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"La libertad produce monstruos, pero la falta de libertad produce infinitamente más monstruos"

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Países católicos: ¿víctimas o verdugos del capitalismo?

Los países católicos son manirrotos y están provocando la huida de los inversores. ¿O no? Cuando se van los llamamos especuladores y los maldecimos; cuando vienen los llamamos inversores y los bendecimos. Pero que nadie se equivoque porque, aunque unos parezcan demonios y otros parezcan ángeles, son los mismos. Y se guían, como todo hijo de vecino, por su interés particular; o sea por el egoísmo o por la avaricia que es el lubricante principal del capitalismo. En caso de duda, lo más práctico es preguntarse que haría cada uno de nosotros si nos pusieramos en su lugar.

Mi último comentario sobre el dibujo del NYT, que mostraba a los países católicos europeos pidiendo limosna como mendigos, ha provocado comentarios que me han producido cierta perplejidad. Atribuían a los especuladores/inversores sentimientos anticatólicos casi racistas o irracionales.

Reconozo ahora que me confundí al escribir ese post sin matizar los tonos irónicos de la historia. Los especuladores/inversores van a lo suyo. Está en su naturaleza buscar el beneficio, a corto o largo plazo, según sea su interés. También los ciudadanos. Pero el choque de comportamientos tiene su precio. Como todo, en el sistema capitalista en el que vivimos. No hay comida gratis, no hay sexo gratis, no hay noticia gratis. Lo he escrito mil veces en este blog.

Tendría que haber titulado el post:

Países católicos manirrotos espantan a los inversores

En lugar del titular, tan equivoco, que puse al dibujo:

¿Son anticatólicos los especuladores?

He meditado un poco más sobre el dibujo del New York Times porque tiene tela marinera. Y me pregunto por qué se da esa coincidencia de cinco países católicos europeos juntos (excepto Polonia) –y sin mezcla de ningún euro protestante- con problemas graves de abultados déficits públicos, altos endeudamientos, gran cifra de parados, baja productividad, etc.

Quizás pequé también de pedante académico al citar y recomendar la obra clásica de Max Weber (“La ética protestante y el espíritu del capitalismo”) como ayuda para entender algunas causas del distinto comportamiento de católicos y protestantes ante el trabajo, la obra bien hecha, el beneficio en este mundo o en el otro, la culpabilidad, el despilfarro, la chapuza, etc.

Pregunté a mi chica (que sabe más inglés que yo) qué palabra se utiliza en Estados Unidos para definir las trampas, subterfugios o trucos, casi ilegales, que se hacen con el dinero o con la contabilidad “creativa” de las empresas o del Estado (como hizo, por ejemplo, Grecia).

“Shananigans”, me respondió, “una palabra de origen irlandés”.

Irlanda es un país muy católico.

Me recordó entonces una pregunta que suelo hacer a mis alumnos de Economía Aplicada, en la lección correspondiente al ahorro, recordando una cita de don Américo Castro en su obra excelente “La edad conflictiva”.

¿Qué palabras utilizamos en España para definir el recipiente donde guardamos las monedas que ahorramos?

Los alumnos castellanos me responden inmediatamente “hucha” y los andaluces, “alcancía”.

¿Por qué los castellano-hablantes tenemos que recurrir a un galicismo (hucha) o a un arabismo (alcancía) para referirnos al lugar donde depositamos nuestros ahorros?

¿Acaso –se preguntaba don Américo- no tiene la lengua castellana palabras propias para referirse a ese recipiente del ahorrador y tiene que recurrir a las del francés y el árabe?

Pues sí que las tiene. Y bien fuertes. Pero cayeron en desuso con el nacimiento de la burguesía, por su carga tan peyorativa contra el ahorro, algo que no practicaban de buen grado los buenos católicos.

El derroche y la liberalidad eran virtudes que adornaban al cristiano viejo, aunque estuviera muerto de hambre. El ahorro, desde la baja Edad Media, era cosa de judíos o sospechosos de judaizar y de moros o moriscos sospechosos de islamizar. Y esa sospecha no era una broma para la Inquisición pues podía acabar con los huesos del ahorrador en la hoguera.

La gramática castellana tenía para ese recipiente pecaminoso palabras tan poco piadosas como “olla ciega” y “ladronera”.

¿Debemos extrañarnos, pues, del tradicionalmente escaso ahorro de los países católicos, como España, Irlanda, Portugal o Italia, y de su abultado endeudamiento exterior; es decir, de su permanente recurso al ahorro de los países protestantes?

Viéndolo así, los inversores/especuladores huyen de nuestros países católicos como víctimas de nuestro derroche, endeudamiento, escaso crédito y/o baja productividad y menor perspectiva de crecimiento económico. En mi comentario anterior había cierto doble sentido o ironía que no supe explicar bien. Pido, por ello, disculpas.

