Rocío Jurado y la CNN Plus

30 de mayo de 2006

¿Cuántos periodistas había el día que Rocío Jurado volvió a cantar tras su larga enfermedad en Televisión Española allá por el mes de diciembre cuando grabó sus dos galas navideñas. Ni la décima parte de los que se han congregado en La Moraleja para seguir los avatares de su larga agonía.

Para quellos que la admiran, aquella noticia fue mucho más importante y conmovedora que las que se están produciendo estos días.

Ya dijo Freud que la atracción por sufrimiento mueve a las masas, lo que él llamaba hordas.

La muerte ajena atrae por el miedo que provoca, porque le permite al ser humano acercarse a lo que tanto teme desde una posición cómoda. Y que de esa contemplación del sufrimiento ajeno se extrae un inconfesable goce, como el de aquel que contempla la lluvia y a los viandantes empapados a través de un cristal.

Y eso lo saben muy bien quienes manejan los datos de las audiencias. Y de ahí surgen en los medios las prisas y la precipitación a la hora de dar una noticia tan terrible, con la premura que tal vez no tuvieron a la hora de dar la de la reaparición de «La más grande» en un plató televisivo.

Le ha ocurrido a CNN PLUS, que ha dado al mediódía la noticia de la muerte de Rocío Jurado, cuando hacía escasos minutos su propio hermano decía que Rocío mantenía en regla sus constantes vitales. Inmediatamente después lo han desmentido.

Rocío morirá cuando tenga que morir, cuando le llegue la hora. Sólo faltaba que no tuviera derecho a ello. Lástima que no le haya dado tiempo, antes de empeorar, para ir a Chipiona, a comerse unas pipas a la orilla del mar, como a ella le gustaba y a ver a su Virgen de Regla.

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