Se nos ve el plumero Se nos ve el plumero

"La libertad produce monstruos, pero la falta de libertad produce infinitamente más monstruos"

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El País «niega»; El Mundo «ridiculiza». Cada verbo con su pareja

Un día sí y otro también, he recogido en este blog las informaciones y los comentarios editoriales de El Mundo sobre sus presuntas y obsesivas conspiraciones en torno a ETA y el 11-M que Pedro Jota jaleaba con la intención, a mi juicio, de echarle una mano al ex presidente Aznar, «Pinocho Aznar» para los libros de historia.

Debo reconocer que, en ocasiones, le daba al ENTER con una mano, porque con la otra tenía que taparme la nariz, debido al fuerte tufo que exhalaba la mezcla explosiva, o la confusión, malévola o inocente pero siempre sospechosa, de hechos con opiniones. O sea, del mal periodismo tal como a mi me lo enseñaron.

Pocas veces he reproducido informaciones u opiniones de El País sobre este feo asunto, ya que no eran tan frecuentes como las de El Mundo.

Sin embargo, en dos día, El País se ha soltado el pelo y ha respondido con contundencia en su rescate galante del Gobierno. El elefante dormido de la prensa de pago (el nº 3 de la presna española, después de 20 minutos y Marca) se ha despertado y ha puesto en marcha su maquinaria.

Desde luego, El País ya no es lo que era cuando lo fundamos o cuando lo dirigía Cebrián o Estefanía (hasta llegaron a tener a nuestro Arsenio Escolar de subdirector) pero, cuando este diario se despierta y arranca, se nota que quien tuvo retuvo.

Ayer y hoy son de esos días en que vuelvo a sentirme orgulloso de haber trabajado un montón de años (en cuatro periodos distintos) para El País y el Grupo Prisa. Lo siento, pero me ha entrado la «paisitis», una infección contagiosa que ya creía curada y expulsada de mi enorme e insaciable ego periodístico.

Aunque ahora sean nuestros competidores, felicito a los colegas de El País y a su flamante director por la información y por este editorial valiente y arriesgado titulado «Inmoralidad».

También siento mucho que mis otros colegas de El Mundo -que los hay y muy buenos- tengan que sintonizar cada mañana su conciencia con la COPE o con Pedro Jota para que no se oigan los chirridos de su alma por toda la redacción.

Sólo quien ha pasado por esa dramática situación -créanme- puede entender lo que sufre un periodista honrado cuando tiene que elegir entre su pasión por la verdad y su instinto de superviviencia. Quien esté libre… que tire la primera piedra.

Primera página de El País con el verbo «niega«:

Primera página de El Mundo con el verbo «ridiculiza»

Páginas interiores de El País:

Páginas interiores de El Mundo:

Y ahí va, ampliado, este comentario, con título en cursiva, de una de las mejores periodistas de España y parte del extranjero, Sol Gallego-Díaz.

Despues de leer a Sol, no se me ocurre nada mejor sobre lo que pasó ayer en el Parlamento.

Efectivamente, fue un día lúgubre.

¡Qué lástima!

¡Mariano, despìerta!

El «tedax» de Acebes y la «mutante teoría conspiratoria sobre el 11-M»

Parece que, con piscina o sin piscina, Pedro Jota no descansa ni en pleno mes de agosto. La portada de El Mundo de hoy es también antológica para los coleccionistas de teorías conspiranoicas. Va desgranando, por capítulos, y a toda página, lo que ya dijo el jefe de los Tedax (nombrado y condecorado por Acebes, ministro de Aznar) ante la comisión del 11-M en el Congreso. La primera página va ilustrada con dos fotos bien montadas de la Kangoo vacía y (¡ale hop!)de la Kangoo llena.

Lleva este titular:

El jefe de los Tedax también declaró que la furgoneta de Alcalá estaba vacía

Y este antetítulo de autobombo no disimulado:

Su testimonio corobora lo descubierto por El Mundo sobre la pieza clave del 11-M

Mientras Galicia arde por los cuatro costados, ni una sola línea de ello aparece en la primera de El Mundo. Los considera «no noticia». No le da ni para un sumario.

