Se nos ve el plumero Se nos ve el plumero

"La libertad produce monstruos, pero la falta de libertad produce infinitamente más monstruos"

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¿Zapatero inexperto o Bono convertible?

Algunos comentaristas han tenido la impresión de que ayer aposté por Bono en este blog como alcalde de Madrid. Me dicen que se me ve mucho el plumero. Y se me verá, desde luego, por muchas otras causas, ya que no trato de ocultarlo. Más bien, como sujeto que soy, presumo de mis convicciones subjetivas y las aireo todo lo que puedo, como si fuera libre.

Pero en el caso de Bono (¿convertible?) creo que se equivocan al acusar al mensajero. Me llaman «listillo» por el patinazo de El País frente a El Mundo (y del propio Zapatero por airear innecesariamente un fracaso).

¿Acaso Bono se ha «maragallizado«?

A menudo doy mi opinión sobre las noticias. Faltaría más. Pero otras veces sólo comento la forma que cada diario tiene de presentarlas, y lo que dicha forma puede afectar al fondo. Sólo trato de encender las señales de alerta para que no me den gato por liebre. Eso hice ayer. En esta ocasión, no dije ni pío. Al César lo que es del César.

Ayer sólo reproduje los titulares de ambos diarios sobre Bono. Estoy dispuesto a cargar con mis errores y patinazos -que ya son muchos- pero no con los de otros, que también confunden deseos con realidad.

Copio y pego lo que puse ayer:

« Por la libertad: Una de las páginas más bellas de la Historia | Inicio

11 Octubre 2006

Bono: «le agrada» en El País, pero lo «rechaza» en El Mundo

Casi siempre hay pequeñas diferencias de matices entre los titulares de la misma noticia en ambos diarios. En ocasiones, hay un abismo como de la noche al día. Tal es el caso de hoy con la eventual candidatura de Bono a la alcaldía de Madrid.

En El Mundo:

Bono se inclina a rechazar…

En El País:

Bono afirma que le agrada…»

FIN.

Eso fue todo lo que escribí ayer. Ni quito ni pongo rey. Y, aunque no oculto mis preferencias por El País, como mejor periódico para mi gusto que El Mundo, ayer mis viejos colegas confundieron deseos con realidad o fueron confundidos (intencionadamente o no, no lo sé) por las palabras ambigüas de Bono.

Lo que resulta penoso es la falta de profesionalidad

demostrada por Zapatero y por Bono al querer vender la piel del oso antes de haberlo cazado.

La bisoñez tiene la ventaja de que, como la adolescencia, suele curarse con el tiempo.

–Si ayer llevaban a Bono al titular de arriba, a dos y a una columna en El Mundo y en El País, respectivamente, hoy van al revés. El País lo lleva a cuatro columnas y El Mundo, a una.

Difieren en el tamaño y forma, no tanto en el fondo.

El Mundo:

Frustración en el PSOE por la negativa de Bono a competir por la alcaldía de Madrid

El País:

El plante de Bono a Zapatero irrita y desconciera a la cúpula del PSOE

Con el juez Garzón ocurre todo lo contrario que con Bono. Si ayer iba arriba, a cuatro columnas, en El País, y abajo en El Mundo, hoy va arriba, a cuatro columnas, en El Mundo y nada de nada en El País.

El Mundo, a cuatro:

«Garzón gritaba fuera de sus casillas… Su obsesión era la palabra ETA»

Menos mal que el titular va entre comillas, como algo dicho por el dudoso perito Escribano, que metió la cuchara en el informe al escribir la palabra ETA con el fin («espurio», dijo Garzón) de relacionar a la banda terrorista con el «ácido bórico» (matacucarachas)y el 11-M.

Resulta agotador, cuando no es patético. Los estertores de la gran mentira del trío Pinocho (Aznar, Acebes, Zaplana) pueden durar hasta las próximas elecciones generales. Y el PP puede volver a perderlas si se empeña precisamente en recordarnos las mentiras que le llevaron a perder las del 14-M de 2004. Están tropezando dos veces en la misma piedra.

Claro que por mucho que Rajoy quisiera olvidar las mentiras tan miserables de su protector Aznar sobre ETA en el 11-M, y de sus dos ayundantes (¿vigilantes?) Acebes y Zaplana, ahí está Pedro Jota para mantener viva la llama de aquella mentira masiva, la madre de todas las mentiras.

