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Lo poco que mi padre me enseñó sobre la moda (y lo mucho que me ha servido)

(Suena Lennon de fondo mientras escribo. El beatle siempre será tan él)

Pijama, moño despeinado, los pies encima de la mesa del salón y las gafas de ver. Llega mi padre a casa y, viéndome de esa guisa, se acerca sonriéndome diciendo que estoy muy guapa. Él es así, de esos padres que, si por ellos fuera, nos mantendrían sin una pizca de maquillaje, tinte en el pelo, piercings o tatuajes, tal y como «salimos del cascarón».

PIXABAY

Todo lo que mi padre me enseñó de la belleza es que la belleza no es algo importante. No digo que no la apreciara (¿quién no la aprecia? Tampoco os penséis que mi madre es un cardo borriquero ni mucho menos) pero me enseñó que es algo a lo que no hay que prestarle mucha atención.

No es que me lo dijera así, pero junto a mi madre se dedicaba a llenarme la habitación de libros y a leerme las historias de Juan Sin Miedo o El Quijote antes que de las princesas Disney. Lo hacía de manera sutil, yo creo que ni a propósito, enseñándome a apreciarme (a mí y a quienes me rodearan) por cómo soy por dentro y no por mi aspecto exterior.

Para él, lo más bonito es «esa cabecita que tengo sobre los hombros». Y sé que se refiere al los engranajes que giran por dentro echando humo, analizando todo lo que me rodea constantemente.

Mi padre es de esos hombres que no sabe que te has cortado el pelo, que estrenas algo nuevo, no aprecia que llevas un color nuevo en los labios a no ser que se lo digas. Simplemente no repara en ello, pero se da cuenta de muchas otras cosas, como de venir a darme las buenas noches a la cama aún con 25 años o de estar pendiente de si necesito que me acerque a algún lado.

Y ya no os hablo de su relación con las tendencias. Si su armario experimenta alguna nueva introducción es gracias a mi madre, ya que, si por él fuera, seguiría vistiendo la ropa que le compraba mi abuela en 1980. La ropa es, en su opinión, una cosa que sirve para cubrirse y poco más, exceptuando cuando va a trabajar, que es el único momento en el que se preocupa de llevar el traje impoluto y corbata y camisa a juego.

Sácale del trabajo y perderá toda esa atención que le presta a la vestimenta. Pero la seriedad con la que se toma su etiqueta laboral ha hecho que, inconscientemente, yo ahora siempre salga de casa para trabajar más pendiente de llevar la ropa limpia y cuidada que de si me he maquillado.

No le importa para nada lo que me ponga a no ser que lo considere incompatible con mi bienestar. Los comentarios que le oirás decir son desde «Abrígate, no cojas frío» hasta «Ten cuidado llevando tacones tan altos que luego se resienten las rodillas» pasando por «No te olvides de echarte crema» cuando veía mis maratones de adolescente de tostarme al sol. Siempre más preocupado por la salud que por la apariencia.

A sus 58 años, mi padre no sabe quién es Anna Wintour, Olivia Palermo o Alessandro Michele. Si le pides que te acerque los stilettos te preguntará si es algo que se come y no creo que sea consciente de si en «Bershka» la «h» va delante o detrás de la «k».

Pero no le hace falta, porque a sus 58 años sigue dejándome robarle las camisas, chaquetas y cazadoras impunemente de su armario para crear mis estilismos, sigue preocupándose por la salud de mis pies y sigue animándome a ser bella, pero no como mujer, sino como persona.

Y por ello (y por todo lo que no está aquí escrito) siempre voy a considerar que soy muy afortunada de que me tocara él como padre.

Feliz día,

Mado

«Empecé a trabajar de modelo porque me di cuenta de que en la pasarela faltaba gente en silla de ruedas»

«La sociedad en España hace que sientas que si estas en silla de ruedas vales un poco menos. Es la principal diferencia respecto a otros países. No te hacen sentir uno más, te sientes diferente» me dice Brinston Tchana.

Brinston Tchana. MARA MARIÑO

El modelo con discapacidad física de 20 años de Fuensalía, un pueblecito de Toledo, llamó mi atención nada más entrar al desfile de Iulia Barton en Milán. Es de esas personas que, inexplicablemente, saltan a la vista.

