Archivo de mayo, 2018

A ti, que eres una mujer con prisa

Soy una mujer con prisa. Creo que exceptuando el momento que nací, que llegué puntual como un reloj, he ido por la vida al galope.

EN FORMA, GUÍA DE ESTILO Y PIEL PERFECTA PARA CHICAS CON PRISAS. MIS HIJOS.

La prisa es algo que llevo tan dentro que incluso cuando voy por la calle con una amiga, me suelta la frase de «¿Pero por qué vas tan rápido? ¿Tenemos prisa?» ¿Yo? Siempre.

Soy la típica que se levanta a toda prisa, engulle el desayuno en pocos minutos, se pinta la raya del ojo más rápida que un Ferrari (también suelo dejar marca negra muchas veces en esa pista que es mi cara) y salgo corriendo a donde sea.

Es por eso que, cuando Laura Arcagni, de Zenith (Grupo Planeta) me escribió para proponerme escribir un libro de belleza para chicas con prisas, supe que había dado con la persona ideal.

Además el libro iba a estar ilustrado por la ilustre Georgina Gerónimo, a la que tuve el placer de entrevistar hace 10 millones de años, cuando los dinosaurios caminaban por la Tierra y no conocíamos los labiales mates.

Lo de Gina y yo fue como lo que pasa en las películas, solo que sin música de fondo y con 2.000 kilómetros entre una y otra (alguno menos que ella está en Barcelona).

Con ella en una punta de España y yo en la otra de Italia, nos pusimos de acuerdo para crear el primer espécimen. De hecho, el libro fue escrito aprisa y corriendo. Entre las clases de mi master y el blog de 20 Minutos, el texto fue formándose entre viajes en tranvía y momentos de cardio en la bici elíptica de mi gimnasio de Milán.

Cuando di a luz a ese bebé, como buena madre primeriza estaba agobiada, feliz e histérica, pero Laura me metió más prisa con otros dos libros: uno de estilo y otro de ponerse en forma que casi casi necesitaba para ayer.

Gina se convirtió en una hermana de batalla contra la prisa mientras que Laura era como esa tía soltera de la familia que siempre te da apoyo y te tranquiliza cuando las cosas se ponen feas.

Aún así nosotras nos sentíamos con el agua al cuello, porque como buenas chicas con prisa millennials, estábamos a los libros y a ochenta cosas más. Estábamos a los libros, a los trabajos, al verano, a los novios, a los amigos, a la familia, a las series, a dormir ocho horas, a comer sano… (vale, igual a las dos últimas no tanto).

No había nada más confortante que quedarme en casa un sábado escribiendo y mandarle un mensaje a Gina de «Estoy escribiendo. Soy una pringada» y recibir un «Yo también». Aquello era amor.

Sus dibujos, mi texto… La cosa funcionaba tocara el libro que tocara. Éramos el Pitbull y Enrique Iglesias de la Literatura (solo que las dos con pelazo).

Hemos escrito trucos para hacer la maleta (y que te sobre espacio), ideas para esos días de «No tengo nada que ponerme», recetas de mascarillas caseras (y baratas), ejercicios que puedes hacer mientras ves Sí quiero ese vestido… En definitiva, un montón de cositas interesantes que vale, no te van a solucionar la vida, pero te la van a hacer mucho más sencilla.

Así que, como salen hoy a la venta, he decidido hacer este post de «Yo he venido a hablar de mi(s) (tres) libro(s)» y a quedarme más ancha que larga.

Bueno, y a dar las gracias.

A Gina, que me ha cambiado la vida, no ya por los libros, sino por descubrirme una vida con sabor a helado de pistacho. Me siento afortunada de poder decir que cuento ahora con otra amiga (y que encima es famosa y me va a llevar a Hollywood cuando la inviten a los Oscars). A Laura, que ha sido nuestra maestra Jedi. A Ángel, que me ayudó a escribir el libro en el coche de ‘En forma para chicas con prisas’ mientras recorríamos Portugal en nuestro viaje de este verano. A mis padres y a mi hermano, que me han animado desde el minuto que les dije que iba a escribir un libro y que no sabía ni por dónde empezar a escribir mi nombre. Al resto de mi familia que van a comprar el libro aunque les haya dicho por activa y por pasiva que yo se lo regalo. A mis amigas Ale y Stanich, mis casi hermanas que me han aguantado los audios de cinco minutos de WhatsApp en mis momentos de estrés. A los amigos, Alfonso y Gonzalo, con los que he cancelado planes por estar escribiendo (os lo compensaré en vuestras bodas con un regalo bonito del Ikea). Y a mis profesoras de Primaria que me hacían ir por las clases de «los mayores» leyendo mis redacciones. Menuda habéis liado entre todos. ¡Esto es culpa vuestra!