En este sentido, los inversores/especuladores –que no son, desde luego, hermanitas de la caridad- pueden ser considerados víctimas y no verdugos de los despilfarradores países católicos que hoy se ven en la miseria.

Quizás, por su mala cabeza.

Garzón y Camps, en los banquillos de El Mundo y El País

Cada diario tiene su reo de cabecera. Garzón, en El Mundo; Camps, en El País. Además, este comportamiento tan partidista y sesgado de los dos primeros diarios de pago, por exagerado, ya no extraña a nadie. Tampoco debe extrañar a quienes hacen tales titulares (de acuerdo con su cultura corporativa) que sus diarios pierdan lectores y credibilidad. Son tan previsibles que ayer podríamos haber apostado a que Garzón iría a toda pastilla (a tres columnas) en la portada de El Mundo, lo mismo que Camps en la de El País. Y viceversa. Garzón , a una columnita en El País y Camps, a una columnita en El Mundo. Cada oveja con su pareja.

Nada nuevo bajo el Sol. Pero que luego no se quejen si pierden credibilidad y/o lectores.

¿Son anticatólicos los especuladores?
¿Son manirrotos los católicos?

¿Por qué atacan los mercados a la Unión Europea Católica? Cinco mendigos piden limosna a los inversores/especuladores internacionales: España, Italia, Portugal, Irlanda y Grecia.

¿Les dice algo este dibujo de Jim Morín publicado hoy por el New York Times y el International Herald Tribune?

¿Que tienen en común estos cinco países, además de ser manirrotos, provocar la desconfianza en los inversores internacionales y sufrir una crisis económica descomunal?

Max Weber nos diría inmediatamente que todos ellos son católicos. Bueno, todos salvo Grecia que es ortodoxa; o sea, de una religión oriental prima hermana del catolicismo.

Los mercados internacionales aún no han atacado a ningún pais protestante de la Unión Europea.

Aquí está pasando algo que quizás merezca una reflexión, más allá de la famosa etiqueta británica de los PIGS (Portugal, Italia, Grecia y España) que en inglés significa CERDOS. Los cuatro países tiene algo en común: son mediterráneos, soleados, alegres y del Sur de Europa.

¿Son «cerdos» sólo los países europeos del Sur?

Así aparecieron hasta hoy en la prensa británica. Sin embargo, en el centro del dibujo de Jim Morin aparece hoy un mendigo arrodillado, rezando en actitud piadosa, y lleva la marca inconfundible de Irlanda. Irlanda no está en el Mediterráneo ni es un país soleado del Sur de Europa.

¿Qué tiene, pues, en común con los PIGS, aparte de un abultado déficit público y un gran endeudamiento?

Obviamente, que Irlanda, aunque frío, verde y lluvioso, es también un país mayoritaramente católico.

Si yo fuera polaco estaría muy preocupado, vigilando el déficit público y la deuda por si los inversores/especuladores hubieran tomado manía sólo a los países católicos y perdonaran a los protestantes.

Voy a repasar este fin de semana la sugerente obra de Max Weber que no me canso de recomendar a mis alumnos: «La ética protestante y el espíritu del capitalismo».

Un pequeño examen histórico de conciencia no nos vendría mal en estos momentos de turbación

¿Qué debemos corregir en nuestros comportamientos individuales y/o colectivos para que los inversores/especuladores internacionales no nos ataquen tanto y tan ferozmente?

Aquí se abre una nueva pizarra con ideas para ZP y Rajoy.

Pizarra con ideas para ZP y Rajoy

A buenas horas…El FMI nos mete prisa ahora para reducir el déficit. Desde luego, a país flaco todo son pulgas.

¿Cómo hemos llegado hasta aquí, si hace tres años teníamos superávit?

En septiembre de 2008, estalló a lo bestia la doble crisis (financiera mundial e inmobiliaria española) y entramos en el círculo vicioso de la recesión: cierran empresas que no venden, aumentan los despidos para reducir capacidad productiva y pérdidas, desaparece el crédito, cae el consumo, etc..

Hay menos empleados (y el Estado ingresa menos por el Impuesto sobre la Renta), bajan los beneficios de las empresas (y el Estado ingresa menos por Sociedades), cae el consumo (y se recauda menos por el IVA), etc..

O sea, caen los ingresos públicos. Y, a la vez, aumentan los gastos del Estado central, autonómico y local, porque crecen las necesidades sociales de los más perjudicados (parados, enfermos, hipotecados, sin techo, subsidios, etc.) así como las necesidades anticíclicas de inversión pública, con el fin de compensar la caída de la inversión privada. El Estado acude a cubrir los fallos del mercado (Plan E, Plan Renove, infraestructuras, subsidios extras, etc.)

