A veces parece que las marcas nos prefieren anoréxicas

La moda es solo para delgadas. Llevo tiempo sospechándolo viendo el físico de las modelos de pasarela (con ‘llevo tiempo’ me refiero a que llevo toda mi vida). Pero no solo en la pasarela, en los catálogos de las marcas o las revistas de moda hay mujeres de la talla 34 con tobillos como bolígrafos Bic. Es imposible no sentirse presionada, especialmente cuando entras en la adolescencia y tu cuerpo empieza a cambiar. Eres más susceptible a lo que nos venden: que esa delgadez enfermiza es la belleza.

La anorexia no se encuentra solo en la pasarela. Y ha venido para quedarse gracias a blogs que la fomentan y a tendencias en las redes sociales como el thigh gap (el hueco determinado genéticamente que algunas mujeres tienen entre ambos muslos) o el coin challenge (la moda de sostener monedas en el hueco de la clavícula). Las modelos ya no son las únicas que tienen que enfrentarse a los problemas de peso. Las compañeras de Blanca Padilla que vomitaban antes de un show o comían pañuelos de papel según el libro de la ex editora de Vogue, Kirstie Clements, son la cara más vista de unos desórdenes que, mientras que en 2010 se calculaba que el 6% de las mujeres españolas padecían, en 2012 ya se hablaba de entre el 5 y el 10%. Y cada vez afecta a edades más tempranas.

No solo la publicidad se encarga de fomentar unos ideales de delgadez insanos, sino que las tiendas empiezan a cambiar sus comportamientos de venta. Ahora es más común encontrar maniquíes tan delgados que entrarían varios en el jersey que te has comprado. Es como si a las fábricas les hubieran cortado el presupuesto de materiales y se vieran obligadas a hacerlos cada vez más finos para cubrir las cuotas. Incluso me hacen preguntarme si no estarán reciclando brazos de muñecos antiguos como piernas de los nuevos.

Pero las tiendas no se han limitado únicamente a encoger a los maniquíes. La silenciosa cruzada por la delgadez también ha llegado a las prendas. Cada vez las tallas son más pequeñas. Lo que antiguamente era una talla 36 es ahora la 38 y la 34 es la nueva 36. De esta forma, lo que consiguen es que nos sintamos continuamente insatisfechas por no entrar en la talla que consideramos la ‘ideal’ y queramos perder peso. Cada marca puede tallar de la manera que quiera: no eres tú, son las tiendas.

Otras tiendas, en cambio, en vez de apuntarse a la ‘liliputmanía’ excluyen a toda talla que no sea la pequeña (incluso a las medianas) como Brandy Melville o Double Agent. Son marcas que las nuevas influencers, como la bloguera de moda Justina Sharp, en vez de criticar unas cánones tan estrictos, consideran que es algo de lo que sentirse orgulloso el hecho de estar tan delgada como para entrar en una de estas prendas.

Como veis, nos estamos planteando mal la situación. La guerra no es contra nuestro cuerpo. La enemiga no es una misma. El problema no es que no entres en la prenda, sino que la tienda no haga una prenda en la que tú entres.

No estamos solas. La primera batalla tiene que comenzar en la infancia. La estima que me forjé gracias a la educación que me dieron mis padres, que soy una persona valiosa y que debo aceptarme independientemente de cómo sea mi cuerpo, fue lo que jamás me hizo caer en ningún trastorno.

Otras guerreras que luchan contra la anorexia son Anna Riera, una chica de 17 años, que harta de los estereotipos impuestos por la firma Inditex, ha puesto en marcha en change.org una petición para que retiren estos maniquíes, el calendario nudista solidario del equipo de rugby de la Universidad de OxfordQuererse está de moda, iniciativa de la presentadora Cristina Pedroche que recauda fondos para Adaner Murcia.

19 comentarios

  1. Dice ser Lolailós

    A mí me da igual que sea una 38, 40 o 42.

    A mí me da rabia tener que dar 80.000 vueltas para acertar con la dichosa talla, que en un sitio -¡o hasta en el mismo!- te vale una, y en el otro ni te sube por las pantorrillas.

    Así, tengo pantalones de hace 10 años que son una 36, y los de ahora los tengo desde ahí hasta la 42 o alguna 44.

    Y otro día hablemos de los escotes de las camisetas, que parece que sólo las chicas con poco pecho pueden llevarlos.

    30 noviembre 2015 | 12:50

  2. Dice ser Yo

    Pues no os sintáis presionadas. En mi caso, soy muy delgada, por absoluta constitución, y gracias a comentarios como el que tengo que leer, en este artículo ( tobillos como bolígrafos), he sufrido muchos complejos. ¿Qué ocurre, que el decir que tienes 2 piernas como dos paletas ibéricas o columnas dóricas, está mal, y decir que tienes piernas de bolígrafo o canario, se aplaude ?????. A ver si se empieza a respetar, todos los físicos y tallas. El estar delgada NO , es sinónimo de anorexia, y tener que estar justificándose, continuamente, para que los demás vean que comes bien y está sana. Si no os gusta que os llamen » ballenas», no hagáis lo mismo, con adjetivos como «tísica», «anoréxica» o piernas palillo.Si no os gustan los maniquies de las tiendas, las fotos de las revistas de moda,..pues lo tenéis tan sencillo, como que vuestra personalidad sea lo suficientemente fuerte y no os afecte !!! Que las delgadas, también estamos muy hartitas de ciertos comentarios !!!!