Ha venido para conocer lo que le espera, ya que es uno de los nuevos fichajes de la agencia italiana a la que le gusta contar, además de con tendencias, con la inclusividad en sus desfiles. Al manchego no le pilla de nuevas, lleva desde los 17 años modelando mientras se licencia en Medicina en Inglaterra, compatibilizándolo con su carrera de modelo y actor.

«No hay inclusividad en las grandes semanas de la moda. Me metí en esto porque me di cuenta de que en el mundo de la moda faltaba gente en silla de ruedas y no porque estemos en silla somos menos personas» me dice convencido.

«Hay gente preciosa en silla a la que también les gusta la moda y desfilar pero no tienen la oportunidad de hacerlo solo porque están en silla. Yo quería enseñar al mundo que los que estamos en silla podemos hacer prácticamente lo mismo que hacen los demás

España, es, desgraciadamente, uno de los sitios en los que menos puede desarrollarse profesionalmente: «Es uno de los países donde menos trabajo tengo. En cambio en Inglaterra, Milán o Estados Unidos estoy a tope de trabajo«.

«También trabajo de actor y en Inglaterra he salido en una serie y anuncios, pero en España pasa lo contrario. Raramente vas a ver actores en silla. Es lo que más me duele, que nuestro país no se involucre tanto como otros».

Al que también fue finalista de Mr Birminghan 2017 le encanta la moda: «Antes de mi accidente no me interesaba, pero después de mi accidente me centré más en los estudios y empecé a meterme en el mundo de la moda. Es completamente distinto. Me encanta viajar y conocer las diferentes tendencias, es algo que me hace sentir vivo«.

“Start where you are. Use what you have.Do what you Can” 💪🏾🍁🍂

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Me confiesa que los comienzos no fueron fáciles ya que «el día del desfile no era capaz de mirar a la gente, se me bajaba la cabeza. Los siguientes fueron mejor porque cogí confianza».

«Tenemos que seguir una velocidad concreta, como ir de paseo, ni con mucha ni con poca fuerza. También depende del tipo de silla que lleves, es algo que cuenta muchísimo, hay que llevar la silla adecuada para el desfile. Practicamos con ella, así como la cara, el giro delante de las cámaras, tener controladas las distancias con el público para no tocar a la gente… La práctica hace la maestría, cuanto más practicas mejor te sale«.

Una de las anécdotas que recuerda casi le cuesta un hueso roto: «Como no controlamos mucho las piernas, una de las veces se me metió un pie por dentro y se quedó atascado debajo de la rueda. Me quedé paralizado en mitad de la pasarela sin poder moverme mientras pensaba ‘¿Y ahora qué hago?’ Se me vino el mundo encima. Al final quité el pie aunque tuvieran que esperar mis compañeros. Era eso o seguir adelante y rompérmelo«.

Aunque ahora lo recuerda con humor reconoce que «me entró el bajón después de eso, pero parece ser que es algo que sucede a menudo. Al salir al final la gente me aplaudió y fue algo que me ayudo muchísimo».

«Al final, cuanto más partido le saques a la vida, mucho mejor» me dice el modelo cuyo sueño sería desfilar para Massimo Dutti o Armani. «Sería para mí llegar a la cima, después de eso podría morir feliz porque he hecho todo lo que quería».

«No hay nada imposible en esta vida» me repite. Y le doy la razón. Después de conocerle, me doy cuenta de que no necesitan piernas las personas que vuelan.

Moda y motor: las colecciones para primavera, inspiradas en quemar rueda, que querrás esta temporada

Da igual que no seas de Fórmula 1, que te eches la siesta cuando tu novio (o padre para las solteras) se pone el Rally Dakar o que aún no sepas que Marc Márquez ha renovado por Honda.

TOMMYHILFIGER

Da totalmente igual porque esta temporada te vas a convertir en una apasionada de los deportes de motor, hasta el punto de que puedes incluso terminar con la bandera de una escudería de decoración.

«Venga Mara, que el frío te ha congelado la neurona que tienes por ahí suelta. ¿En qué momento voy a volverme una friki de las ruedas?» Pues en el momento en el que Rihanna y Tommy Hilfiger se han hecho con las motos y la Fórmula 1 como temas de sus nuevas colecciones.

La primavera de Tommy Hilfiger, junto a la modelo Gigi Hadid, tiene las parrillas más calientes que la polémica que generó la medida de prescindir de las azafatas de carreras.

