Archivo de febrero, 2018

Cincuenta sombras de plateado: el «pelo fantasma» es la nueva tendencia que querrás en tu melena

Pero si el pelo gris es por lo menos de hace dos años, ¿no?

A diferencia del color que se puso tan de moda, y que hacía que tu abuela y tú parecierais compañeras de clase en los selfies familiares, la tendencia del ghosted hair’ viene con unas tonalidades metalizadas que harán parecer tu cabeza un cumulonimbus de los que ves desde la ventanilla del avión.

DENISEAYALA/SARAIHAIRWIZARD

El tono es más versátil que un tinte completo, no es tan uniforme al jugar con los puntos de luz sobre la cabeza. Combina las diferentes tonalidades de plateado con rubio platino (ye te dije que no era como el de tu abuela).

Es un tono perfecto si has probado el rubio platino en carnes (o cabelleras) y te resulta favorecedor, ya que el pelo fantasma es el platino de esta temporada.

Para las de pelo oscuro, antes de someternos al tinte debemos ser conscientes de que, en primer lugar se va a tener que decolorar la melena y luego teñirla, lo que hace que el pelo pueda estar más quebradizo de lo normal (hidratación non stop desde ese momento).

Desgraciadamente este tipo de tonos se van solo con respirar, por lo que es un color muy esclavo que va a hacer que pasemos la mitad del tiempo en la peluquería (así que más te vale que te pille cerca de casa).

Aunque claro, viendo los resultados del tinte, eso de tener la doble residencia en el salón de belleza ya no parece tan malo.

Winter white ❄️ Let’s talk about this color. I have so many requests for ICY white. The reality is NOT everyone is gonna get this color (or at least within their time frame and budget). THIS COLOR COSTS a LOT of 💵💸, requires lengthy visits (4 plus hours) and requires a ton of upkeep (root retouch every 4-5 weeks and retone). . The thing I hear the most is “my hair is yellow after a few weeks”. First of all, yellow will always be in the hair. Do you know why?! The hair has a PALE yellow undertone because you CAN’T remove all the underlying pigment unless you’d like to be bald (yellow being blonde’s underlying pigment). So, frequent salon visits ARE required ✅ Toners/glosses is where the magic happens and TONES the yellow out. But no color lasts forever!! . This color is a LOT of work for me, as a stylist, and a lot of money and time for the client. My MAIN concern is the integrity of the hair and I will NOT push the hair for you to get your dream color. I will get you there, but it will probably take multiple sessions because I don’t want my clients walking around BALD or with FRIED ASS STRAW hair! . . . #icyblonde #platinumblonde #platinumhair #olaplex #americansalon #modernsalon #cosmprofbeauty #behindthechair #kchairstylist #kcmo #kansascityhair #olaplextreatment #trionics #blondeinspo #saraihairwizard #btcpics #authentichairarmy #fuckinghair #themoreyouknow #istillseeyellow #hairstylistprobs #alluremagazine #kenraprofessional #blonding #blondeambition #platinumblondehair

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Trucos para cuidarse el pecho a cualquier edad

Tenemos jabones, mascarillas, cremas y tratamientos especialmente creados para el cuidado de la cara en la repisa de nuestro baño, pero en lo que a pecho se refiere andamos un poco perdidas.

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Y es que claro, como cuando vas por el pasillo del supermercado no hay ningún letrero que ponga «Crema para pechos», no te planteas que necesiten un cuidado especial. Tiempo al tiempo, que igual los de marketing lo ven una buena idea y lo acabamos teniendo.
Además de que la zona del escote cuente con una piel delicada, tiene que sujetar más peso que otras partes del cuerpo, lo que hace que a la larga puedan aparecer estrías.
Pero que no cunda el pánico, podemos cuidar el pecho desde ya con lo que tenemos por casa y cambiando algunos hábitos que hacen que nos juguemos la salud de la zona.
Para empezar despídete del topless, está genial que quieras evitar las marcas del bikini, pero si ya de por sí el sol es malo, en el pecho ni te cuento. Sin embargo, si tu bronceado es algo que te tomas tan en serio como el currículum de LinkedIn, al menos toma el sol con protección total.
El sol hace que la piel pierda agua y precisamente tenemos que procurar tener la zona bien hidratada, lo que incluye aplicar cremas específicas y exfoliarla al menos una vez a la semana para eliminar las impurezas de la piel. Además, darse duchas con agua fría en el pecho produce también efecto reafirmante.
Aunque lo recomendable sería ir sin sujetador para mantener la musculatura de la zona activa, si te resulta incómodo ir con las gemelas sueltas (no todas lo llevamos bien) elige el sujetador correctamente, lo que significa no solo comprarlo de tu talla sino elegirlo sin aros. Puedes empezar también a hacer ejercicios de pecho para desarrollar los músculos de la zona.
El pecho es como todo, con unos buenos hábitos de ejercicio y alimentación equilibrada, también podemos cuidarlo. Por último, no nos olvidemos que igualmente forma parte del cuidado explorarnos el pecho con regularidad (puedes aprender a hacerte la autoexploración en este vídeo) y estar pendiente de las pruebas correspondientes que te pida el médico.
La estética es importante, sí, pero la salud es lo primero.

