Archivo de enero, 2017

Los «do» and «don´t» de las invitadas en los Globos de Oro

Ni todas vamos bien vestidas a las bodas ni todo lo que nos recomiendan los estilistas a la hora de pisar una alfombra roja es un acierto.

En la gala de los Globos de Oro encontramos un poco de todo, desde los vestidos por los que daríamos a miembros de nuestra familia (primos lejanos de esos con los que casi no te llevas) hasta invitadas con recogidos de pelo al que solo les falta un rulo para ser idénticos al que se pone tu madre para andar por casa.

En el caso de los escotes, los premios han mostrado algunas de las tendencias que hemos visto en 2016 como el escote alto con aberturas del floreado diseño de Olivia Culpo al escote infinito de Jessica Biel que alcanza las placas tectónicas de lo profundo que es. El asimétrico de Anna Kendrick, que te deja una teta sujeta y la otra suelta, no termina de convencerme.

Olivia Culpo, Anna Kendrick y Jessica Biel. GTRES

Sarah Jessica Parker es otro elemento digno de mención y que en sí misma encarna lo que sí y lo que no debemos escoger a la hora de ir a una entrega de premios. Mientras que su conjunto pasa sin pena ni gloria por los anales de la historia de los Globos de Oro, su recogido viene a ser el Doctor Jekyll y Mister Hyde de la gala. ¿Qué es eso de que solo quede bonito cuando posa de lado?

Sarah Jessica Parker, el dilema. GTRES

Moños altos que suman automáticamente 150 años, una coleta como la del gimnasio o el moño de estudiar fueron otros peinados que debemos evitar.

Maisie Williams, Sienna Miller y Elsa Pataky. GTRES

Y es que no necesitas dejarte una pasta en la peluquería para ir bien peinada a un sitio. Unas ondas medio desechas, la melena totalmente lisa gracias a la plancha o un recogido sencillo son opciones mucho más recomendables.

Priyanka Chopra, Sophie Turner y Emma Stone. GTRES

El amarillo, el color temido por los artistas, fue uno de los más vistos en los premios. Aunque cada invitada lo adaptó a su estilo, algunas lo combinaron con más gracia que otras. Natalie Portman eligió un modelo suelto que le permitiera lucir cómodamente su tripa de embarazada (bebé Portman is coming) mientras que Maisie eligió un corte de cuello recto que le hacía parecer aún más bajita.

Emily Ratajkowski, Natalie Portman, Maisie Williams y Kerry Washington. GTRES

Por supuesto no podían faltar las que, en mi opinión, patinaron con sus conjuntos, como es el caso del vestido-dibujo-animado de Felicity Jones (¿un monstruo vino a verla cuando estaba eligiendo ropa?), la especie de cuello rosa que parece fruto de un obseso por la papiroflexia de Carrie Underwood, el vestido-transparente-plumero-chic de Nicole Kidman (Nicole, queremos que vuelvas), o la especie de museo Guggenheim de Bilbao que lleva Naomi Campbell por vestido

Felicity Jones, Carrie Underwood, Nicole Kidman y Naomi Campbell. GTRES

Ir de rebajas (online) con éxito

Si quieres ahorrarte las colas, mogollones, nervios y follones de las rebajas de todos los años, la opción de compra vía electrónica nos facilita mucho las cosas.

Varias tiendas ofrecen la oportunidad llegado el gran día de ponerte a adquirir sus productos ratón en mano (gracias Internet, te adoramos). Además, la mayoría de ellas permiten que devuelvas lo que quieras de manera gratuita. Vale que es un poco engorroso lo de tener que ir a Correos cargados con un paquete, pero merece la pena.

Lo primero que debemos tener en cuenta es que mucha gente va a estar al igual que nosotros, comprando productos como loca, por lo que armarse de paciencia es una de las claves para no tirar el portátil por la ventana.

Fijarnos en la talla es una cosa fundamental, especialmente cuando compramos en alguna tienda que puede tener un sistema de tallaje diferente al nuestro como el americano o el inglés (no dudéis en desplegar las guías de tallas que suelen ser de gran ayuda).

Si tenéis, como yo a veces, la duda existencial de qué talla cogeros, una buena idea puede ser echarle un ojo a la composición. Si tu idea es que la prenda te quede ancha y ves que el tejido es algodón, es preferible que te la cojas unas tallas más grande.

A la hora de pagar tienes la opción de pagar con tarjeta o en algunos casos Paypal. Vigila que realmente estés en la plataforma de pago de la web para evitar que pongas tus datos en sitios poco recomendables.

Yo comprando online

Por último solo te queda esperar a que llegue el ansiado paquete (sueles tener opción de envío a domicilio que tarda un poco más, o recogida en tienda si tiene espacio físico) y rezar porque el color sea el mismo de la foto para disfrutar de tus nuevas adquisiciones.

Chiara Ferragni, un armario con esencia italiana

¿Sabes cuando te metes a hacer una carrera pero terminas trabajando de algo que no tiene nada que ver? Eso le pasó a Chiara Ferragni, a quien podemos considerar la fashion blogger por excelencia. Académicos de la RAE se plantean añadir su fotografía al lado de la acepción de «bloguera de moda».

Aunque ahora tiene su propia línea de zapatos y ha colaborado con más marcas que las que puedes encontrar en una planta de El Corte Inglés, todas tenemos un pasado y la «ensalada rubia» no es la excepción. Ella también pasó por la fase de cinturones anchos y bailarinas con vaqueros (no os perdáis la foto de aquellos tiempos).

