De todo corazón

Archivo de junio, 2008

Flavio Briatore y su mujer florero

Si fuera fontanero o transportista, nadie le miraría a la cara, pero es inmensamente rico y ejerce sobre determinadas mujeres la magnética fascinación del poder. Flavio Briatore y Elisabetta Gregoracci han concedido una entrevista prenupcial a bordo del yate del multimillonario italiano, que ni se molesta en meter barriguita, ni en mantener el torso erguido para posar. Elisabetta, con pronunciadísimos escotes, ejerce muy bien su papel de mujer florero, un florero algo basto, de metacrilato y no de cristal de la Granja. Hace falta mucho afán de presunción para dejar que tu novia pose en el lecho de un feo camarote acolchado, como si estuviera ofertando algún servicio, y no de traductora de italiano. El magnate italiano y Elisabetta contraerán matrimonio en Roma dentro de unos días. Será la primera boda religiosa del novio, católico muy practicante desde que fue operado de un tumor. A la ceremonia están invitadas 350 personas, entre ellos, Alejandro Agag y Ana Aznar, íntimos amigos de la pareja. Los novios han tenido el detalle de pedir a los invitados que hagan una donación del dinero que pensaban gastarse a la Fundación Mary Poppins, para niños enfermos.

Busta en el ginecólogo

David Bustamante cuenta los días para el nacimiento del bebé que espera su esposa, Paula Echevarría, y que vendrá al mundo en el mes de agosto. Paula, con una barriguita tan recogida y armoniosa como las de los maniquís de premamá, acudió la semana pasada a la consulta de su ginecólogo, en la clínica Montepríncipe. Junto a ella se sentó su esposo, cuyas ganas de niño hicieron pasar un buen rato al resto de los pacientes que esperaban en la sala de espera. David, vestido con una camisa rosa y vaqueros, se puso a jugar con un pequeño de dos años. No pararon de divertirse con un globo. Tan absorto estaba Busta en los juegos infantiles que, cuando llamaron al matrimonio para que entrara en la consulta, Paula tuvo que «despertarle» de su embeleso. Por la noche pudo verse a la pareja en el estreno del espectáculo de ballet Felicitas, en el teatro Compac de la Gran Vía. Igor Yebra es la estrella de este magnífico espectáculo. La sorpresa de la noche la dio Anne Igartiburu, quien entró a toda velocidad en el teatro para evitar ser inmortalizada por los fotógrafos. La presentadora corazonera no quiso perderse la actuación de su ex marido.

FOTO:Korpa

La Infanta, los Jinetes y una moraleja

Me cuentan que Felipe Zuleta, el jinete a quien se fotografió junto a la infanta Elena en un concurso hípico, lo ha pasado muy mal por culpa de la portada que publicó recientemente la revista Diez Minutos. Casado, a su mujer no le ha hecho ninguna gracia verse en boca de todo el mundo, aunque sabe perfectamente que entre su marido y la infanta sólo hay una relación profesional y de amistad. El cabreo ha sido sordo y discreto. ¡Todo por la patria!

Juan Queipo de Llano, jinete, guapo y abulense, nadie habla de él. Me cuentan vecinos muy bien informados de La Moraleja que tiene intereses en un restaurante situado en la lujosa urbanización. Cuando doña Elena se ha acercado por la zona a realizar alguna gestión donde reside su todavía suegra, la condesa de Ripalda, suele dejarse caer por allí para pasar ratos muy largos con su ex entrenador, por quien siente muchísimo aprecio. El movimiento de escoltas que se organiza en el lugar, situado en un área de la urbanización donde todo el mundo acude a dejarse ver- era la zona favorita de Darek y Ana Obregón cuando estaban juntos-, no pasa desapercibido para ‘los moralejinos’. Moraleja: «Si quieres ser discreta, no vayas al garito del jinete a tomar cerveza»

P.D Aquí tenéis un vínculo a una imagen del jinete, las fotos no pueden abrirse a tamaño grande desde hace unos días.

La familia real y los toros

La Reina no va a los toros porque le horrorizan, es vegetariana y podría vomitar ante la visión de la primera banderilla. Según cuentan las malas lenguas, su suegra, la Condesa de Barcelona no sólo asistía a las corridas por ser una gran aficionada, sino para dejar en evidencia a la nuera. No me lo creo. La Condesa de Barcelona, como la duquesa de Alba, sentía devoción por Antonio Ordóñez, e incluso visitó su casa en varias ocasiones. Las imágenes de una comida campestre de ambas con el diestro, Cayetana, Fran Rivera y Eugenia fue publicada en el¡ Hola!, y a la madre dey Rey no le importó. La que no pudo ser reina estaba comiendo con el emperador.

