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Este verano llevaremos las uñas amarillas (y no será por problemas de salud)

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No, no es un simulacro. Parece que el verano está aproximándose (por fin). Resulta tan difícil de creer como que Juego de Tronos se termine en la octava temporada.

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Y sin embargo, sucede. El verano no llega solo a tu armario con el retorno de la camiseta de tirantes (un retorno más esperado que el de cualquier rey de la Tierra Media o Jedi acompañado de la Fuerza).

En verano llega el retorno de los cosméticos estivos, es decir: tus pintalabios corales, tu colorete perfecto para acompañar la piel morena o los esmaltes de uñas claros.

Mete en el cajón todos aquellos colores oscuros que tanto te han gustado durante el invierno. Nada de negro, granate, marrón oscuro, gris… La bienvenida a la estación más refrescante del año viene con el amarillo.

Sí, has leído bien, el amarillo será el color por excelencia de las manicuras veraniegas. En su tono más llamativo, como es el caso del neón, nos traerá recuerdos de cuando nos pintábamos las uñas en clase con el subrayador (ahora no me digáis que solo lo hacía yo).

Las tonalidades discretas (¿hay algún amarillo discreto?) tirando hacia el amarillo pastel o el amarillo mostaza serán también otros matices del color que veremos en las manos de más de una.

Lo importante es que pases de la canción de Calle 13 y no te quites el esmalte, al contrario, sino que te lo pongas y sea de color amarillo.

Pero si no eres del color del sol, porque allá cada una con sus gustos y manías, siempre puedes optar por el blanco, uno de los básicos veraniegos.

Y si lo tuyo es el efecto natural, las uñas pastel en beige o rosa claro son tonos que también contrastan con la piel morena.

OK OK I’m almost done posting vacay pics…

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(not) Summer time and the living is easy @hawkersco #hawkersco #playhawkers

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Adiós cesta, hola bolso de madera

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La moda baño 2018 ha hablado alto y claro y el mensaje es contundente: No, esta temporada tampoco tienes el accesorio de moda (¿qué sentido tendría que lo tuvieras? La gracia es, precisamente sacar algo nuevo que se convierta en objeto de deseo).

LEPETITSARDINE

El bolso de madera ha desbancado a la cesta de plástico que habías estado compartiendo el verano pasado con tu abuela. Y ya que la menciono, corre a darle un beso que tiene más paciencia que una santa con la cantidad de cosas que le coges del armario.

Al ser de dimensiones más bien tirando a reducidas y de un material rígido, es un accesorio que viene que ni pintado para esos días de vacaciones en los que no necesitas llevar mucha cosa encima (que no puedes liarte a echar cosas como si del bolso de Mary Poppins se tratara, vaya).

Solo tienes que preocuparte de llevar contigo la crema solar, las llaves de casa, un euro para comprarte un té helado y las gafas de sol (vale, sí, puedes meter también el móvil, pero despídete de llevar el portátil a todas partes para aprovechar cualquier rato de descanso para trabajar, este bolso es para desconectar).

Pero ojo, que como decía Alejandro Sanz «no solo de pan vive el hombre» y no solo en la playa vas a poder lucir el bolso.

Si no terminaba de convencerte la idea de llevártelo para pisar asfalto, toma nota de lo bien que acompaña a las camisas o tacones en estilismos más urbanos.

Puede que el límite de capacidad lo pongan sus pocos centímetros cuadrados, pero el límite en los estilismos lo pones tú donde quieras.

v. Parisian vibes 🐚🐚 #parisianlifestyle

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La tendencia que llevó tu madre en los 80 (y vas a querer copiarle)

Hay muchas cosas para las que la vida no te prepara: cuando te subes a una montaña rusa y no tienes ni la menor idea de cómo va a reaccionar tu cuerpo a la caída, cuando te cortas el flequillo por primera vez o el estrés que sientes cuando te presentas a Selectividad.

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Pero la vida tampoco nos había preparado para el retorno de los trajes de baño de tiro alto, esos que nuestras madres lucían cuando eran jóvenes antes de pasarse a anchuras más cómodas.

Yo tenía alguna experiencia con el asunto, ya que tengo un bañador de los 80 de mi madre que uso como body y tiene el corte de la ingle casi por la axila. Lo que no esperaba es que se terminaría convirtiendo en tendencia en ese caldo de cultivo que es Instagram.

Sin embargo, ha sucedido, estamos viviendo la peor pesadilla de las que amamos los tiros bajos y el sueño de las marcas de depilación que ya se están frotando las manos pensando en lo mucho que se tienen que depilar las ingles (a no ser que quieras llevarlo con toda la selva saliéndose por los lados, que es una decisión totalmente respetable y de cada una).

Wearing my fav sold out Fes suit || More 👙in my bio

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A favor tengo que decir que ese tipo de corte alarga las piernas y nos hace un efecto cigüeña maravilloso.

El gran motivo en contra a llevarlo es la higiene íntima. Lo sé, no quieres oír hablar del tema porque es mencionarlo y te entran picores (como cuando alguien suelta la palabra «piojos»), pero alguien tenía que decirlo.