    30 noviembre 2015 | 13:11

  3. Dice ser AGA

    Para YO
    La diferencia es que hay mujeres (y sobre todo ninias, lo que es mas peligroso) que se ponen enfermas para intentar estar como tu. Pero nadie es pone enfermo para intentar estar como una de esas que tu llamas «ballena». Por eso se exagera con lo de tobillos como boligrafos o cosas asi, para desmitificarlo, para hacerles ver que eso no deberia ser un ideal de belleza, como no deberia serlo el pesar 110kg. Porque no se como estaras tu, pero aqui se esta hablando de una delgadez extrema, y si bien habra algunas que esteis (o esten, ya te digo que no se como estas) perfectamente sanas, hay muchas que no. Igual que habra mujeres con 100 kg que esten sanas, pero muchas, muchas que no.
    Si te estan diciendo que estas campanias se hacen para evitar que tantas adolescentes caigan en una enfermedad que puede ser mortal, a lo mejor eres tu la que tiene que tirar de tu tan presumida personalidad y hacer caso omiso si no va contigo, no?

    30 noviembre 2015 | 13:29

  4. Dice ser Juan

    Dime raro, pero yo llevo al menos 10 años comprando los levis 501 y siempre me van bien con la misma talla… es más los compro de tres en tres y tengo tejanos para todo el año y un poco más.

    30 noviembre 2015 | 13:33

  5. Dice ser filo

    reduccion de costes, menos producto al mismo precio

    30 noviembre 2015 | 14:27

  6. Dice ser cd

    que no coman tanto que algunas parecen autenticos leones marinos

    30 noviembre 2015 | 14:43

  7. Dice ser Mònica

    Nunca había visto medias para flamencos, pero son bonitas.. modernas.

    30 noviembre 2015 | 16:23

  8. Dice ser Antonio Larrosa

    A mi me gustan las tias hermosas, las que están como un tren,. las que saben moverse cuando bailan aquello.

    Clica sobre mi nombre

    30 noviembre 2015 | 17:54

  9. Dice ser maria

    Pues nada.. q no coman para entrar en las tallas ridiculas q marca la sociedad….y despues se dejen agredir y vilipendiar..o acoso..o..etc….tenemos lo q fomentamos.
    Chicos y chicas adolescentes a los q solo les importa los selfies con morritos y fotoshop..mhyv y gh..ala!
    No hay valores!
    Impera lo superficial

    30 noviembre 2015 | 18:28

  10. Dice ser MonI

    Me viene al pelo tu post , Mara, para lanzar un «olé » a Mango y a su nueva creación «Violeta», sencillamente porque no todas las mujeres que lucen una talla 50 están como ballenas , así como aquellas otras que se meten en una talla 34 no tienen porqué estar enfermas. Pero no hay que olvidar que tienen el mismo derecho, siempre que su bolsillo se lo permita, a ir a la moda las mujeres de talla 50 como las de talla 36, por eso mismo un OLÉ bien grande para Violeta ( por Mango)
    Y otro » olé » por Mara Mariño, por atreverse a escribir en un blog lo que muchas mujeres pensamos y no decimos.

    30 noviembre 2015 | 20:13

  11. Dice ser Buena

    Yo siempre me he sentido bien siendo delgada hasta que se empezó a poner de moda esto del sobrepeso y el viva las hamburguesas. Solo he recibido comentarios negativos de personas con indicios de obesidad. Comentarios despectivos de personas acomplejadas e incapaces de reconocer su adicción a la comida basura y a estar pegado a la silla todo el día. Si tanto queréis ser respetadas, aplicaos el cuento, GORDANAZIS

    30 noviembre 2015 | 20:41

  12. Dice ser gerard

    Nada que añadir a lo dicho por ADA, se trata de eso.

    lo «mejor» de las raquiticas anorexicas es que luego se caen con tocarlas, van todo el dia anemicas perdidas, no correrian ni 5km sin desmontarse de rodillas para arriba, etc. vamos, que quieren la estetica paloescoba… y ya esta. ninguna preocupacion por la salud, por estar en forma, por estar delgadas como fruto de una buena vida (dieta sana y ejercicio). NADA de eso, delgadez por delgadez, aunque por dentro esten hechas unos zorros y su condicion fisica sea deplorable. que triste.

    30 noviembre 2015 | 21:02

  13. Dice ser Rosa

    Creo que se debería crear ropa para todo tipo de tallas, porque aunque parece que tenemos variedad para elegir, en cuanto ves la etiqueta, descubres que no. Los maniquíes deberían ser un reflejo de nosotros mismos, con físicos diferentes. Un tema tan delicado como éste, que causa tanto sufrimiento a muchas personas, necesita ser visible siempre y a las iniciativas en marcha que señalas, debemos darle eco. GRACIAS

    30 noviembre 2015 | 23:22

  14. Dice ser El chantajeado emocionalmente.

    Mi pareja es Anoréxica, y no se lo deseo a nadie, esta enfermedad (La anxa) es tan sólo una manifestación más de una enfermedad mental realmente grave, a la que se le suma además el hecho que las personas que no la padecemos no la entendemos y como resultado acabaremos locos o cerca.