Nada del 11-M en la primera de El País que manda, a dos columnas, con el fuego:

El Ejército se moviliza en Galicia contra el «terorismo del fuego»

Y con este subtítulo:

El Gobierno envía expertos de la Guardia Civil para investigar la ola de incendios provocados

Abre su portada con la foto de un soldado israelí sobre este titular, a tres columnas, a media página:

Hezbolá mata a 15 israelíes en su ofensiva más sangrienta

El País no da ni una línea del jefe de los Tedax y de la Kangoo del 11-M en su portada. Es una «no noticia». Como los incendios de Galicia para El Mundo.

Sin embargo, sí informa El País en su página 21 sobre las críticas que han recaído sobre el jefe de los Tedax, Sánchez Manzano, por sus fallos en las pesquisas del 11-M.

El País ilustra su información con una foto del jefe de los Tedax, nombrado y condecorado por el Gobierno de Aznar, que tanto ha dado de sí para El Mundo y para sus fieles seguidores del PP.

Lo que más me sorprende, por novedoso, es el tono combativo de la información de El País sobre este estrafalario asunto de los Pinochos del 11-M (Aznar, Acebes, Zaplana), que parecía terreno abonado en exclusiva para las teorías conspiratorias de Pedro Jota Ramírez.

La entradilla es digna de ser leída. En ella habla de «los fallos cometidos por éste en las pesquisas del 11-M, que han permitido al PP y sus medios afines sostener una mutante teoría conspirativa sobre la matanza».

Con esto, El País ha roto su persistente silencio sobre las conspiraciones del 11-M tan del gusto de Pedro Jota. Eso sí, en página interior.

Y hablando de conspiraciones, me ha encantado el chiste del maestro Forges, en El País.

Precisametne ayer tuve algunos comentarios sobre el apoyo ofrecido por Aznar al líder cubano en el exilio de Miami, Más Santos, hijo de su viejo amigo Más Canosa (ya fallecido) a quien Villalonga (el vecino de pupitre de Aznar) vendió una filial de Telefónica que cerró a los pocos años con gran escándalo laboral.

Parece que al pobre Aznar le está creciendo fama de gafe. Que cuide Murdoch su imperio mediático…

Aquí van algunos comentarios al post de «No hay soberbia buena y soberbia mala», previos al chistes de Forges:

«…pero sí me ha llamado la atención lo de Aznar colaborando con posibles nuevos golpes de estado:

http://www.elpais.es/articulo/internacional/Aznar/ofrece/apoyo/op…

«…Más Santos evitó referirse explícitamente a un golpe de Estado militar, pero declaró que «nuestro mensaje….»

lo dijo ay! aznar · 6 Agosto 2006 | 09:00 PM

Ay! Aznar:

Buena observación la del apoyo de Aznar (el aprendiz de brujo en cuestiones internacionales) a Más Santos para un gobierno civico militar (¿?) en Cuba apoyado por Bush.

Se me escapó esa columnita de El País que nos recomiendas y, al leerla, ahora puedo recordar la vieja relación de José María Aznar con otro Mas (Más Canosa), quien no se si era el padre del citado Mas Santos, pero lo recuerdo como un líder muy destacado de la oposición a Fidel Castro desde el exilio cubano en Miami.

José María Aznar, desde La Moncloa, y su compañero de pupitre, José Luís Villalonga, desde la presidencia de la Telefónica, ayudaron bastante a Más Canosa. Hasta le vendieron una importante filial de Telefónica… No recuerdo el precio.

Saludos

JAMS (por ahora)

lo dijo JAMS · 6 Agosto 2006 | 10:05 PM

JAMS, aquí si tiene nuestro Pedro José (de apellido Ramirez), un buen asunto para investigar, el papel jugado por Mas Canosa en la venta de Intel.