Como en cualquier familia, empresa o país, si bajan los ingresos y no se reducen los gastos (o sea: si de gasta más de lo que se tiene) no habrá más remedio que recurrir al crédito o a la bancarrota.

¿Y si los bancos (o los especuladores/inversores de los mercados internacionales) no se fían de la solvencia de la familia, de la empresa o del país en cuestión?

En ese caso, te suben los tipos de interés y te acortan los plazos o, en el límite, te niegan el crédito y te hundes en la miseria.

Lo de siempre: los bancos prestan barato a quien no lo necesita y muy caro (y con condiciones draconianas) a quien no tiene más remedio que pasar por el aro. O, como dicen los clásicos:

«El banco te ofrece un paraguas cuando hace sol y te lo quita cuando llueve»

Y eso que España no tiene quien le gane históricamente en cuanto a credibilidad y capacidad crediticia internacional (otra cosa es el precio) ya que siempre (al menos, desde Isabel II, que yo sepa) ha devuelto a tiempo todos sus préstamos exteriores.

España es un país de fiar (¡sí, como lo oyen!) a pesar de la pobre y triste imagen interior y exterior que proyectan Zapatero y Rajoy.

Zapatero se apuntó muy flamenco al tiento ese que dice:

«Tiempo dale tiempo al tiempo/

que el tiempo lo cura tooo»

Y Rajoy, poco amigo de tomar decisiones ni de aportar ideas concretas, por si acaso, se afilió pronto al catastrofismo tan derechista de «cuanto peor, mejor»

Después de más de dos horas de buscar soluciones a la crisis, lo único que se les ocurrió ayer a Zapatero y a Rajoy fue:

1.- Repetir que ambos apoyaban el rescate financiero de Grecia aprobado por el eurogrupo. Ya lo sabíamos por activa y por pasiva. A Rajoy se le vieron las ganas de repetir, una vez más, que aunque España no es Grecia, Zapatero nos lleva por el camino tortuoso de Grecia. Inventan las malas lenguas que, al despedirse de Zapatero en la escalinata de la Moncloa, Rajoy le dijo:

«Muchas Grecias»

2.-Confirmar el viejo acuerdo que ya tenían sellado previamente sobre la reforma de la Ley de Cajas de Ahorro. Zapatero lo había acordado con Isidro Fainé (presidente de la Caixa y de la CECA (la madre Confederación de Cajas). Rajoy también lo tenía medio apalabrado con Rodrigo Rato (flamante presidente de Caja Madrid y -quizás por eso- nunca más competidor suyo por la Moncloa).

¿De qué hablaron entonces ayer durante más de dos horas en la Moncloa?

Ni idea.

A falta de líderes con altura de miras y con pocas ideas, ¿qué podemos hacer los ciudadanos de a pie?

Acabo de hacer esta pregunta inocente a unos colegas de 20 minutos, durante el almuerzo (€11,50) de hoy en El Rincón del Pato.

Surgieron, de pronto, un montón de sugerencias desordenadas y de ideas y/o problemas de los que mismamente podrían haberse ocupado ayer Zapatero y Rajoy.

Me puse a tomar nota, a toda prisa, y ahora copio las notas en esta impovisada pizarra, que ofrezco a los lectores para que, en sus comentarios, vayan completando la lista. Veo notas manuscritas de mis colegas, algunas escritas al margen, que no acierto a descifrar. Que me disculpen.

Ahí va:

Pizarra de sugerencias y/o problemas para Zapatero y Rajoy

¿Qué hacer?

1.- Marsans y la imagen de la CEOE

2.- Reducción de salarios y reparto de los costes de la crisis. Sindicatos agazapados

3.- Déficit público ¿insoportable? ¿Reducción drástica o gradual?

4.- Paro masivo en sectores intensivos en mano de obra y de baja productividad.

5.- Cómo invertir más en sectores intensivos en capital con alta productividad

6.- Endeudamiento alto, sobre todo el privado, pero asumible y menos grave que el de otros países hipócritas que nos llaman PIGS.

7.- Crisis inmobiliaria. Se acabaron las licencias urbanísticas municipales y disminuyó la financiación corrupta de los partidos.

8.- ¿Cómo van a pagar ahora los partidos a sus liberados o a rellenar sus sobresueldos? Decimos «sobre-sueldos» porque algunos partidos repartían el dinero en sobres.

9.- Doble crisis sobre bancos y cajas: Crisis financiera mundial y crisis inmobiliaria nacional.

10.- Bancos en guerra pro el pasivo para reventar a las Cajas en apuros.

11.- No hay crédito. Se piden pocos créditos y se dan menos.

12.- No hay soberanía monetaria. Desde el nacimiento del euro, no tenemos en nuestras manos la política monetaria. Si crecen las economías del euro más que la española y el BCE sube el tipo de interés nos puede hacer mucha pupa.