Los vestidos de las invitadas a los Goya 2018 que darán que hablar

¿Que te perdiste ayer la ceremonia porque duró hasta las mil y te quedaste durmiendo en el sofá? No hay problema. Aquí tienes los vestidos que brillaron y de los que se hablará estos días.

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Las propuestas más arriesgadas vinieron de actrices como Cristina Brondo, que demostró que puedes estar embarazada y partir la pana igualmente en una alfombra roja con un modelo de transparencias. Claro que sí. Pepa Charro le dio el toque cañí a la ceremonia con un vestido cuyo estampado estaba compuesto por caras. Vale que no es un diseño que puedas reciclar para otras ocasiones sin que nadie se dé cuenta, pero original era un rato. Mónica Cruz se sintió como Beyoncé entre la pedrería y las transparencias. Que quede claro que las divas nacionales también pueden llamar tanto la atención como las extranjeras. Y por último, la combinación de Maribel Verdú, que puede parecer de primeras algo extraña por aquello de juntar una manga larga debajo de un vestido, no solo funciona sino que nos da ideas de cara a poder reaprovechar los modelitos veraniegos largos poniéndoles un jersey por debajo.

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De riguroso negro fueron las actrices Elena Furiase, Nathalie Poza y Cayetana Guillén Cuervo.

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Otras, en cambio, apostaron por darle algo de vidilla al color jugando con los accesorios. Un truco perfecto para que no resulte un estilismo demasiado apagado. Quizás el más llamativo es el de Macarena Gómez con el lateral de plumas que tanto le habría gustado a su madre ficticia, Estela Reynolds, en La que se avecina. Cristina Castaño jugó con una manicura roja acompañada de unos pendientes verde esmeralda mientras que Anna Castillo le dio un toque roquero a su vestido con el collar y la manga de brillantes junto a varios anillos gigantes. Accesorios al poder.

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Pero ojo que ir de negro no significa ir sosa ya que muchas actrices pusieron a prueba la versatilidad del color con diseños que parecían salidos de Hollywood, como el caso del vestido bicolor de Goya Toledo, las flores bordadas del modelo de Susana Escacena o la maestría de Dolce & Gabbana en el vestido de Nieves Álvarez. Un diseño que la modelo combinó con pendientes y tiara llevando el estilismo recargado al extremo, algo que, siendo de la firma italiana, define el conjunto.

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Níveas y angelicales posaron las actrices que eligieron el blanco para combinar la alfombra y los galardones. El reto que supone llevar un vestido de ese color sin parecer una novia a la fuga lo superaron con creces Aida Folch, Mariam Hernández y Marta Nieto. Aunque tengo que destacar el Versace de Penélope Cruz que, con los detalles en los hombros y costados, hace que queramos que se retire la prohibición del protocolo que no permite a las invitadas vestir de blanco en las bodas.

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Lo de que el azul es el color de la tristeza es algo difícil de creer viendo el traje de Brays Efe. Otras que optaron por tonalidades frías fueron Ruth Gabriel, Leticia Dolera que dejó muy claro que la combinación traje+bailarinas es tan buena (o mejor) que la mezcla de chocolate y churros y por último Juana Acosta, cuyo vestido largo sería la envidia de cualquier princesa Disney.

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Y del frío pasamos a los colores más ardientes con las invitadas que eligieron tonalidades rojizas, como el caso de Belén Cuesta (¡qué raro se me hace verla sin toquilla!) y su palabra de honor cubierto de tul negro. No solo que el vestido es una maravilla sino que la actriz se atrevió a combinarlo con unos zapatos rojos. Hiba Abouk y Leonor Watling fueron las firmes defensoras de los cut outs que tanto llevamos hace un par de años, y es que la costilla también puede funcionar como escote. Andrea Duro, pese a la sencillez de su vestido minimalista, también me pareció de las actrices mejor vestidas.

