Hace muchos años me gustaba esa revista. Mis primos y yo la leíamos a escondidas de niña en una casa de pueblo donde veraneabamos. El Profesor Cojonciano y sus historias forman parte de los recuerdos de mi niñez. La revista había perdido mucho en los últimos tiempo. El secuestro de la publicación me parece una medida completamente desproporcionada y poco inteligente.Se consigue el efecto contrario al que se buscaba. La viñeta , sumamente ordinaria, se va a hacer más famosa que el Guernika de Picasso.
Mucho más grave, en mi opinión, fue una portada en la cual se caricaturizaba, mediante un dibujo a la hija de Isabel Sartorius, entonces un bebé, con el rostro del Príncipe Felipe.
Esa niña tiene un padre, Javier Soto, y era una menor, cuyos derechos han de ser especialmente protegidos.