¿Quién salió beneficiado de esta operación?. El sufrimiento y la lucha de los trabajadores todavía están en nuestras retinas.

¿Por qué, y a cambio de qué se prestó Mas Canosa a esa operación?. ¿El dinero que lo hubo y mucho a qué bolsillos fue a parar?.

¿En esas fechas cuantas veces visitó Aznar Miami como jefe de la oposición?.

En esas fechas nuestro pequeño insufrible recibía lecciones sobre conspiración de este Mas Canosa, a pesar de la oposición de nuestros empresarios, que veian en peligro sus inversiones en Cuba.

lo dijo smg310 · 6 Agosto 2006 | 10:53 PM

La empresa que compró el Sr. Más Canosa se llamaba SINTEL, lo sé porque yo estaba allí, una más de los casi 4.000 trabajadores que lo sufrieron y digo sufrieron en el aspecto más físico de la palabra. Decían que Telefónica había vendido porque le salíamos muy caros, teníamos un buen convenio y bastantes mejoras, SINTEL era una empresa con beneficios y trabajo, no sé que tejemanejes se trajeron pero a todos nos dio mala espina la venta. Ya no recuerdo bien el tiempo que tardó en irse a pique, pero no fueron más de dos años. Yo me fui al poco tiempo, en una de esas ERE que premiaban a que se marchaba, no sé si fui cobarde o fui previsora, pero los compañeros que se quedaron lo pasaron muy mal, meses y meses trabajando sin cobrar hasta llegar al famoso «campamento en el Paseo de la Castellana» en el que lucharon por sus derechos, su nómina, su comida y su dignidad.

lo dijo Esperanza · 7 Agosto 2006 | 10:41 AM

—-

Cuidado, Forges, con el «hombrecillo insufrible«. Me han dicho que tiene mal genio.

¡Saco! ¡Vueeeelveeee!

Acebes y otros dos, denunciados por «homofobia»

Ayer lo escuché en Radio5 pero hoy no lo veo por ningún rincón de los dos diarios que suelo comparar en este blog. Ambos han considerado que no es noticia este acontecimiento:

Acebes y otros dos líderes del PP, denunciados por «homofobia»

A mi me lo parece porque son militantes del PP quienes presentaron ayer en un juzgado de León una querella criminal contra tres de sus líderes nacionales. La querella recoge sus críticas al alcalde de Madrid, Alberto Gallardón, por asistir a un matrimonio entre dos homosexsuales del Partido Popular.

Por eso, no tengo más remedio que recurrir a mi querido 20minutos.es que sí lo ha considerado noticia:

Acebes, Elorriaga y Jorge Fernández denunciados por «homofobia»

20MINUTOS.ES / EFE. 01.08.2006 – 20:35h

Las claves:

•Denunciados por el presidente de la Plataforma Popular Gay.

•Criticaron duramente a Gallardón por casar a dos homosexuales.

•Podrían haber vulnerado la Ley al incitar a los alcaldes del PP a no celebrar matrimonios de este tipo.

Al presidente de la Plataforma Popular Gay Carlos Alberto Biendicho no le han sentado nada bien las declaraciones de algunos de los miembros de su partido con respecto al matrimonio homosexual oficiado el pasado sábado por el alcalde de Madrid Alberto Ruiz Gallardón.

Les acusa de discriminación e incitación a la discriminación con agravante de homofobia

Por eso ha presentado una denuncia penal en León contra los diputados nacionales del PP Angel Acebes, Jorge Fernández y Gabriel Elorriaga como supuestos autores de discriminación e incitación a la discriminación con agravante de homofobia.

Lo ha hecho como persona física y en calidad de víctima directa como presidente de esta plataforma y como representación de todos los homosexuales españoles.

En la denuncia, Biendicho se refiere a manifestaciones efectuadas en los medios de comunicación por los tres denunciados a raíz de que el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, asegurara que iba a formalizar el matrimonio de dos homosexuales, tal como realizó el pasado día 29 de julio .