«Te hago fotos gratis si dejas que te toque», el follógrafo de Madrid

Con esa frase es como debería anunciarse el fotógrafo Danilson Gomes (@longshoots_ en Instagram) si viviéramos en un mundo sincero.

PIXABAY

Sería un anuncio indignante, vejatorio y asqueroso, sí, pero honesto. Si la oferta te convence y estás dispuesta a dejarte tocar, al menos sabrías a lo que ibas, eso ya es decisión personal, pero no vivimos en un mundo sincero. Todavía.

Aunque afortunadamente cada vez estamos más dispuestas (si seguís leyendo entenderéis por qué hablo en femenino) a abrir la boca, porque por mucho que nos lo hayan dicho activa y pasivamente, calladitas NO estamos más guapas.

Pero pongamos el ojo sobre el objetivo, que es a lo que se dedicaba Gomes entre muchas otras cosas no relacionadas con su profesión de fotógrafo freelance o modelo.

«Yo lo viví en primera persona» declara Margalida María en su Instagram (@margalidamariax), que se hizo una sesión de fotos para una tienda con Gomes en la que ambos modelaban.

A lo largo de la sesión notó como él aprovechaba para tocarla o se acercaba a «colocarle la ropa» mientras se cambiaba. «Sé vestirme sola» aclara en la red social. «Ya sé cómo colocarme un tanga» declaraba también @chleopawtra, que también sufrió de los abusos del fotógrafo.

La declaración de Margalida María tuvo un alcance exponencial. Lo que ella pensaba que fue un caso aislado de abuso tuvo una respuesta de decenas de mujeres que afirmaban haber vivido experiencias del estilo con el fotógrafo.

Una cascada de mensajes que ella ha publicado en sus stories guardando el anonimato, documentando las vivencias de otras víctimas que hablaban de situaciones semejantes.

«Yo tenia 3000 seguidores y conté esto como he subido otras historias y nadie me ha hecho caso. Esta vez ha tenido una repercusión y Time is up. Se os acabó el chollo a ti y a todos los que os habéis aprovechado u os queréis aprovechar de mujeres» declaraba sin tapujos en el directo del lunes.

@MARGALIDAMARIAX

Conversaciones e incluso notas de audio en las que el fotógrafo se insinuaba sexualmente, pedía fotos desnudas a sus «clientes», exigía cobrar las sesiones si las modelos no se desnudaban o si acudían al estudio con pareja entre muchas otras maniobras de abuso, manipulación, acoso e intimidación que ha realizado impunemente en estos últimos 4 años.

El miedo, la vergüenza o el simple hecho de no caer en que se había vivido una situación de abuso ha hecho que se desencadenara hace dos días la reacción viral cuando Margalida María compartió la historia. Para otras está más que claro el motivo: “Tenemos el acoso tan normalizado que cuando nos sucede no nos damos cuenta” relata Adriana (@afrofucsia2.0) otra de las víctimas del fotógrafo.

INSTAGRAM @AFROFUCSIA2.0

«Si no sabes tratar a las tías, hasta que aprendas a trabajar con mujeres haz fotos a las paredes» declaró Margalida ayer en el directo.

¿Su objetivo alzando la voz contra esta experiencia tan nefasta? «Que ninguna tía quiera hacerse fotos contigo. Quiero que dejes de trabajar de fotógrafo con mujeres, que ninguna marca te pague ni te esponsorice. Aquí estamos y si nos tocan a una nos tocan a todas«.