Al haber tan poquita tela entre nuestra maravillosa zona personal, corremos el riesgo de coger cuanta bacteria haya allá donde nos sentemos si se nos mueve un poco la tela.

Así que si lo llevas, hazlo tranquilamente, pero ten precaución con los sitios en los que vayas a plantar las posaderas.

Que seguir las tendencias está muy bien, pero ahorrarte una infección está mejor.

💫

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Este es el peinado del verano (y así es cómo se hace)

Qué sería del verano sin las cosas propias de la temporada: la canción del verano, el libro (o libros si eres afortunada) del verano, el ligue del verano

Pero hay una que ya puedes tener segura al 100% y no es el ligue (a no ser que vayas a la playa con los «deberes hechos» o que llames «ligue» a tu amor platónico por el camarero) y es el peinado tendencia del verano, o en otras palabras: el estilismo que le verás a todas tus amigas en las redes sociales.

Las pipe braids o trenzas de tubo en castellano, son la evolución natural de las boxer braids. Y si te pensabas que no había nada más complicado que hacer una trenza a la inversa (no, ni siquiera el TFG), espera a conocer estas.

A diferencia de las de boxeadora, las trenzas 2.0 se llevan solo hasta la nuca dejando el resto del pelo suelto. Algo que, si como yo, eres de pelo fino (y lacio), permite que las puedas vida con el volumen.

A mí las trenzas de tubo me gustaban hasta que vi que, a no ser que seas muy mañosa, necesitas que alguien te las haga, lo que dificulta un poco que se convierta en un peinado de cada día a no ser que tengas a tu madre/hermana/compañera de piso dispuesta a enmarronnarse cada mañana con tu melena.

Pero si aún así quieres probar, te dejo el vídeo explicativo para que puedas dominar la técnica como una maestra cestera:

Pero, eh, que no es totalmente imprescindible que te las hagas con alguien. He encontrado a una youtuber que solventa el problema de tener solo dos manos agarrándose los mechones con la boca. El resultado no es igual de bueno, pero nos apaña para salir del paso (y de la foto a Instagram).

Luego le añade el toque festivalero»cosiendo» alrededor de la trenza un hilo de color. Aunque también os digo (y no es por criticar que estoy segura de que no es fácil hacerlo a ciegas) hubo heridas cosidas en la Primera Guerra Mundial con más pericia.

¿Cómo lo ves? ¿Te encantan? ¿Las odias? ¿Te animas? ¿Aceptas los cambios en la política de privacidad?

Moda baño 2018: chapuzón de tendencias para todos los gustos (y tallas)

Tu cuerpo no pide salsa, pero playa y vacaciones un rato. Y sino que te lo digan hoy que es lunes y te toca volver a aguantar al jefe/profesora de Redacción Periodística/X.

Pero como yo soy maja y me solidarizo con todas en este día de la semana, quiero abrirte el apetito con las tendencias que vienen directas a nuestra bolsa de la piscina.

Bikinis y bañadores que nos acompañarán en nuestras maratones de sol de vuelta y vuelta como si fuéramos un San Jacobo (siempre bien untadas en crema factor de protección 50) y en nuestros baños en el mar con el moño bien apretado, que ninguna quiere que se le moje el pelo.

Con la bola de cristal de las tendencias a mano, estas son las novedades veraniegas:

Estampado tropical: el clásico. El Barça-Madrid o la cerveza y tapa de las tendencias veraniegas, el que nunca falla. El giro de esta temporada son los escotes bajos y los volantes anchos que nos vendrán genial a las que tenemos poco (o nada) de pecho.

Abstracto: si en tu interior se esconde una dadaísta convencida, los estampados coloridos te encantarán. Si no te parece lo bastante surrealista puedes ponerte unas pinzas de tender la ropa como pendientes, al más puro estilo de la Baronesa Elsa von Freytag-Loringhoven.

Marinera millennial: las que van a pasar el verano de puerto en puerto pueden optar por la interpretación náutica de otro de los clásicos de la temporada.

Mezcla de estampados: ya lo decía tu abuela, en la variedad está el gusto. Es posible que ella se refiriera a que te terminaras las lentejas con pescado, pero lo puedes aplicar a bañadores y bikinis perfectamente.

Minimalismo: que no, que a ti no te lían. Nada de estampados ni volantes ni gaitas. Tú eres amiga de lo poco artificioso, del minimalismo puro y duro, de las líneas sencillas y las formas simples. Vamos, que tú ves los edificios de Ludwig Mies Van Der Rohe y babeas.

Étnico: «Porque esto es África» nos cantaba Shakira hace unos años. Aunque lo más cerca que estamos de África es de Wakanda después de ver Black Panther, el estampado étnico también se cuela en la lista.

Amarillo: perfecto si estás algo morena. Horrendo si te lo pones el primer día de verano en el que estás más blanca que el gotelé de la pared de tu casa. Date unas semanas y sácalo cuando tu piel no se confunda con la leche.

Estampados fotográficos: igual no has estado nunca en Cuba o en Malibú, pero tranquila, que ya se encarga tu bañador de traerte los paisajes.

[Todas las fotos son de BRAZILIANBIKINISHOP]