13.- La política fiscal está limitada por el Pacto de Estabilidad de la eurozona. Nuestro cochero está en Europa y lleva la rienda de la política monetaria y (casi) prácticamente también la rienda de la política fiscal. Teóricamente, la política fiscal está en manos de los gobiernos nacionales pero si se desmandan, son castigados.

14.- La clave está en el “casi”. ¿Qué podemos hacer en política fiscal para cumplir con los objetivos del Pacto de Estabilidad?Desde luego, reducir el déficit público.

15.- Inversión y gastos corrientes.

16.- Estado central

17.- Comunidades Autónoma

18.- Ayuntamientos

19.- ¿Cómo mejorar en tecnología?

20.- Aumenta muchísimo la tasa de ahorro ya que no se consume por falta de confianza y/o miedo al futuro.

21.- Consumir más ahora es un acto de solidaridad

22.- Falta clase empresarial y gerencial. Pero no se puede improvisar.

23.- Revisar el sistema educativo con un pacto de Estado que hoy mismo ya ha fracasado.

24.- ¿Demasiados funcionarios y pocos empresarios?

25.- Hay margen para que las empresas españolas se implanten en el exterior y ganar cuotas de mercado.

26.- La deuda neta española es casi el 80% del PIB (privada sobre todo). Si no reducimos el déficit, nos cobrarán más en cada renovación de la deuda.

27.- Hay signos positivos: aumenta la inversión privada en bienes de equipo, crece la producción industrial, se apuntan 100.000 afiliados más a la Seguridad Social desde Navidad, se reduce en abril el paro registrado, pero esas buenas noticias caen en terreno poco fértil. La gente apenas se las cree por el abuso que se hace de la propaganda sin fundamento. Es lo que pasa con el ¡lobo! ¡lobo!.

28.- La economía española puede mantener crecimientos del PIB del 1-2% durante 2-3 años y así no creamos empleo suficiente para absorber la tasa de paro insoportable actual.

29.- Tampoco hay trabajo para muchos inmigrantes. ¿Se puede controlar mejor la inmigración legal e ilegal? ¿Se pueden devolver los inmigrantes ilegales a sus países de origen?

30.- Si la economía sigue estancada o creciendo al 1% ¿puede haber problemas de orden público?

31.- Si se hace un recorte drástico del déficit ¿puede haber problemas de orden público?

32.- Los inmigrantes quieren integrarse, son un factor de estabilización, mejoran la productividad y pueden/deben ejercer presión sobre los altos salarios. Pero los salarios no bajan pese al ejército de parados actuales…

33.- ¿De cuantos funcionarios podríamos prescindir sin paralizar el funcionamiento normal del Estado?

34.- ¿Ha llegado el momento de desempolvar el Libro Blanco de la Sanidad de Fernando Abril Martorellpara reducir el déficit?

35.- Instalar el copago en sanidad, aunque sea de 1 euro por visita y/o receta.

36.- Más Internet a tope.

37.- Subir los impuestos (IVA y especiales) para reducir el déficit.

38.- Acuerdo nacional sobre el diagnóstico económico y el plan de ajuste.

39.- Falta un sistema razonable y moderno de formación y selección de élites y cuerpos de la Administración (para la política y la empresa)

40.- Revisión de las posiciones vitalicias.

41.- Lista consensuada de reformas pendientes y líneas generales de actuación.

42.- El Estatuto catalán y el Tribunal Constitucional

43.- Gürtel y la corrupción en los partidos políticos

44.- Garzón y la Ley de la Memoria Histórica: ¿otra vez, las dos Españas?

45.- Lo que faltaba: pederastas en la Iglesia Católica, crisis y financiación de las iglesias. Libertad religiosa de verdad.

46.- El debate de la Educación y el velo islámico.

47.- Reforma del sistema judicial. La transición democática no ha llegado a la Justicia.

48.- Las leyes, en España, son orientaciones. Es más barato infringirlas, y pagar la multa, que respetarlas.

49.- Faltan líderes políticos, económicos, sociales, intelectuales, etc., con generosidad y altura de miras.

50.- No hay hombres de Estado. Nuestros líderes son chatos, dubitativos, indecisos, miedosos, actúan sólo guiados por el corto plazo, de cara a la galería, no por convicción.

50.- Sobra hipocresía y falsedad en la vida pública.

51.- Mal uso del dinero público (que es el dinero de todos). Los políticos lo utilizan discrecionalmente y arbitrariamente para pagar favores a los amigos y/o para protegerse de los enemigos.

52.- Detección y análisis de restos de la Dictadura franquista que aún perduran y apestan en las leyes vigentes en la Democracia. (Por ejemplo, de las leyes laborales de Girón, etc.)