«Ahora has sido tú pero que se preparen los que lo han hecho. Yo quiero que las mujeres puedan ir a sesiones de fotos, puedan hacerse fotos desnudas y que lo hagan cómodas, que no tengan miedo, que ninguna tenga que fingir que se pone malas para poder irse«.

Y es que las protagonistas de las historias son únicamente mujeres ya que en palabras de @magalimariax «no ha salido ninguna historia de ningún hombre en las que el se sentara a verle cómo se cambiaba o que les tocaras más de la cuenta. Por algo será» reflexionaba. «Como con los tíos sabes comportarte hazle fotos a ellos, a nosotras déjanos en paz».

El aluvión ha hecho que incluso la marca de ropa deportiva Kappa, que realizó una colaboración con el modelo/fotógrafo lanzara una declaración este lunes:

INSTAGRAM @IDENTITYDISTRIBUTION

Así como la artista Moderna de Pueblo:

Me ha indignado mucho ver lo que revelaba @margalidamariax sobre el acoso que han sentido muchas mujeres al trabajar con el fotógrafo @longshoots_ (podéis verlo en su stories) Ya le están cayendo mil insultos A ELLA. Desde el clásico "qué vas a ser modelo con lo fea que eres" hasta "no sabes cómo llamar la atención". Pero somos más las que te apoyamos, desde aquí te doy las gracias porque la única manera de que otras no pasen por experiencias asquerosas es que las que ya hemos pasado por ellas hablemos. Antes no era consciente de qué era un "abuso de poder" y ahora lo veo más claro que nunca. A los 20 años, cuando buscaba prácticas en el mundo de la publi, por ejemplo, me citó para una entrevista Mr.JefazoImportante y me hizo sentir que si le "bailaba el agua" conseguiría el puesto. "Eres muy guapa, como todas las que trabajan aquí.", me soltó a 10 cm de mi cara mientras me tenía en su despacho a oscuras cuando todo el mundo se había ido a casa. Salí de ahí y antes de llegar a mi casa vomité en la calle por el asco de lo vivido. Pero nunca pensé en que eso había sido un "abuso de poder". Me eché la culpa por ser tan inocente y tontita y simplemente pensé que era un baboso más. No son babosos, son acosadores. No somos tontitas y hemos empezado a hablar. Estés en la profesión que estés, #cuéntalo

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Mientras tanto, Gomes se ha limitado a negar las acusaciones tachándolas de mentiras y a bloquear su cuenta de Instagram (después de eliminar casi todas las fotografías que él mismo había realizado).

Os dejo algunas de las conversaciones que compartieron en Instagram para que sirvan como alerta para todas aquellas que no identifiquen este tipo de situaciones y que sean conscientes de lo que es un abuso (independientemente del nombre inocente que le pongan luego los tribunales del país):

INSTAGRAM @MARGALIDAMARIAX/@CHLEOPAWTRA/@AFROFUCSIA2.0

INSTAGRAM @MARGALIDAMARIAX/@CHLEOPAWTRA/@AFROFUCSIA2.0

INSTAGRAM @MARGALIDAMARIAX/@CHLEOPAWTRA/@AFROFUCSIA2.0

INSTAGRAM @MARGALIDAMARIAX/@CHLEOPAWTRA/@AFROFUCSIA2.0

INSTAGRAM @MARGALIDAMARIAX/@CHLEOPAWTRA/@AFROFUCSIA2.0

INSTAGRAM @MARGALIDAMARIAX/@CHLEOPAWTRA/@AFROFUCSIA2.0

Y quizás os preguntéis qué hago hablando de esto cuando anoche fue la Gala MET y religiosamente escribo sobre la alfombra roja cada año.

Porque se ha acabado el tiempo de mirar hacia otro lado. Porque me he cansado de que haya elementos que se piensen que pueden hacer lo que les dé la gana con las mujeres y salirse de rositas. Porque no conozco a ninguna de ellas pero no me hace falta, porque yo las creo. Porque no están solas. Porque a lo mejor pueden conseguir que una o dos guarden silencio, pero no van a callarnos a todas. Y porque, desde ya, pienso encargarme de sacar el nombre de esta persona en toda conversación que tenga con alguien que trabaje en el mundo de la moda para que no se olvide el daño que le ha hecho a tantas mujeres que acudieron a él con una idea tan inocente como el sueño de ser modelo, sueño del que se aprovechó mujer tras mujer, sesión tras sesión, hasta hoy.