Al Rey Juan Carlos le gustan los toros, pero no tanto como a la Infanta Elena. Su hijo, Froilán, estuvo durante las fallas en Valencia y le brindaron un toro. El hecho de que llevaran al pequeño a la corrida fue muy criticado por los antitaurinos. En Valencia, Marichalar hizo lo que le vino en gana con sus niños, que para eso son sus hijos, sin consultar demasiado con la familia real.

Al príncipe Felipe los toros no le hacen mucha gracia, y Letizia, antes de casarse con él, ni fu ni fa. Tampoco le gustaba la caza y ha terminado cazando. El pasado 27 de mayo acudieron a la corrida de la Prensa, y estaban, como se dice,en el tendido, más pendientes el uno del otro de aquello que ocurría en la arena. Los príncipes ya se dejaron ver en los toros en el año 2004, días antes de su boda. Desde entonces no hemos vuelto a saber nada. Da la impresión de que la Familia Real quiere dar un empujoncito a la fiesta nacional. No pueden resucitar a La Chata, la hermana de Alfonso XII a quien Rafael Duyos dedicó este poema:

-¡Deprisa que no llegamos!

¡Quiero la mantilla blanca!

Que run-run por los salones

del palacio de Quintana,

Mayo y tarde de domingo.

En el piano una sonata.

Se le deshacen los dedos

Gordezuelos a la Infanta

-Maestro Saco del Valle,

tanto Bethoveen, me carga.

Os lo digo sin rodeos,

Chopin si me llega al alma;

Mientras me visto

Tocad este nocturno

¡Caramba! ¡Son las Cuatro menos cuarto!

¡No llegamos a la plaza!

-Las damas transmiten órdenes.

El coche a las cuatro.

Pasan las doncellas,

con el traje de su alteza

lila y grana con encajes de Bruselas,

apretando cuello y mangas,

y rematando la orilla manola

de la gran falda,

mientras la visten,

no cesa de hablar la señora Infanta,

-Dame el abanico verde

de Mercedes mi cuñada,

el que ella llevo a los toros

cuando era reina de España.

No, no quiero ese collar

ni esos pendientes, no, no, ¡nada!

Unos claveles prendidos en el pelo ¡Y a la plaza!

¡Vamos! ¡Deprisa! ¡Ligeras!

Que las cuadrillas no aguardan

Ah! Recuerda que Romanones

viene a merendar mañana

-¡Armas! ¡Armas a su alteza!

Grita el teniente de guardia

Flecha de seda y charol

Sale el landó de la Infanta,

Y a ritmo de pasodoble

Van la yeguas salazanas,

Llevando a Doña Isabel de Borbón

Casi en volandas,

-Princesa, Bailén, Mayor, Alcalá.

Dame el programa,

¡Ajá! ¡Hoy torea mi torero!

-¿Cuál es tu torero Juana?

-El mío es «El Gallo» Alteza.

-¡Uy! ¡»El Gallo»! ¡Quien lo pensara!

Torero gracioso pero

No te arriendo la ganancia,

Yo, de Vicente Pastor

Uy Qué raro…Antonio Maura

– Adiós, adiós… ¡Cuánta gente!

La reina se queda en casa

Pretextando una Jaqueca,

Los toros la asustan ¡Vaya!

Ya estamos, ¿Y mi abanico?

Junto al coche de la Infanta

La gente se arremolina

Buenas tardes, muchas gracias

Que tal Arbos, ¿a los toros?

No faltaré esta semana

Quiero asistir al estreno

Que anuncian de ese tal… ¿Falla?

Que hay Benlliure, hola Tamames

Con Dios Duque de Veragua

Ya, ya se que los toros que hoy se lidian

Son de tu casa

Abren paso como pueden

Los de la guardia montada

¡Quitasoles!, ¡abanicos!,

¡almohadillas!, ¡naranjadas!

¡Qué hay empresario! ¿contento?,

Vengo yo sola, más ancha…

Sí sí, que me brinden toros,

No, no, al contrario, me agrada…

Ya traía en previsión tres pitilleras de plata,

La infanta llega a su palco y al entrar

Toda la plaza puesta en pie se arremolina

Batiendo alegre las palmas,

Mientras la marcha de infantes

Resuena en las altas gradas,

Y el sol pone al rojo vivo

Las barreras encarnadas

En la andanada de sol con popular algazara

Lo morenos se alborotan y gritan ¡Viva la Chata!….