Su desfile tuvo lugar en un auténtico circuito en el que presentó una colección tan bonita (y tan cara) por la que vendería hasta el edredón de mi cama (y eso que en Milán está nevando). Es colorida, con un aire vintage y con pinta de poder ponértela hasta para bajar la basura.

TOMMYHILFIGER

TOMMYHILFIGER

TOMMYHILFIGER

TOMMYHILFIGER

Por otro lado, la de Barbados, que ya el año pasado revolucionó el gallinero con su colección deportiva para María Antonietas modernas (la recordarás porque ahora TODAS tus amigas tienen las chanclas en millennial pink con el lazo de raso), ha decidido pasar del pastel a la gasolina, del «Oui, monsieur» al «Brum brum».

Looking soooo slick in #FENTYxPUMA SS18 @voguemagazine 🏍

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Mientras que la colección del diseñador americano ya está a la venta, tendremos que esperar al 15 de marzo para la colección motera de Rihanna, una línea que promete darle mucha caña al armario (y al bolsillo).

Ahora solo nos queda decidir si nos montamos al coche de Tommy o damos un paseo en moto con Rihanna.

Mientras tomáis partido, me gustaría recordaros que, si os gusta escribir de moda, belleza y tendencias (o de cualquier tema en general), podéis participar en la XII edición de los Premios 20Blogs. Tenéis toda la información aquí.

Semana de la Moda en Milán, mi pesadilla y redención particular

Nunca me ha gustado lo falso. Cuando veía a la venta imitaciones de bolsos o prendas prefería no comprarlas antes que llevar algo «de mentira». No es que os cuente esto para que tengáis en cuenta que, si queréis mandarme regalos, los prefiero originales (que ojalá recibir algún día algo más que cartas del banco), sino para que entendáis por qué le he cogido algo de manía a las semanas de la moda.

Estilismos casuales de invitadas al desfile de Pedro Pedro. MARA MARIÑO

No me malinterpretéis, la moda me apasiona y me apasionará siempre. La oportunidad de ver en primera línea de batalla el trabajo de diseñadores, esos profesionales que trabajan entre la cultura de la vestimenta y el arte, es algo que me hace sentir realizada. Pero lo malo de las semanas de la moda es la gente.

No toda, claro, no penséis que soy antisocial, pero sí los que aprovechan las ocasiones para vestir con un artificio que improbablemente les verás un día de diario por la calle para llevarse un protagonismo que debería centrarse en las colecciones.

El deseo de ir a los eventos para ser visto o de hacerse la foto de rigor para la red social de turno, hace que haya encontrado personas dispuestas a hacer cualquier cosa para entrar a un desfile, incluso si eso incluye utilizar a otras por el camino.

En esta Semana de la Moda en Milán he tenido mucho de eso, pero, afortunadamente, mucho de lo contrario también. He visto mucha tendencia, mucho trabajo, ideas creativas y prendas bonitas.

He podido conocer de primera mano a una diseñadora argentina que va a abrir una sombrerería en Barcelona, he intercambiado una conversación en el baño con una estudiante peruana que quería lanzar la primera revista de moda en su país

Y me he dado cuenta que lo bonito de estos eventos, y algo a lo que no estaba prestando atención hasta ahora, es el roce, en el trato, en poder sentarte al lado de la diseñadora de interiores de Armani porque así te han colocado las organizadoras del evento o poder compartir una copa de Prosecco con la ilustradora Georgina Gerónimo mientras comparamos los desfiles italianos con la Mercedes-Benz Fashion Week o la 080 de Barcelona.

Es un sinfín de conversaciones en inglés, español o italiano mezclando los idiomas entre sonrisas y valoraciones de los espectáculos. Al final, la primera Semana de la Moda de Milán del año me ha quemado y me ha enamorado por el mismo motivo: la gente (de la moda lo estoy siempre).

Como una imagen vale más que mil palabras, os invito a compartir la experiencia conmigo, os animo a que os deis un paseo por las calles milanesas decoradas con portadas de revistas, a que me acompañéis a los desfiles que pude ver, a que sintáis un poquito de esa magia que hay dentro de la moda.

Las series a las que engancharte si te encanta la moda

Por mucho que las series me enganchen por la trama, el vestuario es algo en lo que no puedo evitar fijarme. Si te sientes identificada, entre la pausa de Juego de Tronos, Las Chicas del Cable y Stranger Things, puedes engancharte a algunas de las series preferidas de los amantes de la moda.