Su estilo (gracias a Dios como el nuestro) ha ido evolucionando, y es que estar siempre en la primera fila de los desfiles de moda tiene que servir de algo; hasta lo que es ahora, una combinación entre casual, no casual, botines, muchas faldas y transparencias aderezado siempre con su melena rubia cuyo resultado es siempre de lo más femenino.

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Regalos para ‘fashion victims’ que pedirles a los Reyes Magos

Mi wishlist, a diferencia de la de Gwyneth Paltrow, no incluye objetos millonarios sino básicos necesarios e imprescindibles para todo armario de fashion lover en este recién estrenado 2017.

1.Abrigo camel, de los que abriguen, ¿eh? No de estos que parecen una chaquetilla. Un abrigo recto que me llegue por las rodillas y que me vaya con absolutamente todo.

ASOS (no os dejéis engañar que estos no abrigan)

2.No es país para coños de Diana López Varela, para seguir mi camino formativo en el mundo del feminismo que inició en su día Caitlyn Moran.

AMAZON

3.Parches para ropa que me permitan reciclar chaquetas o bolsos que ya no uso. A ser posible de esos que se pegan con vapor, que ya sabéis que no soy mucho de pasarme una tarde cosiendo (¡aunque si hay que hacerlo, se hace!).

Nuestros #jeans llenos de #parches ! 🔥#ironpatches

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4.Labial mate
en gloss o en pintalabios, pero mate (mami, ¿estás leyendo esto?). Y ya que me pongo a pedir, que aguante durante 12 horas seguidas y que no deje marcas en los vasos o en los mofletes de mis familiares cuando saludo. Ya puestos, que tampoco manche los dientes.


5.Gorra deportiva
pero no para correr o hacer deporte sino para cubrirme las raíces los días en los que me de pereza lavarme el pelo.

CONVERSE

6.Chocolate, de la marca que queráis pero que sea negro. El con leche para mi hermano. No me siento completa si no hay chocolate entre los regalos.

Surround yourself with love today. Merry Christmas from our family to yours!

A photo posted by GODIVA (@godiva) on


7.Cintas deportivas
de diferentes grosores porque como el gimnasio en casa no lo puedo montar por cuestiones de espacio pues que no signifique que no pueda hacer ejercicio.

EBAY


8.Camiseta con volantes
para dejar en libertad mi flamenca interior.

BERRY VILLAGE

A cambio os prometo seguir siendo igual de buena seguidora de las tendencias.

Los propósitos que se deberían proponer en 2017

Ya es 2017. Ya es todo nuevo, todo mágico, todo parte de cero y empezamos las primeras páginas del que será otro libro de 365.

En mi casa, como en muchos hogares españoles, tenemos la 1, aunque no hemos podido resistirnos a pasar por Antena 3 a ver el vestido de Cristina Pedroche. Este año coincidimos en que se le veía menos carne.

Como iba diciendo, vemos la 1, con su habitual show post campanadas de cantantes haciendo play-back acompañados de bailarinas medio desnudas.

Me doy cuenta de que es el momento de pensar mis propósitos. Al gimnasio ya voy regularmente, como sano, no fumo y no bebo. Entonces, ¿qué me puedo proponer para el 2017?

Las bailarinas finalizan la coreografía y se quedan congeladas en una postura como esperando mi respuesta y me doy cuenta de que la tengo delante de mis ojos.

Si en 2016 me quejaba de la cosificación de la mujer sigue siendo una batalla para librar en 2017. Me doy cuenta de que la desnudez sigue siendo el coeficiente de la mayoría de las cadenas televisivas esa noche, pero es algo que tocará reivindicar también cuando aparezca en la publicidad impresa.

Si en 2016 empezamos a sentirnos familiarizados con el término «gordibuena» en contraposición con las colecciones que salieron en pasarela, todas empeñadas en marcar abdominales u oblicuos, para 2017 tendremos a una Barbie de talla 40 interpretada por Amy Schummer. Espero que tengamos también diversidad en la pasarela, y no solo de tallas sino de etnias.

Para 2017 pido también que desaparezca el pink tax, ese porcentaje extra que pagamos las mujeres por los productos de higiene solo por ir destinados a nosotras. Otro propósito es que desgraven las compresas y tampones como bienes de primera necesidad que son.

De 2016 es asignatura pendiente la presión estética también en los hombres, ya que han aumentado en los últimos años los casos de vigorexia y estos, que antes no pasaban por el quirófano, se han animado a probar el bisturí. Que 2017 sea el año de aceptarnos. Aceptarnos no solo a nosotros mismos sino a los demás, que entendamos que la vida se basa en elecciones y que igual de bien está quien se depila como quien no, quien va sin nada y quien va con sujetador.

En 2016 hemos aprendido que el nombre de la tienda no garantiza la calidad del producto. A ver si para 2017 entiende el sector textil que con la salud del consumidor no se juega y que hasta unas inocentes sandalias pueden dejarte cicatrices en los pies para el resto de tu vida.

Pero sobre todo quiero que si 2016 fue el año en el que me quejé de los piropeadores anónimos y escribí acerca de accesorios para evitar las violaciones, este año no tenga que hacerlo, no tenga que reivindicar que quiero que las mujeres nos sintamos seguras. Sé que digo esto habiendo ya una víctima por violencia de género (¡y no llevamos ni 48 horas de nuevo año!) pero este 2017 tiene esa gran lucha pendiente.