53.- Cerrar el pasado (bien, y de una vez) para poder proyectar juntos el futuro.

Suma y sigue…

Gracias por llegar hasta aquí, pese al desorden de esta improvisada lista. ¡Menuda sobremesa! Y sin chupito.

La Moncloa parió un ratón
¿De qué o de quién se ríen Zapatero y Rajoy?

La cumbre Zapatero-Rajoy ha producido muy poca frustración porque -la verdad- habíamos puesto en ella muy pocas esperanzas. Es lo que pasa cuando más de medio país está pasado de rosca.

Para reducir las expectativas, ambos líderes hicieron bien en anticipar una agenda mínima («Grecia y las Cajas de Ahorro«).

Al cabo de más de dos horas de rifi-rafe, la cumbre sólo parió lo que habían anunciado el día antes: apoyo a Grecia y acuerdo, bastante tardío, por cierto, para la reforma de la Ley de Cajas de Ahorro.

¿De qué o de quién se ríen entonces Zapatero y Rajoy?

Ya se que todos los políticos reaccionan ante las cámaras mostrando su mejor sonrisa, pase lo que pase. Pero yo no le veo la gracia, tal como está el patio.

En contraste con la estampa risueña de la Moncloa, ahí tenemos, precisamente en la víspera de la cumbre, al presidente de los empresarios españoles, Gerardo Díaz Ferrán, postrado, de rodillas, ante el apóstol Santiago pidiendo -suponemos- un milagro que le salve lo poco que le queda vivo de sus empresas.

¡Menudo espectáculo están dando todos los miembros de la CEOE , con un presidente tan poco edificante, ante sus colegas del mundo entero y ante los mercados!

¡Y qué poca alturas de miras tienen Zapatero y Rajoy, incapaces de salir juntos a explicar a los españoles el resultado de tan importante reunión!

Tanto Zapatero como Rajoy parecen estar de acuerdo -¿y quién no?- en fijar estos tres objetivos básicos:

1.- Reducir el déficit público para ganar credibilidad ente los mercados

2.- Reformar el sistema financiero para que fluya el crédito

3.- Reformar el mercado laboral para hacerlo más flexible

Sin embargo, ambos disienten en los medios que hay que utilizar para conseguir tales fines. Es decir: ¿cómo y cuando lo hacemos?

¿Por dónde empezamos a recortar, por ejemplo, los gastos del sector público para reducir el déficit?

Rajoy dice que hay que hacerlo ya y de manera drástica, pero no suelta prenda de por dónde hay que empezar. Zapatero dice que hay que hacerlo despacio, y gradulamente, para no dañar la incipiente recuperación de la actividad económica. Pero tampoco señala por dónde hay que empezar a meter la tijera. Porque los recortes del gasto duelen. ¡Vaya si duelen! Que se lo pregunten a los empresarios y gestores del sector privado que han tenido que despedir a una parte de sus empleados -y buenos empleados- porque se habían reducido sus ingresos por la crisis y no tenían para pagar la nómina.

Lo que sí ha dejado claro Rajoy -y no le falta algo de razón- es que ese recorte le corresponde hacerlo principalmente al Gobierno que es quien tiene la responsabildad de gobernar. Y asumir el dolor y el riesgo correspondiente a los gastos del Estado central.

Rajoy no puede ni debe irse tampoco de rositas: una buena parte del gasto público depende de los gobiernos de las Comunidades Autónomas y de los ayuntamientos y muchos de ellos -tan gastosos como los demás- están en manos del PP.

¿Podrían remargarse ambos líderes y empezar a dar ejemplo en el recorte de gasto público allí donde sus partidos son gobierno…?

¡Y no digamos en donde controlan respectivamente a las cajas de ahorro!

En cuanto a la tan cacareada reforma del sistema financiero -¡pero si ambos son unos «cagaos» cuando se acercan a un banquero!- no hay más que ver a los bancos. Se están frontando las manos -se les hace la boca agua- con sólo pensar el trozo de tarta que se van a llevar de las más frágiles cajas de Ahorro.

Ya sabemos que la mano invisible del mercado -¡ay!- sólo piensa en el corto plazo.

Y de la reforma laboral habrá que volver a hablar cuando los empresarios españoles tengan una representación algo más presentable que la actual, por muy postrada que esté ante el Apóstol. Y se sienten de nuevo a la mesa del diálogo social con los sindicatos y, quizás, también con el Gobierno.

Gobierno, empresarios y trabajadores son los responsables del reparto de la productividad. El primero se lo cobra en impuestos y los otros dos, en beneficios y en salarios, respectivamente. Lo mismo debe ocurrir cuando lo que se reparte viene en forma de pérdida y es tan doloroso como un recorte.