    Siempre nos quedará, tomar otro camino….es ella o tú.

    01 diciembre 2015 | 01:16

  15. Dice ser Loli

    Dice ser Buena

    Para pedir respeto hay que respetar no?

    01 diciembre 2015 | 01:55

  16. Dice ser Laura

    Criticar a las delgadas para «desmitificar» (» tobillos como bolígrafos Bic») NO soluciona nada. Insultar a otro para sentirse mejor uno mismo nunca ha sido la solución. Al contrario, contribuye a acomplejar a otro tipo de personas -las que siempre han sido muy delgadas por constitución- y a seguir promoviendo la idea de que hay que alcanzar un peso determinado, una «belleza ideal».

    La solución pasa por el RESPETO a todos los tipos de cuerpo y valorarse a uno mismo. Todos tenemos características físicas que nos diferencian de los demás y no son ni mejores ni peores, son así. Hay que quererse y respetarse a uno mismo y a los demás. Alguien que se quiera a sí mismo y se valore más allá de su físico, especialmente si se rodea de personas con los mismos valores, nunca tendrá ese tipo de trastornos.

    Si alguien se considera «insatisfecha» por no entrar en un pantalón que lleva «talla 36» escrito, el problema es de la persona, no de la ropa. Si alguien se mira al espejo y se ve bien, pero se siente «insatisfecho/a» después de pesarse por no ver el número que considera ideal, el problema, al igual que el caso anterior, es de esa persona y no precisamente un problema de «kilos de más».

    01 diciembre 2015 | 02:50

  17. Dice ser Claudia

    Hola!!! Ni una cosa ni otra, la.culpa la tienen las modas, si cada uno se pone lo que le da la gana sin seguir las modas no habria este problema, también quiero recalcar que no porque estes delgada estas anorexica, yo siempre he sido delgada he utilizado una 34 con 18 años y no soy precisamente alta, me costaba muchisimo encontrqr tallas a no ser que me fuera a la sección de niños creo que a esto tampoco hay derecho, ahora con dos ninos tengo una 36-38, lo que hay que hacer es unificar las tallas en todas las tiendas no que en una sea la 34 y en la otra la 38. Tampoco veo normal que en la televisión siempre que son cereales para mantener la linea y comidas asi, aparezcan chicas super delgadas….esto incita a las niñas a ser así, la sociedad esta desequilibrada.

    01 diciembre 2015 | 08:27

  18. Dice ser Penales

    El principal problema del desequilibrio emocional que puede crear el hecho de querer verte guapa y a la moda y no poder porque dicha moda no está pensada para la talla que tú usas, es que afecta , casi en exclusiva, a las personas más débiles y más vulnerables emocionalmente hablando, como son las niñas o adolescentes, con lo cual, pido desde este blog que agradezco a su creadora, Mara Mariño, respeto para un tema tan delicado y tan grave como es cualquiera de las patologías que vienen dadas por no saber aceptarte a ti misma tal y como eres. El físico se puede modificar pero la genética no y tenemos que aprender a ser las más bellas con lo que nos ha venido dado, y cuando lo consigamos seremos bellas e inteligentes.

    01 diciembre 2015 | 09:02

  19. Dice ser Buena

    Estoy de acuerdo, Loli, pero quería dejar constancia del poco respeto que hay por parte de algunos colectivos (que yo he sufrido). En mi experiencia, son personas que deberían empezar por plantearse si tienen un problema que deban solucionar, antes de meterse con personas sanas (o de meterse con alguien que realmente tienen anorexia, que sería peor).

    Pocas veces veo respeto por parte de la gente que defiende las tallas grandes, como he dicho en mi mensaje anterior. Se apoyan en desprecios y descalificaciones hacia las personas consideradas delgadas para demostrar su superioridad. No se busca la igualdad, sino anular al «enemigo», como hacen algunas feministas descarriadas.

    Otro problema es que se mezclan churras con merinas y no estar gordo pasa automáticamente a ser anoréxico. Siempre recuerdo un artículo sobre el antes y el después de Christina Aguilera, de «esqueleto» o «flacucha» a «curvilínea», «sana», «hermosa», etc. Propaganda de mujeres que quieren imponer su imperio de pasividad y grasas saturadas.

    Ey, que los maniquíes a veces son un poco surrealistas, pero creo que entra más por los ojos un monigote espigado, muy alto de color estridente enfundado en los modelitos de turno que uno estrictamente «realista», con la misma altura y color de piel del ciudadano medio. A mí nunca me ha hecho sentir gorda o baja, solo lo veo como una forma más de llamar la atención. Quien necesite sentirse identificado con un maniquí, debería antes subir su autoestima.

    01 diciembre 2015 | 11:24

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