Entradas etiquetadas como ‘compatible’

Mujeres que opinan

¿Eres mujer? ¿Estás opinando sobre algo? Entonces ten por seguro que te van a desacreditar.

GTRES

Dará absolutamente lo mismo que tengas más razón que una santa (porque no solo los santos se salían con la suya), que estés argumentando con pruebas irrefutables o que hasta tu madre esté de tu lado, que siempre alguien echará por tierra tus conclusiones saliéndose por la tangente.

No hablo por hablar, es algo que sucede cada día. Una actriz embajadora de la ONU Mujeres es desacreditada por protagonizar una portada sin sujetador, una chica por seguir su vida después de ser violada por cinco chavales o una modelo de Victoria’s Secret, cuyas palabras se ponen en tela de juicio cada vez que habla de feminismo.

Por lo visto, Leomie Anderson no puede opinar en nada en lo que respecte a las mujeres por desfilar para la firma lencera. Pero no confundamos churras con merinas.

Al igual que me consta que tengo compañeros de periodismo que han trabajado en Intereconomía, sin compartir necesariamente su ideología política, una modelo puede trabajar para una firma, como es la americana, sin tener por qué compartir la filosofía de belleza.

Trabajo es trabajo. Y por mucho que desfile en lencería, algo que hace por elección propia, me parece más que bien el hecho de que en el programa Good Morning Britain recomendara a las chicas jóvenes a no sentirse presionadas de mandar fotografías desnudas o en ropa interior a parejas/amigos/llamésmole X para así evitar que pudieran ser extorsionadas.

Pero entiendo a Leomie, vaya si la entiendo. Cantidad de veces han tratado de echar por tierra mis argumentos: no puedo escribir sobre mujeres de talla XL porque no la uso, no puedo hablar de amor propio porque me gusta hacer ejercicio, no puedo hablar de sexismo porque he trabajado utilizando mi imagen…

He llegado a la conclusión de que no es lo que decimos, es el hecho de que lo digamos, de que alcemos la voz, de que protestemos, de que tengamos una opinión, de que ya las mujeres no nos quedamos nunca más calladas a un lado como a lo mejor tenían que hacer nuestras abuelas.

Hemos encontrado nuestra voz y, por mucho que moleste, ya nadie va a hacerla callar.