¡Pobre don Gerardo, si está esperando un milagro del Apóstol Santiago con Marsans!

Los mercados, desde luego, no creen en los milagros.

Los hacen.

Copiemos al País Vasco: «un ejemplo para España»

Zapatero y Rajoy deberían imitar mañana a sus respectivos líderes vascos (López y Basagoiti), que han sido capaces de librarse de su esclavitud partidaria, para llegar a acuerdos de gran calado político sobre los principios básicos de la democracia.

Hace casi dos años («horribilis») de esta fotografía en la puerta de la Moncloa. De aquella reunión fallida tenemos hoy una parte de estos lodos…

¿Habrán aprendido algo de sus colegas del País Vasco?

También podrían inspirarse en los líderes del Gobierno y de la oposición de Portugal, que pelean juntos contra la crisis económica. Ante una situación extraordinariamente grave necesitamos líderes también extraordinarios y no tan mediocres como los que se van a reunir mañana en La Moncloa.

Tanto Zapatero como Rajoy deberían leer con atención al maestro Antonio Gala («Contra la España mediocre»), hacer examen de conciencia y propósito de enmienda. Una sonrisa conjunta (y sincera) de ambos al término de la reunión sería más balsámica para la economía española que algunos puntos del déficit público o una docena de puntos del endeudamiento.

Premio Fernando Abril a la Concordia para los líderes del PSOE y el PP vascos

Dos adversarios políticos comparten el Premio a la Concordia. Parecía imposible pero algo se mueve, desde hace un año, en el País Vasco: la esperanza.

Los líderes vascos del PSE-PSOE y del PP han ganado juntos el Premio Fernando Abril Martorell 2009 a la Concordia. Patxi López y Antonio Basagoiti sumaron hace un año sus votos para consolidar la democracia en el País Vasco. Y algo se nota.

El jueves pasado, ambos adversarios políticos fueron homenajeados en un hotel de Madrid «por su decidida apuesta por la concordia, el diálogo y el consenso en un momento de cambio y de alternancia política en el País Vasco».

La Cena de la Concordia reunió a un montón de celebridades de la Transición (que ya no cumplirán los 60 años) pero también -otra novedad, pese al alto precio del menú- a algunos jóvenes de la generación de Patxi López y de Antonio Basagoiti. Creo que es la primera vez que el Premio a la Concordia va a parar a manos tan jóvenes. Ya era hora.

Según la Fundación Fernando Abril Martorell (a la que tengo el honor de pertenecer), este galardón pretende reconocer que ambos premiados, «al situar la convivencia ciudadana en el centro de su acción política«, han iniciado un camino que «servirá, sin duda, de inspiración a quienes creen en la fortaleza de la democracia y están dispuestos a defenderla mediante la ley, la razón y la palabra«.

En el acto de entrega del Premio, José Luis Leal, ex ministro de Economía con el vicepresidente Abril y vicepresidente de la Fundación, lamentó la «di¡ficultad creciente para llegar a consensos mínimos» y celebró que los dos grandes partidos hayan llegado a un acuerdo en el País Vasco. Los líderes vascos del PSE-PSOE y del PP han demostradso ser «valientes y generosos».

Nicolás Redondo Terreros hizo el elogio de los premiados: «dos personas que respeto y quiero», líderes «generosos, cautos y sabios» quienes, con una política de eficacia y de normalidad democrática, han hecho un esfuerzo por el consenso. Y añadió: «un ejemplo para España».

También recordó que el vicepresidente Abril Martorell venció la esclavitud partidaria hasta hacerse amigo de Alfonso Guerra y de los sindicatos. Hizo una defensa emocionada de los líderes de la Transición, entre los que su padre (presente en la cena) tiene un lugar de honor:

«Cambiaron la confrontación por el acuerdo, con tolerancia para entender las razones del otro; y el enemigo se convirtió en adversario al que se le podía ganar pero no aniquilar… Llegamos con tanto retraso… nos costó tanto…y algunos lo han olvidado».

También combatió la desidia, la ignorancia y la comodidad actuales.

Al término de la cena, Javier Solana fue el encargado del Elogio de la Concordia. Y lo hizo de maravilla:

«Miramos a la memoria del pasado -dijo- cuanto no hay proyecto de futuro».

Su discurso merece crónica aparte. Pero eso lo dejo para otro día. Tengo recados urgentes que hacer ahora mismo.

—-

La Fundación Fernando Abril Martorell fue creada en junio de 1998 con Adolfo Suárez como presidente de su patronato y José Luis Leal Maldonado como su vicepresidente. El año pasado, el premio lo recibió el ex jefe de la Casa del Rey Sabino Fernández Campo, fallecido recientemente, y el anterior el galardonado fue el el entonces alto representante de la UE para la Política Exterior, Javier Solana.

