Manu Tenorio, y su bella prometida, Silvia Casas, lo tienen ya todo listo para darse el sí quiero a principios del próximo mes de octubre. Y ya planean la luna de miel. A él le gustaría mucho ir a Thailandia. Y a ella completar el viaje con un tour por Asia. Es lo único que les falta para acabar de preparar el enlace. De casi todo eso se encarga Silvia muy diligentemente porque Manu está a tope con la promoción de su último disco, el cuarto, titulado Tres palabras. La boda será en El Escorial. Y lo celebrarán con su familia y amigos. El cantante, el Paul Newman español, aún está eligiendo el atuendo. De negro, eso sí. Silvia ya lo tiene decidido «Iré de Valentino con un estilo vintage» le desveló a un amigo el jueves pasado en la presentación en Madrid de la nueva tienda del diseñador italiano Carlo Pignatelli. Esta en Núñez de Balboa 58, y es una parada obligatoria para ir fashion y elegante. Decorada en blanco, es un lujo de fina costura, con líneas para hombre y para mujer. Allí coincidieron con los jugadores del Real Madrid, Fabio Cannavaro, muy amigo del diseñador Carlo Pignatelli. y Sergio Ramos. Dos conceptos muy distintos de belleza. Fabio, sereno y maduro, con camiseta y americana. Tonos claros. Le encanta ir a la última, sin estridencias. Y Sergio, pura juventud en ebullición. Melena muy cuidada, iba de negro,de sport y luciendo pendiente.
Este párrafo de arriba no lo he escrito yo, sino un directivo de la plaza, por utilizar un símil taurino. Me ha pedido que hoy le diera la alternativa. Lo quiero dejar claro, porque no me gusta atribuirme méritos que no son míos. Hoy simplemente soy una monasabia.
¿Kiko Rivera o Paquirrín?
Estoy leyendo la apasionante biografía de Luis Miguel Dominguín, editada por la esfera de los libros y escrita por Andrés Amoros. A Luis Miguel, cuyo apellido era González, le llamaban Dominguín en honor a su padre, que dio nombre a la saga de los Dominguines. De hecho, sus hijas, Paola y Lucía adoptaron en ámbitos muy diferentes, como ‘nombre artístico’ al apodo de la casta. Después de esto, he decidido que no hay perjuicio moral en seguir llamando al hijo de Isabel Pantoja y Francisco Rivera ‘Paquirri’, Paquirrín.! Paquirrín forever! El joven es todo un maestro en otras plazas. Él y su novia Tere, Teresa o Techu se pasan todas las tardes y las noches en un local de copas dando rienda suelta a sus arrebatos amorosos. Lo suyo no son besos de tornillo, sino de hélice. ¿No les deja el chalet de la Moraleja mamá Pantoja? Allí estarían más amplios. Entre los padres modernos está de moda la teoría de que hay que dejar a los hijos de que más vale dejar que los adolescentes hagan lo que quieran en casa con sus novios/as a puerta cerrada. Francisco dispone de un pisito donde puede hacer lo que le venga en gana, pero, como ya he dicho, necesita el aplauso del público. Aunque, en su caso, no haya orejas ni rabos que cortar.
Marta Cibelina