Si queréis leer más podéis pinchar en este enlace, el poema es eterno, pero no tiene desperdicio.

P.D

Vaya por delante que me gustan mucho los toros y que me hubiera encantado ver ayer a Cayetano toreando en Las Ventas. De pequeña era antitaurina, pero alguien me llevó un día a ver una corrida en tendido bajo y desaparecieron todos mis prejuicios. No me he comprado el Cossío porque no me cabe en casa.Voy a la biblioteca a consultarlo. De hecho acabé en la peña taurina de la facultad, y Andrés Aberasturi nos invitaba todos los jueves para hacer unas tertulias gratuitas de novatos muy divertidas en RNE.

Mi progenie me ha salido antitaurina, como la mayoría de los lectores de este periódicos. Ni aunque la sentara en el palco con el Presidente de la corrida conseguiría hacer cambiar su opinión. Al hilo de la polémica de la emisión en horario infantil de una corrida de toros en Portugal,

se me ha ocurrido formular la siguiente pregunta:¿Le perjudica o le beneficia a la Familia Real acudir a los toros?

El Rey en los toros. Foto:Korpa

Los príncipes en los toros hace cuatro años.(Foto:KORPA)

Los príncipes en los toros hace unos días

(FOTO:EFE)

Victoria, a un paso del altar

Victoria de Suecia podría contraer matrimonio muy pronto con su novio, Daniel Westling. La presencia de la heredera al trono escandinavo junto a su pareja ante todas las cortes europeas, con motivo del cumpleaños de Federico de Dinamarca, ha sido considerada por la prensa del país nórdico como prueba fehaciente de que Westling acabará convirtiéndose en «el señor Bernardotte». Ya le han lavado la imagen. Palido y refregado, ahora parece un catequista encargado de quiar por los senderos espirituales a la princesa nórdica. . .Aún es pronto para dar por hecho un compromiso oficial. También Eva Sannum se dejó ver con el Príncipe de Asturias en la boda de Haakon Magnus, fue presentada a todo el mundo, incluida a nuestra Reina, y ahora nadie se acuerda de ella, ni en España ni en Noruega. En Suecia no se cometen estas meteduras de pata. Hay mayor transparencia y menos precipitación. Daniel conoció a Victoria en el año 2002, cuando ella visitó el gimnasio que él regentaba. Entre pesa y pesa ambos se convirtieron en inseparables.

FOTOS:KORPA

Tamara Falcó no llega a final de mes

La vida es dura. A los bebés los sueltan en la guardería a las siete dela mañan. Los adultos permanecemos encarcelados en el trabajo y a los «vejetes» los recoge una furgoneta para llevarlos a la residencia asistencial de día. Mejor es no reflexionar demasiado. Corres el peligro de darte cuenta de que todo es una estafa monumental contra la que nadie puede luchar. Y esto me viene al pelo, y si no me viene da igual, para hablar de Tamara Falcó, la hija de Isabel Preysler. _La joven, según publica QMD, reflexiona sobre su existencia en París, donde la pobre no llega a fin de mes. Así lo cuenta: «Te das cuenta de lo caro que es todo, ¿sabes?… Te vas con un presupuesto y enseguida desaparece ese dinero… En casa de mi madre lo tenía todo solucionado». La frase, digna de un libro de citas, sorprende. Como leer a Ana Obregón en la misma revista cuando dice que lo que_hicieron con su hijo en Antena 3 era apología de la pederastia.

Los calcetines de Zapatero

José Luis Rodríguez Zapatero asistió a la presentación del libro La línea del horizonte, obra del juez Baltasar Garzón, en la Casa de América. El presidente del Gobierno y el juez estuvieron brillantes en sus discursos, y también lo estaban sus zapatos,más los de Garzón que los de Zapatero, muy usados. Además, los calcetines que lucía el hombre que rige nuestros destinos estaban arrugadísimos. ¿Les rompe las ligas de goma para prevenir problemas circulatorios? El hombre que rige los destinos de nuestra nación sólo es coqueto en época de elecciones. Y, tal vez, como la mayoría de los hombres altos no se preocupa por lo que pasa a sus pies.

No se saludaron

Federico Luppi fue uno de los asistentes a la fiesta celebrada la semana pasada en la Embajada Argentina. Acompañado de su jovencísima esposa, el actor junto con el embajador, Carlos Bettini, fueron los hombres más elegantes donde hubo casi puñaladas para degustar los choripanes que se sirvieron. Sorprendió mucho que se cruzara en varias ocasiones con su colega Sancho Gracia y ni siquiera se miraran.