Mira que no me pegaba para Gemma. Es de ese tipo de personas a las que no le compraría un reloj Nadie que tome en serie su relación de pareja se persona en un programa del corazón con un ramo de flores debajo del brazo y sonrisa de merengue derretido. Rafael Leflet parece el tercer componente de los del Río, ansioso de una Macarena que lo lance al estrellato. Ni siquiera le ha puesto un chalet a Gemma Ruiz, como hiciera De Caldas con Mari Sofi. Cuentan el el Hola que hay una posible solución para la ruptura, que todo ha sido una riña de enamorados.

El empresario necesitaba notoriedad y Gemma Ruiz ha sido el instrumento que ha encontrado en su camino para conseguir sus fines. Ella, dicen los le tienen simpatía, buscaba un marido acaudalado, no porque sea interesada, sino porque es pijííísima y jamás se fijaría en un pobre. No está preparada para ello. Lo malo es que el buen partido se le escapó por patas en cuanto se enteró de que había salido con un grupo de amigos por ahí. En el plan rico busca esposa conocida para lucirla, no estaba previsto que el orgullo de macho quedará lastimado ni con un rasguñó. Más tonta será si vuelve con él. Que le compre una urbanización. Sería lo menos.