Mi chica tiene una huerta que es la envidia del pueblo. Y la joya de aquel reino vegetal son los tomates. Desde la carretera aledaña los vecinos miran sus tomates con una mezcla de sorpresa y envidia, porque para ellos “los de Madrid” son (para mis paisanos, todos los de fuera son de Madrid, aunque sean de Jerez), por definición, gente necia que piensa que los espaguetis se cultivan en los árboles.
Mi chica primero hace semillero, luego cría las matas minúsculas bajo un invernadero que más parece una casita de muñecas translúcida, las abona con una mezcla sabia de compost fabricado por ella y estiércol de gallina, las riega, va guiando sus ramas en un entramado de cañas que crece al ritmo biológico de las plantas, y sé que cuando yo no estoy presente, para que no me asalten dudas sobre su salud mental, les canta, porque en algún sitio leyó que así crecen mejor. Mi chica canta de miedo, de miedo, literalmente, pero las plantas son muy agradecidas; por fortuna no parecen gozar del oído exquisito de nuestro gato Pizca, que en paz descanse, que la arañaba nada más oírle entonar la primera estrofa de la copla de aquel tipo que vino en un barco de nombre extranjero.
A finales de agosto, los tomates parecen brillar en sus matas como bombillas incandescentes. Las dos o tres semanas de la cosecha son una fiesta continua, con la cesta llena de unos tomates color rojo pasión, pesados como latas de tomate ya frito, jugosos y fragantes cuando los partes. Estoy seguro de que quiere más a sus tomates que a mi persona humana, pero a mí no me importa porque en venganza me devoro a sus amantes.
Os lo cuento, porque hoy comienza para mi chica una de las fiestas más absurdas de cuantas fiestas absurdas es capaz de inventar el ingenio hispano. Y mira que tenemos una panoplia inacabable de fiestas absurdas, desde los sanfermines, toros embolaos y alanceados, a cabras que son despeñadas desde los campanarios para mayor disfrute de los mozos del pueblo. La fiesta absurda que toca hoy, y que sume a mi chica en el mayor estupor, es la Tomatina del pueblo valenciano de Buñol, una fiesta que consiste en lanzarse tomates maduros (115.000 este año, según las previsiones) durante una hora, hasta convertir las calles del pueblo en un riachuelo de rojo gazpacho.
A mi chica le pasa lo que a mí con las religiones: yo no soporto que a mis congéneres se les maltrate psicológicamente y se les mienta con dioses inventados para engorde de los sacerdotes contadores de cuentos, y ella no soporta la falta de delicadeza y el maltrato que se infiere a un producto de la huerta que tantos sacrificios demanda para salir adelante. Ella, ya es hora de decirlo, es atea de la Tomatina de Buñol.
Sé que hoy va a tener un mal día. Y aunque intentaré consolarla con los consabidos argumentos de que es muy divertido tirar tomates, que eso relaja mucho porque es como tirarse los trastos a la cabeza, que hace quemar la agresividad colectiva, que en realidad son tomates de bajo coste y peor sabor, criados exclusivamente para esa guerra absurda, que no se trata de un despilfarro porque apenas servirían para hacer el primer plato de los pobres de la madre Teresa de Calcuta… aunque lo intentaré por todos los medios sé que es una batalla (la de los tomates) perdida.
Ella piensa en lo difícil que es ser ateo de cualquier cosa hoy en día, rodeado de millones y millones de creyentes en cosas absurdas, porque si todos ellos dicen ver a dios por las esquinas o encuentran divertido tirarse a la cara tomates maduros, algo que a ella le espanta, es que a lo mejor los anormales somos nosotros. Y contra eso no tengo argumentos. Así que, para distraerla, en estos casos le prometo llevarla al cine mientras preparo una suculenta ensalada de las lechugas de su huerto, que también son de dios. Así, hasta que se le pase.