En el relato de los hechos, el denunciante asegura que los tres diputados dijeron que «los alcaldes del Partido Popular deben de abstenerse de celebrar los matrimonio civiles».

Incitaciones ilegales

Según el demandante, de acuerdo con la vigente Ley 13/2005, de 1 de julio, por la que se modifica el Código Civil en materia de derecho a contraer matrimonio (publicada en el Boletín Oficial del Estado número 157 correspondiente al día 2 de julio de 2005), «no se puede a nadie incitar a que este derecho sea vulnerado por criterios no sujetos a Derecho».

En el escrito presentado ante el Juzgado, alude a la Ley Orgánica sobre delitos cometidos con ocasión del ejercicio de los derechos fundamentales y de las libertades públicas garantizadas por la Constitución así como a la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

El denunciante, además de pedir que se admitiera a trámite el texto, requiere que se dé traslado a la Fiscalía y se les comunique a los demandados en el Grupo del Partido Popular, situado en Plaza de las Cortes de Madrid.

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Ya lo dijo Acebes… (hoy en El País)

Siguiendo la tónica marcada por El Mundo, de publicar noticias y declaraciones de hace más de dos años, El País se ha decidido a ir por el mismo camino rememorativo.

El mejor ejemplo de ello ha sido la recuperación de esta frase antológica de Angel Acebes, que fue ministro del Interior antes, durante y después de la mantanza de Atocha del 11 de marzo de 2004.

La frase fue pronunciada el 5 de abril de 2004 y sirve de ilustración al reportaje de investigación que El País publica hoy en sus páginas 24 y 25.

El reportaje lleva como cintillo:

11-M: El fin de una investigación

EL «COMANDO» TERRORISTA

Y lleva este titular, centrado a toda página, que relaciona directamente, y sin ningún disimulo, a los autores de la matanza de Atocha con la guerra de Irak, en la que nos metió el anterior presidente del Gobierno, José María Aznar:

Islamistas criminales contra la guerra de Irak

El sumario (periodístico, claro) apunta directamente al Gobierno anterior y, en particular, al entonces ministro del Interior, Angel Acebes, encargado de propagar la presunta participación de ETA en la mantaza de Atocha, para alejar así, en vísperas electorales, cualquier relación con la guerra de Irak.

Sumario:

La investigación revela los agujeros de seguridad por donde se colaron los autores del 11-M

La pagina 25 va ilustrada con

Los imputados del 11-M

A la vista del sumario judicial, la guerra de Irak fue una de las claves de la masacre del 11-M en los trenes de cercanías de Madrid. En el sumario no aparece ninguna relación del atentado de Atocha con la banda terrorista ETA.

El «comando» terrorista

Los imputados del 11-M

Y el texto del reportaje que firma José Manuel Romero:

11-M, el fin de una investigación / 2

Islamistas criminales contra la guerra de Irak

La investigación revela los agujeros de seguridad por los que se colaron los autores del 11-M

JOSÉ MANUEL ROMERO – Madrid

EL PAÍS – España – 17-07-2006

El enemigo de España

«Nos vemos en el cielo»

«No me cogerán vivo»

«Soy el cabeza de turco»

Algunas alertas previas

Acebes:

«El núcleo central que perpetró la masacre está detenido o muerto en suicidio»

. (5 de abril de 2004)

El Chino leyó dos de las reivindicaciones de los atentados grabadas en una cinta de vídeo

En los interrogatorios que han acompañado a la instrucción judicial del mayor atentado en la historia de España no hay una sola confesión de culpa.

Los islamistas Jamal Zougam y Abdelmajid Bouchar, presos como supuestos autores materiales de la matanza de los trenes, se han declarado inocentes ante el juez. Los restantes terroristas que perpetraron los atentados se suicidaron en un piso de Leganés (siete), murieron en Irak (Mohamed Afalah) o están huidos. Imposible contar con su testimonio para conocer más de lo ocurrido.