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Más toques de color, y muchos más trabajos bordados llegaron con los románticos diseños de Úrsula Corberó, Marta Torné y Macarena García. Tres vestidos que hace que le queramos pedir a nuestras abuelas que nos cubran de pedrería el primer camisón largo que encontremos por casa.

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La bloguera Dulceida, Javier Calvo y Javier Ambrossi o Belén Rueda fueron también invitados que apostaron por salirse de los colores seguros y elegir diseños más atrevidos. Y es que para pasar de puntillas y discretamente ya tenemos la alfombra de casa cuando volvemos de fiesta de madrugada. En cambio, por la roja de los Goya, hay que hacerlo por todo lo alto.

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¿No hay sexismo cuando te escogen como azafata por estar buena?

Me hace gracia que salgan a decir que «por culpa de las feministas» un montón de pobres mujeres se han quedado en paro a raíz de la medida de prescindir de ellas en la parrilla de Fórmula 1. Más que nada porque yo he trabajado de azafata en un circuito de carreras y no es oro todo lo que brilla por mucho que se pinte el trabajo de color rosa.

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Para empezar tienes que pasar un corte respecto a la imagen física bastante importante cumpliendo requisitos como talla de ropa, altura y por supuesto una cara que acompañe. No te eligen por la carrera que hayas estudiado (que la mayoría de nosotras estábamos en ello), los idiomas, nuestros talentos, principios… Te escogían por ser guapa y estar buena. Punto (perdonad la franqueza, pero es hora de dejarnos de ser políticamente correctos y hablar de las cosas como son).

Te escogían por guapa y por estar buena porque si no no te quedaba bien el conjunto de minifalda y chaqueta ajustada en el que tenías que meterte. Y sí, sabíamos cómo era el uniforme y también en qué consistía el trabajo. Fue una elección que hice libremente la de cobrar una cantidad de dinero a cambio de pasearme durante unos días con poquita ropa y taconeando el circuito arriba y abajo (no voy a entrar en los motivos porque no creo que tenga que justificarme por ganarme la vida de una manera o de otra ya que todos los trabajos son igual de respetables, pero no todos exigen la misma disponibilidad).

Trabajar me empodera, me hace sentir independiente, soy libre de elegir mi trabajo, pero la cosa fea de la que nadie habla es que es un trabajo en el que solo sirves si estás buena. Trabajar con poca ropa solo porque mi cuerpo entra en unos requisitos de belleza no sé hasta que punto me libera y hasta que punto me hace presa de una sociedad machista que considera que solo sirvo para hacer bonita la foto final de la carrera.

Los pilotos, por lo que he visto, van a su rollo. Les va a dar igual que pongan una mujer que cincuenta porque en lo que piensan es en la carrera. Pero la gente que asiste, los espectadores que lo ven por la tele, los mirones que te COMEN con los ojos de arriba a abajo (porque la palabra es comer), son cosas que tienes que aguantar (a los que digáis que exagero os invito a mirar a partir del minuto 1:10 de este vídeo, que ya con el nombre lo dice todo).

Lo aguantas porque asumes que no existe el trabajo perfecto, y que como azafata te puede tocar apechugar con eso al igual que como periodista me toca apechugar con que se me resistan a la hora de contestarme unas preguntas para un artículo. Tampoco creo que tú, que lees esto, estés absolutamente feliz con todos los aspectos de tu trabajo (y si es así, pues felicidades).

Pero el hecho de que lo sepas no hace que te sientas menos cosificada, no hace que pase menos veces por tu cabeza la frase «mis ojos están aquí arriba, cretino».

Obviamente me da pena pensar que compañeras se hayan quedado sin trabajo, pero pena porque hayan visto en «Muerto el perro se acabó la rabia» la solución.

¿Queremos terminar con el sexismo en las carreras? Perfecto, pon mujeres y hombres de todas las tallas, edades y etnias (porque esa es otra cosa de la que no se habla, que como no seas joven y, en la mayoría de las ocasiones, blanca, ‘chao pescao’). Ponles al lado de los vehículos bien vestidos, con un traje de pantalón o unos vaqueros y calzado cómodo, que ocho horas de pie, si ya son bastante malas, con tacones, un infierno.

Dejemos trabajar a las azafatas, claro que sí, yo no digo que las dejemos a todas sin trabajo, pero que no se conviertan en objeto de exposición, que me consta que hay agencias (la que lleva la Feria de Madrid, más concretamente), que le prestan atención a los buenos modales, la educación, el saber estar y el protocolo y no a si la profesional entra o no en una talla 36.