De todo corazón

Mar Flores, divina

La maternidad le ha sentado estupendamente a Mar Flores. Encantadora, dulce, simpática, cariñosa con los periodistas… La mujer por quien Cayetano Martínez de Irujo, Fefé y hasta Lequio perdieron la cabeza fue la estrella del desfile de Larrainzar en las butacas de primera fila. Vestida de Valentino y con las sandalias más bonitas que he visto en mucho tiempo. Pero si ella era la estrella, Marc Ostarcevic fue el estrellón. De azul bebé de la cabeza a los pies, incluídos los calcetines, relojón a la muñeca y si no me equivoco, un ventilador en la nuca para alzarle la melena. Ni la laca de Bisbal logra semejantes efectos. Seguro que lo llevaba escondido.

He echado de menos a la Infanta Elena en el desfile de Larrainzar. El diseñador no se portó demasiado bien con su prima, María Zurita, la hija de Doña Pilar, con quien mantuvo un extraño romance. Todo se paga en esta vida. Sus diseños han sido magníficos.

Ahora me tiro el rollo etéreo con ayuda del book : Algodones egipcios, linos, voile de algodón y batista de seda en una gama de colores pastel como el azul bebé (el bebé era el de Ostarcevic, este es soplo de mar) y el rosa palo que recuerdan la pastelería y la repostería italiana….

Adiós, no os vaya a pringar. Hasta luego. Después si consigo una foto, os colgaré la foto de una modelo francesa de primera, no es top top pero ni falta que le hace. Se llama Stephanie Gourland.

No os perdáis la magnífica fotogalería de Cibeles

4 comentarios

  1. Dice ser luciernaga

    queremos ver fotos de las personas de las que habalas, quiero ver las sandalias de mar flores por fa marta no nos dejer a medias

    19 septiembre 2006 | 13:24

  2. Dice ser Marta Cibelina

    Estoy en ello. Hoy no tengo fotógrafo. Pero me van a mandar una foto de EFE, que está haciendo hoy muy buen trabajo, desde la redacción.

    19 septiembre 2006 | 13:35

  3. Dice ser luciernaga

    no se pero me encanta hablar contigo, creo que ya te considero una amiga

    19 septiembre 2006 | 15:40

  4. Dice ser Marta Cibelina

    Gracias, luciernaga

    22 septiembre 2006 | 1:19

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