Pese a ello, las pruebas reunidas tras más de dos años de investigación son tan apabullantes que la reconstrucción del atentado, aunque con lagunas ciertas, ha sido posible.

Ningún responsable policial, ni los que dirigieron la investigación durante las primeras semanas clave bajo mandato del PP ni los de ahora, bajo mandato socialista, pone el relato de hechos en duda. Sólo el Partido Popular, cuyo Gobierno controló y dirigió la parte principal de la investigación policial que permitió detener a parte de los culpables, se empeña desde hace más de un año en poner bajo sospecha todos los aspectos de ese trabajo de jueces, fiscales, policías, guardias civiles y peritos de todo tipo.

El juez Juan del Olmo recuerda y describe en su último auto judicial las evidencias descubiertas en todo este tiempo, «mediante vías legítimas y legales de investigación», que le permiten sostener su relato de hechos:

– Muestras biológicas que han permitido obtener el ADN de varias personas entre los escombros de la vivienda de Leganés que saltó por los aires junto a siete terroristas que se suicidaron en ella cuando habían sido acorralados por la policía. La investigación también ha acreditado gracias a muestras biológicas la presencia de terroristas en escenarios relacionados con el atentado, como la finca de Chinchón donde se montaron las bombas con teléfonos móviles, la casa de Granada que alquilaron unos días antes para esconderse tras la matanza, la ropa arrojada a contenedores junto a la estación de Vicálvaro por la que huyeron, o los dos coches en los que se trasladaron a Alcalá de Henares.

– Análisis del tráfico telefónico entre decenas de personas vinculadas al ataque terrorista que acreditarían sus relaciones en momentos clave de la preparación y la consumación de los atentados. Ese análisis del tráfico telefónico permite conocer la vía que utilizaron los terroristas para conseguir el explosivo con el que atentaron en los trenes. Y también revela de dónde partieron siete de los 13 teléfonos móviles introducidos en las mochilas bomba y cómo se utilizaron otras tarjetas telefónicas vendidas en la tienda de uno de los principales acusados.

– Investigación sobre la procedencia del explosivo descubierto en la bomba que pudo ser desactivada, en el artefacto que no explotó junto a las vías del AVE en Mocejón (Toledo) y en el piso de Leganés donde se suicidaron los terroristas.

– Testimonios de algunos amigos de los terroristas que participaron en el atentado terrorista. El 5 de abril de 2004, Ángel Acebes, ministro de Interior en funciones, declaró: «El núcleo central que perpetró la masacre está detenido o muerto en suicidio». Dos días antes, siete terroristas se habían suicidado en la localidad de Leganés tras ser acorralados por la policía.

La investigación ha acreditado suficientemente que un grupo de islamistas criminales, radicalizados y opuestos a la guerra contra Irak que apoyó España, prepararon y ejecutaron el atentado de los trenes.

Los que participaron en la matanza eran partidarios de hacer la guerra santa contra el «infiel occidental» y en sus últimos años de vida se habían radicalizado. Algunos tenían experiencia en actividades terroristas previas, como el argelino Allekema Lamari, detenido en Valencia en 1997 por pertenencia a un grupo terrorista. Condenado y excarcelado por un error judicial antes de tiempo, vivió muchos meses en busca y captura antes del atentado. Su peligrosidad estaba tan probada, que el CNI (Centro Nacional de Inteligencia) alertó meses antes del 11-M que era urgente detenerle porque podría estar preparando un atentado.

Otros miembros del comando, como Serhane Bel Abdelmajid, El Tunecino, con permiso de residencia y trabajo en regla, llevaban años reclutando fieles para su causa a favor del islam.

El análisis de los discos duros de los ordenadores encontrados en Leganés, que utilizaban los terroristas, y hallados en otros escenarios habitados por los autores del 11-M, han permitido saber que sus intenciones, mucho antes del atentado, eran asesinas.