Toma nota de los estilismos porque te ayudarán a ver con otros ojos tu armario.

YOUTUBE

    1. Sexo en Nueva York: además de que nunca se tiene suficiente de las genialidades de Samantha Jones o de la ironía de Miranda Hobbes, la quinta del grupo (quitando a la Gran Manzana) es la moda, que nos regala alta costura (y zapatos inalcanzables) capítulo tras capítulo.

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    2. Gossip Girl: nos enganchó la reina cotilla por la vida privada del grupo de amigos del Upper East Side pero nos quedamos por los estilismos de Serena Van der Woodsen y Blair Waldorf, que nos hizo descubrir el preppy style y rescatar todas las diademas que llevábamos sin usar desde el colegio.

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    3. The Carrie Diaries: la precuela de Sexo en Nueva York nos trajo la lista de éxitos de los 80 de vuelta a nuestras vidas (¿alguna vez se fue?) y looks al alcance de nuestra mano. Tan fáciles de conseguir como saqueando el armario de nuestras madres.

      YOUTUBE

    4. The Royals: es la típica serie a la que llegas por el inglés. Y es que su reparto británico hace que te ayude a refrescar el oído en cuanto a la lengua anglosajona se refiere. Pero por mucho que tengas las orejas a otra cosa no podrás quitarle el ojo a los estilismos de las mujeres de la familia real.

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    5. Empire: aunque no te vaya mucho el hip hop te engancharás igualmente a Taraji P. Henson en el papel de Cookie Lyon. Entre su sabiduría popular y su vestuario acabarás volviendo a rescatar todas las prendas con print animal de tu armario (si, hasta las camisetas de leopardo que pensaste que murieron en 2005).

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    6. The Bold Type: habla de la historia de tres chicas que acaban de introducirse en el mercado laboral dentro de una revista de moda. Además de ser maravillosamente feminista, querrás copiar todas las elecciones estilísticas de las protagonistas. Para mí fue el relevo millennial de Gossip Girl.

      TUMBLR

¿Conoces otras series de la pequeña pantalla que tengan una buena relación con la vestimenta que recomendarías?

La fiebre de las gafas cantosas para triunfar en 2018

La primavera de 2018 se resiste a llegar (especialmente para todos aquellos que vivimos en la Invernalia en la que se ha convertido Madrid), pero llegará, llegará, LLEGARÁ, como decía Amaral. Solo que a diferencia de la tormenta de su canción espero que sea una primavera florida de temperaturas suaves.

Como buena «cagaprisas» que soy con el tema de las tendencias, ya he picado con una de las que serán tendencia esta temporada: las gafas de cristal tintado para ver la vida de color.

STRADIVARIUS/BERSHKA/XYLVESTER

En mi caso las cogí de cristal amarillo, ya que como tengo el pelo castaño y las cejas oscuras, eran las que mejor me iban con mi complexión (por mucho que me apasionaban las de cristal rosa).

Pese a que es invierno y no veo casi el sol ni en pintura, ya las he empezado a llevar como podéis ver en la foto. Además, al permitir que se vean los ojos a través del cristal, no es imprescindible que te las quites (sí, soy de esas que considera de mala educación no mirar a los ojos cuando se habla).

Pero si por tu tipo de cara, no terminan de convencerte las de tipo aviador, por mucho que decoloren los cristales, puedes optar por las gafas de pasta estilo cat eye.

Favorecen a casi todos los rostros (otra cosa es que te guste la montura) y te sonarán de las actrices de las películas de los años 50 y 60. Perfectas para que salga la diva que todas llevamos dentro.

XYLVESTER/BERSHKA/STRADIVARIUS

Análisis (honesto) de las tendencias a incluir en el armario este 2018

O en otras palabras, estas son las cosas que deberás buscar ahora que empiezan las rebajas o bien hacer memoria de si tienes alguna de ellas de otro año para usarla de nuevo.

ASOS

Riñonera: algo que a nadie le ha pillado por sorpresa y de lo que os hablé hace unos meses (¡para que digáis que no hago buenas predicciones!). Lo bueno es que no cuestan mucho y definitivamente pesan menos que un bolso. Lo malo es que son bastante pequeñas y si estás leyendo Los hermanos Karamazov vas a tener que ir con el libro en la mano.

