Moda a mi modo

Hace unos años vivía felizmente con mi armario lleno de pantalones acampanados (¡en qué momento me desharía de ellos!). El rosa y rojo, mis colores favoritos en aquella época, eran la estrella de mis combinaciones. Pero no separados, sino juntos. Y si además encontraba perlas de un color o de otro, me sentía la más elegante de todo el colegio.

Pero creces, te sale pecho y tus amigas sustituyen las horquillas de mariposas por lápiz de ojos y la Bravo por la Glamour. Ya no se llevan las prendas con dibujitos, el polo de Tommy Hilfiger o el collar del elefante blanco de marfil. Descubres que existe una cosa universal que condiciona todo lo que te rodea: las revistas, los anuncios, los escaparates…Una silenciosa divinidad a la que la mayoría muestra devoción: la MODA. ¿Y qué otra manera existe de ir a la moda que comprarla?

Para mi ir de compras es como la comida basura, me encanta pero no puedo abusar de ella.

Como decía Rebecca Bloomwood en Confesiones de una compradora compulsiva:

¿Sabes esa sensación cuando un chico mono te sonríe y te quedas como embobada y se te empieza a caer la baba? Pues eso es lo que me pasa a mí cuando veo una tienda, sólo que multiplicado por cien.

Cuando tu amor por la moda es más grande que tu paga o tu salario, tienes un problema (a no ser que hayas nacido en el seno de la familia Kardashian). ¡Pero no desesperemos! Hay una salida. La moda no está solo en las tiendas de Serrano, la moda está en el armario de tu madre y en el de tu abuela. Está en la cazadora de cuero con la que las mujeres de tu familia salían de fiesta en los ochenta y cuyo tejido, da la casualidad, de que vuelve a llevarse. Está también en el armario de tu padre, de tu hermano y de tu novio, en la camisa de cuadros, que puedes ponerte a modo de vestido, con las mangas remangadas y un sombrero. Está en los puestos de un mercadillo de Portugal, esos que venden pollos junto a bolsos de Garolina IIerrera. Está en una maleta a la que le falta un asa que asoma de un contenedor de la basura (soy la Diógenes de la moda, lo sé). Está en las tiendas de ropa usada. Está, si te pones, hasta en tu mano. Tan fácil como subir un bajo, bajar una manga, cerrar un escote o abrir una espalda.

Si estudias, si trabajas, si tienes pareja, si no tienes, si tienes hijos, si tienes nietos, si te encanta ir a la moda o nunca la has entendido, este espacio es para ti. Un blog para estar al día de las últimas tendencias y de las noticias del mundo de la moda sin que se te suba a la cabeza.

Porque aunque los diseñadores o las grandes firmas nos sirvan de inspiración, la moda está en cualquier prenda que te guste como te sienta cuando te mires al espejo.

Emma Stone - GIFMANIA

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