Vivo en la lucha constante de mi amor por las tendencias y un presupuesto limitado para hacerme con ellas. Formo parte de ese grupo de mujeres con un armario lleno de “no tengo nada que ponerme”. Soy tan versátil que lo mismo combino un pijama de franela con una sudadera sporty chic, que pateo la noche en stilettos. Para mí un fashion victim es quien sufre una jornada maratoniana de rebajas. Aunque lleve un blog de moda, siempre defenderé que la autoestima es la cosa más fashion que se puede llevar puesta.