Pantalones de ciclista: otra tendencia de la que Kim Kardashian fue pionera. Destacan tanto por su comodidad como por su versatilidad. Vamos, que lo mismo te sirven para participar en una Iron Man que para tomarte algo con las amigas el viernes noche.

Camisas hawaianas: a partir de primavera viviremos el resurgir de las prendas floreadas. Antes de lanzarte como loca a comprar una te recomiendo que mires por casa ya que fue una tendencia en la que seguro cayó tu padre durante la década de los 80. No solo te sale gratis (it’s free) sino que te quedará grande y podrás ponértela de distintas maneras.

Flecos: una de las favoritas ya que todas tenemos algo de flecos en el armario. Si no lo tenemos, que no cunda el pánico, que estamos a unas tijeras de poder hacernos con ello.

Gabardina con un toque moderno: aprovecha para usar esa que tienes una por casa o la que le veías en las fotos a tu abuela cuando se iba a Santander de vacaciones. El modern twist es tan sencillo como llevarla cerrada con un cinturón de otro color o un pañuelo en la manga.

Violeta: es el color del año y especialmente recomendable si, según la teoría del color y las estaciones, eres invierno, verano o primavera.  Si eres una mujer otoñal, pelirroja o con el pelo en tonos cobrizos y ojos verdes, será mejor que pases de esta tendencia.

Tul: por dentro, por fuera, arriba en una camiseta o abajo en una falda, lo importante es que lo añadas a tu armario. Eso sí, a no ser que lo vayas a llevar como complemento externo intenta dejarlo para los meses más cálidos.

Plástico: aunque ya hemos visto que la aplicación de este material a la vestimenta presenta ligeros inconvenientes (sobre todo si la vas a usar directamente sobre la piel) te costará mucho resistirte a la tendecia que vuelve desde los años 70.

Recuerda que antes de comprarlo todo nuevo puedes ver si tienes algo por casa del estilo que te permita reciclarlo, puedes intentar hacerlo tú misma (do it yourself) o puedes dar una vuelta por las tiendas de segunda mano para darle una nueva vida a algo que ya haya sido usado. De esta manera podemos convertir la moda con cabeza también en tendencia.

Conjuntos de fiesta (monísimos) para las que miramos el bolsillo

Entre el regalo para tu madre, tu suegra, tu amiga que se va el año que viene de Erasmus y que en el Black Friday aprovechaste para renovar armario, te has quedado para las fiestas con los euros contados.

Vestidos de largo midi ajustados a la cintura si quieres crear sensación de curvas peligrosas

A eso, encima, vas a tener que sumarle el riñón que te van a sacar de la entrada de la fiesta de Nochevieja.

Pero que no cunda el pánico, que el vestido del año pasado es monísimo y este año sales con otro grupo de amigos. Aún así no terminas de estar convencida (las fotos de Instagram de tu brillante entrada al 2017 siguen ahí) así que te decides a estrenar modelito.

¿Traducción? Plan low cost de estilismo urgente.

Lo bueno es que las siguientes propuestas te van a salir por menos de 30 euros, es decir, son aptas para bolsillos de estudiantes, becarias o para las que, simplemente, ya estamos casi en números rojos a primeros de mes:

Monos largos y de terciopelo para ir estupenda sin pasar frío (también puedes llevarlos con medias)

Vestidos ajustados que marcan hasta las ideas más locas que se te ocurrirán con tu amiga del alma

Vestidos que disimulan cintura para las amantes de los polvorones y del turrón

Tops, bodies y camisa que también nos apañan para estilismos de nuestros días de diario

Faldas para una ocasión especial (acuérdate de ponerte la servilleta sobre las rodillas para evitar manchas de mayonesa)

 Fotos de Stradivarius y Lefties

El vestido-americana, apuesta segura para los días que no nos apetece complicarnos la vida

Lunes por la mañana y te suena el despertador mientras tratas de abrir un ojo pegado por las legañas. Entre la fiesta del viernes, la quedada con las amigas que iba a ser tranquila y terminó al día siguiente y la maratón de series que te pegaste el domingo noche, no es que te hayas levantado inspirada precisamente.

ZARA/DULCEIDASHOP

El pijama, por mucho que nos gustaría, no es una alternativa válida, y necesitas un estilismo rápido para salir por la puerta a toda prisa, que lo de llegar el primer día tarde no es lo que se conoce como un buen inicio de semana.