En anteriores ediciones el premio recayó en el Rey Juan Carlos, Agustín Ibarrola, Fernando Savater, Francisco Ayala, Santiago Carrillo, José Maria Martín Patino, Jordi Pujol, Alfonso Guerra, la organización empresarial CEOE y los sindicatos CCOO y UGT.

¿Qué le pasa a Antonio Gala?
Contra la España mediocre

Desentendimiento, náusea… ¿dejar de respirar?. Últimamente me impresionan pocas cosas. Y menos aún si proceden del diario El Mundo. Sin embargo, el Primero de Mayo, Día del Trabajo, leí y releí la columna de Antonio Gala conteniendo el aliento. La última frase, escrita por un personaje tan sensible y franco, me impresionó:

«O quizá lo mejor sea dejar de respirar».

Copio y pego a continuación la columna citada de Gala, tan rotunda:

¿Día de qué trabajo?

ANTONIO GALA

en El Mundo (01/05/2010)

«No he conocido nunca una España más mediocre que ésta. Sí más injusta, más despreciable, más resignada, más sangrante… Ahora es mediocre aquí la economía, la política, el Gobierno, la oposición, la justicia, la televisión, el arte, las posiciones y oposiciones nacional e internacional… Todo, menos el paro. Hasta la mediocridad es mediocre. Y en ella conviven el hambre y el esnobismo, la carencia total y el derroche total… Que, al final de mi lucha y de mi vida, me vea rodeado, agasajado o insultado, por lo que me desdeñó es demasiado fuerte. He luchado, me han agredido, me han encarcelado… pero quedaba la esperanza. Ahora el aire lleva mentiras, contubernio, chantaje, podredumbre, un egoísmo atroz y una absoluta falta de solidaridad. ¿Es que nos dirigimos otra vez a la náusea de donde veníamos? Hoy sólo queda, para alguien que desee seguir haciendo su obra personal, el desentendimiento. Apagar los escaparates, echar los cierres, tirar la llave al mar, esconderse para que la mediocridad no lo contagie… O quizá lo mejor sea dejar de respirar.»

¿Para quién trabaja Boyer?

Boyer, nuevo «Rasputín» de Zapatero, se cambia de chaqueta. Parece que salimos de dudas. Un artículo -muy revelador- publicado esta mañana en la página noble de El País, nos permite aventurar que el prestidigitador de los ajustes salvajes e ideólogo de la FAES de José María Aznar se está pasando al bando de Zapatero. ¡Válgame Dios!

La pagina 33 de El País de hoy no tiene desperdicio: es la segunda prueba del cambio. La primera prueba nos la dió el reciente nombramiento de Miguel Boyer Salvador como nuevo consejero de Red Eléctrica, desde el pasado 14 de abril. Suponemos que su flamante puesto no será hoy uno de los eliminados por el Consejo de Ministros, que analiza el recorte de cargos en las empresas públicas.

Esa fue la primera pista que llevó a Azarías, nuestro vecino del blog de aquí al lado, a aventurar, en exclusiva, que el ex superminitro socialista de Economía y Hacienda con Felipe González y mas tarde ideólogo y patrono de la fundación neoconservadora FAES, que preside José María Aznar, estaba cambiando de nuevo su piel de lobo por la de falso cordero.

Recomendamos hoy leer con lupa este artículo de El País así como el post de Azarías en Ecos de Sociedad Anónima titulado «Boyer, nuevo «Rasputín» de Zapatero». ¡Qué razón tenía! ¡Y qué miedo me da hoy comprobarlo!

¡Por Sampedro! ¿Dónde están los premios que merece?

Es urgente que el profesor José Luis Sampedro -maestro de escritores y economistas- reciba las premios literarios, económicos, sociales, culturales, etc. que se ha ganado a pulso en sus 93 años de buen hacer por esta vida.

Me han llegado los ecos de varios amigos -y de gente principal y de buen gusto- que trabajan a favor de que le concedan a José Luis Sampedro el Premio Cervantes, el Premio Prícipe de Asturias, el Premio Juan Carlos I o todos ellos juntos, antes de que tengamos que lamentar, una vez más, el carácter desagradecido de los españoles para con los compatriotas ilustres, cuya vida y obra nos reconcilian con la condición humana. Sampedro es uno de ellos.

El clamor merecido en favor de Sampredo ya circula por Facebook.

¡Por Sampedro!

Recuerdo la deliciosa entrevista que Sampedro concedió a 20 minutos y que publicamos con motivo del X aniversario de 20 Minutos.

Me sumo – con agrado y emoción- a la campaña en favor de los premios que merere el gran maestro de escritores y economistas, y gran persona, José Luis Sampedro.

