Pues en primer lugar porque en mi familia somos de buen muslamen. Y con buen muslamen me refiero a unas patorras como columnas jónicas que lucimos con orgullo.
Y es que siempre he sido más tipo Katy Perry que Taylor Swift, incluso de pequeña. No tenía ni idea de la lotería del pecho, pero los muslos los tenía claros no, clarísimos.
Muslamens. INSTAGRAM
No me malinterpretéis, para mí nunca han sido un problema. Vale que siempre he tenido más pierna que cualquiera de mis parejas (o casi) pero nunca lo viví como un complejo.
Que viva el muslo y por ende las curvas. Y que vivan las mujeres que no tienen ni una ni otra. Que vivan porque aquí hay hueco para todas. Y eso es lo que parece más difícil de entender.
Retos como el #collarbone, el #thiggap o el de hacerse una foto que demuestre que tu cintura es de la anchura de un folio son retos que muestran una delgadez constitucional de las que participan, celebrando la pertenencia a una especie de club exclusivo para todas aquellas a las que nos han tocado figuras redondeadas.
Cuando las curvas contraatacan surgen retos como el #mermaidthighs en el que las protagonistas son mujeres cuyos muslos se encuentran diciendo que son similares a las formas de las colas de las sirenas.
«Mis muslos se quieren tanto que no pueden evitar estar rozándose todo el día» leí una vez. Y, aunque creo que por una vez es genial que también tengan cabida mujeres con muslos, sigo viendo que las redes son hoy te excluyo a ti y mañana me excluirán a mí.
Así que que vivan las muslonas, las de muslos de sirena, las que muslos de cría de jirafa, las de muslos normales que no tienen hastag, todas. Que vivan los muslos en general porque nos pertenecen a nosotras, y gracias a ellos podemos levantarnos cada mañana y pisar con fuerza por donde quiera que vayamos. Esa es la verdadera importancia.
Yo soy fan de no diferenciar a nadie por su cuerpo.
Un ejemplo. En Waterpolo, mujeres poderosas, fuertes, luchadoras, a las que tal vez no se les valora lo suficiente las glorias que dan a sus países, hay de todo tipo de cuerpos, en bañador recortado, sin complejo. Y todas son, además de valientes y luchadoras, lindas.
Cada cual debería saber lo que importa en la vida, lo que es importante para su vida, y no andar dependiendo siempre de la opinión de lso demás, porque los demás son muchos y gustos una inmensidad, ademá sde no ser nada de uno mismo.
Como bien dices, no importa dónde, cuándo, cómo o por qué, lo que importa es estar. Y ese estar se conjuga con agradecimiento, no hacer de ese estar un malestar que provoca agresividad hacia uno y hacia quienes nos parecen distintos..
Los humanos nos censuramos mucho, nos desnaturalizamos, detestamos el cuerpo, nos parece algo perverso, ruin. Hay redes sociales que censuran un simple pezón. A los jefes de esos antros antinatura les propondría que entiendan que los senos no son peores que las bombas nucleares, no son un peligro para su especie, sino que son parte digna y fundamental del cuerpo, masculino y femenino. Y tachar el cuerpo como obra sucia de la naturaleza por las mentes sucias antinatura, hace que los complejos se multipliquen, el sentido de represión abunde y las histerias se expandan como pólvora ante fuego de malestar, de desconocimiento para con el propio cuerpo y agresividad hacia el de los demás. La vergüenza, la falta de autoestima… Tal vez con programas de desintoxicación censora y más educación natural se abandone la idea de las tallas como elemento negativo diferenciador de las personas. Tal vez con una educación corporal abierta, plural, como de hecho es la naturaleza humana, plural y diferente, los cerebros palpiten algo de racionalidad que dicen poseer.
El cuerpo no debería ser objeto de esa negatividad en mentes. A mí, personalmente, me da igual que sean de una manera u otra. Tú estás muy bien porque eres linda y punto. Y daría igual que tuvieras más o menos cuerpo. La belleza, cuando el cuerpo deja de ser tabién, se mide por muchos más parámetros, más saludables y ricos.
28 agosto 2016 | 11:02
Somos idiotas, no hay solución. Leí el otro día que ahora «se lleva el pecho de los años 70». Como si pudieras elegir qué pecho tienes o no. ¿Que tenemos que hacer, ir al cirujano cada vez que unos gurús de la moda decidan sobre qué está de moda en nuestro cuerpo? Y hablo del de la mujer y del hombre también. Hace unos años, no tantos, un culo como el de la Kardasian o como se diga era un culazo enorme. Ahora se lleva porque la tía es lista y ha hecho un marketing enorme. Y hala, ahora todas se quitan los implantes de los pechos de hace tiempo y se lo ponen en el culete…Lo dicho, idiotas
28 agosto 2016 | 16:28
Los hombres y las mujeres deben de aceptarse como son por naturaleza y dejarse de tantas estupideces y tanta moda cojonera que lo unico que provoca son complejos innecesarios.
Acaso a todos los hombres nos gustan las mujeres delgadas como modelos? NO, algunos de mis amigos, e incluso yo mismo vemos a las mujeres rellenitas y con mas curvas mucho mas femeninas y atractivas.
Acaso a todas las mujeres les gustan los hombres depilados hasta el extremo? NO, hay muchas mujeres que ven en los hombres vellosos mas masculinidad y madurez.
Lo ideal es que cada cual se guste tal y como es y que lo que haga con su imagen sea fruto de sus gustos propios y no una moda social del momento.
28 agosto 2016 | 16:45
Estoy de acuerdo con tu post. Los muslos nos pertenecen que vivan ellos y nosotras.
28 agosto 2016 | 22:36
Me encanta el contenido ilimitado de cada blog, gracias por el gran aporte en este chicas, últimamente he estado emocionada con un pedido de accesorios que hice a través de http://www.joya.life
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29 agosto 2016 | 04:04