Entre las páginas web que visitaban estaba la de Global Islamic Media donde, unos meses antes del 11-M, se colgaron documentos donde se hacían análisis estratégicos con «unas menciones muy claras y precisas sobre el ejercicio de violencia contra España y sus fuerzas» (página 195 del último auto judicial sobre el 11-M).

En los discos duros de los ordenadores de los terroristas se han encontrado además decenas de textos donde se ensalzan los atentados del 11 de septiembre en Estados Unidos, se alaba a Osama Bin Laden, se justifican todos los ataques contra Israel o las matanzas en Irak, y se instruye sobre terrorismo y guerra de guerrillas.

El juez, con todos los elementos que ha recabado durante la investigación, traza el siguiente perfil de la decena de autores materiales del atentado.

EL TUNECINO Adoctrinamiento

El Tunecino. Fue investigado en relación con células terroristas islamistas por el juez Baltasar Garzón y seguido por la policía hasta unos días antes del atentado sin ningún resultado.

Un testigo protegido relata al juez que era el jefe de un grupo de radicales islamistas a los que adoctrinaba en la guerra santa. Unos días antes del 11-M hablaba con sus amigos de la necesidad de hacer un atentado en España porque era un país que estaba en contra de los musulmanes al apoyar la guerra contra Irak.

El testigo protegido 11.304 declaró al juez que el grupo liderado por El Tunecino señaló la posibilidad de atentar en España con motivo de la invasión de Irak por parte de una coalición internacional.

Un manuscrito suyo reivindicando el atentado fue remitido al diario Abc. Peritos caligráficos mantuvieron en su informe que la letra correspondía a El Tunecino.

CUATRO SUICIDAS Unidos para la guerra santa

Rachid Oulad Akcha, Mohamed Oulad Akcha, Asrih Rifaat Anouar y Abdennabi Kounjaa. En el verano de 2003 se reunieron con El Tunecino en distintos inmuebles de Madrid y reflexionaron sobre la situación mundial, considerando que el islam estaba siendo atacado y debía realizarse la yihad (guerra santa) en defensa de sus hermanos de religión. Mantenían que se estaba produciendo la invasión de tierra sagrada por lo que era necesario actuar contra los enemigos del islam. Colaboraron con Jamal Ahmidan, El Chino, para trasladar el explosivo desde Asturias a Madrid o para robar un coche con el que viajaron hasta Mocejón (Toledo) para atentar contra las vías del AVE. Acabaron acorralados por la policía en un piso de Leganés y se suicidaron.

ALLEKEMA LAMARI «Di a los hermanos que recen por mí»

Excarcelado en 2002 por un error judicial tras ser condenado por pertenencia a una organización terrorista islamista mientras vivía en Valencia. En 2003 se dictó la orden de busca y captura contra él. En esa situación de perseguido por las Fuerzas de Seguridad, el argelino envió desde oficinas de Correos de Madrid giros de 150 euros a algunos de sus compañeros islamistas encarcelados por la pertenencia al mismo grupo terrorista.

En el verano de 2003, contactó con el grupo de Lavapiés en el que también participó El Tunecino y Jamal Zougam. El 27 de marzo, 16 días después del atentado y una semana antes del suicidio de Leganés, Allekema Lamari le dijo a su amigo Safwan Sabagh: «A mí no me cogerán vivo. Ya nos encontraremos en el cielo. Di a los hermanos que recen por mí».

EL CHINO Un delincuente radicalizado

Llegó de Marruecos en el verano de 2003 después de salir de la cárcel de Tetuán «donde había experimentado un cambio muy relevante en su planteamiento religioso, volviéndose extremadamente radical, con una visión yihadista y censuraba duramente la invasión de Irak por tropas occidentales, así como el apoyo brindado por las autoridades españolas» (folio 67 del último auto judicial de Juan del Olmo). El Chino retomó los contactos con el grupo de delincuentes con los que se relacionaba, entre ellos los hermanos Rachid y Mohamed Oulad Akcha. En septiembre de 2003 se produjeron los primeros contactos con El Tunecino.