El volcán puede dejarnos sin verano (o no)

Dicen que rectificar es de sabios. Voy a rectificar hoy mi error de ayer que consistió básicamente en utilizar las cenizas del volcán para hacer una sátira interesada, facilona y tabernaria de la creencia (falsa, a mi juicio) de que el hombre juega un papel relevante en el calentamiento global del planeta.

Reconozco, a la vista de las críticas recibidas, que no es un tema para tomarselo a broma, hablando, por ejemplo, de no guardar los abrigos (por si acaso) o del negocio de las pistas de esquí y de la ruina de las piscina en un eventual verano frío.

Es sabido que la erupción masiva y continuada de cenizas vocánicas a la atmósfera, pero sobre todo a la estratosfera, afecta al clima enfriándolo si coincide con otros factores muy complejos. Por tanto, el verano frío depende, naturalmente, de varios condicionantes que deben producirse a la vez. Por ello, no siempre, la erupcion de un volcán -sobre todo si es tan pequeño como el actual de Islandia- acabará reduciendo la temperatura de la Tierra.

Ayer me pasé en la exageración. El volcán debe seguir activo mucho tiempo -a veces, meses o años- para alterar la temperatura. Debe coincidir además, como decía ayer, con la ausencia de manchas solares, lo que tiene relación con la abundancia de nubes y el descenso de temperaturas, y con otros condicionantes.

Por tanto, pueden guardar los abrigos, si quieren, pero no en el fondo del armario, por si acaso.

Este fue el texto sarcástico de ayer que provocó, con razón, duras críticas, incluso de una de mis fuentes:

«El verano será frío en el norte y centro de Europa y templado en España. Preparen los abrigos para el mes de julio, por si acaso. Según varios expertos, la nube de polvo volcánico, que está recorriendo hoy más de media Europa, nos dejará sin verano. Aunque la climatología no es una ciencia exacta, no guarden los abrigos tan pronto. El que avisa no es traidor.

No es la primera vez que ocurre un fenómeno semejante. Aunque el clima –mal que le pese a Al Gore y a sus creyentes- depende de muchos factores descomunales, ajenos al minúsculo y soberbio ser humano, en estos momentos hay una conjunción de causas que permiten aventurar un verano traicionero que no hará honor su nombre.

Desde el punto de vista económico, el fenómeno volcánico puede ser una buena noticia para el sector turístico español. Si los vecinos del centro y norte de Europa se congelan este verano bajarán a toda prisa hacia el sur en busca de clima templado. Por ahora, las cenizas volcánicas que templarán al mismísimo Sol se dirigen hacia el Este y Sur de Europa y se olvidan de España.

Pero que nadie se haga ilusiones. Los vientos pueden desviar el polvo de roca volcánica, en cualquier momento, y cubrir más de medio planeta antes del verano.

Lo más preocupante es la conjunción del fenómeno volcánico actual con la ausencia de manchas solares durante más de un año. El ciclo de las manchas solares suele ser de 22 años: 11 años aumentando y otros 11 años reduciéndose. En el punto de inflexión, de menos a más, las manchas solares, que protegen a la Tierra de las radiaciones cósmicas del universo, desaparecen por unos meses.

Sin embargo, ahora llevamos mas de un año sin manchas solares. La ausencia de manchas solares -aún no se por qué- va unida a un aumento de nubes y, por tanto, a temperaturas más frias lo que, por cierto, está dejando en ridículo a los profetas del calentamiento global provocado por el pobrecito ser humano. Este volcán está destrozando el tráfico aéreo y, a la vez, nos está dando una lección de humildad.

La coincidencia de la ausencia de manchas solares y el aumento de polvo volcánico en la atmósfera, sobre todo si llega a la estratosfera, favorece un mayor enfriamiento sobre la Tierra.

Tedremos más frío este verano, pero también disfrutaremos de puestas de Sol y de amaneceres espectaculares dignos de los mejores pintores del mundo que nos dejarán constancia del fenómeno. Así lo hicieron grandes artistas del último período frío, al finales de la pequeña edad glacial (de 1300 a 1850) coincidiendo con el volcán de Indonesia. Basta recordar los cuadros con nieve veraniega por media Europa o el famoso atardecer de El Grito que el pintor noruego Edward Munch recordaba haber visto en su infancia.

Muchos emigrantes europeos huyeron hacia América, en el siglo XIX, empujados por las hambrunas provocada por las heladas veraniegas que destrozaron las cosechas de patatas.

Lo dicho. Por si acaso, no guarden los abrigos tan pronto. Las piscinas europeas pueden padecer pérdidas este verano. Las pistas de esquí, por el contrario, podrían ponerse las botas en pleno agosto. Nunca nieva a gusto de todos.

Mañana, lunes, consultaré fuentes científicas y matizaré este desafortunado post de taberna de fin de semana.

Mis disculpas a los más exigentes comentaristas.