Es por eso que te propongo un outfit simple para esos días en los que lo último que necesitas es quebraderos de cabeza: la blazer a modo de vestido.

Esta prenda funciona tanto en un estilismo de diario, como puede ser ir a la universidad a tu clase de Edafología como para darlo todo en la noche del fin de semana (sin que además cojas mucho frío, ya que te permite envolverte en infinitas capas por dentro).

BERSHKA

Es cierto que NO cualquier americana sirve para crear el conjunto. Una blazer normal, por mucho que la tengamos cariño, no nos va a cubrir el culo. Es por eso que debemos coger americanas largas (mejor que sobre a que falte) y luego si queremos acortar su medida, agregarle un cinturón para salir del paso.

Pero si aún no estás convencida de cómo se pone, aquí tienes unos ejemplos que te servirán de inspiración para unirte a una de las tendencias de la temporada:

✨✨✨ #newyork

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Who's ready for a Friday night? Posted my outfit details here -> http://liketk.it/2tGzI #liketkit @liketoknow.it @topshop

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Siempre de tu mano, PRECIOSA ❤️ @albapaulfe #los40musicawards

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Y el albornoz llegó a la alfombra roja de los premios MTV

Siempre me creo que lo he visto todo en esta vida y siempre me alegro cuando llega alguna con un estilismo extravagante a la alfombra roja y me demuestra que todavía me queda mucho de lo que sorprenderme.

Pero pongámonos en situación, concretamente en la alfombra roja de los premios MTV European Music Awards 2017. Como en toda alfombra de cantantes, los deslices estilísticos son importantes.

GTRES

Lo de Zara Larsson y su dos piezas rosa habría sido pasable si los zapatos no fueran unas zapatillas de cordones. Nadie dice que sea obligatorio ir con tacones pero hay muchos zapatos planos más allá de las zapatillas. Aunque claro, cuando llegas a Stefflon Don y descubres que combina su abrigo de pelo con unas mallas de deporte por dentro de unas botas altas de tacón pasas cualquier cosa. Es un desastre estilístico de magnitud mundial. De hecho apuesto a que hoy, en las oficinas de Vogue, André Leon Talley ha ido por la redacción gritando que se ocultaran todas las fotografías de la artista para que no las viera Anna Wintour. «Alarma. ¡Tenemos un 2319!«. Algo que también se puede aplicar al estilismo de Petite Meller o la Alicia en el País de la Esquizofrenia.

GTRES

Hailey Baldwin, con su mini vestido negro y sandalias de tacón, se presentó en los premios con un estilo que sigue su línea. Más que nada porque es casi el mismo en el que le hemos visto en las anteriores 137 alfombras, pero allá cada una. Demi Lovato con su traje blanco de rayas, demuestra que está al día con las tendencias y que no hay nada que unas extensiones no puedan solucionar en esta vida. Otra que se mantiene fiel a su estilo es Lana del Rey, que por mucho que el rollo vintage sea ya parte de su carrera, noviembre no parece el mejor momento para llevar un estilismo veraniego que parece salido de cualquiera de sus videoclips californianos.

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Pixie Lott, su vestido de inspiración asiática con volante peplum, sus sandalias de tacón ancho, el bolso de mano rígido dorado y la maravillosa diadema de Dolce & Gabbana fueron la combinación estrella demostrando que la relación alfombra roja-vestidazo está sobrevalorada. Felices los cuatro y feliz yo, que le voy a copiar hasta el rojo del pintalabios.

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Pero la que se llevó todas las miradas fue Rita Ora con su diseño del revolucionador Palomo Spain, del que os hablé hace unos meses. El que va a ser (y sino dadle tiempo) uno de los genios de la moda de nuestra era, presentó el diseño de la cantante en la pasada edición de la Semana de la Moda madrileña.

El modelo es lo que ves: un albornoz que podría parecer salido de un hotel con una toalla enrollada a la cabeza. Excéntrico, divertido, impactante pero sobre todo imposible de pasar inadvertido. Será todo lo que queráis, pero no se le puede negar la origninalidad. Ahí reside la genialidad y la irreverencia de la moda. Elsa Schiaparelli animaba a salir a la calle con un zapato en la cabeza y Palomo se atreve con la toalla del baño como turbante.