Moda baño 2018: chapuzón de tendencias para todos los gustos (y tallas)

Tu cuerpo no pide salsa, pero playa y vacaciones un rato. Y sino que te lo digan hoy que es lunes y te toca volver a aguantar al jefe/profesora de Redacción Periodística/X.

Pero como yo soy maja y me solidarizo con todas en este día de la semana, quiero abrirte el apetito con las tendencias que vienen directas a nuestra bolsa de la piscina.

Bikinis y bañadores que nos acompañarán en nuestras maratones de sol de vuelta y vuelta como si fuéramos un San Jacobo (siempre bien untadas en crema factor de protección 50) y en nuestros baños en el mar con el moño bien apretado, que ninguna quiere que se le moje el pelo.

Con la bola de cristal de las tendencias a mano, estas son las novedades veraniegas:

Estampado tropical: el clásico. El Barça-Madrid o la cerveza y tapa de las tendencias veraniegas, el que nunca falla. El giro de esta temporada son los escotes bajos y los volantes anchos que nos vendrán genial a las que tenemos poco (o nada) de pecho.

Abstracto: si en tu interior se esconde una dadaísta convencida, los estampados coloridos te encantarán. Si no te parece lo bastante surrealista puedes ponerte unas pinzas de tender la ropa como pendientes, al más puro estilo de la Baronesa Elsa von Freytag-Loringhoven.

Marinera millennial: las que van a pasar el verano de puerto en puerto pueden optar por la interpretación náutica de otro de los clásicos de la temporada.

Mezcla de estampados: ya lo decía tu abuela, en la variedad está el gusto. Es posible que ella se refiriera a que te terminaras las lentejas con pescado, pero lo puedes aplicar a bañadores y bikinis perfectamente.

Minimalismo: que no, que a ti no te lían. Nada de estampados ni volantes ni gaitas. Tú eres amiga de lo poco artificioso, del minimalismo puro y duro, de las líneas sencillas y las formas simples. Vamos, que tú ves los edificios de Ludwig Mies Van Der Rohe y babeas.

Étnico: «Porque esto es África» nos cantaba Shakira hace unos años. Aunque lo más cerca que estamos de África es de Wakanda después de ver Black Panther, el estampado étnico también se cuela en la lista.

Amarillo: perfecto si estás algo morena. Horrendo si te lo pones el primer día de verano en el que estás más blanca que el gotelé de la pared de tu casa. Date unas semanas y sácalo cuando tu piel no se confunda con la leche.

Estampados fotográficos: igual no has estado nunca en Cuba o en Malibú, pero tranquila, que ya se encarga tu bañador de traerte los paisajes.

[Todas las fotos son de BRAZILIANBIKINISHOP]

Ni payasa ni patinadora: el verdadero estilo de Margot Robbie

Cuando descubrí a Margot Robbie en El lobo de Wall Street no imaginaría que terminaría convirtiéndose en una de mis actrices favoritas gracias a su papel en Yo, Tonya (y eso que la vi en italiano, así que imaginad si me tuvo que gustar la actriz).

GTRES

La australiana lleva unas cuantas alfombras rojas a las espaldas, más o menos el mismo número que llevas tú de photocalls de discoteca, por lo que he podido averiguar cómo se define su estilo. Y he de decir que me encanta.

Pero voy a empezar con unas fotos de ella en su rutina para que rompamos el hielo y nos sintamos identificadas. La actriz también hace la compra con gorra cuando tiene el pelo muy sucio o va al gimnasio con coleta, en otras palabras #todassomosMargot.

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Pero, al igual que tú, la cosa cambia de fiesta. Vamos, que cuando pasas por chapa y pintura no te reconoce ni tu abuela, y eso que la yaya te ha visto en los peores momentos de domingo en pijama.

Su amor por las flores es comparable a tu amor por el vino blanco cuando vas de cena con las amigas.

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De corto siempre apuesta por las sandalias de tiras, un truquito que hace parecer que nuestras piernas son infinitas (¿estás tomando nota para tu próxima salida?).