(Nota para gastrónomos: Como bien sufrís los glotones, a partir de octubre los tomates de invernadero no saben a nada. Os propongo este apaño para rescatar algo del sabor perdido para el resto de la temporada: Comprad los tomates en rama; machacad en un mortero unos trozos de las ramas verdes (no demasiado, solamente romperlos) con vinagre y aceite virgen; dejad que se marinen durante una hora; luego, sazonar la ensalada de tomate con ese zumo. Veréis que resurge el perdido aroma “a mata” de los tomates del verano.)
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Meditación para hoy: “Hay que ir preparando las sucesiones”, les ha dicho Manuel Fraga, el presidente honorario del PP, a sus correligionarios. Las reacciones dentro de su partido han sido dignas de una tesis doctoral que dejo para los alumnos más aventajados. Rajoy, cuando le preguntaron qué podía contestar a la recomendación del dinosaurio (cuando Rajoy despertó, el dinosaurio todavía estaba allí) se dio media vuelta y dejó la pregunta en el aire. Sin comentarios. Desde hace 24 horas, el cadáver político de Eduardo Zaplana tiene su célebre sonrisa congelada en una mueca de rigor mortis. Pero lo mejor, como siempre, fue la actuación ingeniosa del jefe de los payasitos de la bancada popular, Martínez Pujalte, que dio a entender que Fraga en realidad se refería a la próxima “sucesión” en la Moncloa de Zapatero por Rajoy. Les ha entrado a todos una risa espantosa. Vamos, que en Génova 13 Rue del Percebe lo están pasando de miedo.
Pues nada Joaquim.Si te parece gracioso, podemos soltar otras gracietas sobre camaradas tuyos muertos de forma natural, accidental o violenta.Podríamos hacer gracietas sobre el abuelo de Zapatero, por ejemplo. No creo que a los amigos de Zapatero les hiciera mucha gracia o sobre los pobres de Pisco, lo cual tendría menos gracia aún.Y sería así de simple.Y puestos a soltar gracietas, ¿echarías una sobre Puerta? ¿O no lo haces porque te parece de mal gusto? Y si la soltara otro, ¿le reirías o le reprobarías la gracia?Ninguno me ha contestado a esa pregunta. Lo que si he podido comprobar es que saco suelta su discurso y luego son otros los que dan la cara por él.
29 agosto 2007 | 18:14
Manolo Saco es un chico educado y moderado, por eso se refirió a Disneyworld.Sobre ese mismo asunto, yo escribí aquí ése mismo mismo día que si en vez de ir a Grenoble (destino al que se dirigían los peregrinos polacos, no a Lourdes) se lo hubieran pensado mejor una vez en Francia y hubieran puesto el autocar rumbo a París para irse de putas en Pigalle, aún estarían vivos.lo dijo Joaquim · 29 Agosto 2007 | 05:41 PM¿Eso quiere decir que tú eres un maleducado y además presumes de ello?Tengo un chiste sobre manjón o lluch. Son muy simples y aunque te joda, a lo mejor alguien le encuentra gracia. ¿Los suelto o es de mala educación y peor gusto reirse de ellos?
29 agosto 2007 | 18:43
Es evidente para cualquier inteligencia normal que yo no hacía una gracieta, sino que simplemente constataba un hecho: si los peregrinos polacos se hubieran ido de putas a París en vez de seguir camino hacia Grenoble, aún estarían vivos. En todo caso, tu insinuación supuestamente sibilina sobre el abuelo de Zapatero y su asesinato, se llama y está tipificada como apología del terrorismo.Ya sé que hacer apología del terrorismo fascista es lo propio de alguien como tú, Sergio, pero tiene su peligro legal incluso en España. Que lo sepas.
29 agosto 2007 | 18:44
Tus chistes Sergio, ya nos los sabemos: son los propios de los criminales que le dijeron a Pilar Manjón que se metiera su hijo por el culo. ¿Estabas tu allí ese día galleando?.Recuerda en todo caso que tu IP está en el registro del administrador de este blog y que una denuncia por apología del terrorismo no es gratis, como acabo de decirte antes.