Para sus fieles creyentes no hay problema: dan por ciertas las informaciones falsas, si concuerdan con la teoría conspirativa, y rechazan las informaciones ciertas, que están contrastadas por policías y jueces, si no cuadran con la conspiranoia.

¡Qué cruz!

El Mundo informa también de la presencia de un concejal socialista en la protesta contra Acebes y Piqué en Cataluña, lo que ha provocado la expulsión fulminante, por parte de Montilla, del líder de las Juventudes Socialistas de Martorell. El País no lo lleva en su primera.

En cambio, El País publica, a una columna, arriba, los más de 600.000 muertos que, según un estudio de la revista científica Lancet, van ya desde la invasión ilegal de Irak por el trío de Las Azores (Bush, Blair y Aznar).

El Mundo no da ni una línea de esta mantanza masiva de irakíes en su portada.

¿Por qué será?

Y por último, aunque no es lo menos importante, El País (¡gracias!) dedica tres columnas de su portada al artículo póstumo de nuestra colega rusa Anna Politkovskaya, asesinada por su defensa de la libertad de expresión, a través de sus investigaciones y críticas a los poderosos en la Rusia precapitalista de Putin.

Lo copio y pego aquí, para mi archivo. Este ha sido un crimen que nos conviene no olvidar jamás. Por la cuenta que nos trae.

Torturas en la comisaría del distrito de Groznenski

«La mayoría de los jóvenes chechenos han sido condenados por terrorismo en causas amañadas o sin pruebas»

Anna Politkóvskaya.

(Foto CARLES RIBAS)

«¿Combatimos la ilegalidad con la ley? ¿o golpeamos con nuestra ilegalidad la de ellos?»

«Honestamente, temo su odio. Temo, porque rebasará los márgenes. Tarde o temprano»

Cada día tengo ante mí decenas de carpetas. Son las copias de los expedientes de las causas penales de personas encarceladas o que se encuentran bajo investigación por «terrorismo». ¿Por qué la palabra «terrorismo» entre comillas? Porque la mayoría de esas personas han sido designadas terroristas. Y esta práctica de «designar terroristas» no sólo desplazó en 2006 la verdadera lucha antiterrorista, sino que comenzó a multiplicar a los deseosos de venganza, a potenciales terroristas. Cuando la fiscalía y los tribunales trabajan no en aras de la ley ni para castigar a los culpables, sino por encargo político y para rendir cuenta antiterrorista al Kremlin, las causas penales se fabrican como tortillas.

La cadena de montaje para «conseguir confesiones» garantiza de manera magnífica buenos indicadores de «lucha contra el terrorismo» en el Cáucaso del Norte. He aquí lo que me escribieron las madres de un grupo de jóvenes chechenos condenados: «Las prisiones reformatorias se han convertido en campos de concentración para los jóvenes chechenos que han sido condenados. Son discriminados por motivos étnicos».

«No les permiten salir de las celdas ni de los calabozos de castigo. La mayoría o casi todos los jóvenes han sido condenados en causas amañadas, sin pruebas. En condiciones de extrema crueldad, sometidos a humillaciones de su dignidad humana, ellos comienzan a odiar. Y es todo un ejército de hombres que volverán adonde nosotros con sus vidas y sus mentes destrozadas…».

Honestamente, temo su odio. Temo, porque rebasará los márgenes. Tarde o temprano. Y no serán los investigadores que los torturaron quienes pagarán los platos rotos. Las causas de los «terroristas designados» es el campo en el que chocan frontalmente dos posturas ideológicas sobre lo que ocurre en la zona de la «operación antiterrorista en el Cáucaso Norte»: ¿combatimos la ilegalidad con la ley? ¿o golpeamos con nuestra ilegalidad la de ellos? Estos dos enfoques chocan y sacan chispas hoy y también lo harán en el futuro. Como resultado de la «designación de terroristas» aumenta el número de aquellos que no quieren conformarse con ello.

Hace poco, Ucrania extraditó a petición rusa a Beslán Gadáyev, detenido a comienzos de agosto durante una verificación de documentos en Crimea, donde vivía en condición de desplazado forzoso. He aquí unas líneas de una carta suya fechada el 29 de agosto: «… Después de que me extraditaron de Ucrania a Grozni me llevaron a un despacho y me preguntaron inmediatamente si yo había matado a la gente de la familia Salíjov, a Anzor y a su amigo, un camionero ruso. Juré que no había matado a nadie y que no había derramado la sangre de nadie, ni del checheno ni del ruso. Me dijeron: ‘No, tú los mataste’. Volví a negarlo. Después de que por segunda vez dije que no había matado a nadie comenzaron a golpearme. Primero, me dieron dos puñetazos en la zona del ojo derecho. Cuando recuperé el sentido después de esos golpes me torcieron los brazos y me esposaron con las manos por delante, y entre las piernas, por el costado, introdujeron un tubo para que yo no pudiera mover los brazos aunque ya estaba esposado. Luego me cogieron, mejor dicho cogieron el tubo por el extremo al que yo estaba enganchado y me colgaron entre dos cajoneras, a una altura de cerca de un metro.

