Dicen que Ruth, la ex pareja de Jaime Martínez Bordiú, no es precisamente alguien en quien se pueda depositar demasiada confianza. Intima amiga de Aida Nizar y ansiosa por convertirse en una cantante famosa, su perfil e historial difiere mucho del de las anteriores parejas del nieto de Franco. Ello no es óbice para dejar de señalar que el tratamiento que se está dando en las televisiones al tema de los supuestos malos tratos infringidos por el hermano de Carmen Martínez Bordiú a la atractiva morena está recibiendo en los medios un trato muy distinto al de otros también supuestos maltratadotes como mi admirado Chiquetete, un gran intérprete de flamenco a quien ya no tenemos oportunidad de escuchar después de lo ocurrido con Raquel Bollo. Si Eugenia Martínez de Irujo, que según se dice, estuvo enamorada del cantante cuando era una jovencita, hubiera salido en su defensa, otro gallo le hubiera cantado.

La duquesita de Montoro, fotografiada en bikini, aparece profusamente inmortalizada en las revistas del corazón de la semana pasada. Evidentemente, y según puede comprobarse en “Sorpresa”, se ha retocado el trasero. Ni con miles de sentadillas podrían conseguirse unos glúteos de halterofílico como esos. Sin embargo, debería preocuparse. Su culito no es digno de la revista “Hola”, que ha preferido reflejarla de perfil.