En ese momento se iniciaron las jornadas de adoctrinamiento los viernes por la tarde junto a un río tras salir de la mezquita, según la investigación judicial. Una semana antes de los atentados del 11-M, El Chino llama desde Ibiza a su suministrador de explosivos, el ex minero José Emilio Suárez Trashorras, y le despide así: «Si no nos vemos en la tierra, nos veremos en el cielo».

Una huella suya se encontró en el soporte de plástico de la tarjeta del número 652282947 que se encendió por primera vez el 10 de marzo junto a Chinchón y fue utilizado en una de las bolsas bomba que estalló en los trenes de Madrid. Leyó dos de las reivindicaciones de los atentados que grabaron en una cinta de vídeo.

Su perfil genético fue hallado en el Citroën C 3 robado a punta de pistola en Fuenlabrada el 29 de marzo de 2004 junto a los perfiles de Abdennabi Kounjaa y Mohamed Oulad Akcha. Con ese vehículo se trasladó el 2 de abril a las vías del AVE en Mocejón (Toledo) e intentó, junto a otros compañeros, perpetrar un atentado contra el tren veloz que se frustró a última hora. «El análisis de las muestras de barro obtenidas y las de las vías del AVE en Mocejón demuestra su coincidencia» (página 92 del último auto judicial).

JAMAL ZOUGAM El vendedor de las tarjetas

El 25 de febrero de 2004 llegaron a la tienda que Jamal Zougam regentaba en Lavapiés un lote de 100 tarjetas telefónicas de las que al menos 14 (siete de ellas explotaron en los trenes junto al artefacto explosivo) fueron utilizadas por el comando terrorista del 11-M.

Uno de los trabajadores de la tienda, Mohamed Bakkali, reconoció en fotografías que le mostró la policía que El Chino compró a finales de febrero un lote de 10 tarjetas a nueve euros cada una.

Los testimonios recogidos por la investigación judicial y policial acreditaron la relación de Jamal Zougam con El Tunecino, que acudió a su tienda en alguna ocasión. Y sus conversaciones con Mohamed Afalah, marroquí que huyó de España tras el suicidio de sus compañeros de Leganés y que, supuestamente, murió en Irak.

El testigo protegido S 20-04- A-27, que tomó el tren en Alcalá de Henares, señaló a Jamal Zougam como «la persona que introdujo debajo del asiento una bolsa de deportes de color azul oscuro, de unos 50 centímetros de longitud y unos 30 centímetros de altura, con asas y dando la impresión de albergar unos 10 ó 15 kilos». El mismo testigo declaró que Jamal Zougam se habría apeado del tren en la estación de Torrejón de Ardoz o de San Fernando de Henares. Otros testigos protegidos, identificados como S 20-04-R10, S 20-04-C-65 y S 20-04-J-70, «lo identificaron fotográficamente y en reconocimiento en rueda judicial» (página 156 del último auto judicial).

En su última declaración ante el juez, Zougam cuestiona las rondas de reconocimiento de las que fue objeto: «Me han utilizado como cabeza de turco por motivos políticos. Llevo dos años en la cárcel sin saber por qué. Se han realizado varias ruedas de reconocimiento con otras personas que no se parecen nada a mí, ni en el color de la piel ni en el color de los ojos ni en el pelo ni en nada. No se está diciendo la verdad, es todo por motivos políticos».

ABDELMAJID BOUCHAR El último detenido

Abdelmajid Bouchar ha sido el último detenido en relación con la autoría material del 11-M. El juez le imputa los 191 asesinatos. Fue localizado en Belgrado y extraditado a Madrid, donde fue inmediatamente encarcelado.

En el desescombro del piso de Leganés, la policía halló documentación de este marroquí.

Un agente ha declarado que vio el 3 de abril a Abdelmajid Bouchar en las inmediaciones del piso de Leganés momentos antes del suicidio de sus compañeros echando una bolsa de basura en un contenedor. Al advertir el marroquí que le seguían, huyó a la carrera.

