Pacelli, a las verdades macizas y sólidas del catecismo…

Magnánimo como soy, se lo perdono todo excepto el contratiempo que supone para muchos la desalmada desprogramación del limbo.

Juan Goytisolo es escritor.