«Inmediatamente después de que me colgaron me fijaron unos cables en los meñiques de las manos. Un par de segundos después comenzaron a darme golpes de corriente eléctrica y a golpearme con porras de goma por todas partes. Sin poder soportar el dolor, empecé a gritar y a invocar el nombre del Todopoderoso. Como respuesta, para no oír mis gritos me pusieron una bolsa negra en la cabeza. No recuerdo cuánto tiempo duró aquello, empecé a perder el conocimiento del dolor. Al ver que perdía el sentido me quitaron la bolsa de la cabeza y me preguntaron si iba a hablar. Les dije que sí, aunque no sabía de qué iba a hablar. Les contesté así para librarme del suplicio aunque sea por un momento».

«Me descolgaron y me arrojaron al piso. Me dijeron: ‘Habla’. Les respondí que no tenía nada que decir. En respuesta a mis palabras me golpearon con el tubo en el que me habían colgado también en la zona del ojo derecho. A causa de los golpes caí sobre un costado y, ya casi inconsciente, sentí cómo seguían dándome golpes por doquier… Otra vez me colgaron y todo volvió a repetirse. No recuerdo cuanto se prolongó. Me arrojaron agua varias veces»

«Al día siguiente me bañaron, me embadurnaron la cara y el cuerpo con algo. A la hora de almuerzo vino a verme un policía de civil y me dijo que habían venido unos periodistas y que yo tenía asumir la autoría de tres asesinatos y un asalto. En caso de que no lo hiciera me amenazó con que abusarían sexualmente de mí. Acepté. Después de la entrevista con los periodistas, me obligaron a firmar una declaración en que se decía que todos los golpes los había recibido durante un intento de fuga…»

El abogado Zaúr Zakríyev, que defendió a Beslán Gadáyev, declaró a los colaboradores de (la organización de derechos humanos) Memorial que en la comisaría del distrito de Groznenski su defendido fue sometido a abusos físicos y psicológicos. Como se desprende de la declaración del letrado, su defendido se declaró culpable de un asalto en 2004 contra efectivos policiales. Sin embargo, los agentes del Departamento Distrital del Ministerio de Interior decidieron que se declarara culpable de una serie de delitos en la aldea Stárie Ataguí (distrito de Groznenski) que él no había cometido.

Según el abogado, el cuerpo de su defendido presenta lesiones causadas por los crueles malos tratos a los que fue sometido. En la enfermería del centro de detención preventiva Nº1 de Grozni, donde actualmente se encuentra Gadáyev (acusado de bandidismo, artículo 209 del Código Penal de Rusia), se levantó un acta médica en la que se dejó constancia de múltiples lesiones, cicatrices, magulladuras, hematomas, costillas rotas y vísceras comprometidas.

Por todas estas violaciones flagrantes el abogado Z. Zakriev presentó una queja ante la Fiscalía de la republica de Chechenia…

FIN

PS. Aquí termina el artículo de Politkóvskaya. Quedó inconcluso. La Redacción de Nóvaya Gazata intenta esclarecer qué episodios quedaron fuera del texto.

Nota de la Redacción de ‘Nóvaya Gazata’

Todos nos preguntan si el asesinato de Anna Politkóvskaya está relacionado con la preparación de su artículo sobre las torturas, que anunció durante su entrevista a radio Libertad el 5 de octubre, un día antes de su muerte. Hoy en esta página publicamos fragmentos del material que nuestra comentarista dejó inconcluso. Se trata del testimonio directo del uso de las torturas, confirmado por los exámenes médicos. Además, Politkóvskaya recibió un vídeo en el que se ve a supuestos miembros de los servicios secretos chechenos torturando a dos jóvenes. Del cuello de uno sobresale un cuchillo y sangra abundantemente; el otro yace en el suelo malherido. Pedimos a la persona que le envió el vídeo que contacte con nosotros. La filmación la hicieron los mismos verdugos.»