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Y ahora pasemos a lo importante, a lo que de verdad te llama: sus estilismos de largo de esos de entrega de premios o gala de la Wintour en el Met de Nueva York:

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Y por mucho que la admiro, no he podido resistirme a dejar para el final unos modelos que (no voy a decir «feos» porque no sé si Robbie me está leyendo) son menos acertad0s para mi gusto. Ojo, que a lo mejor a ti el pareo enrollado de mariposas te parece el summun del estilo.

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Pero vamos, que aún vestida con unos pantalones shorts bicolores y un mechón de pelo de un tono diferente al otro, la amo igualmente.

Los cauríes son para el verano

Mi romance con los cauríes empezó en los 2000, cuando estábamos inmersos en el furor de los collares de elefante o de concha gigante que llevábamos a modo de gargantilla.

FREEPEOPLE

El origen de las conchas daba un poco igual, ya podía ser del puesto de la playa del lugar al que habías ido a veranear con tus padres o de la tienda del todo a cien del barrio. Lo importante era la actitud con la que lo llevaras.

En mi caso, actitud era equivalente a llevar el cuello del polo bien abierto para que se viera que yo también lo tenía (y además con abalorios, que estaba menos visto).

El collar de cauríes del momento llevaba las conchas en línea y los culpables fueron los Backstreet Boys y otras estrellas de la década que nos hacían copiar la idea del accesorio gracias al póster que traía la revista Bravo.

Con los años, la concha cayó en el olvido de las tendencias hasta que me la volví a encontrar en la universidad. Llevada por algún amigo para ir a clase a juego con su camiseta de equipo de fútbol.

El toque veraniego tan molón estaba muy bien cuando se llevaba en su día (es decir, 10 años antes). Pero entre que se lo ponían para ir a clase en Madrid (y el mar queda un poco lejos) y que por mucho que les gustara el aire surfero, la única tabla de madera que conocían era donde vienen apoyadas las tapas que te traen para acompañar el tinto de verano, ha sido un accesorio prohibido los últimos años.

Sin embargo colecciones veraniegas como la de Versace, han conseguido que vuelva la explosión de formas marinas no solo en ropa sino en complementos y accesorios.

Son también los culpables de que haya vuelto a mi joyero de la adolescencia (ese en el que guardo el collar de elefante y la concha gigante) y busque mis gargantillas de caoríes para darles una segunda vida esta temporada.

¿Y tú? ¿Vuelves a caer esta temporada en las conchas playeras?

Sarah Jessica Parker saca una colección para novias modernas (y la querrás aunque no vayas a casarte)

Yo lloré cuando Big se declaró a Carrie Bradshaw poniéndole un zapato en aquel vestidor que parecía salido de mis mejores fantasías sexuales. Sí, os hablo de la escena de la película de Sexo en Nueva York que cambió mi concepción de las pedidas de mano.

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Independientemente de que la idea pudiera gustarte o no, hay algo con lo que te quedaste clavado en tu corazón de amante de la moda: los maravillosos ‘manolos’ azules que Carrie usó para casarse.

No te garantizo que puedas hacerte con unos (entre lo que cuestan y la lista de espera, casi mejor que los des por perdidos), pero la actriz que daba vida a nuestra columnista de sexo/loca por los zapatos favorita, Sarah Jessica Parker, ha sacado una colección de novias que, vas a querer aunque ni se te pase por la cabeza lo de casarte.

La actriz, que ya sabemos que como su personaje, pierde la cabeza por la moda, ha sacado esta cápsula para novias, invitadas o, simplemente, chicas como tú y como yo que nos quedamos prendadas de los zapatos azules.

Entonces, ¿qué es lo que aporta SJP a la moda de novias? Minimalismo neoyorquino puro y duro.

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Escotes de pico, faldas de plumas, pantalones… Y una selección de zapatos (entre los que se encuentra nuestro predilecto) para pasar la noche más cómodas que altas, algo que siempre es de agradecer.

En resumen, es una colección que «celebra a la novia atípica. Puede llevarse al altar y más allá. Es para cualquier celebración vital» afirma SJP.

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