El análisis de la bolsa de basura y de su contenido permitió encontrar restos de comida de los que se pudo extraer el ADN de Bouchar. Sus huellas dactilares se encontraron en un libro religioso que estaba en el piso de Leganés y en una plancha metálica de la finca de Chinchón, donde se montaron las bombas.

El juez relata además que su ADN se encuentra en «condiciones que excluyen cualquier elemento casual -en una maquinilla de afeitar, en un hueso de dátil y en otro de aceituna-«.

MOHAMED AFALAH Muerto en Irak

Facilitó el dinero para el alquiler del piso de Leganés y huyó el 3 de abril hacia Bélgica. Un seguimiento policial especial permitió determinar que tras su huida, Afalah recaló en Irak donde participó en un atentado suicida.

De todos estos terroristas que participaron en el 11-M, el juez Juan del Olmo ha reunido pruebas que les sitúan en la organización y participación en la matanza de los trenes.

En muchos casos, el juez ha logrado huellas dactilares y ADN de los terroristas en distintos escenarios del crimen. En otros, el relato de testigos protegidos ha permitido sustentar la acusación.

El enemigo de España

Serhane Ben Abdelmajid, El Tunecino, islamista radical, contó a algunos islamistas tras la guerra de Irak que era necesario atentar en España por su apoyo a Estados Unidos y Reino Unido.

«Nos vemos en el cielo»

Jamal Ahmidan, El Chino, logró el explosivo para que el comando atentara en Madrid. Unos días antes del 11-M, habló con el ex minero que le consiguió la dinamita y le dijo: «Si no nos vemos en la tierra, nos veremos en el cielo».

«No me cogerán vivo»

Allekema Lamari, terrorista argelino excarcelado por un error judicial, le contó a un amigo suyo 16 días después del atentado: «A mí no me cogerán vivo. Di a los hermanos que recen por mí».

«Soy el cabeza de turco»

Jamal Zougam vendió las tarjetas de siete teléfonos móviles con los que se activaron otras tantas bombas de los trenes de la muerte. El juez le atribuye los 191 asesinatos. Él se confiesa inocente: «Soy el cabeza de turco».

Algunas alertas previas

La radicalización de determinados islamistas que vivían en España fue creciendo a partir del año 2000. Algunas investigaciones policiales, impulsadas desde la Audiencia Nacional, así lo acreditaron.

El Ministerio del Interior dispuso incluso de vídeos grabados en el interior de mezquitas de Madrid donde se alentaba el terrorismo.

La mujer de uno de los implicados en el 11-M acudió a una comisaría de policía en 2003 con dos vídeos grabados en VHS y sacados de una casa donde se reunían muchos de los terroristas que fueron detenidos con posterioridad al atentado del 11-M. En uno de esos vídeos, grabados en la mezquita de la M-30, participa un sirio detenido por la matanza de los trenes.

Tres meses antes del atentado, un confidente habitual de la policía avisó de que unos marroquíes que traficaban con droga iban a poner «bombas en los trenes».

El testigo protegido conoció esta información por su cuñado, un narcotraficante que se había enterado a través de compañeros del mismo negocio.

El testigo intentó contactar con la Unidad Central de Información Exterior de la Policía, preguntó por un tal Ángel Soto, con el que colaboraba habitualmente, pero no estaba. Entonces llamó a otro policía al que conocía, Evaristo Tobares, al que le comentó que no tomara ningún tren porque sabía que iban a poner bombas en los mismos.

Cuando al testigo, mucho después del 11-M, le enseñaron unas fotografías, reconoció a los hermanos Mohamed y Rachid Oulad como los traficantes de droga que acudieron a las citas con su cuñado.

Los dos hermanos Oulad murieron en el suicidio colectivo de Leganés junto a otros cinco terroristas. El juez atribuye a los suicidas su participación directa en los atentados del 11-M que costaron la vida a 191 personas. «

FIN