29 agosto 2007 | 18:49
Maria DE LAS VIRTUDES, que barbaridades se leen por aki (con kk).Sergio, yo no insistiría más con algo que no vas a conseguir.Joaquim, yo no estaría tan seguro de que si se hubiesen ido de putas aun estarían vivos, a lo mejor era ese su día, y sino hubiese sido en Lourdes, hubiese sido con las putas.Proust, los que utilizan la razón no le prestan atención a los trolls, tan solo los sectarios son quienes se la prestan.No sigo más, porque sino… no paro… Pepe Polémico, yo por lo leído, tampoco me voy de juerga salvo contigo y David malaguita, los tres a divertirnos como cerdos. Quien sabe igual acabamos rojos los tres, aunque sea por los efectos producidos por la tomatina.
29 agosto 2007 | 20:58
silosenovengo:Efectivamente algunos, entre los que me incluyo, utilizamos la razón, no la fe ciega, no los dogmas, que repugnan a la misma, y no abusamos de los lugares comunes y las muletillas.Tan es así que no le presto atención a los trolls que uno de los más virulentos, el de los mil nombres y dos mil faltas de ortografía, si todos les prestaran el mismo caso que yo, ya no escribía, o bueno, tal vez sí, porque la tozudez es impredecible. De cualquier modo pienso que no se les debe aumentar el ego.Sergio: No hacía sólo referencia a ti. La verdad que los verdaderamente cansinos son muy pocos y se repiten más que los ajos. En mi opinión hoy tú lo has tomado demasiado a pecho.Repito que Manolo Saco es muy educado y cuando algo que escribe puede tener una interpretación torcida lo reconoce y lo aclara. No todo el mundo tenemos esa capacidad intelectual tan encomiable.
29 agosto 2007 | 21:12
Prefiero mil veces una fiesta tan absurda como la tomatina antes que aceptar como deporte algo que encumbra a gamberros como Fernando Alonso.
30 agosto 2007 | 22:58
Buenos diashe vuelto de vacances, de mi pueblo, Buñol y me encuentro este desafio tuyo manolosiempre he pensado que la mejor critica se hace a experiencia vividaos invito a todos los detractores de una de las pocas fiestas y villas que no se sirve de la tortura de un animal para justificar sus tradiciones (o viceversa), como es la tomatina a que participeis en ellacierto es que no es una tradicion demasiado antigua, data de principios del siglo 20, pero hasta la muerte del dictador, (como buñol era maki, una panda de rojos, de hecho uno de los dos publos de Valencia capital que aun se mantiene en lucha con el invasor) no se implanto definitivamente.bueno, como digo, es una fiesta divertida, donde tanto el agua como los tomates que se lanzan no nos aptos para el consumo humano debido a la cementera que pisa el terreno colindante y porque asi se decidio para no malgastar comida y agua potableademas, despues de un buen baño de tomate la piel se limpia, ni un punto negro, ni caspa ni grasa en el pelo y una piel reluciente y suave como el culito de un bebe gracias al acido del tomate, cuya concentracion es mayor y por eso no son aptos para el consumo.tambien he de decir que los profanos, se han cargado partes de la fiesta que a mi parecer era de lo mas divertido convirtiendolo en una salvajada como es la guerra de camisetas mojadas o la cucaña previas a los tomatazos y ninguna experiencia de las que hayais vivido se parece a esa satisfaccion infantil que da revolcarse cual cerdo en algo que al menos no es malo para la salud sobre todo si vas en el camion con toneladas de tomate bajo tus pies.y añado, ninguna experiencia se asemeja a tumbarse en la Jarra (el rio Turia) sobre una roca dejando que el agua te pase por encima, refrescandote, limpiandote y con cienes de peces haciendote una buena exfoliacion con los restos de tomatesasi que os aconsejo que un año de estos, hagais de tripas corazon y probeis porque como casi todo en esta vida, vale la pena.un beso a todos y me alegro de estar de vuelta.Manolo, no te metas con mi pueblo, que los de Buñol somos mu burros.no se puede ser perfecto.
03 septiembre 2007 | 09:45